viernes, 25 de diciembre de 2015

Luna Llena de Navidad

Los días de Navidad son mis fiestas preferidas del año. Es un tiempo en el que la familia vuelve a reunirse, se tiene un recuerdo de las personas queridas que nos han dejado, se vive la ilusión de los pequeños de la casa y se disfruta de la compañía de familia y amigos en un ambiente más relajado y alegre que el resto del año.

Y para los que todavía le damos un sentido religioso, resulta muy entrañable elaborar el pesebre recordando el nacimiento de Jesús y celebrar el amor que Dios nos tiene y que debería estar presente siempre en nuestra vida.

La afición a la astronomía queda un poco apartada, pero es bien cierto que cuando dispongo de una oportunidad, la aprovecho.

Este 2015 coincide el día de Navidad con la Luna Llena, algo que no ocurría desde 1977 y que no volverá a suceder hasta el 2034.

Llevamos muchos días con brumas y nubes que impiden ver nada, así que cuando salió la Luna el 24 de diciembre y vi que se dejaba ver entre brumas, aproveché para montar los prismáticos Celestron Ultima 10x50 en el trípode y dibujar la Luna prácticamente llena.

La intención era seguir practicando con la técnica de blanco sobre negro, y tengo que reconocer, que dentro de las dificultades que tengo con ella, cada vez me encuentro más cómodo.

Después de un buen rato luchando con la humedad del ambiente, acabé con otro dibujo primerizo para mí colección lunar:



Espero seguir practicando y mejorando, pero por ser principiante en esta técnica, estoy contento con el resultado.

Después saqué la Nikon D5100 y fotografié el triste panorama brumoso que nos acompaña últimamente, y la Luna buscando desprenderse de la neblina:



Para acabar, una última foto hecha con el objetivo Sigma 150-500:



Y no hay tiempo para más, a continuar con la familia disfrutando de la Navidad.

jueves, 24 de diciembre de 2015

M27 - Dumbbell Nebula en Vulpecula con el SC de 235mm

Si se sigue regularmente el blog, más de una vez habréis leído que para mí, la importancia del dibujo astronómico no reside tanto en lo bonito que nos queda (aunque si lo es, mucho mejor), como en el hecho de conseguir tener un recuerdo de la observación que hicimos.

Un recuerdo que nos ayude a rememorar lo que sentimos y vimos ante el ocular.

El pasado 10 de octubre de 2015 estuve observando y dibujando M27, la nebulosa de la Haltera (Dumbbell Nebula) y después, revisando las notas que tenía sobre esta planetaria, me reencontré con uno de mis primeros dibujos astronómicos. Revisé las notas que tomé en su momento y no pude evitar sentir cierta nostalgia.



Parece mentira. El dibujo lo hice en 2007, y dentro de nada vamos a estrenar el 2016, ¡nueve años, nada menos! Y luego recordé que mi primer telescopio lo compré a finales de 2003.

Cuando decidí comprarme el SC de 127mm tengo que reconocer que tenía una idea algo vaga de lo que es la afición astronómica, y la verdad es que no sabía muy bien que podía esperar de ella. Lo único que sabía es que me gustaba mirar el cielo estrellado de mi pueblo, tanto a simple vista como con prismáticos, y que un telescopio me permitiría alcanzar a ver mucho más allá.

Y después de 12 años el bagaje es francamente positivo. Y lo mejor de todo, es que tengo la sensación de que aún me queda mucho por disfrutar en esta bonita afición.

Pero mejor que deje de divagar y me centre en M27.

Apuntar hacia esta nebulosa planetaria, que con su magnitud aparente de 7,4 es la segunda más brillante que podemos ver con nuestros telescopios, con mi SC de 235mm desde unos cielos oscuros, resulta una experiencia inolvidable.

Estuve más de diez minutos extasiado mirándola antes de decidirme a dibujarla, y es que me resultaba realmente difícil plasmar lo que de verdad podía ver por el ocular en el papel. Pero recordando lo que comentaba al principio de la entrada, me armé de valor e intenté dibujarla lo mejor que pude. Este fue el resultado:



El campo estelar es extremadamente rico si utilizamos bajos aumentos, pero a medida que los forzamos, las estrellas que acompañan a la nebulosa cada vez son menos. Sin embargo, la protagonista es M27.

Se ve preciosa, extensa, muy marcada. Las zonas exteriores se muestran muy potentes, sobre todo en la parte derecha del dibujo. Lo que no soy capaz de cazar es la estrella central, tal vez debido a que hay algo de turbulencia atmosférica. Objetivo para la próxima observación.

Añado el filtro UHC y consigo que la nebulosa aparezca más resaltada respecto al campo estelar. A continuación utilizo el filtro OIII y, aunque me desaparecen las estrellas más débiles del campo del ocular, la parte central de la planetaria es como si la viera en 3D. Es realmente espectacular.
Cuando ya llevo un buen rato con M27, recuerdo lo que realmente es: una explosión estelar que lanza sus gases al espacio exterior, dejando la estrella que lo provoca, moribunda, cercana al final de su ciclo evolutivo.

Vuelvo a observarla y no puedo evitar sentir una verdadera emoción ante ella.

Según recientes estudios M27 se encuentra a una distancia de 1.150 años luz. Sus gases se extienden a lo largo de 3 años luz y visualmente, como he comentado antes, brilla con una magnitud aparente de 7,4 ocupando 8,4’x6,1’ de cielo.

Fue descubierta el 12 de julio de 1764 por Charles Messier que la definió como una nebulosa sin estrellas de forma ovalada.

A John Herschel le debemos el sobrenombre por el que es conocida. Además de describir su aspecto, dejó anotado: “A nebula shaped like a dumbbell” (Una nebulosa de forma parecida a una haltera).

Y a William Huggins hay que reconocerle el mérito de haber descubierto utilizando la espectroscopia la verdadera naturaleza gaseosa.

Lo que me ha dejado un poco desilusionado es no haber sido capaz de percibir la estrella central, pero como comento, tal vez sea sólo debido a las condiciones atmosféricas de observación de la noche. Esta estrella, que brilla con una asequible, para mi SC de 235mm, magnitud de 13,5, es una enana azulada muy caliente que presenta una clase espectral de tipo O7.

Se ha descubierto que tiene una compañera que brilla con magnitud 17 a una distancia de 6,5” y un ángulo de posición de 214º. Inalcanzable para mí equipo, pero que añade un aspecto más impresionante a la hora de imaginarme lo que debe ser esa parte del Cosmos. De hecho, ambas estrellas están separadas por tan sólo 2.500 UA.

Acabé la observación echándole un vistazo con mis prismáticos 15x70. Una manera diferente de disfrutarla, más que nada por qué he ido saltando de estrella en estrella, partiendo del cúmulo de la Percha (Cr399), siguiendo las estrellas más brillantes de Sagitta hasta localizarla en el corazón de Vulpecula.

Carta generada con Cartes du Ciel

Uno de los mejores objetos que podemos disfrutar en el cielo.

¡Feliz Navidad!


viernes, 18 de diciembre de 2015

M77 - galaxia espiral barrada Seyfert en Cetus con el SC de 235mm

A la hora de observar una galaxia lo suyo sería ir probando diferentes aumentos para ver con qué ocular podemos sacarle más partido, pero tengo que reconocer que no es precisamente lo que hago yo habitualmente.

Sé que no es el mejor procedimiento, pero lo que suelo hacer es utilizar directamente el Nagler de 16mm con mi SC de 235mm, ya que la experiencia me ha enseñado que el 80% de las veces es la mejor configuración que puedo disponer para ver galaxias.

Pero hay algunas ocasiones que no tengo más remedio que saltarme mi propia regla y forzar o reducir aumentos, como fue el caso de la noche del 9 de octubre de 2015 con M77.

La noche del 9 de octubre de 2015 apunté mi SC de 235mm hacia M77 y como es habitual utilicé el ocular de 16mm, que me proporcionaba unos confortables 146x. Al poner el ojo en él, lo primero que vi fueron dos “estrellas” enfrentadas en el centro del campo, pero inmediatamente  me di cuenta que una de ellas era especial. Ya con la vista medianamente aclimatada a la oscuridad, la galaxia no tarda en hacerse perfectamente reconocible.

Pero no quedo del todo satisfecho con lo que estoy viendo y decido probar a utilizar el ocular de 10mm (235x). Dedico unos minutos a adaptar perfectamente la vista y me doy cuenta que la decisión ha sido del todo acertada.

M77 se aprecia con un núcleo pequeño, compacto, muy brillante y con forma ovalada. Se encuentra envuelto en un halo no demasiado marcado. Y cuando la adaptación visual es idónea, noto un tercer halo casi imperceptible, pero presente, sin duda.

Este es el dibujo que hice:


Resulta curioso comparar esta observación con la que hice el 10 de octubre de 2009 con mi SC de 127mm. No forcé tanto los aumentos, pero M77 se mostró con dignidad, aunque bien es cierto que el halo exterior que sí vi con el SC de 235mm no pude percibirlo.

http://laorilladelcosmos.blogspot.com.es/2009/10/m77-galaxia-en-cetus.html

El 29 de octubre de 1780 Pierre Méchain descubrió esta galaxia que se incluyó en el catálogo Messier como M77.

Está situada en la constelación de Cetus a una distancia de unos 47 millones de años luz de distancia y se trata de una de las galaxias más extensas incluidas en el catálogo.

Viendo lo que vemos a través del ocular cuesta un poco imaginarse que se extiende a lo largo de unos 170.000 años luz, y que sólo sus zonas más brillantes presentan un diámetro de hasta 100.000 años luz.

Está clasificada como una galaxia espiral barrada Seyfert de tipo 2, siendo la más cercana y brillante de su clase. Este tipo de galaxias se caracterizan por poseer un núcleo muy activo y brillante que habitualmente alberga un objeto central supermasivo.

En el caso de M77 se estima que el agujero negro supermasivo situado en ella posee una masa de alrededor 15 millones de veces la de nuestro Sol y abarca menos de 12 años luz de diámetro. Su núcleo es una fuente intensa de radio conocida como Cetus A que se encuentra escondida a nuestros ojos por una densa zona de polvo.

M77 es fácil de localizar, ya que se encuentra a sólo 1º al sudeste de Delta Ceti, una estrella que brilla con una magnitud de 4,1.

Carta generada con Cartes du Ciel

Una galaxia que con su magnitud aparente de 9,6 y su extensión en el cielo de 7,1’x6,0’ no nos dejará indiferentes sea cual sea el instrumento que utilicemos para observarla.

M77 - Aladin Lite





martes, 15 de diciembre de 2015

M74 - El regreso a la galaxia fantasma de Pisces

Pensaba después de mi primera experiencia con M74 con mi SC de 127mm en una noche en que las condiciones de observación no fueron demasiado buenas, que cuando tuviera ocasión de volver a ver esta galaxia con mi SC de 235mm y en una buena noche, todo resultaría mucho más sencillo. Pero me equivocaba.

Viendo esta foto tomada de la página de Aladin Lite y comparándola con las veces que la he visto con el telescopio, salvando las distancias, es algo muy similar a lo que me ocurre con M33: su brillo superficial es demasiado débil y me resulta extremadamente complicado sacarle todo el partido que se podría a su observación.

Aladin Lite

M74 es relativamente fácil de localizar, ya que se encuentra a tan sólo 1,5º al este-nordeste de Eta Psc y, a diferencia de M33, posee un núcleo lo suficientemente brillante como para que no pase desapercibida en la mayoría de los casos. Como digo, el problema no es tanto el encontrarla y verla, como el de sacar todo el partido posible que ofrece una galaxia espiral vista de frente.

Carta generada con Cartes du Ciel

La noche del 9 de octubre de 2015 apunté mi SC de 235mm hacia M74, y después de mucho batallar con ella, esto fue lo máximo que pude percibir, realmente no mucho más que lo que vi con el SC de 127mm:



Y estas son las notas que tomé: “Realmente tiene bien merecido el sobrenombre de “la galaxia fantasma” (The Phantom). Tal como se presenta resultaría casi imposible de no observarse desde unos cielos oscuros. Por poca contaminación lumínica que haya, ésta la afecta de manera notable.

Dejando por un momento de lado a la galaxia, el campo estelar que entra en el Nagler de 16mm está formado por estrellas bastante débiles, que necesitan una buena adaptación a la oscuridad para ser percibidas correctamente.

M74 se muestra como una manchita muy difusa, sin una forma especialmente clara, aunque bien es cierto que a medida que voy adaptando mejor la vista a la oscuridad, noto un núcleo ovalado bastante más potente que se encuentra envuelto por un halo que es más marcado en la parte superior del dibujo mientras que en la parte inferior prácticamente pasa desapercibido.

De los brazos espirales, por mucho que lo intento, no encuentro ni rastro. Deberé seguir intentándolo alguna noche más favorable.

Un verdadero fantasma que nos sorprende con su aparición”.

Tal vez debiera haber probado a observarla con un ocular que me diera más campo y menos aumento, pero no se me ocurrió en su momento. Algo a tener en cuenta en futuras observaciones.

M74 es una galaxia espiral situada en la constelación de Pisces y que, según recientes estudios, está situada entre 25 y 31 millones de años luz de distancia, dependiendo del sistema utilizado para hacer la estimación.

Descubierta en 1780 por Pierre Méchain, brilla con una magnitud 9,7 y se extiende en unos 10,5’x9,5’ de cielo, aunque dependiendo de nuestro cielo y abertura, nuestra percepción será muy diferente.

Puede parecer fácil, y es posible que muchos compañeros de afición no estén de acuerdo conmigo, pero en mi opinión es un objeto complicado, como he comentado, no tanto para localizarlo, como para cazar en condiciones todo lo que puede ofrecer.

Aladin

No tengo por costumbre hacerlo (mal hecho), pero un compañero del foro de Cloudy Nights me ha pedido que especificara la orientación del dibujo de M74. Aquí la dejo:




viernes, 11 de diciembre de 2015

J. Herschel en la Luna

Durante la décima noche de lunación, al norte de Mare Frigoris podemos encontrar cerca del terminador un cráter realmente extenso, John Herschel, que presenta un diámetro de unos 156 km.

Pero hay que reconocer que ofrece un aspecto bastante perjudicado debido a su antigüedad. Se estima que data del periodo Pre-Nectárico, que se extiende desde hace 4,55 mil millones de años, en plena formación lunar, hasta hace 3,92 mil millones de años.

Virtual Moon Atlas

Este cráter es una formación circular, pero debido a su situación, cerca del limbo lunar, nosotros no lo podemos ver tal cual es, sino de forma alargada debido a la perspectiva.

En este sentido, el programa Virtual Moon Atlas representa una herramienta muy útil para ver el aspecto real de estas formaciones que nosotros vemos condicionados por nuestro punto de observación. Así, el programa nos muestra cómo es en realidad J Herschel:

Virtual Moon Atlas

Sin embargo, el 1 de enero de 2015, tuve que contentarme con el punto de vista terrícola desde la terraza de la casa de mi pueblo con el SC de 235mm, que no es poco.

Estaba disfrutando de una noche de observación muy agradable condicionada por la presencia de la Luna en el cielo y decidí centrarme en J. Herschel.

Lo primero que hice fue tomar una fotografía con la cámara ASI 120MM acoplada al telescopio:



Un buen contraste si lo comparamos con la imagen de la superficie sacada del Virtual Moon Atlas.

Después de la foto, desconecté la cámara y me dediqué a la observación visual. El paisaje lunar ofrece una serenidad que se transmite casi instantáneamente al estado de ánimo de uno.

Las paredes de J. Herschel no son demasiado altas y en muchas zonas se encuentran derruidas o desmanteladas. En interior del cráter tal vez sea lo más sugestivo. Presenta un color más oscuro que las zonas exteriores y unas líneas transversales que no sabría decir de si se trata de grietas o de cadenas de cratercillos. Destaca un cratercillo, J. Herschel C, que con sus 12 km de diámetro puede verse sin ninguna dificultad.

A parte de él se pueden apreciar unos cuantos más, aunque sin duda, nuestra atención se dirigirá hacia dos cráteres superpuestos en el extremo sur de J. Herschel. Se trata de Horrebow y Horrebow A, ambos de unos 25 km de diámetro.

Después de disfrutar con la observación hice un pequeño boceto que tenía intención de terminar en los días siguientes, pero por no sé exactamente qué motivos, quedó traspapelado hasta que hace unas semanas lo recuperé.

Y aprovechando las ganas que tengo de ir practicando con la técnica del dibujo lunar blanco sobre negro, hice una pequeña reconversión y acabé con este resultado final:



Cuando tengáis ocasión echad un vistazo a esta zona lunar cerca del limbo norte, esconde muchos tesoros por descubrir, como me ocurrió a mí con J. Herschel.

martes, 8 de diciembre de 2015

M110 - galaxia en Andromeda con el SC de 235mm

El pequeño inconveniente que supone un campo de visión reducido cuando se observa la galaxia de Andrómeda (M31) con un telescopio de 235mm, se convierte en una ventaja cuando vamos a observar su galaxia satélite M110, ya que a pesar de lo próximas que se encuentran una de otra en el cielo, podemos dejar fuera del ocular a la sensacional e inigualable M31 y centrarnos en M110.

Esta galaxia tiene la rémora de ser vecina de M31, porqué siempre será motivo de comparación. Y a decir verdad, es muy injusto. De encontrarse situada en otro lugar del cielo, M110 sería valorada por lo que realmente es, una galaxia espectacular y asequible a todo tipo de instrumentos.

Hasta me atrevería a dar un consejo, que reconozco que nunca he seguido… y es que cuando tengamos intención de observar las galaxias que nos ofrece la constelación de Andrómeda, empecemos por visitar a M110 y dejar para más tarde el plato fuerte que constituye M110. Un buen consejo, pero como digo, la tentación por no seguirlo es muy fuerte.

Aladín Lite

La noche del 9 de octubre de 2015 reunía las mejores condiciones observacionales que a día de hoy, me puedo permitir: cielos rurales, SC de 235mm, sin nubes, sin Luna, temperatura agradable y buena estabilidad atmosférica. Así que me animé a visitar a M110.

Esta galaxia se encuentra enmarcada en un bonito campo estelar y se presenta con una parte central muy brillante, extensa y con una forma marcadamente ovalada. De hecho, esto es lo primero que veo de ella, y si no fuera porqué la noche lo permite, también sería lo único que vería.

Pero adaptando la vista lo mejor que puedo a la oscuridad y utilizando la visión lateral, puedo percibir un halo que envuelve el núcleo más brillante, muy tenue y delicado. Prácticamente se mimetiza con el entorno a la galaxia donde reina ya la oscuridad.

Es necesario concentrarse en él para no perderlo de vista, pero en conjunto, la observación de M110 nos permite pasar un buen rato, relajados y sin tener que forzar excesivamente la vista para exprimirla al máximo.

Este es el dibujo que hice de ella:



Según las últimas estimaciones M110 se encuentra a una distancia de unos 2,5 millones de años luz, presenta un diámetro de 16.000 años luz y en la actualidad está clasificada como una galaxia esferoidal enana, aunque tradicionalmente se ha considerado elíptica.

Fue descubierta en 1773 por Messier, aunque nunca fue incluida por él en su catálogo. No fue hasta 1967 cuando a sugerencia de Kenneth Glyn Jones, se incluyó en el catálogo Messier como M110, convirtiéndose en el último objeto añadido.

Si disponemos de un telescopio adecuado y unos cielos oscuros, podemos plantearnos el reto de cazar visualmente algunos cúmulos globulares pertenecientes a M110. El más asequible de todos ellos es G73, en las coordenadas AR 0h 40m55,6”; Dec. +41º 41’ 32” y que brilla con una magnitud de 14,9.

Una buena referencia para su localización es la estrella TYC2805-1064-1 (HIP3223), que brilla con magnitud 9,3 y se encuentra a tan sólo 2,4’ de él.

Aladin
En mi caso, será en otra ocasión.

domingo, 6 de diciembre de 2015

Copernicus - Mi primer dibujo lunar blanco sobre negro

Si se revisan un poco por encima todos los dibujos lunares que he subido al blog, se podrá comprobar que no tengo un especial talento a la hora de dibujar. Para mí resulta complicado y no siempre soy capaz de plasmar sobre el papel todo aquello que me gustaría.

Pero esto es una afición, y el principal objetivo es pasarlo bien con ella, y la verdad, es que observando la Luna a través del telescopio y dibujándola, dentro de mis limitaciones artísticas, disfruto enormemente.

Hasta ahora me he limitado a utilizar los conocidos y habituales lápices de grafito sobre papel blanco, pero viendo dibujos lunares de otros compañeros de afición, como por ejemplo los que nos enseña Roberto Ramos en su blog (http://dibujodelcielonocturno.blogspot.com.es/2015/12/observacion-crater-plinius-crater-plato.html), me han venido ganas de experimentar el dibujo lunar sobre papel negro.

Y digo experimentar, porqué todavía no tengo el material más adecuado para hacerlos.



La idea era comprobar si era capaz de adaptarme a esta técnica y ver qué resultados obtenía. Para ello he cogido una fotografía que hice del cráter Copernicus, un trozo de cartulina negra y un lápiz de color blanco y he hecho mi primer dibujo lunar blanco sobre negro:



A pesar de encontrarme más cómodo de lo que me esperaba, sí que me he dado cuenta de las dificultades que entraña esta técnica, sobre todo estando acostumbrado a dibujar los accidentes de nuestro satélite en negro sobre blanco. No hay más remedio que cambiar el chip.

No he sido muy detallista, pero la idea era tener una primera toma de contacto, y no estoy nada descontento con el resultado. Sin lugar a dudas, un campo que se abre para la experimentación y para disfrutar de la Luna de otra manera.

Copernicus fue uno de mis primeros dibujos lunares, y estoy convencido que éste sobre papel negro no será el último que haga de este impresionante cráter.

http://laorilladelcosmos.blogspot.com.es/2009/04/copernicus.html

Cualquier sugerencia o consejo sobre materiales y técnicas será bienvenido.

viernes, 4 de diciembre de 2015

M31 y M32 en Andromeda con el SC de 235mm

La galaxia de Andromeda, catalogada como M31 por Charles Messier, siempre me ha proporcionado grandes satisfacciones.

La he visto de todas las maneras posibles. A simple vista, con prismáticos 8x30, 10x50, 15x70, con el SC de 127mm y con el SC de 235mm. Desde cielos con contaminación lumínica exagerada, moderada o inexistente. Con buenas y malas condiciones atmosféricas. Y siempre me ha resultado su observación muy gratificante.

Algunas de mis experiencias con ella ya las he comentado en el blog:

http://laorilladelcosmos.blogspot.com.es/2009/08/m31-y-m32-galaxias-en-andromeda.html

http://laorilladelcosmos.blogspot.com.es/2015/08/fotografia-de-m31-vista-ojo-desnudo-y.html

Pero son muchas más las noches que he disfrutado con ella. Y lo mejor de todo es que todavía me quedan muchos secretos que arrancarle, como puede ser la localización e identificación de algunos de sus cúmulos globulares.

La noche del 9 de octubre de 2015 las condiciones de observación eran muy favorables. Un cielo rural bien oscuro, mi SC de 235mm a punto, un cielo despejado, una turbulencia atmosférica contenida y una temperatura curiosamente agradable teniendo en cuenta la fecha en la que me encontraba.

Teniendo en cuenta el tamaño de esta galaxia decido poner el reductor de focal Rf 6,3 y el ocular Hyperion Aspheric de 31mm. Vale la pena perder algo de tiempo montando esta configuración, ya que después queda perfectamente compensado por cada minuto que dedico a disfrutar del espectáculo que me ofrece.

Al poner el ojo en el ocular lo hago muy relajado. Sé a lo que voy y lo que me voy a encontrar, así que con tranquilidad voy adaptando lo mejor posible la vista a la oscuridad y haciéndome una idea de conjunto.

Cuando compruebo que M31 prácticamente se extiende de una punta a otra del campo del ocular, me doy por satisfecho y considero concluidos los prolegómenos de adaptación visual.

El campo estelar que se me presenta es extremadamente rico y complejo, y tomo la determinación de centrarme en la galaxia en sí y no tanto en las estrellas que la circundan. De esta manera, empiezo el dibujo marcando las estrellas más brillantes que puedo observar dejando en el tintero, para otra ocasión, a las más débiles.

A continuación, vuelvo a adaptar la vista lo mejor que puedo y me dedico a memorizar la estructura galáctica que puedo percibir. Y finalmente, el dibujo:



Sin lugar a dudas, no puede compararse con la vista que ofrece en directo por el ocular, pero como aproximación y recuerdo de la noche, creo que vale.

Ver esta galaxia con un telescopio desde un cielo oscuro es una experiencia que recomiendo a todo el mundo. Es algo que se queda marcado en nuestro interior, tanto por lo que vemos como por pensar en lo que estamos viendo en realidad.
Los que ya han tenido la ocasión de verla seguro que saben a lo que me refiero, y los que no, lo sabrán cuando tengan ocasión de vivir esta magnífica experiencia.

Esta excelente noche puedo ver un núcleo potente, brillante, de forma ovalada que a medida que nos alejamos del centro se va difuminando poco a poco hasta que se funde con el enorme halo difuso que lo envuelve.

Me fijo mejor en las diferencias de brillo que presenta y noto que la parte que se encuentra hacia la izquierda del núcleo (en el dibujo), se ve más marcada que no la que se extiende hacia la derecha, y también se aleja mucho más del núcleo que no ésta. De manera que podría decirse que lo que veo de M31 no es exactamente simétrico.

De la misma manera, la parte que se encuentra debajo del núcleo, en dirección hacia M32, su galaxia satélite, también se percibe más claramente que no la parte superior.

Hay momentos en los que dejando volar un poco la imaginación, me recuerda a un cometa con una larga cola. Muy curioso.

Respecto a M32, la podría definir como una manchita diminuta teniendo en cuenta la osadía de compararla con M31. Redondeada, algo ovalada, pero sin ofrecer ningún detalle más allá de su núcleo compacto rodeado por un pequeño halo.

Y no me olvido de lo hipnótico que me resulta ir descubriendo todas aquellas estrellas que se superponen a M31, y no dejo de preguntarme si alguna de ellas, en realidad no es una estrella si no que es uno de los cúmulos globulares que están al alcance de nuestros telescopios.

Pero esta noche me limito a reflexionar sobre ello, la caza a conciencia de estos enjambres estelares extragalácticos, queda para otra ocasión.


M31, según las últimas estimaciones, se encuentran a unos 2,5 millones de años luz de distancia, mide unos 160.000 años luz de diámetro, consta de, como mínimo, unos 300.000 millones de estrellas y al menos 337 cúmulos globulares confirmados.

M32 es una galaxia elíptica enana que con un diámetro de 8.000 años luz, es manifiestamente más pequeña que M31. Se cree que en el pasado tuvieron un encuentro que provocó una cierta deformación en los brazos espirales de M31 y Arp, al descubrir una débil conexión de luz entre ambas galaxias las incluyó en su catálogo de galaxias interactivas.

En definitiva, observar por nosotros mismos a esta pareja, unido a lo que sabemos de ellas, hace que la experiencia se convierta en memorable si podemos disfrutarlas en buenas condiciones.

domingo, 29 de noviembre de 2015

Cardanus, Krafft y Catena Krafft

28 de agosto de 2015, la Luna se encuentra brillando pletórica en el cielo. En su catorceavo día de lunación, iluminada en el 98,8% de su superficie, no es que permita demasiadas alternativas de observación.

La noche es muy agradable y decido pasar un rato echándole un vistazo con mi SC de 235mm y centrándome en una pareja de viejos conocidos, los cráteres Cardanus y Krafft.



Empiezo con una visión de conjunto utilizando el ocular de 25mm (94x). Nada más mirar por él pienso que menos mal que esta noche no dedicaré el tiempo a mirar cielo profundo, ya que he quedado deslumbrado por completo por el fuerte resplandor de la Luna.

Centro la zona de Cardanus y Krafft, pero lo que más me llama la atención, sin duda, es el exuberante brillo de Aristarchus. Sin embargo no es mi objetivo y me centro en la pareja de cráteres gemelos.

Voy subiendo aumentos y como veo que la noche acompaña y la Luna lo permite, fuerzo hasta los 235x que me proporciona el Baader Ortho de 5mm. La imagen es todavía estable y los puedo aprovechar perfectamente.

Decido hacer un rápido boceto para completar la observación:



En un primer momento se podría considerar que estos dos cráteres son gemelos, principalmente por la posición en la que se encuentran, por su diámetro casi idéntico, 50 km de Cardanus y 51 km de Krafft; por el potente brillo que emana de su interior cuando la luz solar incide en ellos, y por las terrazas que pueden percibirse en ambos sin demasiada dificultad.
Pero si empezamos a mirar con atención, descubriremos algunas peculiaridades que, al igual que en todos los gemelos, los diferencian sutilmente.

Lo más significativo es que en Cardanus, el cráter de la izquierda en el dibujo, presenta una montaña interior que queda en el límite de la sombra, mientras que Krafft, también en la frontera entre la oscuridad y la luz solar, muestra un cráter, Krafft C, de unos 13km de diámetro.

Otra particularidad, que tal vez sean imaginaciones mías, es que me da la sensación de que Cardanus tiene una forma ovalada mientras que Krafft, aunque mantiene una forma alargada, me parece algo más redondeada. No es algo exagerado, pero sí lo suficientemente significativo como para llamarme la atención.

Después de exprimir todo lo posible lo que puedo percibir de los dos cráteres, dirijo mi atención a lo que a mi entender, los convierte en especiales, y no es otra cosa que la Catena Krafft.

A pesar que visto con un telescopio medio-mediano, puede dar la sensación de tratarse de una rima, en realidad es una cadena de cratercillos, lo cual no deja de maravillarme cada vez que la observo y pienso en ello.

La Catena Krafft siempre me ha sugerido un puente que une los dos cráteres, un puente que la mayoría de veces me queda a medio camino, es decir, lo veo salir de Cardanus, pero no llegar hasta Krafft. A pesar que en fotografía parece que así lo hace.



Siempre que he observado esta zona con mi SC de 127mm, nunca he conseguido ver el “puente” completo, y había tenido la esperanza que con el SC de 235mm me resultara más fácil percibirlo. Pero de momento, no soy capaz de verlo de cráter a cráter.

Dándole vueltas decido probar a utilizar algunos filtros de colores.

Los que tengo son el típico lunar Celestron 94119-A y los que vienen con el juego de filtros nº 1 de Celestron, el #21 Naranja, el #80A Azul Claro, el #15 Amarillo y el #ND-25 Densidad Neutra.

Los compré junto a mi primer telescopio aconsejado por el vendedor, pero para ser sincero, no es que los utilice demasiado. Sin embargo, esta vez me han ayudado a exprimir al máximo la Catena Krafft.

Primero utilizo el filtro lunar, pero lo descarto casi automáticamente, el color verde que ofrece me resulta muy poco agradable y no aprecio ninguna mejora significativa a parte de atenuar algo el brillo lunar.

A continuación pongo el de densidad neutra. El color es más natural y por momentos me parece ver cómo la cadena de cratercillos alcanza Krafft.

El #80A tampoco me acaba de convencer, pero tanto el #21 Naranja y el #15 Amarillo me dejan gratamente sorprendido. El “puente” destaca más, aunque la verdad, la conexión completa entre cráteres es de aquellas cosas en visual que no sabes si ves de verdad o las ves por propia sugestión.

En vista de esto, decido dibujar sólo lo que estoy seguro de ver al 100%.

Lo que sí mejora sin discusión es cómo veo las terrazas interiores de Cardanus y Krafft, el pico central de Cardanus y el cráter interior de Krafft. Así mismo, las grietas que salen Cardanus en dirección al cráter Seleucus.

Realmente, he vuelto a disfrutar de esta bonita zona lunar que también da mucho juego en fotografía.



viernes, 27 de noviembre de 2015

M33 - Galaxia en Triangulum con el SC de 235mm

Definitivamente, la galaxia M33 me da un poco de rabia. Estoy cansado de verla en fotografías y dibujos de otros compañeros de afición y siempre aparece enorme y espectacular.

Aladin Lite – 3º de campo

Sin embargo, a la hora de observarla con mi telescopio siempre me da más problemas que satisfacciones.

Y eso que soy consciente de que a pesar que se le asigna una magnitud visual de 5,8, si se tiene en cuenta que su extensión es de aproximadamente 70,8’x41,7’, su brillo superficial es de tan sólo 14,4.

De manera que, como poco, debemos disfrutar de unos cielos oscuros para percibirla correctamente, y mucho mejor si ya tenemos cierta experiencia con objetos extensos y difusos como M33.

En su día ya comenté que esta galaxia se había convertido en un “objeto maldito” para mí, ya que me costó mucho poder cazarla con mi SC de 127mm, y la verdad es que tenía muchas ganas de pillarla en una buena noche con mi SC de 235mm, a ver si por fin era capaz de verla en todo su esplendor.

El 9 de agosto me encontraba disfrutando de los cielos oscuros de mi pueblo y con el SC de 235mm preparado para una larga noche de observación. De manera que me animé a apuntar hacia M33.

Con los antecedentes que tenía fui directamente en busca del Hyperion Aspheric de 31mm que me proporciona un campo generoso con este telescopio. Pero a pesar de la ilusión con la que puse el ojo en el ocular, en un primer momento, no encontré ni rastro de la galaxia.

Ya me lo esperaba y no me puse excesivamente nervioso. Un poco mosqueado sí, para qué negarlo, pero supe mantener el temple.

Esperé a que la vista se fuera adaptando a la oscuridad  y poco a poco ya fui notando su potente y extenso núcleo, con una forma ovalada, algo irregular y sin límites definidos.

Hasta aquí lo fácil.

Lo complicado empezó cuando me dispuse a intentar percibir los brazos. Ahí fue cuando la observación se empezó a poner verdaderamente exigente.

Estuve un buen rato respirando hondo y adaptando la vista todo lo mejor que pude a la oscuridad, y cuando consideré que ya era suficiente, volví a poner el ojo en el ocular y descubrí una estrella débil superpuesta al núcleo. También noté una zona externa en forma de semiarco que emanaba de un extremo del corazón de la galaxia en dirección a la estrella más brillante que me aparecía en el campo del ocular.

Empezaba a tener la vista cansada y las cervicales algo tocadas, pero haciendo un esfuerzo final, utilizando la visión lateral y moviendo ligeramente el tubo, noté pequeñas zonas de los brazos galácticos coincidiendo con la presencia de estrellas y sin ningún tipo de conexión entre ellas.

Y llego el momento en que pensé que ya no podría exprimirla más. Así que memorizando los lugares donde vi zonas con “nebulosidad”, encendí la linterna roja y me dispuse a dibujar todo aquello que había podido percibir de esta escurridiza M33:



Curiosamente, todo lo complicado que me resulta percibirla, lo es de fácil localizar la zona donde encontrarla.

Cuando quiero verla con mis prismáticos 15x70 lo que hago es localizar Alpheratz (Alpha And), la estrella situada hacia el Noroeste en el cuadrado de Pegasus. Me desplazo hasta (Delta And), luego hasta Mirach (Beta And). Desde aquí voy en busca de M31 pasando por la Eta And.

Una vez localizo la galaxia de Andromeda (M31), inconfundible, sé que estoy en el buen camino. Trazo una línea imaginaria en dirección opuesta que vuelve a pasar por Eta And y Mirach, y a unos 7º de esta última estrella deberíamos encontrar a M33.

Más o menos, la distancia entre Mirach y M 31 es la misma que entre Mirach y M33, en dirección opuesta. Es muy fácil, pero reconozco que resulta más fácil hacerlo siguiendo una carta celeste con los prismáticos en la mano que explicarlo.

Carta generada con Cartes du Ciel

Es posible que esta galaxia fuera descubierta por Giovanni Batista Hodierna hacia 1654, pero las anotaciones que dejó no son lo suficientemente claras como para concluir de manera taxativa que se refiriera a M33.

Donde no hay ningún género de duda es que el 25 de agosto de 1764 Charles Messier la vio, dejando anotado: “Nebulosa descubierta entre la cabeza del Pez Boreal y el Gran Triángulo, a poca distancia de una estrella de la sexta magnitud. La nebulosa es de una luz blanquecina y de una luminosidad casi uniforme; sin embargo, un poco más luminosa dentro de los dos tercios de su diámetro. No contiene ninguna estrella. Se la ve difícilmente con un telescopio ordinario de un pie” (Traducción de José Luis Comellas en su libro “Catálogo Messier).

Una descripción condicionada por su instrumental que distaba bastante de lo que realmente es M33. No fue hasta 1850 cuando Lord Rosse pudo estudiarla con su famoso Leviatan, que con una abertura de 183cm le permitió descubrir su naturaleza espiral.

M33 se encuentra a una distancia de 2,74 millones de años y pertenece al Grupo Local de Galaxias. Con una extensión de unos 55.000 años luz se presenta como la tercera más extensa de este grupo galáctico, por detrás de la Vía Láctea (100.000 a.l.) y la galaxia de Andrómeda (140.000 a.l.).

En M33 pueden observarse un buen número de regiones HII, que son nubes de gas brillante, principalmente de hidrógeno, en la que se forman estrellas masivas azules (tipo OB). Y este será mi objetivo la próxima vez que pueda disfrutar de una buena noche y tenga a tiro M33. Será el momento de probar a ver qué tal responden los dos filtros que tengo, el UHC y el OIII a la hora de resaltar estas regiones.

Para facilitar un poco la tarea siempre es de ayuda tener a mano una carta donde aparecen rotuladas estas zonas, como ésta realizada por Ray Gralak en "Adventures in Deep Space": http://astronomy-mall.com/Adventures.In.Deep.Space/M33HIIregions.jpg

Seguro que no me resultará sencillo, pero estoy convencido que será otro capítulo memorable de la relación amor-odio que mantengo con esta galaxia.

sábado, 21 de noviembre de 2015

M103 - Cúmulo abierto en Cassiopeia con el SC de 235mm

El 14 de agosto de 2009 observé y dibujé por primera vez el cúmulo abierto M103, situado en la constelación de Cassiopeia. Visto desde cielos oscuros con mi SC de 127 resultó ser un grupo estelar francamente atractivo, tanto por la distribución de sus componentes como por los colores que mostraba, destacando una estrella rojiza en su parte central.

La noche del 9 de octubre de 2015, continuando con mi proyecto de volver a revisar todos los objetos Messier observándolos con el SC de 235mm, decidí apuntar de nuevo hacia M103, y a diferencia de lo que suele ocurrir con la mayoría de los objetos, si tuviera que quedarme con una de las dos vistas, elegiría la que tuve con el telescopio de 127mm. El cúmulo se podía ver más compacto y mejor proporcionado respecto al campo estelar que lo acompaña.

Pero esto no quiere decir que con el SC de 235mm M103 sea un desastre. Al contrario, ya que si bien es cierto que el cúmulo pierde perspectiva respecto al campo que lo rodea al observarlo con mayor aumento, algunos aspectos que me pasaron desapercibidos en 2009, los he podido disfrutar en 2015.

Este es el dibujo que hice:



M103, catalogado también como NGC581, es un cúmulo muy bonito y asequible.

Lo primero que destaca en él cuando se pone el ojo en el ocular son dos cosas. Por un lado, la forma de “V” que presentan las componentes más brillantes que aparecen en el campo estelar; y por otro lado, la estrella rojiza de magnitud 8,5 en el centro del cúmulo.

Esta estrella de colorido tan atractivo es la TYC4031-418-1, y para disfrutarla es mejor no fijar en exceso la vista en ella e ir echando rápidos vistazos para no saturarnos la retina y poder apreciar con más facilidad el color rojizo que muestra gracias a su clase espectral M2.

Otra curiosidad del cúmulo es la estrella más brillante que aparece en el campo, la que se encuentra en la parte superior derecha del dibujo. Es la doble catalogada como STF131. En realidad es triple y aparece con los siguientes datos en el catálogo del WDS:


En la observación que realicé con el SC de 127mm me fijé en ella, pero sólo fui capaz de percibir sus dos componentes más brillantes, pasándome completamente inadvertida la C.

Pero esta vez, con el SC de 235mm, no permití que se me escapara.

Veo una potente principal que brilla con una magnitud de 7,3 y ofrece un color blanco bastante marcado. A su lado, a una cómoda distancia, se encuentra la B, con cierto tono azulado. Y finalmente, la esquiva componente C, un poco más débil y de la que no acierto a estimar el color. Las tres parecen estar en procesión.

Es bonita, pero tengo que reconocer que su presencia en M103 hace que quede un poco deslucida por la presencia de las componentes del cúmulo. De encontrarse aislada en el cielo sería realmente espectacular.

Cuando subí la entrada de agosto de 2009, busqué información acerca de M103 y en todas las fuentes que consulté comentaban que el cúmulo en sí estaba formado por estrellas a partir de la magnitud 11, y todas las más brillantes que veía no pertenecían a él.

Sin embargo, mientras preparaba esta entrada he visto que esto no es exactamente así.

Según el estudio realizado por J. Sanner, M. Geffert, J. Brunzendorf y J. Schmoll en 1999 y publicado en “Astronomy and Astrophysics” en 1999 bajo el título de: “Photometric and kinematic studies of open star clusters - NGC581 (M103)”, en el apartado 4-2, podemos ver que llegan a la conclusión que STF131 tiene muchos números para pertenecer al cúmulo, al igual que la HIP7280 (mag. 8,2) que es la que se encuentra en la parte inferior izquierda del dibujo.  Sin embargo, la TYC4031-418-1, la rojiza, no se encontraría entre las estrellas de M103 propiamente dichas.

Sea como sea, a nivel visual resulta ser muy atractivo.



A M103 podemos localizarlo muy fácilmente, hasta con unos simples prismáticos, ya que se encuentra aproximadamente a 1º de al nordeste de Delta Cassiopeiae (Ruchbah, o también Ksora).

Carta generada con Cartes du Ciel

M103 es un cúmulo abierto que fue descubierto por Pierre Méchain el 27 de marzo de 1781 y fue el último objeto que incluyó en la tercera versión de su catálogo publicado en la “Connaissance des Temps” en 1784.

M103 es el cúmulo abierto más lejano que podemos encontrar en el catálogo elaborado por Messier. Se encuentra situado en el brazo de Perseus de nuestra Vía Láctea a unos 7.200 años luz de distancia y es bastante joven, estimándose su edad en unos 25 millones de años. Pertenece a la Asociación Cas OB8.

Uno de los datos que más me impresiona de M103 es el que nos indica que sus componentes se están acercando a nosotros a una velocidad de 37 km/s.  ¿De qué distancias estaremos hablando si moviéndose de esta manera a nosotros nos parece que están estáticas en el cielo?

M103 se extiende a lo largo de 17 años luz, y en el cielo abarca unos 6’, brillando con una magnitud conjunta de 7,4.

Para concluir, me gustaría compartir esta espectacular fotografía del cúmulo tomada de Aladin Lite, donde se puede apreciar toda su riqueza y espectacularidad.

Aladin Lite

martes, 17 de noviembre de 2015

NGC253 - Galaxia en Sculptor con el SC de 235mm

El 5 de diciembre de 2009 observé por primera vez una galaxia que me dejó gratamente sorprendido, más que nada por lo bien que pude observarla con mi SC de 127mm. Estoy hablando de NGC253, la galaxia de Sculptor (http://laorilladelcosmos.blogspot.com.es/2009/12/ngc253-galaxia-en-sculptor.html).

La noche del 20 de agosto de 2015 me acordé de ella y decidí observarla unos instantes con mi SC de 235mm.

La verdad es que no se puede considerar que las condiciones de observación fueran las más idóneas, ya que en el horizonte, por encima del mar se veía un festival de relámpagos iluminando la noche, de tal manera que mientras tenía el ojo pegado al ocular, podía percibir sus reflejos en él.

Fue curioso verme luchar por adaptar lo mejor posible mi vista a la oscuridad, con la sana intención de exprimir al máximo la galaxia, y de repente ver un fogonazo que arruinaba todo el esfuerzo.

Pero a pesar de ello pude llegar a disfrutar de esta espectacular galaxia.



Tuve que concentrarme un poco, pero en seguida me di cuenta que realmente me encontraba ante una galaxia espectacular.

No se puede considerar fácil, ya que requiere que observemos desde unos cielos sin excesiva contaminación lumínica, pero este es su único hándicap. Si tenemos la suerte de poder verla bajo unas buenas condiciones, no nos va a defraudar en absoluto.

Después de probar diferentes oculares me decido a dibujarla con el Nagler de 16mm, y no me sorprende, este ocular se ha convertido en mi preferido a la hora de observar con el SC de 235mm.

Puedo percibir una galaxia de forma alargada, realmente extensa, con un brillo que en un principio noto de una manera muy homogénea, pero que al cabo de unos instantes aprecio un núcleo también alargado y sensiblemente más marcado que el resto de la galaxia.

Muy delicada, evanescente y muy celosa con la oscuridad que la envuelve. A la que resplandece un rayo en el campo del ocular, prácticamente desaparece y tengo que volver a adaptar la vista a la oscuridad para volver a verla en su mejor versión.

Lo que más me llama la atención no es tanto el marco estelar en el que está situada, que para ser sincero resulta bastante pobre, sino más bien la presencia de dos estrellas embebidas en la galaxia. Sin duda, su ubicación es fruto de la perspectiva, pero no puedo evitar pensar que si se diera el caso de que explotara una supernova en NGC253, su aspecto sería muy similar al que me ofrecen estas dos estrellas.

Acabo la observación un poco preocupado por la deriva que está tomando la tormenta y con la firme decisión de volver a observarla alguna noche con mejores condiciones de observación. Estoy seguro que es capaz de dar mucho más de sí.

Lo mejor de NGC253 es que podemos cazarla con unos prismáticos 10x50 desde cielos oscuros e ir conociéndola mejor a medida que vamos aumentando la abertura del instrumento que utilicemos. Lo peor, en mi caso, es que no se eleva más allá de los 25º respecto al horizonte.

Carta generada con Cartes du Ciel

NGC253 es una galaxia espiral barrada que fue descubierta el 23 de septiembre de 1783 por la genial Caroline Herschel mientras trabajaba codo con codo con su hermano William. Se encuentra a una distancia aproximada de 9,8 millones de años luz. Es el miembro más brillante del conocido como Grupo de Galaxias de Sculptor, el cual es el más cercano al Grupo Galáctico Local al cual pertenece nuestra Vía Láctea.

NGC253 tiene una velocidad de recesión de unos 241 km/s. Se extiende a lo largo de 54.000 años luz y han podido ser identificados unos 14 cúmulos globulares en ella. Esta galaxia ofrece una elevada tasa de formación estelar fruto, según se piensa, de una posible colisión con una galaxia menor que acabó siendo absorbida hace unos 200 millones de años.

NGC253 es asimismo, una potente  fuente de rayos X de alta energía y rayos gamma, lo más probable a causa del agujero negro masivo de su núcleo.

Es impresionante ver esta galaxia con nuestros propios ojos mientras intentamos imaginarnos su verdadera magnitud. Pero estoy seguro que más abrumados nos sentiremos si tenemos presente esta detallada fotografía:

Credit: NASA, ESA, J. Dalcanton and B. Williams (University of Washington)
Mi afición a la astronomía no sería completa si no pudiera poner mi ojo en el ocular, comparar mis observaciones con otros aficionados y disfrutar de las impresionantes fotografías que hoy por hoy tenemos a nuestro alcance.

viernes, 13 de noviembre de 2015

Doble Cúmulo de Perseo - NGC884-NGC869

Recuerdo cuando empecé a interesarme un poco más en serio en la observación astronómica, y me compré unos prismáticos 10x50, que una de las zonas preferidas que visitaba mientras tomaba el fresco durante las calurosas noches de verano en la terraza de la casa de mi pueblo, era la que englobaba las constelaciones de Cassiopeia y Perseus.

Solía trazar la “W” de Cassiopeia para, a continuación seguir una línea recta a partir de Gamma Cassiopeia (Navi) y Ruchbah y en dirección al horizonte hasta que me topaba con el doble cúmulo de Perseo.

Curiosamente, siempre me llamó más la atención un asterismo ovalado que se encontraba justo antes de llegar al doble cúmulo formado por 7 estrellas: 8 Per, HIP10379, HIP9990, 5 Per, HIP10322, HIP10633 y 7 Per, todas ellas brillando desde la magnitud 5,7 de HIP9990 hasta la 7,0 de HIP10322.



El doble cúmulo lo veía como dos manchitas cercanas, con algunas estrellas individualizas que ofrecían un bonito espectáculo cuando montaba los prismáticos en el trípode y lo observaba con calma.

Pero para ser sincero, no me encandilé con esta pareja de cúmulos abiertos hasta que me compré mi primer telescopio, el SC de 127mm, y apunté hacia ellos desde los cielos oscuros de mi pueblo. La vista era soberbia, tanto que no acababa de decidirme a coger el papel y el lápiz para plasmar lo que veía a través del ocular.

Hasta, raro en mí, los llegué a inmortalizar en 2012 fotográficamente dejando para otra ocasión el hacerlo sobre el papel:

Doble Cúmulo de Perseus

Pero la noche del 19 al 20 de agosto de 2015, no sabría decir por qué razón, apunté mi SC de 235mm, con el reductor de focal 6,3 y el Hyperion Aspheric de 31mm hacia ellos y decidí que era hora de intentar sacar el dibujo del doble cúmulo de Perseo hacia adelante.

Y después de media hora punteando estrellas, estimando brillos y separaciones, intentado exprimir al máximo mí capacidad visual y la del telescopio, terminé dando por concluido el dibujo con este resultado y la sensación de haber hecho lo que se ha podido:



De los dos cúmulos, el que más me llama la atención es el NGC869 (el de la izquierda en el dibujo), principalmente gracias a sus dos estrellas más brillantes que parecen dos ojos saltones que logran destacar sobre el resto. Por un lado tenemos la HIP10816 (mag. 6,7) mientras que por otro, la HIP10805, catalogada como la variable V520 Per que oscila ligeramente entre la magnitud 6.52 y la 6,67, pero que lo más significativo de ella visualmente es que se asemeja a una perla encastada a un anillo estelar. Por lo menos, esta es la sensación que me da esta noche.

Aparecen varias estrellas de magnitud similar a las que he comentado y un buen número de estrellas blanco azuladas más débiles que, según como las miro, forman hileras dejando zonas despejadas de estrellas, aunque no descarto que desde un cielo más oscuro puedan percibirse componentes más débiles que esta noche se me escapan y que darían un aspecto diferente al cúmulo.

En NGC884 tal vez no destaque por la presencia de estrellas brillantes, como ocurre con NGC869, pero sí que es cierto que soy capaz de distinguir cómodamente un mayor número de componentes estelares. Lo más bonito que encuentro en él es la presencia de algunas estrellas de color amarillo-anaranjado, que destacan con fuerza respecto a la mayoría de blanco-azuladas.

No me canso de ver a esta espectacular pareja, a pesar que con mi SC de 235mm, por bien poco, no entran enteros los dos en el campo de visión del ocular y tengo que mover ligeramente el tubo de manera alternativa para abarcar toda su extensión.

Estos dos cúmulos no sólo aparecen juntos en el cielo, sino que se encuentran muy próximos físicamente entre ellos. NGC869 está situado a unos 7.200 años luz de distancia y se formó hace unos 5,6 millones de años. NGC887 que es más joven, habiéndose formado hace tan sólo 3,2 millones de años, se sitúa a una distancia de 7.500 años luz.

Ambos pertenecen a la asociación estelar Perseus OB1.

El término “asociación estelar” fue introducido en 1947 por Víktor Amazáspovich Ambartsumián, un astrofísico armenio y hace referencia a agrupaciones de estrellas que se formaron juntas y que, por lo general, presentan un aspecto mucho menos compacto que los típicos cúmulos abiertos que todos tenemos en mente.

Las asociaciones OB están formadas por estrellas masivas, jóvenes y calientes con un tipo espectral O y B. La asociación estelar Perseus OB1 alberga unas 65 estrellas de este tipo con magnitudes absolutas más brillantes que -6,0.

Como curiosidad, comentar que Johann Bayer, en 1604, tomó estos dos cúmulos por estrellas y los catalogó como h Per (NGC869) y Chi Per (NGC884).

Aladin Lite

viernes, 6 de noviembre de 2015

NGC6884 (=NGC6766) - Planetaria en Cygnus

Después de deleitarnos con los objetos más espectaculares de la constelación de Cygnus, que no son pocos, podemos ir a buscar algún tesoro escondido, como podría ser la nebulosa planetaria catalogada como NGC6884.

No es objeto fácil para quien no tenga experiencia a la hora de localizar planetarias de tan pequeño tamaño, NGC6884 sólo ocupa unos 6”, aunque la magnitud visual de 10.9 que presenta, la hace perfectamente asequible.

Cuando vayamos a localizarla podemos detenernos un momento con nuestros prismáticos, o con bajo aumento, en una tríada estelar formada por Omicron 1 Cygni, que presenta un color anaranjado muy llamativo y brilla con magnitud 3,8; 30 Cygni, blanco-azulada y magnitud 4,8; y la más débil de las tres, la 31 Cyg B (HD192579) de magnitud 7,0.

Estas tres estrellas, a pesar del bonito contraste que nos ofrecen, no están relacionadas físicamente entre ellas, sino que su proximidad es fruto de nuestra perspectiva. De hecho, se encuentran a 883, 1375 y 610 años luz de distancia respectivamente.

Pero además de disfrutar de su visión, estas tres estrellas nos pueden servir de referencia a la hora de localizar a NGC6884, ya que se encuentra a unos 37’ al Oeste de ellas.

Carta Generada con Cartes du Ciel

La noche del 19 al 20 de agosto decidí apuntar hacia esta planetaria, ya que las condiciones de observación eran realmente favorables: cielos oscuros, estabilidad atmosférica y mi SC de 235mm.

Después de echarle un último vistazo a Omicron 1 Cygni y compañía con el ocular de 25mm (94x), localizo la zona donde debería estar NGC6884, y como ya me esperaba, me quedo con cara de póker al comprobar que no veo ni rastro de ella. No soy capaz de identificar y/o diferenciarla del resto de estrellas.

Decido subir los aumentos y sustituyo el ocular por el Nagler de 16mm (146,88x) y concentrarme un poco en lo que estoy haciendo.

El campo que me ofrece de 33’ es rico y bastante poblado, aunque bien es cierto que no incluye ninguna estrella especialmente brillante. Es al cabo de unos instantes cuando descubro por fin una candidata, que me parece que más o menos presenta una magnitud similar a la que espero en la planetaria.

Y ahora es cuando viene la prueba de fuego. Voy a utilizar el filtro OIII, y con él me van a desaparecer las estrellas más débiles del campo. Si la candidata no desaparece y aguanta el tipo, no hay duda, se trata de la planetaria.

Y efectivamente, después de adaptarme a la vista que me ofrece el filtro, compruebo que la candidata es, en efecto, la NGC6884.

La percibo como un redondel diminuto y vaporoso, que una vez quito de nuevo el filtro, ofrece un aspecto que si uno no tiene cierta experiencia en esta clase de objetos, le pasaría perfectamente por alto.

Este es el dibujo que finalmente hice de ella:



Como siempre en estos casos, el dibujo es un mixto entre la observación con el filtro OIII y sin él.

Un verdadero reto que pondrá a prueba nuestros cielos, nuestro equipo y nuestra capacidad de observación.

No existe unanimidad sobre la distancia exacta a la que se encuentra esta planetaria, variando entre los 4.600 y los 15.700 años luz. De todas maneras, podemos quedarnos con los 5.000 años luz que aparecen en la página de la ESA, donde también podemos encontrar una bonita fotografía de ella:

Credit: Howard Bond (ST ScI) and NASA/ESA

La estrella central es del tipo Wolf-Rayet, brilla con una magnitud de 15,2, y para hacernos una idea de lo que en realidad estamos viendo, comentar que los gases que la envuelven se están desplazando a una velocidad de 23 km/s

Para finalizar debemos tener presente que en el catálogo NGC, debido a una serie de errores de posicionamiento, resulta que NGC6884 y NGC6766 hacen referencia a esta misma planetaria, también catalogada como PK 82+7.1

viernes, 30 de octubre de 2015

M17 - La nebulosa del Cisne con el SC de 235mm

M17 es una de las nebulosas de emisión más espectaculares que podemos observar con nuestros telescopios desde el hemisferio Norte.

Situada en la constelación de Sagittarius, la podemos localizar fácilmente hasta con unos prismáticos a unos 2,5º al Sudoeste de Gamma Scuti:

Carta Generada con Cartes du Ciel

La primera referencia que tenemos de esta nebulosa aparece en un listado elaborado por Philippe Loys de Chéseaux en 1746, pero al no divulgarse su trabajo de manera adecuada, continuó siendo un objeto básicamente desconocido.

Charles Messier desconocía su existencia hasta que la descubrió el 3 de junio de 1764. En su catálogo le asignó el número 17, y dejó anotado lo siguiente:

“Trazo de luz sin estrellas, de 5’ a 6’ de extensión, en forma de huso, y casi como la de la cintura de Andrómeda (M31), pero de una luz más débil. Está seguida de dos estrellas telescópicas y colocadas paralelamente al ecuador. Con un buen cielo se ve muy bien esta nebulosa por un telescopio ordinario de tres pies y medio. Vuelta a observar el 22 de marzo de 1781”

(Traducción de José Luis Comellas en su libro “Catálogo Messier”).

M17 es una región activa de formación de estrellas, al igual que la nebulosa de Orión, la pena es que se encuentra a unos 5.900 años luz de distancia, mientras que M42 está a sólo 1.300. Y es una lástima porqué M17 se extiende a lo largo de 70 años luz por los 35 de M42, con lo que nos podemos hacer una pequeña idea de lo que sería poder observar M17 si se encontrase en su lugar.

Es conocida como la nebulosa Omega o Nebulosa del Cisne, se extiende en el cielo unos 40’ x 30’y brilla con una magnitud 6,0.

La he podido observar muchas veces a lo largo de todos estos años, y sinceramente, desde unos cielos oscuros nunca decepciona. Sin embargo, tengo que reconocer que si verla con mi SC de 127mm en 2008 (Uno de mis primeros dibujos), me hizo pasar un rato ciertamente emocionante, observarla con mi SC de 235mm es una experiencia inolvidable.

La noche del 19 de agosto de 2015 estaba disfrutando de una noche espectacular, con unas condiciones de observación envidiables y decidí apuntar hacia M17 y dibujarla tal como podía verla con mi SC de 235mm. Y este fue el resultado:



No tengo ninguna duda, es una de las nebulosas más bonitas que podemos ver con un telescopio.

Sólo poner el ojo en el ocular ya pude reconocer su inconfundible forma de cisne, pero está claro que no iba a quedarme ahí.

Fui adaptando la vista a la oscuridad y a medida que lo hacía iba notando cómo alrededor de esta nebulosa más marcada aparecían nuevas zonas con una nebulosidad más tenue. La imaginación vuela y me da la sensación que el cisne se desplaza por las tranquilas aguas de un estanque.

Lo único que puedo decir es que la visión era soberbia.

Después de dibujar las estrellas que veía en el campo del ocular, volví a adaptar la vista a la oscuridad y decidí acoplar el filtro UHC, y sinceramente, hay que decir que valió la pena.

Pude apreciar la zona más marcada de M17 envuelta por la nebulosidad más tenue, que ya había percibido antes, y el añadido de nueva nebulosidad que rodea las estrellas más brillantes que se encuentran en la parte inferior del dibujo y al lado de la zona que podríamos considerar la “cola” del cisne.

Cambié el filtro UHC por el OIII, pero aunque ciertas partes de la nebulosa quedaban más resaltadas, el hecho que desapareciera un gran número de estrellas, hizo que su vista no me resultara tan atractiva como con el UHC o con ningún filtro.

Estuve casi una hora con M17, y tengo que decir que disfruté de cada minuto que dediqué a su observación.