sábado, 30 de noviembre de 2019

M69, Cúmulo globular en Sagittarius con el SC de 235mm

Cuando observé a M69 con mi SC de 127mm, no fui capaz de resolverlo.

https://laorilladelcosmos.blogspot.com/2009/08/m69-cumulo-globular-en-sagittarius.html

Sin embargo, con el SC de 235mm el panorama cambió radicalmente, ya que pude resolverlo tanto en su núcleo como en su periferia. Un bonito espectáculo.

M69 es un cúmulo globular que podemos encontrar en la constelación de Sagittarius. Situado a unos 36.920 años luz de distancia, alcanza un tamaño de unos 110 años luz de diámetro, uno de los globulares más extensos que conocemos. Fue descubierto en 1752 por Nicholas Lacaille y posteriormente, Messier lo incluyó en su catálogo después de localizarlo el 31 de agosto de 1780.

Carta generada con Cartes du Ciel
El 14 de agosto de 2018 apunté el SC de 235mm hacia la zona donde debía encontrar a M69, y nada más poner el ojo en el ocular ya noté que el panorama era completamente diferente al que puedo observar con el SC de 127mm.

La presencia de HIP90772, me hizo sentir estar en un lugar familiar, no en vano, es una de las peculiaridades de este cúmulo globular: estar acompañado de esta estrella brillante, de una generosa magnitud 8,0, situada a una distancia de sólo 4’ del globular.



Cuando me centro en el cúmulo me viene a la cabeza que resulta un globular bastante coqueto. Con satisfacción, compruebo a medida que mi vista se va adaptando a la oscuridad, que es perfectamente resoluble, como he dicho anteriormente, tanto en su núcleo como en sus partes más externas.

Se muestra bastante compacto en el centro, y a medida que nos vamos alejando de él, sus límites exteriores se van difuminando paulatinamente. Su forma es redondeada, bastante uniforme.

Una de las muchas ocasiones en que agradezco haber podido comprar un telescopio con mayor abertura y disfrutarlo desde unos cielos oscuros… que, lamentablemente, cada vez lo son menos.

Credits: ESA/Hubble & NASA

domingo, 24 de noviembre de 2019

Conjunción Venus – Júpiter del 24 de noviembre de 2019

Una bonita conjunción como la de hoy, 24 de noviembre de 2019, con Venus y Júpiter de protagonistas, merecería un escenario adecuado. Pero cuando se vive en una gran ciudad,  tienes que adaptarte a lo que puedes ver desde tu balcón, y así lo he hecho.



Venus, en la parte inferior, brillando con magnitud -3,92. Júpiter, a una distancia de 1º 25’ de él, con magnitud -1,84. Tan cercanos, tan alejados. Venus se encuentra a 1,47 UA de la Tierra, y Júpiter a 6,11 UA.

Un verdadero espectáculo.
 
Las dos últimas fotos que he tomado jugando con la presencia de la ciudad y esquivando sus construcciones.



Astronomía urbana.

sábado, 16 de noviembre de 2019

M55 globular en Sagittarius observado con condiciones favorables

Ya he comentado en las anteriores entradas del blog donde explicaba mis experiencias con M55, que es uno de mis cúmulos globulares preferidos.

En esta entrada, cuando lo observé con el SC de 127mm:

https://laorilladelcosmos.blogspot.com/2009/08/m55-cumulo-globular-en-sagittarius.html

Y en esta otra, lo impresionado que me dejó con el SC de 235mm:

https://laorilladelcosmos.blogspot.com/2018/09/m55-cumulo-globular-en-saggitarius-con.html

Sin embargo, las condiciones de observación que tuve en 2018 no fueron las mejores, ya que había cierta turbulencia atmosférica. Y teniendo en cuenta esto, la noche del 23 de agosto de 2019 decidí volver a visitarlo al comprobar que la atmósfera se encontraba bastante estable. Y cómo no, volvió a dejarme un recuerdo imborrable en mi retina.

Lo más curioso es que, así como en 2018 lo percibí con una forma bastante irregular, este 2019 ha sido todo lo contrario. Su aspecto era bastante homogéneo y redondeado.



Lo que no varió, fue la impresión que me dejó al ver la gran cantidad de débiles estrellas que se perciben perfectamente individualizadas en toda su extensión.

Esta vez intenté dedicar un poco más de tiempo a la hora de plasmar en el dibujo lo que percibía y, sin llegar a hacerle completa justicia, sí que considero que refleja mejor el aspecto que ofrece este globular que no el que conseguí el año pasado.

Evidentemente, no puede compararse con la magnificencia de M11, pero tengo que reconocer que durante la observación de M55, en varios momentos me vino a la cabeza este cúmulo abierto de Scutum.

Siguen manteniéndose los consejos que ya había dado en otras ocasiones para su observación. A saber, cielos oscuros, estabilidad atmosférica, buena adaptación del ojo a la oscuridad y paciencia. La recompensa está asegurada.

lunes, 11 de noviembre de 2019

Tránsito de Mercurio por el Sol el 11 de noviembre de 2019

El 9 de mayo de 2016, Mercurio transitaba por delante del Sol mientras yo me lamentaba por la presencia de las nubes. Iba a ser mi primer tránsito de este planeta que podía contemplar con el telescopio, y la decepción fue grande.

https://laorilladelcosmos.blogspot.com/2016/05/el-transito-de-mercurio-el-9-de-mayo-de.html

Pero algo de consuelo encontré en el hecho que el 11 de noviembre de 2019 se iba a producir un nuevo tránsito.

Y cómo pasa el tiempo.

Debido a mi anterior experiencia, estaba un poco intranquilo respecto al tiempo, y las previsiones no ayudaban a que cambiara mi estado de ánimo. Este era el panorama el 8 de noviembre:

Meteoblue
El día en cuestión ha amanecido nublado. Después ha entrado un fuerte viento frío, y a la hora de comer, que era el único momento en que podía echarle un vistazo, he tenido toda la suerte que me faltó en 2016. Las nubes han escampado durante unas dos-tres horas y he podido apuntar el telescopio hacia el Sol.

Ha sido un poco estresante. Disponía de aproximadamente una hora para disfrutar del tránsito, así que sin pérdida de tiempo he montado el SC de 127mm, le he acoplado el filtro solar, la cámara Nikon D5100, he buscado el Sol, en enfocado… y se encontraba un diminuto puntito oscuro.
He probado varias configuraciones con la cámara y esta es la mejor imagen que he conseguido del poco rato que he podido contemplar del tránsito:


La foto la he dejado en falso color para darle un poco más de contraste. Esta otra es la foto tal y como me ha salido de la cámara:


Prueba conseguida. Y con una sonrisa de oreja a oreja, desmonto el equipo de prisa y corriendo y como en 10 minutos para llegar a tiempo al trabajo. Obviando un poco los comentarios de mi padre y de mí hermano acerca de lo excéntricos que parecemos los astrónomos aficionados.

Cuando he salido por la puerta de casa, las nubes volvían a adueñarse del cielo.

Lo que más me ha llamado la atención ha sido la extraordinaria diferencia de tamaño entre Mercurio y el Sol, diferencia que queda bien patente en este tipo de eventos que no pueden verse demasiado a menudo… y que en cierta manera me permite justificar mi emoción ante mi familia.

Al final, un buen día.

ANEXO:

Iba dando por finalizada la observación cuando pensé en probar qué tal quedaría Mercurio con la ASI120MM. Evidentemente, no podría abarcar todo el Sol, pero por el contrario, el tamaño del planeta aumentaría sensiblemente.

No podía perder más que algo de tiempo, así que quité la Nikon y acoplé la ZWO ASI 120MM.

Casi me olvido de ella, pero hoy he recordado que la hice y después de procesarla, aquí está el resultado. Otro recuerdo más.


domingo, 3 de noviembre de 2019

M14, cúmulo globular en Ophiuchus con el SC de 235mm

Si nos atrae la observación de cúmulos globulares, Ophiuchus, sin duda, tiene que ser una constelación de visita obligada.

Después de disfrutar de los espectaculares M10 y M12, la noche del 23 de agosto de 2019, decidí echarle un vistazo  M14, que ofrece una visión bien distinta a la que nos muestran los otros dos.

Carta generada con Cartes du Ciel
Resulta imprescindible adaptar bien la vista a la oscuridad para llegar a percibir una mancha fantasmagórica, de forma redondeada, irresoluble, de tamaño considerable.

Precisamente el tamaño con la que la percibo, es una de las pocas diferencias si comparo esta observación con la que hice con el SC de 127mm (M14).



Es realmente interesante comprobar la gran diferencia de aspecto que nos ofrece respecto a M10 y M12.

M14 ofrece este aspecto fantasmagórico por dos razones que José Luis Comellas indica en su libro “Catálogo Messier”. La primera, por la distancia a la que se encuentra. Según el catálogo Recio-Blanco de 2005, a 55.620 años luz. Y la segunda, por verse afectado por la absorción provocada por el polvo estelar situado entre su posición galáctica y la nuestra. Polvo que implica que apreciemos su brillo una magnitud más débil de lo que lo observaríamos en otras condiciones más favorables.

Charles Messier descubrió este cúmulo el 1 de junio de 1764. Se extiende a lo largo de 180 años luz y es el único cúmulo globular, junto a M80, en el que se ha podido detectar la explosión de una nova.

Credits: NASA, ESA, STScI and F. Ferraro (Universita di Bologna)
No es resoluble, pero su tamaño y su considerable brillo, hacen que valga la pena echarle un vistazo si estamos observando por la zona de Ophiuchus.