jueves, 25 de agosto de 2011

NGC5985, NGC5982 y NGC5981 - Trío galáctico en Draco

En la revista Sky & Telescope de agosto de 2011 aparece un artículo de Ken Hewitt-White titulado “A Galaxy Sampler in Draco”, que se podría traducir a grosso modo como “Un muestrario galáctico en Draco”. Y visto lo visto, no es para menos.

En condiciones normales, es decir, disponiendo sólo de mi SC de 127mm para observar desde unos cielos con cierta contaminación lumínica, no me hubiese detenido mucho tiempo en este artículo, sin embargo, teniendo estos días como tenía la posibilidad de observar desde unos cielos oscuros con mi SC de 235mm, me picó un poco la curiosidad y decidí intentar la observación de los tres objetos que componen el muestrario: las galaxias NGC5985, NGC5982 y NGC5981.

La peculiaridad de estre trío galáctico es que se pueden observar perfectamente a bajos aumentos en el mismo campo del ocular, presentando de un solo golpe de vista, las diferentes apariencias de la mayoría de galaxias que podemos esperar ver a través de nuestros telescopios.

Por un lado tenemos NGC5985 (AR: 15h 39,6m; Dec. +59º 20’), una galaxia espiral de tipo Sb I, con una magnitud visual de 11,1 y un tamaño angular de 5,5’x3,0’. Está situada a unos 117.680.000 años luz de distancia y se nos presenta, en visual, de cara. Por lo que con un telescopio de gran abertura es posible apreciar sus brazos espirales.

A continuación nos encontramos con NGC5982 (AR: 15h 38,7m; Dec. +59º 21’), una galaxia elíptica de tipo E, con una magnitud visual de 11,1 y un tamaño angular de 2,6’x1.9’, con un núcleo muy marcado envuelto por un halo difuso.

Y para concluir tenemos NGC5981 (AR: 15h 37,9m; Dec. +59º 23’), una galaxia espiral de tipo Sb C, con una magnitud visual de 13,0 y un tamaño angular de 2,7’x0,3’, a diferencia de NGC5985, no se presenta de cara, sino de canto, de manera que se muestra como una fina línea.

Con estos antecedentes, la noche del 19 de agosto de 2011, con unos cielos oscuros, sin Luna, un seeing de 4/5 (Siendo 5=óptimo) apunté mi SC de 235mm hacia la constelación de Draco, donde debería ver esta tríada galáctica. Este mes de agosto se ha caracterizado por la presencia casi diaria de nubes bajas amenazadoras que, al final, se acababan adueñando del cielo. Y esta noche no fue una excepción. Así que tuve que ir más rápido de lo que hubiera deseado.

Este es el dibujo que hice a 94x donde aparecen las tres galaxias en el mismo campo:


Pensaba, a partir del artículo de S&T y de las fotos, que observar este trío sería una tarea fácil, pero no lo ha sido en absoluto. Con todo, ha valido la pena el esfuerzo y el tiempo dedicado.

En un primer vistazo se ve perfectamente NGC5982, la galaxia del centro del dibujo. Un núcleo muy marcado y redondeado, con cierta tendencia ovalada, envuelto por un halo bastante extenso que se va haciendo más evidente a medida que voy adaptando mejor la vista a la oscuridad. Por el contrario, de las otras dos galaxias... ni rastro.

Por suerte hay las suficientes estrellas brillantes que sirven de perfectos puntos de referencia para saber dónde buscar. Arriba a la izquierda del dibujo hay un triángulo formado por tres estrellas (HIP76721, mag. 9,65; TYC3875-169-1, mag. 11,65; TYC-3875-329-1, mag. 11,46) que apuntan directamente a NGC5985. Miro con visión lateral y poco a poco voy notando una manchita ovalada, difusa, extensa, débil, evanescente... lo que sí es cierto es que una vez percibida, después es más fácil “verla”.

De la tercera galaxia, ni rastro.

Me centro en localizar NGC5981, y para ello intento olvidarme de NGC5982 y NGC5985 y me centro en la estrella de la zona inferior central del dibujo, TYC3875-524-1, de magnitud 10,75. La galaxia debería encontrarse justo a su lado. ¿Es posible que el brillo de la estrella canibalice NGC5981?. Es posible, pero no me doy por vencido.

Después de un buen rato, mirando de reojo y moviendo ligeramente el tubo, noto una fina línea etérea, casi, casi imperceptible... con una habilidad especial de desaparecer a la más mínima que no me concentro exclusivamente en ella. Pero allí está, NGC5981.

De todas maneras es un poco frustrante. Paradójicamente, tengo las tres galaxias localizadas. Las he visto las tres, pero cuando intento tener una visión de conjunto, NGC5982 acapara todo el protagonismo, provocando que NGC5982 se vea peor... y que NGC5981... ¡desaparezca!. Supongo que debe ser alguna jugada de nuestra percepción cerebral.

Quise observar las galaxias de manera individual y forzando aumentos, pero las dichosas nubes bajas volvieron a obligarme a terminar la noche de observación antes de lo que hubiera querido. Otra vez será.


De todas maneras, una parte de cielo muy didáctica y espectacular que precisa de cielos oscuros, aberturas generosas y una buena dosis de paciencia.

viernes, 19 de agosto de 2011

Plutón - 17 y 18 de agosto de 2011

En el libro “Astronomía para todos en 12 lecciones” – James Ferguson – José Ciganal y angulo, publicado en 1829, aparecía la siguiente relación de los planetas pertenecientes al Sistema Solar: Mercurio, Venus, La Tierra, Marte, Vesta, Juno, Ceres, Palas, Júpiter, Saturno y Herschel (hoy lo conocemos como Urano).

Y cuando yo debía tener seis o siete años, en el colegio me enseñaron que eran nueve los planetas del Sistema Solar: Mercurio, Venus, La Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón.

Entre añadidos y descartados la lista había variado significativamente, pero a esa edad yo me limité a aprender de memoria lo que me enseñaban y a hacer volar mi imaginación infatil viajando en una rápida nave espacial de un planeta a otro... hasta llegar a Plutón y decidir que en el planeta más alejado del Sol instalaría mi base desde donde exploraría más allá del espacio conocido... Una especie de Star Trek adaptada a los juegos de un niño. Desde entonces Plutón se convirtió en mi planeta preferido.

Pasó el tiempo. Aprendí muchas cosas y los juegos infantiles quedaron atrás. Sin embargo, Plutón siempre ha sido especial para mi.

Con estos antecedentes no es de extrañar que el 24 de agosto de 2006 viendo la resolución tomada por la IAU (Unión Astronómica Internacional) en la que se determinaba que Plutón no era un planeta, sino un planeta enano, no me alegrara, por muy científica que fuera, de la decisión tomada.

Para situarnos un poco, comentar que un planeta enano es aquél que orbita alrededor del Sol, presenta una forma casi esférica, no es un satélite de ningún otro cuerpo estelar y no ha limpiado la vecindad de su órbita de otros cuerpos más pequeños.

Asímismo, Plutón está considerado actualmente el mayor de los cuerpos categorizados como plutinos, objetos más allá de Neptuno que, mientras éste efectúa tres órbitas alrededor del Sol, ellos sólo orbitan dos. Estos cuerpos, además, pertenecen al cinturón de Edgeworth-Kuiper.

Pero vayamos al principio. Plutón fue descubierto el 18 de febrero de 1930 por Clyde W. Tombaugh mientras estaba trabajando en el Observatorio Lowell en Flagstaff, Arizona, EEUU. Su método consistía en fotografiar el cielo en dos momentos distintos y después comparar las placas superponiéndolas para detectar de esta manera cambios de posición de cuerpos respecto a las estrellas de fondo.

Con el tiempo se ha llegado a descubrir que Plutón posee cuatro satélites conocidos: Caronte, Hidra, Nix y P4. (1)

Plutón presenta un diámetro de tan sólo 2.290 km. y se encuentra a una distancia media del Sol de 39,5 UA (Unidades Astronómicas), ahora está “solamente” a 32,078 UA. Brilla, actualmente, con magnitud 14,0, ofrece un tamaño angular de 0,1”..., por todo ello su observación con telescopios de aficionado no es una tarea fácil, pero mi espíritu de niño ha sido el que me ha empujado a intentar observar Plutón con mi SC de 235mm.

De esta manera, uno de mis objetivos principales de observación este verano de 2011, con cielos oscuros, mi telescopio grandote, unas semanas de vacaciones... era “ver” Plutón a través del ocular y fotografiar su movimiento. Pero a pesar del entusiasmo no había contado con las nubes, omnipresentes nubes de agosto, que me han condicionado de manera inmisericorde mis observaciones estivales.

La noche del 16 de agosto apunté el telescopio hacia Y Sagitarii, una estrella variable de magnitud 5,75 que estos días sirve de perfecta referencia a la hora de localizar al planeta enano. La intención era dibujar a bajos aumentos la zona para, posteriormente, ayudado por unas cartas de situación publicadas en la revista “Astronomy” de agosto y del Starry Night, intentar “descubrir” el lugar donde se encontraba Plutón.

El dibujo que hice fue éste, donde Y Sag se encuentra en la parte superior derecha:


Una vez hecho el dibujo, la intención es poner más aumentos e ir saltando de estrella en estrella hasta localizar Plutón. Pero delante de mi pasmo y desesperación, las nubes bajas se adueñan de la zona sur del cielo y hacen inviable cualquier tentativa al respecto.

Con la cola entre las piernas y con el dibujo general... donde no hay ni rastro de Plutón, me dedico a otras observaciones y aparco la tarea para mejores momentos. La buena noticia es que más tarde compruebo que estoy en la zona correcta.

La noche del 17 de agosto de 2011 el panorama es similar al del día anterior: nubes bajas amenazadoras que se van acercando de la costa a la montaña. No hay tiempo que perder. Monto el telescopio y lo apunto hacia la zona de Y Sag. Localizo el ya familiar campo estelar y sin pérdida de tiempo tomo una fotografía con la Nikon D70S. Quito la cámara, pongo el ocular y voy adaptando la vista a la oscuridad. Anteriormente, con la ayuda del Starry Night y de mi dibujo general he memorizado el lugar donde tendría que estar Plutón, de esta manera evito deslumbrarme al no tener que abrir la linterna roja e ir comparando estrellas con el planisferio y lo que veo por el ocular.

Llego al punto exacto de “encuentro”, el triángulo formado por las estrellas TYC6273-66-1 (Mag. 11,46), USNO J1820585-190053 (Mag. 12,25) y TYC6273-1408-1 (Mag. 11,90). Justo al lado de ésta última debería poder ver Plutón... pero no lo veo.
Con un ojo en la bruma y el otro en el ocular voy forzando aumentos, hasta llegar a la friolera de 470x (por suerte el seeing de la noche acompaña), y es entonces cuando en un momento dado veo un puntito de luz que aparece y desaparece. Respiro hondo, miro con visión lateral... otra vez el puntito, que vuelve a desaparecer.

Después de estar un buen rato llego a la conclusión que, por lo menos está noche, no voy a conseguir nada mejor, así que abro la linterna y dibujo lo que he visto.

Al día siguiente, miro la fotografía, donde aparece Plutón, y mi dibujo, y más o menos coincide. Se supone que he “visto” Plutón, pero era algo tan fugaz que tengo miedo de que no hayan podido ser más mis ganas que no la realidad...

Noche del 18 de agosto de 2011. Vuelvo al ataque, las dichosas nubes bajas al acecho (esta vez más amenazadoras que ayer), y Plutón esperando. A contrarreloj hago la foto correspondiente, y a continuación el mismo proceso que ayer hasta llegar a los 470x. Ya me conozca la zona como el camino de casa al trabajo... y ante mi alegría, compruebo que esta noche, veo un puntito un poco más claro haciendo una L con TYC6273-66-1 y TYC6273-1408-1, un puntito que no recuerdo de la noche anterior. Nada fácil de ver, pero claramente situado. Por el contrario, en el lugar donde estaba Plutón ayer, nada de nada.

Este es el dibujo que hice donde “punteé” la posición de Plutón la noche del 17 y la del 18 de agosto de 2011:


Y este es el fotomontaje del movimiento del planeta con el recorte de dos fotografías hechas con mi Nikon D70S a foco primario del SC de 235mm:

Pinchar en la foto para ver la animación

En conclusión: he cazado a Plutón en visual. Toda una hazaña que ha hecho aflorar en mi el niño que llevo dentro imaginando mi nave orbitando ese lejano planeta... bueno, planeta enano.


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(1) Actualización del número de satélites y sus nombres, por ahora son cinco: Caronte, Hidra, Nix, Cerbero y Estigia.

(2) Actualización fotográfica, Sonda New Horizons:

APOD - 15 de julio de 2015
 

miércoles, 17 de agosto de 2011

NGC6445 - Nebulos planetaria de la Caja en Sagittarius

Desde que me compré el telescopio de 235mm mis expectativas ante la observación de nebulosas planetarias han cambiado radicalmente. Salvo honrosas excepciones (M27, M57, M76, M97...) al observar planetarias con mi SC de 127mm no pasaba de ver, con mejor o peor fortuna, pequeños redondeles difusos. Con mayor abertura, esta clase de objetos muestran su mejor aspecto.

La noche del 16 de agosto de 2011 tuve la oportunidad de apuntar el telescopio de 235mm hacia NGC6445, una nebulosa planetaria conocida como la Nebulosa de la Caja (Box Nebula) que podemos localizar en la constelación de Sagittarius, unos 2º al suoreste del cúmulo abierto M23.

Se estima que NGC6445 se encuentra a unos 4.500 años luz de distancia y fue descubierta en 1786 por William Herschel. Es una planetaria bipolar asimétrica, con una estrella central que brilla con una prohibitiva para nuestros telescopios, magnitud 19.

Yendo a contrarreloj, ya que la Luna asomaba amenazadoramente la cabeza brillando en un 91% de su superficie y comiéndose poco a poco al oscuridad de la recién empezada noche, apunto el telescopio hacia la “Box Nebula”. Con el ocular de 25mm (94x), me encuentro, curiosamente tratándose de la constelación de Sagittarius, con un campo estelar pobre... y lo que es peor, ni rastro de la planetaria.

Por suerte, el sistema “go to” de la montura funciona a la perfección y “sé” que la nebulosa debe encontrarse ahí. Pongo más aumentos (146x)... y continúo sin tener noticias de la nebulosa. Empiezo a preocuparme y pensar que he perdido mi carrera con la Luna. Como último recurso añado el fitro OIII y veo como desaparecen de golpe las estrellas más débiles. Voy acostumbrando la vista a la nueva situación... y de pronto percibo una manchita muy tenue que va mostrándose cada vez más clara.


La veo con unos límites bastante marcados y con cierta forma rectangular, característica que es la principal causa de su nombre común. Es bastante grande, comparada con otras planetarias que he visto, pero, por lo menos esta noche, soy incapaz de distinguir ningún detalle en especial. Sea como sea, paso un buen rato con ella, disfutando de su forma de “caja” y dibujándola alternando la visión con y sin filtro OIII.

Si visitamos los incontables alicientes de Sagittarius, si disponemos de unos cielos oscuros, buen seeing y generosa abertura, vale la pena hacerle una visita.

jueves, 11 de agosto de 2011

NGC6503 - Galaxia en Draco



Para bien o para mal, no existe el telescopio perfecto. Un telescopio de gran abertura como mi SC de 235mm sobre la montura ecuatorial CGEM puede tener un peso prohibitivo para cualquier persona con pocas horas de gimnasio a sus espaldas; puede necesitar más de una hora para montarlo y aclimatarse; puede ser más que sensible al mal seeing; puede ocupar el 20% útil de la superficie de cualquier piso; puede no ser la opción más barata... sin embargo, observar galaxias desde un lugar oscuro con él, permite equilibrar un poco la balanza de sus pros y sus contras.

La noche del 8 de agosto de 2011 no era la más adecuada para la observación de cielo profundo. Primero por el viento que soplaba y que dificultaba la utilización de altos aumentos; y segundo, por la Luna que brillaba en un 76% de su superficie. Y con todo, me animé a apuntar el telescopio hacia una galaxia situada en la constelación de Draco de la que había tenido noticia gracias al libro de Stephen James O’Meara, “Hidden Treasures” (HT85). Concretamente se trata de NGC6503, una galaxia espiral situada a unos 17 millones de años luz de distancia.

Fue descubierta en 1854 por Arthur von Auwers y pertenece a la Nube de Galaxias de Coma-Sculptor, presentando un diámetro de 30.000 años luz.

A pesar de la incordiante presencia de la Luna, NGC6503 aguantó muy bien el tipo, presentando a pocos aumentos y en un primer vistazo, una marcada forma alargada. Me recuerda, en cierta manera, una “mini” galaxia de Andromeda.

Pongo más aumentos (146,88x) y decido hacer ya el dibujo. El campo del ocular no está demasiado poblado de estrellas, pero destacan dos de brillantes. En la parte superior del dibujo aparece la TYC-4432-1389-1 que brilla con magnitud 9,06 y que parece querer alejarse del escenario galáctico. Todo lo contrario de HIP87295 (mag. 8,59), que proxima a la galaxia, parece aspirar a un co-protagonismo con NGC6503 gracias a su clase espectral K5 y el bonito color amarillo/anaranjado que presenta. De hecho, por un lado sirve para conseguir un enfoque más fino, pero por otro, parece deslumbrar un poco afectando en cierta manera la vista de la galaxia. De todas formas, a lo mejor son imaginaciones mías fruto de la presencia de la Luna.

En paralelo a la galaxia, formando una línea recta junto con HIP87295, me fijo, con alguna dificultad, en otra estrellita, la TYC4432-808-1, que brilla con una débil magnitud de 12,62 y que puede servir de perfecto baremo a la hora de valorar la contaminación lumínica que sufrimos y las posibilidades de nuestro telescopio.

La galaxia, como he comentado, la veo alargada, con un núcleo ovalado central muy marcado envuelto por un halo que ofrece zonas más o menos oscuras, imposible de dibujar, pero perfectamente visibles. NGC6305 es bastante extensa y ofrece un espectáculo muy interesante. Todo ello invita a una próxima visita intentando aprovechar unos cielos más oscuros. Seguro que tendrá una buena recompensa.

miércoles, 10 de agosto de 2011

El Cometa C/2009 P1 - Garradd el 8 de agosto de 2011

El 2 de agosto de 2011 tenía anotado en la agenda visitar por primera vez el cometa C/2009 P1 Garradd, aprovechando que pasaba a tan sólo 45’ del espectacular cúmulo globular M15. Pero llegado el día, al levantar la cabeza hacia el cielo, tan sólo vi nubes y más nubes. Es la triste historia de los astrónomos aficionados: podemos planificar las observaciones que queramos, pero al final siempre estamos a merced del tiempo.

Este cometa fue descubierto por el astrónomo australiano Gordon J. Garradd el 13 de agosto de 2009, cuando brillaba con una magnitud de 17,9. Está previsto que la noche del 23 de agosto alcance una primera máxima aproximación a la Tierra que será a una distancia de 1,3906 U.A.

A lo largo de los próximos meses en que se irá acercando al Sol, aumentará su brillo, y si podemos observarlo sin la Luna en el cielo y evitar contaminación lumínica excesiva, seguro que nos va a proporcionar muy buenas vistas.

Estas efemérides las he sacado de la web del IAU Minor Planet Center:

Fecha             R. A. (2000) Decl.  Distancia (U.A.)  Mag. Prevista
2011 08 01     21 36 39.2 +12 15 42   1.5417                   8.8
2011 08 02     21 33 18.0 +12 35 36   1.5284                   8.8
2011 08 03     21 29 52.3 +12 55 21   1.5158                   8.8
2011 08 04     21 26 22.3 +13 14 58   1.5037                   8.7
2011 08 05     21 22 48.1 +13 34 23   1.4921                   8.7
2011 08 06     21 19 09.8 +13 53 35   1.4812                   8.7
2011 08 07     21 15 27.6 +14 12 32   1.4709                   8.6
2011 08 08     21 11 41.6 +14 31 13   1.4612                   8.6
2011 08 09     21 07 52.1 +14 49 35   1.4521                   8.6
2011 08 10     21 03 59.1 +15 07 37   1.4436                   8.5
2011 08 11     21 00 03.0 +15 25 16   1.4357                   8.5
2011 08 12     20 56 04.0 +15 42 32   1.4285                   8.5
2011 08 13     20 52 02.3 +15 59 21   1.4219                   8.5
2011 08 14     20 47 58.3 +16 15 43   1.4159                   8.4
2011 08 15     20 43 52.0 +16 31 35   1.4106                   8.4
2011 08 16     20 39 44.0 +16 46 56   1.4059                   8.4
2011 08 17     20 35 34.4 +17 01 45   1.4018                   8.4
2011 08 18     20 31 23.6 +17 16 00   1.3984                   8.3
2011 08 19     20 27 11.9 +17 29 40   1.3956                   8.3
2011 08 20     20 22 59.6 +17 42 43   1.3934                   8.3
2011 08 21     20 18 47.0 +17 55 10   1.3919                   8.3
2011 08 22     20 14 34.6 +18 07 00   1.3909                   8.3
2011 08 23     20 10 22.5 +18 18 11   1.3906                   8.2
2011 08 24     20 06 11.2 +18 28 43   1.3908                   8.2
2011 08 25     20 02 00.9 +18 38 36   1.3916                   8.2
2011 08 26     19 57 52.1 +18 47 50   1.3930                   8.2
2011 08 27     19 53 44.9 +18 56 26   1.3950                   8.2
2011 08 28     19 49 39.7 +19 04 23   1.3976                   8.2
2011 08 29     19 45 36.8 +19 11 42   1.4006                   8.2
2011 08 30     19 41 36.5 +19 18 23   1.4042                   8.1
2011 08 31     19 37 39.0 +19 24 28   1.4083                   8.1

http://scully.cfa.harvard.edu/cgi-bin/returnprepeph.cgi?d=c&o=CK09P010

Como con todos los cometas uno de los alicientes de su observación, a parte del brillo y la forma que presente, es poder comprobar en un relativamente corto intervalo de tiempo, cómo se desplaza por el cielo. La noche del 8 de agosto de 2011 fue la primera noche del mes libre de nubes... pero el precio que tuve que pagar fue el de un seeing bastante mediocre, 2/5 (Siendo 5=óptimo) debido al viento continuado que soplaba. Si esto no fuera suficiente, la Luna también quería reivindicar su protagonismo brillando en el 76% de su superficie.

A pesar de los inconvenientes, las ganas por observar por primera vez este esquivo cometa, al menos para mi, fueron superiores y decidí montar mi SC de 235mm y apuntar hacia el C/2009 P1. Sus coordenadas eran AR: 21h 08m / Dec. +14º 48’, en plena constelación de Delphinus. En el dibujo aparece en la posición en la que se encontraba hacia las 21h 45m T.U. y a las 23h 23m T.U.:


Empiezo la observación con el Hyperion de 31mm (75,80x) y ya a estos aumentos, aparece perfectamente identificable como una bolita difusa blancuzca. Animado pongo el ocular de 10mm (235x), pero el bailoteo de las estrellas gordotas me recuerda que esta noche las turbulencias atmosféricas no hacen buenas migas con los altos aumentos. Así que, llegando a un acuerdo entre seeing y aumentos, decido hacer el dibujo a 146x. (Nagler 16mm).

En el campo del ocular... a falta de M15, que tuvo su noche el pasado 2 de agosto... destaca en la parte superior izquierda del dibujo, la HIP104320, de magnitud 7,02 que se muestra con una compañera cercana de menor brillo (9,8). No está catalogada como doble (o al menos no he sido capaz de encontrarla como tal), sin embargo es un bonito complemento a la vista del cometa. Además me sirve para atinar lo mejor posible el enfoque.

A media observación aparece mi padre, y aprovecho para enseñarle el cometa. Viene deslumbrado por la luz de casa y al poner el ojo en el ocular me comenta que no ve nada. Le explico un poco por encima “qué” es lo que “debería” ver y a medida que va adaptando la vista a la oscuridad... al final logra percibir el cometa. Eso sí, un poco decepcionado, ya que al hablar de cometas, habitualmente lo que la gente espera ver es un núcleo brillante acompañado por una, o dos, largas colas. Esto de ver una manchita difusa, en principio, no satisface las espectativas iniciales...

El hecho que el campo no esté poblado por estrellas excesivamente brillantes permite que el cometa no se vea afectado por su brillo, y en consecuencia, acapara todo el protagonismo. El núcleo lo veo redondeado y bastante brillante, no cuesta nada percibirlo, no así el halo que lo envuelve (mi padre corrobora esta apreciación). Necesito apagar la luz roja e intentar adaptar lo mejor posible la vista a la oscuridad. Poco a poco se va haciendo más evidente, notando como se extiende un poco lo que podríamos considerar su cola, hacia la HIP104320 que comentaba anteriormente. Mirando con vista lateral, de reojo, facilita más su percepción.

Antes de la observación visual y del dibujo he intento sacar una foto a foco primario del SC de 235mm con el reductor de focal f6,3 y la cámara Nikon D70S. Como es habitual en mi, la fotografía no es gran cosa, pero por lo menos me permite tener otro recuerdo, a parte de mi dibujo, de este cometa que espero tener la oportunidad de volver a observar. Lo pongo volteado para que se asemeje lo máximo posible a lo que veía por el telescopio y en negativo para facilitar su vista:


La foto original: