martes, 28 de agosto de 2012

Pease 1 - Planetaria incrustada en M15 en Pegasus

La noche del 21 de agosto de 2012 después de montar el SC de 235mm sobre la montura CGEM, fui a buscar la Nikon D70S con intención de fotografiar uno de los espectaculares cúmulos globulares que nos regalan las noches de verano. El elegido fue M15.

Y este fue el resultado siguiendo los mismos pasos que había utilizado para fotografiar M27. Al final fueron 15 tomas de 30sg. a ISO 1250, 5 darks y 3 Bias apilado con DSS y tratado con Pixinsight LE y Photoshop:


El caso es que aparte de querer practicar un poco más con el tema de la astrofotografía, tenía otro objetivo, que no era otro que intentar cazar con la cámara a Pease 1 (Küstner 648), una nebulosa planetaria incrustada y perteneciente a M15.

En 1921 Friedrich Küstner la catalogó como una estrella de magnitud 13,8, y así quedó la cosa hasta que en 1928 Francis Pease descubrió que en realidad se trataba de una nebulosa planetaria, por lo que es conocida como Pease 1. (También la podemos encontrar catalogada como PK 65-27.1).

Recientes estudios han podido demostrar que realmente se trata de una planetaria relacionada con M15. Su estrella central brilla con magnitud 15, mientras que la planetaria se estima de magnitud 14,6 y un diámetro angular de 3”, un gran reto para observarla en visual, pero más asequible en fotografías. Su edad se estima en tan sólo 4.200 años.

No me atreví a intentar su búsqueda en visual sin antes tener un poco claro qué es lo que iba a ver y dónde debería buscarla. Para este cometido me ha servido de gran ayuda este enlace a una página de “The Royal Astronomical Society of Canada – RASC” donde se explica un poco cómo intentar este difícil, aunque estimulante, reto:

http://ottawa-rasc.ca/wiki/index.php?title=Observing-Challenge-Oct-2008

Cogí mi discreta foto de M15, recorté el cúmulo y roté un poco su posición. Invertí la imagen y siguiendo las indicaciones de la RASC, empecé a imbuirme en el cúmulo en busca de la planetaria, o al menos, la zona donde debería estar.



En primer lugar, localicé un asterismo formado por cuatro estrellas que recuerdan la disposición del “mango de la Tetera” (El asterismo de la constelación de Sagittarius).


En frente de ella se encuentran cuatro estrellas reconocibles que forman lo que la RASC llama el asterismo del “anzuelo”.


A partir del anzuelo, y acercándonos hacia el núcleo de M15, el asterismo que en la página de la RASC bautizan como “grapadora”, aunque para simplificar un poco las cosas, me contento con identificarlo como una “V”.


Trazamos una línea imaginaria que parte de la segunda estrella del “mango de la tetera”, pasa por la estrella central del “anzuelo” y por las dos estrellas que forman las puntas de la “V”.


A continuación trazamos otra línea imaginaria partiendo esta vez del extremo del “anzuelo” y pasando por la estrella que representa la base de la “V”.

En la intersección de estas dos líneas imaginarias encontraremos a Pease 1. Lo ideal llegados a este punto es utilizar un filtro OIII que nos ayudará a la hora de resaltar la nebulosa y poder percibirla.

Por lo que he leído, parece asequible a telescopios a partir de 150-200mm de abertura, por lo que no debería tener demasiados problemas con mi SC de 235mm.


Parece ser que en mi fotografía la he cazado… o por lo menos, he podido identificar la zona donde se encuentra la planetaria. Con esto, de momento estoy satisfecho, ahora me quedará pendiente su observación en visual, pero esto ya será en otra ocasión: ya he vuelto a la ciudad y el grandote se ha quedado en mi pueblo esperando que pueda hacer una escapada los próximos meses.

Sea como sea estoy contento. Es muy divertido de vez en cuando plantearse estos retos en astronomía, y cuanto más cuestan, mejor es la recompensa final cuando se alcanza el objetivo.

miércoles, 22 de agosto de 2012

NGC6664 - Cúmulo Abierto en Scutum

NGC6664, también conocido como Cr 385, es un cúmulo abierto descubierto por William Herschel el 16 de junio de 1784. Está situado a unos 4.900 años luz de distancia y se extiende a lo largo de 17 años luz. Tiene una edad estimada de unos 46 millones de años, siendo incluso más joven que el cúmulo de las Pleiades (M45). Es muy fácil localizar su situación en el cielo, ya que se encuentra en la constelación de Scutum a tan sólo 20’ al Este de Alpha Scuti.

Esta estrella de referencia es realmente bonita y aporta una cierta prestancia al cúmulo, pero no tiene ninguna relación con NGC6664, como se puede ver al comprobar que se encuentra a 199 años luz de nuestro Sistema Solar. Es una gigante roja cuyo tipo espectral es K3III y brilla con una magnitud variable que oscila entre la 3,81 y la 3,87.

Pero que sea fácil de localizar no quiere decir que sea fácil su observación. La noche del 10 de agosto de 2012 tuve unas condiciones favorables para disfrutar de NGC6664: noche oscura, una casi inexistente contaminación lumínica y un telescopio de buena abertura (SC de 235mm). Sólo un inconveniente: una ola de calor de aire sahariano que nos ha dejado el cielo lleno de partículas en suspensión. Este fue el dibujo que hice:


Y digo que no es fácil de observar, porqué NGC6664 está formado por estrellas que brillan con magnitud 10-11, cosa que exige unos cielos libres de contaminación lumínica. Por otro lado, al ser tan extenso (16’), como mejor se observa es a bajos aumentos, por lo que en teoría sería ideal observarlo desde cielos oscuros con mi SC de 127mm. Pero esta noche sólo dispongo del SC de 235mm y tengo que utilizar el ocular Hyperion de 31mm que me proporciona los 75x aumentos que utilizo para dibujar lo que estoy viendo.

Nada más poner el ojo en el ocular destaca casi de manera impertinente la brillante y espectacular Alpha Scuti. Me entretengo un instante apreciando su color anaranjado, pero enseguida me centro en la búsqueda de NGC6664 y me doy cuenta de manera casi automática que si Alpha Scuti es bonita… el cúmulo no se queda atrás.

A medida que voy adaptando mejor la vista a la oscuridad voy apreciando mejor este grupito de estrellas desperdigadas que ocupan casi el 80% de campo del ocular. En cierta manera me recuerda la forma de un abanico estelar. La gran mayoría de sus componentes las veo de color entre azulado y blanco metálico, aunque alguna estrella me parece notarla cierto color amarillento.

Un cúmulo abierto exigente, pero de agradable observación si disfrutamos de las condiciones adecuadas. Bueno, la condición irrenunciable es la de unos cielos oscuros, de lo contrario, en el mejor de los casos NGC6664 nos defraudará, o en el peor, incluso puede llegar a pasarnos completamente inadvertido.

domingo, 19 de agosto de 2012

M22 y 24 Sagittarii - Observación con prismáticos en Sagittarius

Tiempo de verano. Mucho bochorno. Estos días estamos padeciendo una ola de calor con viento cargado de polvo en suspensión proveniente del Sahara. El cielo, aunque se encuentra despejado, no ofrece una buena transparencia.

La noche del 17 de agosto de 2012 después de cenar estaba tomando el fresco y me dio un poco de pereza montar el telescopio, pero eso no quiere decir que no tuviera ganas de echar una miradita amistosa al cielo. Así que con esta intención cogí los prismáticos 15x70, los monté en el trípode y me dispuse a disfrutar de la calurosa noche.

Lo primero que hice fue observar sin un objetivo fijo a lo largo de toda la Vía Láctea, empezando por Sagittarius y terminando en Cassiopeia. Todo un espectáculo cuando se disfruta de cielos oscuros. Después me entretuve un rato por las constelaciones del Cisne, comprobando que puedo desdoblar perfectamente Albireo con mis 15x70; y por Lyra. Localicé sin ningún problema M27, la nebulosa de la Haltera en Vulpécula, una manchita difusa de forma prácticamente rectangular. Y entonces pensé en centrarme un poco y apuntar a M22, uno de los globulares más espectaculares que podemos observar.


Pudiéndose ver bien la forma del asterismo de la Tetera que representa la constelación de Sagittarius, es muy fácil su localización. Normalmente lo encuentro sin ninguna dificultad a partir de Kaus Borealis, de la que se encuentra a unos 2,5º;  aunque también se puede buscar trazando una línea recta partiendo de Tau Sagittarii y pasando por Nunki. Aproximadamente a dos veces esta distancia encontraremos M22.

Esta noche, debido a la mala visibilidad, sólo se ven con comodidad las estrellas más brillantes, pero M22 se presenta aun así, realmente espectacular. Animado por lo que veo me decido a sacar el lápiz y el papel para hacer un rápido boceto de lo que estaba observando:


Las cuatro estrellas que se encuentran a la derecha del cúmulo, en el dibujo, proporcionan un plus estético al conjunto. Las tres más brillantes forman un bonito triángulo, destacando entre ellas 24 Sagittarii, de magnitud 5,5.

Es un bonito asterismo que a lo mejor suele pasar inadvertido al estar a sólo medio grado del magnífico globular, pero vale la pena prestarle un poco de atención. Entonces recuerdo que a raíz de una observación que hice de NGC2017 (http://laorilladelcosmos.blogspot.com.es/2012/01/ngc2017-hj3780-asterismo-en-lepus.html) Mariano Gibaja me recomendó precisamente que le echara un vistazo a este asterismo. Me queda pendiente su observación telescópica, pero esta primera aproximación con los prismáticos 15x70 promete.

24 Sagittarii con su clase espectral M4Ia, según me aparece en el Starry Night, destaca por su color anaranjado, sobre el resto del grupo, que está formado por las blanco-azuladas 25 Sgr (mag.6,5); HIP90953 (mag. 6,8) y en el centro de todas ellas TYC6858-640-1 (mag. 7,6). Por la zona veo también en el programa que hay más componentes dignas de mención, pero hoy con los 15x70, sólo he podido ver las que he mencionado. Un aliciente más para la futura observación con el telescopio.

Vuelvo a fijarme en todo el generoso campo que me ofrecen los prismáticos, unos 4º, y veo que hay varias estrellas amarillentas bastante atractivas, pero sin duda, M22 ya exige que le preste toda la atención que se merece. Esta noche lo veo sin ningún problema, bien marcado, pero las condiciones de observación me limitan un poco y tengo que contentarme con disfrutar de una manchita blancuzca, redondeada y sin poderla resolver. Pero curiosamente no me siento defraudado… hay que ver lo potente que es este cúmulo que aguanta tan bien el tipo en condiciones adversas.

Bueno, de hecho hoy lo he visto “a lo Messier”, quien lo observó el 5 de junio de 1764 y anotó: “Esta nebulosa es circular. No contiene ninguna estrella”…

Ya iba a dar por buena la sesión de observación cuando me doy cuenta que debería ver en el campo del ocular un pequeño cúmulo globular catalogado como NGC6642. Para ser sincero, me había pasado completamente por alto, pero sabiendo lo que voy a buscar, adapto lo mejor que puedo la vista, utilizo visión lateral, y en el lugar donde se supone que debe encontrarse el pequeño globular, noto como una estrellita desenfocada que ahora aparece, ahora desaparece. El hecho de percibir el resto de estrellas bien puntuales me hace pensar que, efectivamente he podido cazar este pequeñito cúmulo. Está más o menos trazando una línea recta desde 25 Sgr pasando por 24 Sgr, a unas tres veces la distancia entre ellas. Sin lugar a dudas, el gran reto de la noche. A lo mejor con un cielo más transparente se podría percibir mejor. En fin, otra vez será.

Ahora sí, doy por acabada la observación. Me voy a dormir fresquito, relajado y satisfecho, pensando que qué se puede pedir más a una noche verano.

miércoles, 15 de agosto de 2012

Tutorial: Fotografía de M27 por un Principiante (Para Principiantes)

El pasado 13 de agosto de 2012 decidí dejar por un día la observación astronómica e intentar fotografiar algún objeto de cielo profundo. El elegido fue la Nebulosa de la Haltera, M27, en la constelación de Vulpécula.

No soy ningún experto astrofotógrafo, de hecho podría considerarse que soy un principiante total y como tal, soy el primero en saber valorar todo el trabajo y tiempo de dedicación que hay detrás de las formidables imágenes que nos presentan por internet los que sí pueden definirse como buenos fotógrafos astronómicos.

Pero como principiante que soy, también entiendo a muchos astrónomos aficionados que empiezan con la afición y desean en un momento dado fotografiar aquello que tanto les impresiona observar con sus telescopios. Y entiendo sus frustraciones (yo he pasado por ellas) al comprobar que no es tan sencillo, que de hecho, conseguir una fotografía de cielo profundo medianamente aceptable es bastante complicado.

No es suficiente tener un telescopio y una cámara. Hay que tener un telescopio, una montura adecuada, una técnica a la hora de realizar las fotografías, unos conocimientos para después utilizar los programas que nos permitirán exprimir al máximo nuestras fotografías… Realmente, no es sencillo, y más si no tenemos a nadie al lado que pueda ir guiándonos en el proceso de aprendizaje. Y esto puede desanimar a muchos.

Como digo la otra noche intenté poner en práctica todo lo que he aprendido sobre fotografía astronómica (que no es mucho), y quedé tan contento con el resultado que decidí elaborar un tutorial con todo el proceso que he seguido. Desde el principio al fin, cosa que he encontrado a faltar en algún momento en que me perdía entre conceptos generales y técnicas demasiado específicas que no acababa de entender muy bien cuando estaba empezando a interesarme en la astrofotografía.

Este es el resultado final de la noche:


Cámara Nikon D70S acoplada al telescopio SC de 235mm y reductor de focal F6,3 sobre montura ecuatorial alemana CGEM. 14 fotografías en modo RAW de 45sg. de exposición cada una, a ISO 1250. 3 tomas “dark” de 45sg. de exposición a ISO 1250. Apilado de las imágenes con Deep Sky Stacker (DSS), y procesado con Pixinsight LE y Photoshop Elements v.8

Y este un recorte de la nebulosa tomada de la misma fotografía:


Evidentemente, la fotografía es mejorable. Se podría aumentar los tiempos de exposición mejorando el guiado; se podrían realizar un mayor número de tomas; se podría sacar mucho más partido a las posibilidades que ofrece el software… pero mi intención era la de mostrar una guía paso a paso elaborada por un principiante y dedicada a quien empieza a interesarse por este fascinante mundo de la astrofotografía.

Podéis descargar gratuitamente el tutorial “Fotografía de M27 por un Principiante (Para Principiantes)” en esta dirección:

http://www.bubok.es/libros/216436/Fotografia-de-M27-por-un-Principiante

Espero que pueda resultar útil a alguien.

domingo, 12 de agosto de 2012

NGC6522 y NGC6528 - Pareja de Globulares en Sagittarius

Son curiosas las asociaciones que hacemos en ocasiones. Cuando miramos por nuestros telescopios los planetas del Sistema Solar tenemos la impresión de estar observando algo cercano y familiar. Después vemos que Neptuno se encuentra a unos 4.500 millones de kilómetros del Sol (30 UA). Pero no contentos con ello, cualquier objeto perteneciente a nuestra Vía Láctea (con un diámetro estimado de 100.000 años luz), mantiene el prestigioso estatus de ser “uno de los nuestros”. Tan sólo nos concienciamos de estar viendo algo realmente lejano cuando estamos observando otra galaxia diferente a la nuestra.

El caso es que el pasado 16 de junio de 2012 observando dos cúmulos globulares de la constelación de Sagittarius que pueden verse en el mismo campo a bajo aumento, tuve la sensación de estar escrutando una zona celeste que, en condiciones normales estaría vedada a nuestros ojos.

Estos dos globulares se encuentran justo a 4º de nuestro Centro Galáctico, zona escondida visualmente por culpa de las densas nubes de gas y polvo que se interponen entre la Tierra y el centro de nuestra galaxia. Sin embargo, existe una pequeña área donde estas aglomeraciones de polvo interestelar están más dispersas y nos permiten “ver” a través de ellas con mayor facilidad. Esta zona recibe el nombre de Ventana de Baade, en honor a su descubridor, Walter Baade (1893-1960), un astrónomo estadounidense de origen alemán, el cual a través de esta “ventana” estudió estrellas variables de tipo RR Lyrae situadas en el bulbo de nuestra galaxia para determinar la distancia a la que nos encontramos de él. Esta distancia está estimada en unos 27.000 años luz.

Los dos cúmulos globulares que comentaba son NGC6522 y NGC6528 y ambos tienen el aliciente de estar situados en el mismo bulbo galáctico. De hecho un estudio realizado en 2009 por un equipo de la Universidade de São Paulo en Brasil dirigido por Beatriz Barbuy, estimó que NGC6522 se encuentra a tan sólo 6.500 años luz del centro de la Vía Láctea. Aunque en otras fuentes la distancia se reduce a los 2.000 años luz.

http://spider.seds.org/spider/MWGC/n6522.html
http://spider.seds.org/spider/MWGC/n6528.html

Con estos interesantes antecedentes, como he comentado, el pasado 16 de junio apunté mi SC de 235mm desde unos cielos oscuros hacia la “ventana” abierta hacia nuestro bulbo galáctico para observar NGC6522, probablemente el cúmulo globular más antiguo de nuestra de la Vía Láctea y su compañero NGC6528, separados entre sí por unos 700 años luz de distancia.

Este es el dibujo que hice con el ocular Hyperion de 31mm que me proporcionaba unos confortables 75x que me permitían observar los dos globulares en el mismo campo:


Realmente espectacular. No sé cómo no había observado antes esta pareja tan peculiar que se encuentra enmarcada en un campo estelar muy atractivo. Como curiosidad comentar que el grupito de cinco-seis estrellas que brillan con magnitud 9-10 y que se encuentran en el centro del campo del ocular me recuerdan en cierta manera la disposición de las Hyades en Taurus con Aldebaran al frente.

El globular que se encuentra en la parte superior del dibujo es NGC6522, situado a unos 25.100 años luz de distancia es más brillante y extenso que su acompañante. Presenta una marcada forma redondeada y es visible ya desde un primer momento. No soy capaz de resolverlo.

NGC6528, a 25.800 años luz, es también irresoluble. Estimo que aproximadamente en visual representa la mitad en tamaño que NGC6522 (Más tarde leo que el primero abarca 3,7’ mientras que NGC6522 un poco más del doble, 9,4’). Es significativamente más débil, pero adaptando un poco la vista a la oscuridad, no cuesta nada percibirlo, de manera que se puede disfrutar sin ningún problema de los dos globulares a la vez.

Esta noche, a pesar de tener un buen “seeing” 4/5 (Siendo 5=Óptimo), he tenido que luchar con manadas de nubes bajas que iban pasando por la zona y que la final han acabado tapando la constelación de Sagittarius. Por suerte he tenido tiempo de acabar la observación. Es la primera vez que miro a través de dos ventanas… la ventana abierta entre las nubes bajas, y la ventana de Baade…

Sea como sea, una panorámica sensacional. Muy interesante a la hora de observar, tanto por su atractivo estético, que es mucho, como por su importancia científica.

Para terminar adjunto una discreta foto hecha por mí de la zona:

Pinchar en la foto para verla más grande


domingo, 5 de agosto de 2012

NGC6520 y B86 - Cúmulo Abierto y Nebulosa de Absorción en Sagittarius

Existen varios tipos de nebulosas hacia las que podemos dirigir nuestros telescopios y disfrutar de sus delicadas y caprichosas formas.

Las nebulosas de emisión son aquellas que podemos ver gracias a que una estrella muy caliente emite la suficiente radiación ultravioleta para excitar el gas de la nebulosa. Suelen ser nebulosas asociadas a regiones de formación estelar, como M42.

Las nebulosas de reflexión son nubes de polvo que se limitan a reflejar la luz emitida por estrellas cercanas a ellas, como es el caso de la nebulosidad que envuelve las estrellas de M45.

Las nebulosas planetarias son las capas externas del gas que expulsa una estrella en las últimas etapas de su evolución, como M57.

Estos tres tipos de nebulosas son relativamente fáciles de observar, tan sólo necesitamos nuestro telescopio y cielos oscuros para disfrutar de ellas sin demasiado esfuerzo por nuestra parte. Pero queda una última clase de nebulosas, que si bien son fácilmente observables en fotografía, representan un reto exigente en visual. Se trata de las nebulosas de absorción, también conocidas como nebulosas oscuras. Son nubes de polvo interestelar que no se ven afectadas por la presencia de ninguna estrella y que sólo puede ser detectada por contraste respecto a un fondo estrellado.

Muchas veces he estado observando las constelaciones de Sagittarius y Scorpius, una zona rica en este tipo de nebulosas, por lo que aunque sea de manera inconsciente, por alguna nebulosa oscura habré pasado, sin embargo nunca me había planteado ir a la caza de alguna de ellas hasta la noche del 15 al 16 de junio.

Lo que más me inquietaba a la hora de planificar la observación de nebulosas oscuras era que no fuera capaz de identificarlas correctamente, confundiendo zonas libres de estrellas brillantes con la nebulosa. Pero al final pude encontrar en la constelación de Sagittarius una nebulosa de absorción, la Barnard 86 (B86), que puede ser perfectamente identificada gracias a dos vecinos inconfundibles: el cúmulo abierto NGC6520 y la estrella HIP88384.

Desde cielos oscuros y con mi SC de 235mm apunté hacia la zona donde debería encontrarse B86 y después de mucho rato de observación y comparaciones con las cartas estelares que me imprimí para la ocasión, acabé haciendo el dibujo correspondiente:


Aunque no seamos capaces de detectar la nebulosa, la zona bien vale una visita. Lo que primero me llama la atención es una fila de 4 estrellas que brillan alrededor de la 9ª magnitud que se encuentran formando una línea recta con la brillante HIP88384 (mg. 6,68). Empiezo bien, ya que el cúmulo abierto NGC6520 se encuentra situado alrededor de la 2ª y 3ª estrellas que forman esta línea que comento, empezando a contar por la izquierda en mí dibujo. Es un cúmulo delicado, no demasiado brillante, pero está formado por un buen número de estrellas alrededor de la 11-12 magnitud que desde un cielo sin contaminación lumínica lo hacen realmente espectacular. Si intento abstraerme del influjo del brillo de las estrellas de menor magnitud, el cúmulo es muy, pero que muy bonito. Suerte de la abertura de 235mm, con el SC de 127mm supongo que también lo hubiera podido ver, pero creo que el cúmulo no resultaría tan evidente.

Localizado el cúmulo, me fijo ahora en HIP88384, que se encuentra justo en la base de la nebulosa, la referencia definitiva para localizarla. Esta estrella brilla con magnitud 6,69 y muestra un bonito color amarillento-anaranjado gracias a su clase espectral K4 III.

Llegados a este punto me fijo en un “caminito” estelar en la parte superior del dibujo formado por una hilera bien definida de estrellas alrededor de la magnitud 11-12 que van en paralelo a la línea de estrellas más brillantes que he comentado al principio.

Y aquí es cuando empieza mi confusión. La amplia zona situada entre estas dos “filas” de estrellas la veo vacía, por lo que me digo: “Aquí está, B86”. Pero consultando seguidamente con el programa Starry Night, veo que B86 no es tan extensa, sino que tan sólo abarca la zona que al final he terminado dibujando. El resto que en un principio me ha parecido parte de la nebulosa oscura, no es tal, sino que por la zona se encuentran estrellas de magnitudes de la 13ª en adelante. Por lo menos esta noche, demasiado exigentes para mi telescopio… y para mi vista. En definitiva, esto ha provocado mi primer error a la hora de identificar la nebulosa de absorción, pero por suerte el programa me ha ayudado con la observación.

Las nebulosas oscuras en fotografía son realmente impresionantes, pero en visual su observación necesita que nos acerquemos a ellas con una mentalidad completamente diferente a la que tenemos cuando observamos objetos, digamos, más habituales… zonas libres de estrellas “brillantes” pueden jugarnos malas pasadas cuando estamos buscando nebulosas de absorción. Es indispensable disfrutar de cielos oscuros para ser capaces de percibir el mayor número de estrellas que nos permitan un claro contraste respecto a las nubes de polvo interestelar.

La experiencia con B86 ha sido la primera que he tenido con una nebulosa de este tipo y aunque haya quedado un poco confuso con ella, me ha servido para intentar con más ganas la observación de otras nebulosas oscuras.