domingo, 31 de enero de 2010

Marte el 30 de enero de 2010

“Marcianos”. Esto es lo que le viene a la cabeza a mucha gente cuando oye hablar de Marte. A lo largo de la historia este planeta siempre ha despertado un especial interés. En la época clásica fue bautizado con el nombre del dios de la Guerra relacionando su color rojizo, fruto de los minerales presentes en su superficie ricos en óxido de hierro, con la sanguinaria deidad.

Más recientemente, la imaginación colectiva fue estimulada por las observaciones de Camille Flammarion y de Percival Lowell y se empezó a propagar la idea que Marte era la cuna de una civilización inteligente extraterreste...

El 30 de octubre de 1938 , Orson Welles provocó el pánico en Estados Unidos emitiendo un programa de radio que dramatizaba “La Guerra de los Mundos” de H.G. Wells... una invasión marciana con resultados nefastos para la humanidad...

Actualmente, Marte ya no es un planeta que es visto con desconfianza, sin embargo, nos sigue atrayendo poderosamente, hasta el punto de haber enviado varias sondas (Mars Pathfinder, Mars Express, Mars Odyssey, Mars Reconnaissance Orbiter, Phoenix...). Incluso las grandes agencias espaciales se plantean enviar alguna misión tripulada...

Mucho hay escrito sobre Marte. Aquí me voy a limitar a contar mi experiencia observacional a través de mi modesto telescopio.

Para poder apreciar detalles significativos en la superficie de Marte, los astrónomos aficionados tenemos que aprovechar el momento en que este planeta se encuentra en oposición (la Tierra se encuentra entre el Sol y Marte) que es cuando tenemos el planeta más cerca y lo vemos de mayor tamaño.

Todo es relativo, y cuando digo “de mayor tamaño”, me refiero a que con mi SC de 127mm, la noche del 30 de enero de 2010 en visual pude observar Marte (el 29 se encontraba en oposición) de este tamaño y con estos detalles:


Y, para ser sinceros, intentar apreciar detalles en una circunferencia tan diminuta, si no se disfruta de una noche con una calidad de cielo excepcional, es prácticamente tarea imposible.

Durante las últimas semanas no había podido disfrutar de una noche adecuada para observar Marte, sin embargo, esta noche a pesar de la Luna Llena y de la presencia de abundantes nubes, pude observarlo de manera intermintente con un seeing bastante bueno (3-4/5, siendo 5 óptimo).

Hacia las 22h 31m T.U. puse el ojo en el ocular y después de una breve adaptación de la vista dibujé lo que, más o menos, estaba viendo a 250x:



Dentro de las limitaciones de mi telescopio, pude distinguir claramente la zona oscura del Norte, que correspondía al Mare Acidalium y a Niliacus Lacus. El "resplandor" que apreciaba encima de ellos, el Polo Norte, también lo veía bastante bien si me concentraba un poco.

Sin embargo, las zonas oscuras del Sur correspondientes a Aurorae Sinus, Mare Erythraeum, Margaritifer Sinus, Sinus Meridiani y Sinus Sabaeus, tan sólo las intuía... y en algún momento de buen seeing las podía apreciar un poco mejor, pero sin poder distinguir zonas bien delimitadas.

En vista del éxito probé varias configuraciones oculares. Primero añadí un filtro de color naranja (#21) que me resaltó un poco más las zonas oscuras, y después alterné la observación a 166,66x con el ocular de 7,5mm y a 250x con el ocular de 10mm y la barlow x2, mucho más cómodo que los 250x directos que me proporcionaba mi ocular ortoscópico de 5mm... con el que había hecho el dibujo.

Para concluir la sesión, monté mi cámara DBK21AU04.AS junto con la barlow de x2 en el telescopio y pude sacar una foto testimonial de la noche:

En definitiva, idealmente para la observación de este planeta, cuanto mayor sea el telescopio mucho mejor. Aunque con perseverancia... y suerte, también con intrumentos de menor tamaño podemos disfrutar de su observación: mayor es la recompensa cuando se consigue algo que ha costado gran esfuerzo.

Acabo con un pequeño collage:


ASOD: http://www.asod.info/?p=2425

domingo, 24 de enero de 2010

Satélites Artificiales

En varias de las entradas que he subido al blog he comentado que mientras estaba observando me había pasado un satélite por el campo del ocular.

No deja de ser una curiosidad, pero es una bonita experiencia pasar alguna noche localizando algunos, siguiéndolos e incluso, fotografiándolos.

Para observar satélites artificiales es suficiente disponer de unos sencillos prismáticos. También los hay que se pueden observar a simple vista, como la Estación Espacial Internacional (ISS), pero resulta un poco más complicado, no por nada, sino por el hecho de no ser tan numerosos.

Es aconsejable buscarlos a partir de los tres cuartos de hora después de la puesta del Sol o antes de su salida y hacerlo no muy por encima del horizonte. Habitualmente se presentan como puntos luminosos que van variando paulatinamente su brillo y que se desplazan a velocidad constante; otras veces se muestran como fogonazos repentinos... pero hay que tener en cuenta que un avión NO se considera satélite artificial... así que cuando veamos uno, tendremos que seguir buscando...

Una de mis primeras experiencias la tuve el 18 de junio de 2005. Estaba preparando una sesión de observación con el programa Starry Night cuando de repente me di cuenta que el satélite DELTA 2 R/B(1), un satélite lanzado por los Estados Unidos el 12 de abril de 1996, iba a pasar por delante mismo de la Luna.

Así que ni corto ni perezoso, monté el telescopio, la cámara Neximage y enfoqué a la Luna unos minutos antes de la previsión del paso del satélite. Y obtuve mi recompensa. La calidad deja un poco que desear, pero se ve perfectamente el paso del satélite por encima del Cráter Tycho (evidentemente, efecto de perspectiva):


Más tarde fui en busca de observar por primera vez la Estación Espacial Internacional (ISS).

El 6 de junio de 2007, en la web http://www.heavens-above.com/ vi que la ISS pasaría por mi casa... hacia las 22h 40m. hora local. Las previsiones eran esperanzadoras: la máxima altura de la órbita llegaba a los 47º e iba a pasar por dos buenos puntos de referencia, Saturno y la estrella Polar.

En un primer momento la pude ver a simple vista, pero rápidamente cojo los prismáticos 15x70 para hacer el seguimiento. Veo un punto luminoso... grande.. muy luminoso. La sensación que me dió fue la de estar viendo pasar a Venus por el cielo a toda pastilla.

Evidentemente, no aprecié ningún detalle de la Estación, pero con todo, fue espectacular... sobretodo al pensar que en aquel punto luminoso que atravesaba el cielo en aquel momento a toda velocidad viajaban varios astronautas.

Según el Starry Night, a las 22h 43m hora local, la ISS llegó a verse con su magnitud máxima (0,36), y entonces se encontraba a 468 km. de altura.

Con los nervios de la ocasión, tan sólo pude conseguir este pequeño recuerdo que hice con mi cámara Nikon D70S:

En definitiva, podemos pasar un buen rato yendo a la caza de estos artefactos que el Hombre ha puesto en órbita alrededor de la Tierra... y que, curiosamente, cada vez molestan más a los astrónomos aficionados, en especial a los astrofotógrafos...

Beta Monocerotis - Sistema triple en Monoceros


W. Herschel comentó al ver Beta Monocerotis que era “Una de las vistas más bellas de los cielos”, y, sinceramente, no creo que exagerase demasiado...

Beta Monocerotis se encuentra a unos 690 años luz de distancia y se presenta como un sistema triple de estrellas blanco-azuladas de tipo espectral B3 V con unas separaciones y brillo asequible para pequeños telescopios... asequible, que no quiere decir fácil.

El 8 de marzo de 2007 fue la primera noche que tuve ocasión de echarle un vistazo, y tengo que reconocer que quedé un poco decepcionado. Las condiciones de observación no fueron buenas, las turbulencias por culpa del viento molestaban bastante, y no pude verla como triple, sinó solamente como doble. Lo que sí dejé anotado fue que en cierto modo me recordó a Cástor (Alpha Geminorum), aunque un poco menos brillante y un poco más separada.

Más tarde comprobaría que la comparación no es demasiado acertada, sobretodo cuando encuentras una buena noche, como la del 12 de marzo de 2007, en que la insistencia se vio recompensada y pude, finalmente, disfrutar de esta triple.

El 22 de enero de 2010 volví a ella con la intención de dibujarla y de disfrutar, una vez más, de su belleza.

Empecé localizándola a 50x. A estos aumentos aparece como una pareja de soles blancuzcos que destacan por su brillo de entre las estrellas más débiles que se encuentran en el campo del ocular. Bella. Tal vez, mencionar la estrella HIP 30852, de magnitud 7,53 y clase espectral B9 V que se muestra en las proximidades de Beta Mon como acercándose a ella para satisfacer su curiosidad...

A 69x la componente inferior la noto alargada.

A 125x ya la desdoblo perfectamente y puedo disfrutar de esta preciosa triple.

Finalmente, pongo los 208x y la separación ya es más evidente, pero lamentablemente, el seeing empieza a molestar, con lo que lo mejor esta noche es utilizar los 125x.

En definitiva, un sistema triple de extrema belleza ideal para mostrar a todos aquellos que se acercan por primera vez a un telescopio y desean conocer qué tipo de maravillas celestes se pueden observar a través de él.

sábado, 23 de enero de 2010

M44 - Cúmulo abierto en Cancer

Cuando observo estrellas dobles, una de las cosas con las que más disfruto es con el magnífico contraste de colorido que llegan a ofrecer algunos pares... Albireo, Almach, Ras Algethi, Eta Cassiopeiae... son algunos ejemplos. Pues bien, observar M44 puede provocar un preocupante empacho cromático a quien lo observe...

M44 es un brillante y poblado cúmulo abierto en la constelación de Cancer que se encuentra situado a unos 577 años luz de distancia. Es conocido como el Cúmulo de la Colmena (Beehive Cluster) o del Pesebre (Praesepe).

Es realmente extenso, por lo que me atrevería a decir que su mejor observación es la que se hace con prismáticos, cosa que lo convierte en un objeto ideal para cualquiera que quiera iniciarse en la observación del cielo y sólo disponga de unos binoculares.

Ayer por la noche, en una de las pocas treguas que nos está concediendo el tiempo estos dos últimos meses pude echarle un vistazo y disfrutar como un niño con su observación.

Como ya he comentado, su mejor vista se consigue a través de prismáticos, con lo que cogí mis Celestron SkyMaster 15x70 y apunté hacia Marte, que me apareció como una potente bolita brillante y anaranjada... y de allí, fui desplazándome a unos 6º hasta que apareció majestuoso M44, un verdadero enjambre de estrellas que ocupaba una buena parte del campo de visión de mis prismáticos.

No tenía el trípode a mano para sostener los binoculares, así que decidí cambiar de instrumento y apuntar mi telescopio SC de 127mm con el ocular de 25mm (añadiendo un reductor de focal de 6.3) hacia M44. Ya sé que no es lo mismo, pero el cúmulo continúa ofreciendo una acentuada espectacularidad: por todo el campo del ocular aparecen dispersas de manera anárquica un buen número de estrellas de diferentes colores. Las veo amarillas, anaranjadas, azuladas, blancuzcas...

Además del colorido, disfruto un buen rato organizando las estrellas en tríadas, parejas, “solteras”... y me quedo un poco sorprendido al descubrir que existen zonas “oscuras”, que contrastan perfectamente con las zonas superpobladas de estrellas... Una de estas zonas oscuras se puede apreciar en la parte superior del dibujo que hice a 32x:

Un cúmulo que es una verdadera maravilla y que debe ser de visita obligada a todos aquellos que quieran disfrutar de los objetos más espectaculares que nos ofrece el cielo.

miércoles, 20 de enero de 2010

Mini-Coathanger - Asterismo en Ursa Minor

Considero que los asterismos vienen a ser como un "divertimento" en medio de una sesión de observación. Siempre es agradable localizar un grupito de estrellas con una disposición curiosa que nos permita relajarnos un poco después de haber estado observando una galaxia poco brillante o una nebulosa esquiva...

La noche del 8 de marzo de 2008, después de un rato de observación un poco frustrante debido al pobre seeing que tenía (2-3/5), decidí que ya había puesto a prueba mis nervios lo suficiente intentado desdoblar unas cuantas dobles difíciles... y me planteé echar un rápido vistazo al asterismo conocido como “Mini-coathanger”.

Había llegado a conocer este asterismo gracias al libro de Sue French, "Celestial Sampler" (libro que recomiendo vivamente), donde en la página 89 lo describe como un hermano pequeño de Cr399 (el asterismo de la Percha) y comenta que fue “descubierto” por Tom Whiting, un astrónomo aficionado de Pennsylvania.

Dirigí mi telescopio hacia la zona donde se encontraba este asterismo y pude reconocerlo sin ninguna dificultad. De todas maneras, al ser un conjunto de estrellas débiles (entre la 9ª y la 11ª magnitud) difícilmente se podrá observar desde un lugar que no difrute de unos cielos con poca contaminación lumínica.

Ciertamente recuerda el “Coathanger” mayor, pero mucho más débil y ocupando menos extensión de cielo, aunque esto último es una ventaja para la observación telescópica: con el ocular de 25mm (50x) lo vi genial.

Sea como sea yo aconsejaría no hacer demasiadas comparaciones, porqué pueden resultar odiosas, ya que el Coathanger propiamente dicho (Cr399), visto con unos simples prismáticos no tiene rival.

Con todo, el “Minicoathanger” ofrece por si mismo una agrupación de estrellitas que conforman un curioso asterismo que bien vale una visita.

Este es el dibujo que hice a 50x:

El telescopio utilizado fue el Nextar 5i (SC 127mm) con el ocular de 25mm (50x).

Se encuentra en la constelación de Ursa Minor y desde el Hemisferio Norte puede observarse en cualquier época del año, aunque recomiendo elegir noches oscuras. Sus coordenadas exactas son:

A.R.: 16h 30m
Dec: +80º 18’

Se encuentra a medio camino entre Epsilon Umi y Zeta Umi

sábado, 16 de enero de 2010

M46 - Cúmulo abierto con sorpresa en Puppis

M46 es un cúmulo abierto en la constelación de Puppis que se encuentra situado a unos 5.400 años luz de distancia y que debe ser observado, por su proximidad, junto a M47...

http://laorilladelcosmos.blogspot.com/2009/03/m47-cumulo-abierto-en-puppis.html

... otro cúmulo abierto de Puppis con diferentes características que M46. Los dos son, a su manera, realmente espectaculares.

Mi último dibujo lo hice el pasado 6 de diciembre de 2009, y hasta ayer, 15 de enero de 2010, por culpa del tiempo y de una inoportuna gripe, no he podido volver a sacar el telescopio para observar. Una prueba más que la paciencia ha de ser una de las virtudes que debe cultivar el astrónomo aficionado...

Casi sin poder creermelo, dirigí el telescopio hacia M46, y este es el dibujo que hice a 50x con el SC de 127mm:

Y aquí una transcripción de mis anotaciones posteriores:

“M46 es un cúmulo abierto con sorpresa. Es un cúmulo abierto para estar un buen rato disfrutando plenamente de su belleza. Eso sí, es imprescindible una buena noche, que la Luna no moleste y disfrutar de cielos con poca o nula contaminación lumínica.

Si no se dan estas condiciones ideales, este cúmulo nos dejará francamente decepcionados... y nos llevaremos una impresión de él que no puede estar más alejada de lo que realmente es este cúmulo abierto: uno de los más bonitos que he visto hasta el momento.

A 50x prácticamente ocupa todo el campo del ocular. Está formado por un gran número de estrellas no demasiado brillantes –entre la 9ª y la 14ª magnitud-. Del conjunto estelar, tan sólo destacaría unas cinco o seis componentes que presentan un brillo cercano a la magnitud 9ª, el resto presenta una extensión redondeada y densa de puntitos delicados...

Lo que realmente me atrae de esta clase de cúmulos es poner el ojo en el ocular y comprobar que a medida que voy adaptando la vista, van apareciendo más y más estrellitas... hasta que ya no soy capaz de contar cuántas veo... y acabo viendo un crepitar generalizado por toda la extensión del cúmulo.

Como he comentado al principio, M46 es un cúmulo abierto con sorpresa. Si ya de por sí es precioso, lo que lo convierte en un objeto peculiar es la presencia de una nebulosa planetaria (NGC2438) encastada en el corazón de M46.

Parece ser que la planetaria no pertenece físicamente al cúmulo, sino que se encuentra más cercana a nosotros (2.400 años luz) y somos afortunados de poder disfrutar del espectáculo gracias a la perspectiva.

Sin el filtro me resulta muy difícil localizar la nebulosa, hasta el punto que hasta que no coloco el filtro OIII en el ocular, no soy capaz de distinguir la planetaria. Eso sí, cuando pongo el filtro, aparece claramente. La veo con una forma redondeada y bastante grande para lo que estoy acostumbrado a observar en esta clase de objetos.

Una vez sé dónde está, vuelvo a quitar el filtro y compruebo que ahora la puedo “intuir” como un punto difuso... casi diría que fantasmagórico.

En definitiva, M46 ofrece un sensacional espectaculo visual... con sorpresa. Altamente recomendable observarlo a la mínima que se disponga de las condiciones adecuadas.

PD: Me hace mucha ilusión que me hayan publicado en la página del ASOD también este dibujo... otro ejemplo más de que no hay que ser un gran artista para practicar el dibujo astronómico...

http://www.asod.info/?p=2392

M79 - Cúmulo globular en Lepus

42.100 años luz. Creo que nunca conseguiré acostumbrarme a estas distancias... digo acostumbrarme, porqué lo que ya voy dejando por inútil es “imaginarme” lo que realmente significa esta distancia.

Un año luz, explicado de manera sencilla, es la distancia que recorre la luz en un año. Más concretamente, estaríamos hablando de 9.460.500.000.000 km. por lo que M79 se encontraría a 398.287.050.000.000.000 km... (3,983x1017 km)... lo que digo... no puedo llegar a imaginármelo... y no hablemos de distancias intergalácticas...

Bueno, a lo que iba, 42.100 años luz es la distancia que nos separa del cúmulo globular M79, situado en la constelación de Lepus.

La noche del 15 de enero de 2010 pude echarle un vistazo con mi telescopio SC de 127mm. Este es el dibujo que hice a 69x:

M79 me resultó un cúmulo globular difícil de observar con mi abertura, no tanto por la dificultad propia del objeto, sino más bien por encontrarse no demasiado elevado respecto al horizonte.

Se encuentra enmarcado en un campo estelar con un buen número de estrellas. Aunque no son especialmente brillantes, anoche pude distinguir fácilmente a 9 de ellas.

Destacan dos componentes: HIP25273 y TYC6475-187-1 de magnitudes 8,75 y 9,43 respectivamente. Ambas escoltan de manera equidistante al cúmulo globular y ofrecen una fantástica referencia para su localización desde zonas donde la contaminación lumínica es demasiado elevada como para distinguirlo en un primer vistazo.


No veo a M79 excesivamente grande a 69x, pero presenta un núcleo bastante brillante y compacto, con un halo poco extenso, casi imperceptible.

Con 125x la vista del globular mejora, aunque a costa de perder referencias de conjunto. Hay que intentar sacar del campo las dos estrellas acompañantes que he comentado anteriormente para evitar deslumbramientos y así poder captar mejor la fuerza del globular. Con estos aumentos noto un fuerte “crepitar” estelar en el núcleo. Realmente espectacular.

No hay que olvidar echarle un vistazo a la doble h 3752 que se encuentra a medio grado del globular y que ofrece un bonito espectáculo con una principal anaranjada de magnitud 5,5 con una compañera con un ángulo de posición de 96º amarillenta/blancuzca de magnitud 6,7 y separada por tan sólo 3,2”.

Y para acabar la visita... no olvidemos a R Leporis, conocida como “Estrella Carmesí”, “La Gota de Sangre” o la “Estrella Roja de Hind”... sólo hay que observarla para entender el porqué de estos nombres. Es la estrella con el color más espectacular que he visto en el cielo.

Para estar un buen rato deleitándose.

sábado, 9 de enero de 2010

NGC2169 - Cúmulo nº "37" en Orion

NGC2169 es un cúmulo abierto que se encuentra en la constelación de Orion (AR: 6h 08,4m; DEC: +13º 58’) y es fácilmente localizable, ya que se encuentra a medio camino de las estrella de 4ª magnitud Nu y Xi Orionis.

Es un cúmulo más bien pequeño y con no demasiadas estrellas brillantes, pero las que tiene ofrecen una disposición muy atractiva y peculiar que puede dividirse en dos sectores verticales. Es muy vistoso tanto a 50x como a 125x.

Incluye la doble STF 848 (mag. 7,3/8,2; sep: 2,3”; AP: 108º), a la que hay que poner bastantes aumentos para desdoblarla.

James O’Meara, en su libro “Hidden Treasures” comenta que este cúmulo se encuentra a 3.000 años luz y que fue descubierto primero por Giovanni Batista Hodierna hacia 1654, y más tarde, en el 1784, de manera independiente, por William Herschel. También se conoce como el cúmulo 37, ya que en fotografía recuerda este número.

El 26 de enero de 2008 a las 22h 10m T.U. pude observarlo a través de mi SC de 127mm, con un seeing de 3/5 y mucha, pero que mucha humedad.

Este es el dibujo que hice con el ocular de 10mm (125x):

Y aquí, una foto testimonial que hice de manera rápida y que he recortado y exagerado el contraste para que se vea el porqué de llamarlo el nº 37:


Vale la pena hacerle una visita y poner la imaginación a trabajar.

domingo, 3 de enero de 2010

Cráteres Atlas y Hércules

La noche del 15 de noviembre de 2008 la Luna brillaba iluminada en un 90% de su superficie y el seeing era bastante mediocre -2/5, siendo 5 óptimo-. Ambas cosas me condicionaron un poco la sesión de observación que tenía planificada... el astrónomo aficionado propone, y Dios dispone...

Así que no tuve más remedio que echar mano de una planificación que tenía medio escondida en un cajón: la observación de la pareja de cráteres Atlas y Hércules.

Atlas es un cráter de 87 km. de diámetro con vertientes muy irregulares, ondulaciones y una zona este que parece elevarse del suelo.

La zona norte se prolonga en una barrera montañosa rectilínea de 50 km con una pared interna muy abrupta de una altura de 3.000 m. Yo esa noche la veía bastante ténue. El suelo del cráter está repleto de colinas de 100 a 200 m. de altura, destacando la colina central (que es la que mejor vi) de 300m de altura.

Hércules se encuentra a su lado... de acompañante. Tiene 69 km. de diámetro, es más profundo que Atlas (500m) y su suelo por el contrario es plano, ya que fue ocupado por una masa de lava fluida y oscura.

Se puede apreciar un cráter de 13 km. de diámetro y cuando la iluminación es adecuada, un fragmento que parece haberse desprendido de la pared norte. Creo que esa noche la iluminación acompañaba, o al menos eso creí. Diría que era la zona iluminada en la parte superior de la parte oscura del cráter. Mejor el dibujo para apreciar lo que observaba, ya que en la fotografía se muestra más evidente.

Hay muchas zonas de interés por los alrededores, pero esa noche me fijé en estos dos magníficos cráteres, aptos para pequeños telescopios. Aunque estamos como siempre, con una mayor abertura se apreciarían mucho mejor los detalles...

La obsevación la hice con mi Celestron Nexstar 5i de 127mm y el ocular de 5mm (250x). Por el seeing de la noche (2/5), parecía que estuviera viendo la Luna a modo fotograma a fotograma..., pero con todo, pude disfrutar bastante con estos dos cráteres.

Este es el croquis que hice a pie de telescopio, tan sólo para hacerme una idea de lo que dibujar después:

Y esta es la versión definitiva hecha sentado cómodamente en mi escritorio:

También hice una foto testimonial para señalar los puntos de interés:

Las mejores noches para observar estos dos cráteres: 4 días después de Luna Nueva y 3 días después de Luna Llena.

sábado, 2 de enero de 2010

NGC2264 - Christmas Tree Cluster en Monoceros

Aprovechando el descanso de las obligaciones durante el periodo navideño, revisé un cúmulo abierto que pude observar y dibujar el 9 de febrero de 2008: NGC 2264, al que los americanos llaman el Christmas Tree Cluster (El Cúmulo del Árbol de Navidad).

No lo aconsejo por norma. Ni suelo hacerlo. Sin embargo, en este caso, no estaría de más echar un vistazo antes de observar este cúmulo a la fotografía aparecida en la APOD del 28 de febrero de 2003 y ser conscientes de lo precioso y estremecedor que resulta NGC 2264:

http://apod.nasa.gov/apod/ap030228.html

Y del cielo de las fotografías... bajar a la Tierra de los mortales y observar a través de nuestros modestos telescopios este cúmulo abierto asociado a nebulosidad.

La noche del 9 de febrero de 2008 utilicé mi SC de 127mm con el ocular de 40mm (31,25x) al que después de un rato de observación le añadí el filtro UHC. El seeing era de 3/5, estaba despejado y habia un poco de humedad en el ambiente. Este es el dibujo que hice:

NGC 2264 fue descubierto en 1784 por W. Herschel, se encuentra a unos 2.500 años luz y ocupa una extensión de espacio de unos 30 años luz.

A través de mi telescopio se veía un cúmulo rico y extenso, de hecho, fue necesario utilizar pocos aumentos para abarcarlo todo.

Más que a un árbol de Navidad, a mi me dió la sensación de que sus estrellas más brillantes estaban dispuestas en forma de asterismo que recordaba una cometa clásica, o también, según como se mire y según la inspiración personal de cada uno, el contorno de una cruz.

Después de la primera apreciación de conjunto, me llamó especialmente la atención la zona central, que se mostraba “vacía” de estrellas en comparación al conjunto del cúmulo.

En el cúmulo se encuentran catalogadas varias estrellas dobles/múltiples, pero si hay una que merece especial atención es 15 Mon (STF 950), la estrella más brillante del cúmulo. No hay que tener miedo de ponerle aumentos, ya que, desde un lugar con poca contaminación lumínica, podemos estar un buen rato intentando identificar todas las componentes visibles de este sistema múltiple.

Como ayuda, dejo aquí los datos que aparecen en el listado del Washington Double Star Catalog (WDS):

Coordenadas / Nombre / Componente / Ángulo de Posición / Separación / Magnitud Primaria - Magnitud Secundaria
06410+0954 / STF 950 / AB /214º / 2.9" / 4.66 - 7.79
06410+0954 / STF 950/ AC/ 15º/ 16.5"/ 4.66 - 9.9
06410+0954 / STF 950/ AD/ 310º/ 40.8"/ 4.66 - 9.7
06410+0954 / STF 950/ AE/ 140º/ 73.6"/ 4.66 - 8.86
06410+0954 / STF 950/ AF/ 223º/ 155.0"/ 4.66 - 9.00
06410+0954 / STF 950/ AG/ 230º/ 188.0"/ 4.66 - 10.0
06410+0954 / STF 950/ AH/ 168º/ 88.5"/ 4.66 - 9.81
06410+0954 / STF 950/ AK/ 56º/ 106.0"/ 4.66 - 8.2
06410+0954 / STF 950/ AM/ 104º/ 178.7"/ 4.66 - 9.75
06410+0954 / STF 950/ AO/ 261º/ 136.0"/ 4.66 - 9.7

Después de pelearme un buen rato con la identificación de las dobles (STF950, STF954, STF953...), volví a poner el ocular de 40mm y le añadí el filtro UHC que me mostró una nebulosidad muy ténue y difusa que iba acompañando a todas las estrellas más brillantes.

Debido a que sufría de cierta contaminación lumínica me resultó difícil el apreciar esta nebulosidad, y me anoté volver a observar este cúmulo desde un lugar más oscuro para poder disfrutar mejor de las estrellas más débiles y apreciar mejor la nebulosidad.

En la estrella brillante de abajo del dibujo se encuentra la punta de la nebulosa oscura del Cono. Con las condiciones la noche y la limitación de los 127mm de abertura de mi telescopio... de la nebulosa del Cono... ni rastro.

Para finalizar, otra anotación para una futura noche de observación desde un lugar oscuro. Aproximadamente a 1º de distancia, más concretamente en las siguientes coordenadas:

AR: 06h 39m
Dec: +08º 44'

... podemos encontrar NGC 2261, una pequeña nebulosa alrededor de R Monocerotis, conocida como la Nebulosa Variable Hubble. Y es variable ya que presenta diferente brillo según el momento del período en que se encuentre la estrella que la ilumina, que es variable y oscila entre la 9,3 y la 14,0 magnitud.

De todas formas, independientemente de si disponemos de cielos oscuros o no, NGC2264 es un cúmulo que bien merece una visita. Aseguro, por experiencia propia, que no defrauda en absoluto.

viernes, 1 de enero de 2010

Primera luz del Sol en 2010


Foto tomada el 1 de enero de 2010 a las 7h 26m T.U. con la Nikon D70S, objetivo 18-70mm, 1/125 sg, f/22, ISO 250

A una distancia media de aproximadamente 149.597.870 de kilómetros ( 1 Unidad Astronómica – UA) el Sol fue divinizado por nuestros antepasados... y en la actualidad, es prácticamente ignorado por la mayoría de personas que vivimos en ciudades.

Esta mañana me he levantado de la cama con los suficientes ánimos, después de pasar una fuerte gripe que me ha mantenido varios días fuera de circulación, como para coger la cámara fotográfica y captar los primeros rayos solares del año.

Mientras lo hacía, pensaba en todas las estrellas que observo con mi telescopio durante las noches de observación...

Pensaba en lo vital (nunca mejor dicho) que representa la presencia del Sol para que exista vida en la Tierra... para nuestra propia existencia...

Pensaba en que este mismo Sol que veía asomarse por el horizonte, es el mismo Sol que ven y da vida a los pobladores de lugares geográficamente tan dispares como América del Norte, América del Sur, Africa, Asia, Oceanía, la Antártida... y la misma Europa.

Pensaba que ese Sol, que nos proporciona vida a todos, podría ser un buen símbolo de unión entre todos los humanos, un símbolo, que a pesar de las diferencias existentes de religión (agnosticismo o ateísmo), cultura, raza... nos recuerde que estamos en el mismo “barco” y que deberíamos ser capaces de unir nuestros esfuerzos para crear unas sociedades cada vez más justas y ricas, tanto a nivel económico como intelectual y espiritual. Deberíamos ser capaces de respetar la diversidad...

Esta es la clave de todo: el respeto a los demás.

Por unos instantes he notado que estaba en comunión con el resto del mundo, y no he podido evitar recitar una pequeña oración de gracias.

Pero lo que realmente quería con esta entrada, era desear a todos los que leen mi blog... y al resto de la humanidad (que supongo serán muchos más...) un año 2010 lleno de paz y amor.

Foto tomada el 1 de enero de 2010 a las 7h 37m T.U. con la Nikon D70S, objetivo 18-70mm, 1/320 sg, f/22, ISO 250