sábado, 27 de septiembre de 2014

NGC6741 - Nebulosa Planetaria en Aquila


NGC6741 es una nebulosa planetaria que podemos encontrar en la constelación de Aquila. Es conocida como la “Phantom Streak Nebula”, algo así como la nebulosa del Trazo Fantasmal. No deja de sorprenderme que la mayoría de esta clase de sobrenombres se base en la apariencia fotográfica que ofrecen y no en lo que se aprecia en visual, tal vez una muestra más que los que disfrutamos pegando el ojo en el ocular nos estamos convirtiendo en una minoría, o por lo menos hacemos menos ruido. Actualmente, la fotografía reina en la afición astronómica.

Pero no quiero divagar, centrémonos en lo que realmente interesa. NGC6741 fue descubierta en 1882 por Edward Charles Pickering y está situada aproximadamente a unos 7.000 años luz de distancia. Brilla con una magnitud visual de 11,5 y es bastante pequeña, unos 9”x7”.

La noche del 31 de julio al 1 de agosto de 2014 ya me encontraba de vacaciones en mi pueblo con la cabeza hacia arriba repasando las entrañables y conocidas constelaciones de verano, y la Vía Láctea atravesando de parte a parte del cielo.

Decidí apuntar el SC de 235mm hacia NGC6741 y me di cuenta enseguida que me encontraba ante un buen reto de nebulosa planetaria. En un primer vistazo a bajos aumentos se mimetiza con el resto de estrellas brillantes del campo del ocular. Pero en estos casos el filtro OIII representa una inestimable ayuda a la hora de identificar las planetarias. Lo acoplo y ahora sí, no hay duda. Las estrellas pierden luminosidad y algunas hasta desaparecen, mientras que NGC6741se muestra evidente y bien redonda.

Pero hace falta forzar aumentos. Llego a los 235x que me proporciona el ocular de 10mm y percibo cierto color grisáceo en NGC6741. La forma continua siendo redondeada, no le aprecio la forma de grueso trazo que muestra en la fotografía del Hubble. Es pequeña, difusa, y parece querer jugar al escondite cada vez que quito el filtro OIII cuando voy a dibujarla.


No consigo apreciar ningún detalle interno, y respecto a la estrella central, no pierdo un segundo con ella, ya que brilla con magnitud 20, inaccesible a mi telescopio.

Se encuentra enmarcada en un curioso campo estelar. Forma una especie de rombo junto a las tres estrellas más brillantes del campo. Las dos más destacadas son TYC-5128-488-1 (mag. 10,7) y TYC5128-151-1 (mag. 12,2).

Un redondel esquivo que no deja de maravillarme mientras lo observo. Parece inmutable, pero según he leído, los gases expelidos por la estrella moribunda se expanden a una velocidad de 22 km/s. Una prueba de la magnitud del estallido y de la distancia, casi inimaginable para mí, a la que se encuentra.

Para concluir no he sido capaz de dejar de incluir la foto del Hubble. Al fin y al cabo, la observación visual y la fotográfica no tienen por qué ser antagónicas.

Crédito: ESA/Hubble and NASA

domingo, 21 de septiembre de 2014

NGC6723 - Cúmulo globular en Sagittarius

El 3 de junio de 1826 el escocés William Dunlop descubrió NGC6723 y lo incluyó con el número 573 de su “Catalogue of Nebulae and Clusters of Stars in the Southern Hemisphere”, un catálogo formado por 629 objetos que elaboró a partir de sus observaciones en Nueva Gales del Sur (Australia).

Podemos encontrar el catálogo original en esta página:

http://www.jstor.org/stable/pdfplus/107841.pdf?acceptTC=true&jpdConfirm=true

Pero hay que tener en cuenta que de las 629 entradas que lo forman, debido a la vaguedad de las descripciones realizadas por Dunlop y errores de localización, tan sólo se han podido confirmar una pequeña parte de ellas. John Herschel cotejó 211, y en la actualidad se ha podido contrastar alrededor de unos 300 objetos:

http://researchonline.jcu.edu.au/10919/1/10919_Cozens_et_al_2010.pdf

Aunque el catálogo en sí resulte un poco polémico debido a sus inexactitudes, no es menos cierto que el trabajo realizado por Dunlop merece un reconocimiento.

La descripción que Dunlop hizo de NGC6723 coincide bastante con lo que pude observar de él la noche del 16 de agosto de 2014 con mi SC de 235mm. Dunlop dejó anotado:

“Nebulosa brillante, redondeada y preciosa, con un diámetro de unos 3,5’ (James O’Meara estima 13’), moderadamente y gradualmente concentrada en el centro. Se puede resolver. La moderada condensación, el azulado color de las estrellas que lo forman, le da una delicada y placentera apariencia. Es más bien difícil de resolver, aunque la condensación no es demasiado grande”.

Pero no avancemos acontecimientos.

Este atractivo y no demasiado conocido globular se encuentra en la constelación de Sagittarius, pero cerca de la frontera con Corona Australis.

Carta Generada con Cartes du ciel

De manera que la mejor manera de localizarlo es situarnos en la Epsilon CrA y desplazarnos tan sólo 30’ al norte-nordeste de ella.

Esta noche NGC6723 se encuentra a unos 13º respecto al horizonte. Y es una lástima, ya que ello implica tener que sufrir la campana de contaminación lumínica de las poblaciones costeras de levante.

Y lo peor es que desde mis casi 41º de latitud no se elevará mucho más en el mejor de los casos, dato a tener en cuenta, ya que observarlo desde latitudes más bajas puede ser mucho más gratificante y sencillo que lo que me ha resultado a mí.

Con todo, resulta ser un cúmulo globular bastante extenso (coincido en este aspecto más con O’Meara que con Dunlop), que ya se puede percibir perfectamente en un primer vistazo a bajos aumentos.

A medida que voy adaptando la vista su extensión crece, presentando una forma un tanto irregular, y se muestra tan difuso que me resulta un tanto complicado establecer claramente sus límites.

Fuerzo los aumentos hasta los 146x con la esperanza de poder resolverlo, pero ante mi sorpresa, continúa mostrándose como una mancha extensa, difusa e irregular. Empiezo a temer que su situación poco favorable me condicione demasiado su observación.
Por otro lado, noto que el campo estelar donde se encuentra enmarcado no resulta demasiado rico, cosa que tampoco esperaba teniendo en cuenta la constelación donde se encuentra ubicado.

No quedo conforme del todo y decido insistir un poco más. Adapto lo mejor que puedo la vista a la oscuridad dejando de lado la linterna y la libreta de anotaciones y vuelvo a colocar el ojo en el ocular. Y caramba, cómo ha cambiado la situación. Ahora percibo un crepitar estelar a lo largo y ancho de todo el globular. Resulta una visión fantástica, todo un espectáculo que me obliga a añadir el comentario de “resoluble” en las notas.

Me resisto a apartar la vista de él, porqué sé que una vez lo haga, tendré que volver a pasar por el largo proceso de adaptación a la oscuridad para poder disfrutar plenamente del globular. Con un poco de recelo, finalmente decido dibujar lo que veo:



He tenido que batallar un poco con los condicionantes observacionales, pero ha valido la pena, y recomiendo hacerle una visita, no nos defraudará, y más si nuestras latitudes de observación son más favorables.

NGC6723 se encuentra a unos 28.400 años luz de distancia, brilla con una magnitud visual de 6,9 y presenta un diámetro de 13’.

Simbad/Aladin

Para concluir un aliciente añadido a la observación. Si disponemos de unos prismáticos y disfrutamos de cielos oscuros podemos apuntar a la Gamma CrA. Justo al lado en dirección a Epsilon CrA, podemos localizar una extensa nebulosa oscura catalogada como DN Be 157, situada en una zona con sus propios atractivos y curiosidades:

http://www.surastronomico.com/sec-57-trayendo-luz-sobre-bernes-157.html

jueves, 11 de septiembre de 2014

NGC7479 - Galaxia en Pegasus

Esta noche del 16 de agosto de 2014 he decidido echarle un vistazo a NGC7479, una galaxia de la constelación de Pegasus, y después de un cuarto de hora con ella he llegado a la conclusión que los cielos de mi pueblo no son tan oscuros como en un principio pensaba.

Y no tengo ninguna queja, como astrónomo aficionado disponer de una casa en un pueblecito de 600 habitantes alejado de grandes ciudades es un lujo.

Pero vayamos por partes y al final se entenderá este prolegómeno.

Carta generada con Cartes du Ciel

Descubierta por William Herschel el 19 de octubre de 1784, la podemos encontrar a tan sólo 3º al sur de Markab (Alpha Peg), NGC7479 es una galaxia espiral barrada de tipo SBc con una estructura asimétrica. Pertenece a la nube de galaxias de Pegasus, que está formada por 51 componentes y se encuentra a unos 106 millones de años luz. Brilla con una magnitud visual de 10,8, puede verse con un tamaño de 3,9’ x 3,0’ y físicamente se extiende a lo largo de 120.000 años luz.

ESA-NASA-Hubble

En fotografía es realmente espléndida, como puede apreciarse en esta foto del Hubble.

Presenta una forma de “S” que, viendo dibujos de otros aficionados, como por ejemplo este de Roberto Ramos:

http://dibujodelcielonocturno.blogspot.com.es/2013/08/observacion-ngc-6445-ngc-7479.html

… confiaba poder apreciar también con mi SC de 235mm y los cielos oscuros de mi pueblo.

Sé que viendo la fotografía y leyendo otras observaciones me salto mi regla principal de no hacerlo para no verme condicionado por ellas cuando voy a por un objeto que no había visto con anterioridad, pero en esta ocasión, precisamente he conocido este objeto gracias al blog de Roberto.

Así que la noche del 16 de agosto de 2014 apunto hacia NGC7479. He estado un buen rato con ella, pero no he sido capaz de exprimirla más que esto:



Y es una pena. Lo que, enlazando con lo que comentaba al principio, no sé si será problema de las condiciones de observación de la noche, o por el contrario, los cielos oscuros no lo son tanto.

Hace unos días la atmósfera estaba un poco sucia por partículas de polvo en suspensión provenientes del Sahara. Nada demasiado grave, comparado con lo que me encontré en 2012 y que determinó mi temporada estival de observación. Y es posible que no haya podido percibir más detalles de esta galaxia por esto y no tanto por culpa de la contaminación lumínica. La duda me obliga a dejar anotado volver a ella tan pronto pueda para ver si tengo más suerte y puedo distinguir la forma de “S”.

Pero sigamos.

Enmarcada en un campo estelar bastante pobre en lo que se refiere a estrellas brillantes, NGC7479 ha resultado ser una galaxia bastante exigente. Forzando un poco aumentos hasta los 146x, a la hora de localizarla presenta la ventaja de seguir una línea bastante recta que forman las estrellas más brillantes del campo del ocular.

La galaxia se muestra alargada, extremadamente difusa y ofreciendo unos límites nada claros. Veo bien la parte central de la galaxia, pero soy incapaz de percibir los brazos. Por un momento parece que “aparece” algo, pero para ser sincero, creo que es más fruto de la sugestión que no de la realidad.

Finalmente, cuando ya tengo la vista un poco cansada de tanto forzarla, decido dejarlo y confiar que en otra ocasión pueda sacarle más partido.

Pero no acabo de quedarme tranquilo, así que decido ir a coger la Nikon D5100 y acoplarla a foco directo del SC de 235mm e intentarlo por otro lado. Y este es el resultado:


Es lo que hay.

En conclusión, una galaxia atractiva que puede dar mucho juego, pero que a la vez resulta exigente. Unos cielos oscuros, abertura generosa y buenas condiciones atmosféricas, en este caso sí que resultan imprescindibles para disfrutar plenamente de NGC7479. Sin duda, volveré a ella en otra ocasión.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Dorsa Euclides F - Euclides

La noche del 6 de agosto de 2014 me encontraba en unos cielos oscuros con mi SC de 235mm y una espectacular luna brillando en el 79,4% de su superficie durante el onceavo día de lunación, así que decidí dedicarle un poco de tiempo.

Después de una vista general con el ocular de 25mm (94x), en la que destacan por méritos propios Schiller, Gassendi, Kepler, Copernicus y Mare Imbrium, decidí forzar los aumentos para centrarme un poco más en diferentes zonas cercanas al terminador. Y mientras estaba disfrutando de Gassendi me di cuenta que hacia el norte, ya en Oceanus Procellarum, se podía apreciar un espectacular conjunto de dorsum (wrinkle ridges en inglés).

Una dorsa (dorsum en plural) es una elevación del terreno no demasiado alta, pudiendo llegar a alcanzar no mucho más de 300 metros, relativamente estrecha y alargada, con longitudes que pueden ser de cientos hasta miles de kilómetros. Por sus características es aconsejable observarlas cuando se encuentran cerca del terminador, momento en el cual la incidencia del Sol permite que se aprecien más contrastadas en relación a su entorno.

Si vamos a buscar la dorsa que me llamó la atención en la nomenclatura lunar oficial de la Unión Astronómica Internacional (UAI), no vamos a encontrarla:

http://planetarynames.wr.usgs.gov/SearchResults?target=MOON&featureType=Dorsum,%20dorsa

Pero en algún lugar he podido ver que se refieren a ella como Dorsa Euclides F.

Visualmente era espectacular. Las líneas retorcidas abriéndose paso en el manto de lava de Oceanus Procellarum presentaban una majestuosidad que me dejó como hipnotizado un buen rato.

Decidí intentar dibujar lo que veía, y no sin algo de reparo, ya que era la primera vez que iba a plasmar una dorsa, un accidente lunar realmente complicado de representar sobre el papel.

Al final, después de muchos bocetos destruidos, me decanté por dar éste como definitivo:



No logra plasmar plenamente la espectacularidad de lo que contemplaba, pero dentro de mis limitaciones artísticas es lo que más se acerca.

En el centro del dibujo se encuentra Euclides F un diminuto cráter de 5km de diámetro que pasaría bastante desapercibido de no ser por la dorsa que lleva su nombre. Pero sinceramente, las protagonistas son las dorsas.

En la parte inferior derecha del dibujo aparece Euclides. Un cráter de 12 kilómetros de diámetro de forma circular perfecta que esta noche presenta una bonita simetría en su interior entre el brillo de la luz reflejada del Sol y las negras sombras de la zona donde los rayos solares todavía no inciden. Euclides tiene una altura de unos 1.000 metros.

Pero lo más destacado de Euclides no es el cráter en sí, sino el marcado color blanco que lo envuelve fruto de una reciente eyecta de impacto. Visualmente se aprecia bien diferenciado respecto al suelo más oscuro de Oceanus Procellarum.

Quedo embobado mirando las sinuosas dorsas y el blanco contrastado de Euclides.

Hacia el final de Dorsa Euclides F se aprecia un cráter fantasma del que no he sido capaz de encontrar su nombre. Extremadamente delicado.

Y justo al lado, con un fondo prácticamente negro el cráter Wichmann, un cráter de 10 km. de diámetro, punto de partida de una formación montañosa de forma circular que parece un espejo del cráter fantasma que he comentado antes. ¿Puede que se trate de otro cráter fantasma? Lo desconozco. Y es en estos momentos en que me sabe mal no tener un libro sobre la Luna donde poder consultar estas cosas.

Esta zona que he visitado casi por casualidad esta noche es preciosa, y sin embargo no he sido capaz de encontrar demasiada información acerca de ella.

Al final decido sacar una fotografía de recuerdo con la cámara ASI 120MM a foco primario del SC de 235mm:


Y para concluir dejo una foto realmente impresionante extraída de la página del Lunar and Planetary Institute, que he encontrado buscando información por internet:

http://www.lpi.usra.edu/resources/lunarorbiter/images/preview/4137_h3.jpg
Recomiendo no dejar de echar un vistazo a Dorsa Euclides F, Euclides y los cráteres fantasma durante el onceavo día de lunación.