jueves, 29 de diciembre de 2022

2022-12-26 - Júpiter con el Nexstar SE 6' (150mm)

Estoy intentando familiarizarme con el nuevo telescopio de una forma distendida, sin agobios, y realmente, es la mejor manera.

La noche del 26 de diciembre de 2022, con unas temperaturas más primaverales que invernales, apunté el 6’ hacia Júpiter. La intención era ser testigo de la ocultación de Ganímedes por la sombra del planeta, pasando en pocos instantes de su magnitud habitual de 4,86 a la de 8,86. Todo un espectáculo que comentaré en una futura entrada del blog.

Después de ser testigo de la disminución paulatina de brillo de Ganímedes quise centrarme en fotografiar a Júpiter. Quería ver el rendimiento que puede ofrecer el Nexstar SE 6’ a nivel de fotografía planetaria. Y qué mejor que inmortalizar Júpiter en una noche con buena estabilidad atmosférica como era el caso.

Utilicé la cámara DBK21AU04.AS, un poco antigua, pero con la que me siento realmente cómodo con su manera de operar. Este es el resultado que conseguí apilando el 80% de los mejores frames de un total de 3.000:

Una imagen prometedora con la que estoy muy contento y que aumenta mis ganas de observar más noches con este buen telescopio.

lunes, 26 de diciembre de 2022

2022-12-24 - Estreno del Celestron Nexstar SE de 6' con Júpiter

Desde el mes de marzo que no he publicado ninguna entrada en el blog, y no es porque lo haya dejado de lado, sino porque desde entonces he tenido aparcados los telescopios y no tenía material para compartir en él. Se podría considerar que por diversas razones, he tenido una especie de excedencia en mi afición a la observación astronómica.

Pero como he comentado en más de una ocasión, a quienes nos gusta la astronomía, nunca la abandonamos por completo. Podemos ser más o menos activos, pero la capacidad de maravillarnos ante lo que podamos llegar a ver por el ojo del ocular, nunca se pierde.

Y a veces, es bueno tener estas épocas de inactividad. Renovamos la ilusión y las ganas y se nos olvidan las malas experiencias, volvemos con la misma ilusión que el primer día. Por lo menos, esto es lo que me ha pasado a mí.

Había tenido algunos problemas con la montura de mi SC Nexstar 5i de 127mm, por lo que la observación desde ciudad se convirtió en tal odisea que al final se me quitaron las ganas de sacar el telescopio. Para intentar paliar esto, decidí jubilarlo después de casi 20 años de servicio, años en los que no se puede pagar con dinero las satisfacciones que me ha dado, y comprar un nuevo telescopio para que me hiciera la misma función. Es decir, un telescopio de calidad, manejable y que me permita la observación astronómica urbana desde el balcón de mi casa.

No soy de hacer grandes inventos, así que teniendo en cuenta el resultado que me ha dado el 5i, decidí comprarme un SC Celestron Nexstar SE de 6’ (150mm). Dudaba entre este y el de 8’, pero al final me decanté por el primero, ya que el de 8’, aparte de irse de presupuesto, ya tiene un peso y un tamaño considerable para considerarse fácilmente portable. Además de tener mis dudas de su resultado en una montura monobrazo que ofrece esta gama de telescopios.

Después de un mes de espera, finalmente ha llegado el Nexstar SE 6’. Y aquí está el nuevo miembro de la familia:

Las primeras impresiones no pueden ser mejores. Peso mantenido, unos 13 kg el conjunto tubo/montura, frente a los 15kg del de 8’, y una calidad excepcional, tanto óptica como mecánica.

La noche del 24 de diciembre de 2022 tuvo su bautizo de cielo. Una noche inmejorable en cuanto condiciones de observación, de aquellas que pueden contarse con los dedos de una mano a lo largo del año, y unos cielos rurales, a pesar de los esfuerzos municipales para arruinarlos, bastante oscuros.

Quieras que no, la experiencia es un grado, así que antes que anocheciera lo armé e instalé el buscador alineándolo con el telescopio utilizando como referencia una casita de campo alejada del núcleo urbano. Cuando acabé tomé la fotografía que he compartido y lo dejé esperando a que oscureciera.

Ya de noche, me dispuse a alinearlo, y dejando de lado algún problemilla fruto de mi inexperiencia con este nuevo modelo, pude dejarlo a punto sin mayor dificultad. Una maravilla el no tener que depender de tener la estrella polar a la vista para ponerlo en marcha.

Y el primer lugar donde apunté fue a Júpiter.

Me emocionó un poco reencontrarme con el gigante gaseoso. Bien definido, con las dos bandas ecuatoriales perfectamente marcadas y los polos algo oscurecidos. Io y Europa decidieron unirse a la fiesta formando una peculiar alineación cercana al planeta. Calisto y Ganímedes en posiciones opuestas, completaban el fantástico espectáculo que suelen ofrecer Júpiter y sus cuatro satélites galileanos.

Después fui visitando M42, que me dejó sin palabras, M45, M78, Marte, Iota Cancri, Mintaka… y poco más, ya que la Nochebuena es para celebrar otras cosas bien distintas (e importantes), que no la llegada de un nuevo telescopio.

Os deseo una Feliz Navidad a todos y espero ir actualizando el blog con un poco más de regularidad durante este 2023 que está a punto de comenzar.

sábado, 5 de marzo de 2022

M42, la nebulosa de Orión observada con el SC de 235mm

 Si existe una nebulosa de obligada visita, esa es sin lugar a dudas M42, la nebulosa de Orión. Observarla con cualquier telescopio desde un lugar oscuro, lejos de la cada vez más presente contaminación lumínica, es una de las experiencias más inolvidables que podemos vivir en nuestra afición.

En el blog podéis encontrar varias entradas en las que comparto mi experiencia con esta impresionante nebulosa: 

https://laorilladelcosmos.blogspot.com/2009/03/m42-la-nebulosa-de-orion.html

https://laorilladelcosmos.blogspot.com/2012/12/exprimiendo-al-maximo-m42-la-nebulosa.html

https://laorilladelcosmos.blogspot.com/2015/01/m42-desde-la-ciudad-de-barcelona.html

https://laorilladelcosmos.blogspot.com/2017/02/estreno-de-los-celestron-skymaster-pro.html

https://laorilladelcosmos.blogspot.com/2019/05/fotografiando-m42-la-nebulosa-de-orion.html

La noche del 29 de diciembre de 2021 estaba disfrutando de unos cielos oscuros con mi SC de 235mm. El único problema es que soplaba algo de viento y no invitaba a la observación de objetos complicados, así que decidí apuntar hacia M42 y dibujarla. Hacía tiempo que quería hacerlo, pero nunca encontraba el momento adecuado.

Tan solo dibujé las estrellas más brillantes que veía a través del ocular Hyperion Aspheric de 31mm, ya que quería centrarme en la nebulosa. Después de dibujar estas estrellas, apagué la luz roja, inserté el filtro UHC-S y fui adaptando la vista a la oscuridad.

Cada vez iban apareciendo más detalles de la nebulosa, lugares donde se hacía muy evidente y otros donde su presencia era más delicada.

Empecé a pensar que no sería capaz de plasmar en mi dibujo el efecto que me provocaba su contemplación, pero entonces recordé algo que a menudo comento: no es tan importante la calidad del dibujo que hacemos como el hecho de representar a grandes rasgos lo que observamos y convertirse en un recuerdo de nuestras impresiones en el momento que lo estamos experimentando.

Y con un poco de paciencia, creo que conseguí mi objetivo.

Sinceramente, reconozco que para muchos, al ver la fotografía que nos regaló el Hubble, les puede pasar por la cabeza que no tiene sentido el observarla tal como la podemos ver a través del telescopio, pero los que hemos tenido la suerte de poder ver esta nebulosa desde un cielo oscuro con nuestros propios ojos, sabemos lo emocionante que es ir descubriendo detalles en ella y pensar que esta parte del universo, situada a unos 1.300 años luz de distancia, es un vivero de estrellas en formación.

Credits: NASA, ESA

Sea en fotografía, o a través de un telescopio, M42 puede considerarse unos de los objetos más bellos que podemos observar en el cielo.

Carta generada con Cartes du Ciel

sábado, 26 de febrero de 2022

M50, cúmulo abierto en Monoceros con el SC de 235mm

 Cuando observé M50, un cúmulo abierto situado en la constelación de Monoceros, con el SC de 127mm, me quedó la sensación de no haber sido capaz de sacarle toda la belleza que era capaz de ofrecer al haberlo observado con cierta contaminación lumínica.

La noche del 30 de diciembre de 2021, me encontraba en plena sesión de observación con el SC de 235mm y decidí, después de intentar cazar algunas galaxias esquivas,  apuntar hacia algunos cúmulos abiertos para descansar un poco la vista.

Uno de ellos fue M50, y este es el dibujo que hice de lo que estaba viendo con el Hyperion Aspheric de 31mm, el ocular que me ofrece el campo más amplio con el telescopio:

Recordando tal como lo había podido observar con el SC de 127mm, lo primero que pensé fue que, efectivamente, esa noche no fui capaz de apreciar en todo su esplendor a este extenso cúmulo abierto.

Destaca desde un principio la estrella más brillante del conjunto, la HIP33959, de magnitud 7,81 y espectro M3. Aunque, así como con el SC de 127mm la vi con un bonito color rojizo, con el SC de 235mm la percibí con cierto color amarillento.

Esto puede ser debido a que mi vista ya no es la misma después de 12 años (Los que sois jóvenes, aprovechad a observar todo lo que podáis, que con la edad se pierden capacidades); o también a que la mayor abertura no me permita discernir el color rojo de las estrellas en las estrellas brillantes. No sé.

Sea como sea, M50 muestra una espectacular cascada estelar de componentes bastante homogéneas, y al decir homogéneas, me refiero a que mantienen un excelente equilibrio de brillo entre todas ellas, alternando estrellas más o menos brillantes, pero ninguna que destaque en exceso respecto a las otras.

Con todo, esta sensación de cascada realmente existe, y junto al gran número de estrellas que puedo percibir con el SC de 235mm desde cielos oscuros, le da un toque de plasticidad muy bonito.

Ahora me gustaría observarlo con el SC de 127mm desde un cielo oscuro.

Como pequeño inciso me gustaría comentar, de nuevo, la importancia de llevar un cuaderno de observación. Es muy enriquecedor para nosotros, los astrónomos aficionados, anotar nuestras experiencias con diferentes condiciones de observación.

M50 se encuentra situado a unos 3.000 años luz de distancia en la constelación de Monoceros, y puede llegar a observarse con facilidad con unos simples prismáticos 10x50.

Carta Generada con Cartes du Ciel

 Fue descubierto en 1771 por Cassini, mientras que Messier no hizo mención de él hasta el 5 de abril de 1772. M50 se extiende a lo largo de unos 13 años luz y tiene una edad cercana a los 100 millones de años.

Aladin


sábado, 12 de febrero de 2022

M93, cúmulo abierto en Puppis con el SC de 235mm

El 20 de marzo de 1781, Charles Messier descubrió M93, un cúmulo abierto situado en la constelación de Puppis con un diámetro aparente de 24’ y una magnitud conjunta de 6,2.

Carta Generada con Cartes du Ciel

M93 se encuentra situado, al igual que nuestro Sol, en el Brazo de Orión de nuestra Vía Láctea, a unos 3.380 años luz de la Tierra. Se extiende a lo largo de 32 años luz y su edad se estima en unos 400 millones de años.

La noche del 30 de diciembre de 2021, a pesar de no elevarse demasiado respecto al horizonte, tan solo unos 17º, decidí apuntar el telescopio hacia este cúmulo para ver qué tal se observaba con el SC de 235mm.


A pesar de la presencia de dos componentes que rondan la magnitud 8 (TYC6540-4176-1 y HIP37729), en conjunto el cúmulo se encuentra formado por estrellas no excesivamente brillantes. Aunque para compensar un poco esto, el número de estrellas que puedo percibir en el campo del ocular Hyperion Aspheric de 31mm es bastante abrumador.

Como comenté ya en la entrada referente a la observación que hice de M93 con el SC de 127mm, muchos observadores reconocen en él la forma de una punta de flecha, un pez, una mariposa, una estrella de mar, una araña… sinceramente, yo no son capaz de ver más allá de un conjunto generoso estelar con una disposición serena y uniforme en cuanto a brillo que, eso sí, lo convierte en un cúmulo estelar realmente atractivo.

Estoy un buen rato contemplándolo, provocándome una serenidad de ánimo y tranquilidad que resulta agradecida a la hora de pasar un rato desconectando de los problemas del día a día.

Debido a sus características, vale la pena planificar su observación para una noche con una turbulencia atmosférica contenida y con poca contaminación lumínica, sea natural o artificial. Lo vamos a agradecer.

Cuando he acabado el dibujo, he dejado de lado el lápiz y el papel y he ido adaptando mejor el ojo a la oscuridad, con lo que poco a poco han ido apareciendo más estrellas que las que he dibujado, con lo que acabo con la sensación de estar perdiéndome bastantes componentes más debido a su débil magnitud. Seguro que con un telescopio de mayor abertura que mi SC de 235mm, observar M93 debe ser impresionante.

Pero no me quejo. Un buen cúmulo para descansar la vista un rato y prepararse para los próximos retos observacionales de la noche.

Aladin

sábado, 5 de febrero de 2022

M47, cúmulo abierto en Puppis con el SC de 235mm

 Cuando hablamos del cúmulo abierto M47 en Puppis, resulta casi obligado compararlo con M46 debido a su cercanía visual.

Pero aunque soy partidario de observarlos en la misma sesión, no me gusta hacer comparaciones entre ellos, ni lo aconsejo, ya que soy completamente diferentes, teniendo cada uno de ellos su propio encanto.

En esta ocasión me voy a centrar en la observación que hice de M47 la noche del 30 de diciembre de 2021 con el SC de 235mm.

Pero antes de entrar en materia, hay que resaltar que este cúmulo abierto es más adecuado para ser observado con prismáticos o con telescopio de poca abertura. El panorama de conjunto que ofrecen es mucho más atractivo que cuando se usa un gran telescopio. Aunque por otro lado, con él, aunque perdamos perspectiva global, nos permite percibir las estrellas más débiles que lo componen.

En definitiva, podemos disfrutar de M47 sea cual sea el instrumento que utilicemos para observarlo.

Resulta muy fácil localizarlo con prismáticos. Podemos partir de la Beta CMa (Mirzam), desplazarnos hasta Sirius y siguiendo la misma dirección, encontraremos a Delta CMa, y continuando la línea que estamos trazando, llegaremos a M47.

Carta Generada con Cartes du Ciel

Cuando puse el ojo en el Hyperion Aspheric de 31mm pensé que realmente necesitaba un campo más amplio para sacarle todo el partido, pero al mismo tiempo también me dije, es espectacular.

Como ya me ocurrió cuando lo observé con el SC de 127mm, lo que primero me llama la atención es la estrella doble de componentes gemelas que se encuentra en el centro del cúmulo, STF1121. Esta pareja que brilla con magnitudes de 7,0 y 7,3 separadas por 7,4”, acapara un gran protagonismo respecto a las otras estrellas del cúmulo. Muy bonita.

Para disfrutar un buen rato.

En el dibujo, en la parte superior izquierda se muestra una de las estrellas más brillantes del conjunto, HIP 36981, que también está catalogada como doble (STF1120). Tiene un mayor contraste de brillo (5,7-9,6) y una separación de 19”. También muy bonita.

El resto de estrellas que conforman M47 es muy abundante, la mayoría no son especialmente brillantes, aunque hay algunas que destacan en forma de tríadas estelares. El conjunto es realmente sensacional, para estar un buen rato disfrutando del espectáculo.

Y no olvidar hacer una visita a HIP36773, una variable de magnitud media de 4,81 que queda fuera del campo y que resulta impresionante por su color rojizo. En esta fotografía de la página de Aladin se puede apreciar perfectamente. Un buen colofón en la observación de M47.

Aladin


sábado, 29 de enero de 2022

Desdoblando Sirius con el SC de 235mm

 En los cielos invernales, si hay una estrella que destaca sobre las otras es, sin duda, Sirius, la Alpha de Canis Majoris.

Su brillo que alcanza la magnitud -1,46, la convierte en la estrella más brillante que podemos contemplar por la noche.

Carta Generada con Cartes du Ciel

Pero aparte de su fulgor, hay otra cosa que la hace atractiva, y es la presencia de una esquiva compañera, Sirius B. Al brillar con una magnitud de 8,3 podría desprenderse que es fácil de observar, pero nada más lejos de la realidad. La luz que emite Sirius canibaliza a Sirius B, y según se encuentre en su órbita, más cerca o más lejos de la estrella principal, será más o menos fácil el poderla observar.

Actualmente nos encontramos en un periodo en el que Sirius B está bastante alejada de Sirius, por lo que debemos aprovecharnos de la coyuntura si queremos cazar a esta doble tan esquiva y única.

A lo largo de mis años con el telescopio, he intentado muchas veces su desdoblamiento, en ocasiones con más suerte que en otras, pero en todas ellas he pasado un buen rato con ella:

https://laorilladelcosmos.blogspot.com/2011/04/sirius-y-sirius-b-en-canis-major.html

https://laorilladelcosmos.blogspot.com/2017/03/desdoblando-sirius-2017.html

https://laorilladelcosmos.blogspot.com/2019/03/desdoblando-sirius-en-visual.html

Y cuando ya pensaba que esta estrella no podía sorprenderme, me encontré la noche del 30 de diciembre de 2021, mirándola perplejo a través de mi SC de 235mm.

Nada más poner el ojo en el ocular compruebo lo que ya me esperaba, el fuerte brillo de Sirius provoca que resulte inútil intentar percibir con facilidad a Sirius B. Así que, como la experiencia es un grado, acoplo el filtro UHC-S y me dispongo a cazar a la esquiva componente.

Pero ante mi sorpresa, a pesar que el filtro atenúa bastante el brillo de Sirius, de la componente B, ni rastro. ¿Es posible que la mayor abertura del telescopio magnifique el brillo de Sirius de tal manera que me impida ver a Sirius B a pesar del filtro?

No sé.  Y mientras me lo pregunto, voy jugando con el enfoque para intentar que las estrellas se conviertan en lo más puntuales posible, me doy cuenta que cuando Sirius se encuentra un poco desenfocada, puedo ver claramente a Sirius B, pero cuando enfoco correctamente, ésta desaparece.

Este es el dibujo que hice:

Me quedo perplejo sin saberle encontrar una explicación. Hasta cambio el ocular por un plössl de 10mm por si se tratara de algún reflejo raro por parte del Nagler de 16mm, pero no, siguiendo el mismo proceso, la componente B vuelve a aparecer y a desaparecer.

Al final dejo el dibujo tal como lo estaba viendo con el enfoque bueno, y añadiendo la posición de Sirius B que aparecía cuando modificaba un poco el enfoque.

¿Alguien se ha encontrado en esta situación intentando desdoblar Sirius?, ¿A alguien se le ocurre la razón por la que me sucedió esto? Cualquier comentario será bienvenido, y sí, podéis ahorraros comentar algo referente a si había tomado alguna copa de vino antes de ponerme a observar 😉😉😉 , ya os digo que no. 

domingo, 16 de enero de 2022

NGC2261 + R Mon con el SC de 235mm

 Sin duda, NGC2261, la Nebulosa Variable de Hubble, no es un objeto que podamos encontrar habitualmente en los listados que preparan muchos astrónomos aficionados cuando se están planificando una sesión de observación. Sin embargo, es una de mis nebulosas preferidas.

En su día ya hice una entrada sobre NGC2261 y R Monocerotis, la estrella variable que ilumina la nebulosa y que provoca así mismo sus variaciones de brillo, por lo que no voy a repetirme:

https://laorilladelcosmos.blogspot.com/2010/12/ngc2261-la-nebulosa-variable-de-hubble.html

Simplemente, expondré el dibujo y las anotaciones que hice cuando la observé con el SC de 235mm el 30 de diciembre de 2021.

Carta Generada con Cartes du Ciel

Las condiciones de la noche eran excelentes, y según la página de la AAVSO, R Mon se encontraba en una fase cercana al máximo brillo, así que no necesité mucha más motivación para apuntar el telescopio hacia NGC2261.

AAVSO

AAVSO
  

¡Y lo que implica disfrutar de una buena abertura y unos buenos cielos! Así como con el SC de 127mm tuve bastantes dificultades a la hora de observarla, con el SC de 235mm, tan solo fue poner el ojo en el ocular y percibirla sin ningún problema.

Este es el dibujo que hice, al que, posteriormente, rotulé la magnitud de las estrellas vecinas que me ayudaron a estimar el brillo de R Mon.



Una vez fui capaz de adaptar bien la vista a la oscuridad, pude percibir la nebulosa en forma de abanico en la que se apreciaba en un extremo, perfectamente el brillo de R Mon. Comparando un poco con las estrellas colindantes, estimé que su magnitud era muy similar a la que aparece en primer lugar en la parte inferior del dibujo. Más tarde comprobé que se trataba de USNO J0639240 + 084526, de magnitud 11,8.

La imagen que tenía ante mí era espectacular, y estuve un buen rato deleitándome con esta espectacular nebulosa. En cierto modo, su aspecto me recordaba al de un cometa.

No es un objeto fácil o adecuado para los que todavía no tienen demasiada experiencia en la observación visual. Una condición indispensable para verla son unos cielos libres de contaminación lumínica, y una buena abertura también ayuda. Pero a pesar de todas las dificultades, la recompensa que nos ofrece bien vale la pena.

Me quedé con las ganas de intentar fotografiarla, y me dejé anotado el hacerlo a la menor ocasión que tenga. Y antes de intentarlo, qué mejor que contemplarla en todo su esplendor gracias al telescopio Hubble:

Image Credit: Hubble, NASA, ESA; Data: Mark Clampin (NASA's GSFC); Processing & License: Judy Schmidt

domingo, 9 de enero de 2022

NGC2266, Cúmulo Abierto en Gemini

Cuando hablamos de cúmulos abiertos en visual, tendemos a pensar que serán fáciles de localizar y cómodos de observar. Pero no siempre es así, y NGC2266 es un buen ejemplo de ello.

Si no disponemos de cielos oscuros y de un telescopio de gran abertura, mejor dejar de lado a este cúmulo. Sin embargo, si nuestras condiciones de observación son favorables, vale la pena echarle un vistazo.

En principio, tenemos una buena referencia a la hora de localizarlo, y no es otra que Mebsuta (Epsilon Geminorum). Con una magnitud de 3,05 nos sitúa en la zona donde podemos encontrar a NGC2266. A aproximadamente 2º al norte de la estrella, si las condiciones de observación acompañan, deberíamos ver el cúmulo.

Carta Generada con Cartes du Ciel

Pero ya digo, en principio. La noche anterior había intentado cazarlo y me resultó imposible, sin duda por culpa del viento y la gran turbulencia atmosférica que provocaba.

Esta noche del 30 de diciembre de 2021, con unas condiciones excelentes, he querido empezar la sesión de observación con NGC2266. Pero ante mi desazón, también me ha resultado complicado. Y eso que observaba con el SC de 235mm desde los cielos rurales de mi pueblo.

Aunque haya polémica entre los aficionados acerca de la utilización o no del sistema “goto” de las monturas, esta noche, sin su ayuda no hubiera sido capaz de disfrutar de NGC2266.

Lo selecciono en el mando y el tubo se dirige al sitio donde debería encontrarse, pero en un primer momento, tan solo veo unas cuantas estrellas inconexas, no demasiado brillantes (alrededor de la magnitud 9-10) y que no sugieren en ningún momento que me encuentre ante un cúmulo estelar.

Pero la cosa cambia a medida que voy adaptando la vista a la oscuridad.

La estrella más brillante en la parte superior del dibujo es HIP32194 (mag. 8,93), no pertenece físicamente al cúmulo, pero a nivel visual, partiendo de ella, se aprecia una hilera estelar, y justo debajo de ella empiezo a adivinar cierta “nebulosidad”, que no es otra cosa que las componentes de NGC2266 que se encuentran al límite de resolución de mi telescopio.

Con paciencia voy individualizando algunas de estas componentes, que he remarcado en el dibujo, Pero llega un momento en que no doy más de mí y decido dejar así el dibujo. Supongo que con un telescopio de mayor abertura, este cúmulo resultaría realmente espectacular.

Mi sensación final es la de estar ante un cúmulo abierto que no he sido capaz de sacarle todo el partido que puede llegar a ofrecer. Pero no lo dejo frustrado del todo. El hecho de localizarlo, de apreciar esa sensación “nebulosa” al más puro estilo Messier, y de poder puntear algunas componentes débiles (mag. 12-13) ha sido suficiente recompensa para el tiempo que le he dedicado.

Esta es una fotografía de NGC2266 sacada de Aladin:

Aladin

Este cúmulo fue descubierto por William Herschel el 7 de diciembre de 1785. Se encuentra situado a unos 11.000 años luz de distancia y se considera que es cúmulo bastante viejo, estimándose su edad en unos 1.000 millones de años.

Su tamaño aparente es de unos 5’, su tamaño real se estima en unos 16 años luz y brilla con una magnitud de 9,5. Difícil, pero bien vale un esfuerzo por nuestra parte.