sábado, 24 de noviembre de 2018

STF 61 / 65 Psc - Doble de componentes gemelas en Pisces

Sin duda, los aficionados a la astronomía siempre encontramos sugerente la vista de una estrella doble, y aunque la gran mayoría prefiere disfrutar de ellas cuando muestran un buen contraste de color, personalmente, me siento especialmente atraído por aquellas que ofrecen una magnitud similar y que presentan una pequeña separación entre las dos componentes.

Un buen ejemplo es STF 61 (65 Psc), una pareja de estrellas gemelas que brillan con una generosa magnitud 6,3 y están separadas por unos ideales 4,2”.

Carta generada con Cartes du Ciel
Aunque se encuentra en la constelación de Pisces, el hecho de estar junto a la frontera de esta constelación con la de Andrómeda, hace que, para localizarla, sea mejor partir de la Alpha Andromedae (Curiosamente, componente del cuadrado de Pegasus), desplazarnos hasta Delta And, y de ella, finalmente, alcanzar la STF 61.

Para poder separar sus componentes es necesario utilizar un telescopio. Como más disfruto con ella es con el SC de 127mm, que me permite separarla cómodamente mientras mantiene una cálida proximidad entre sus dos componentes.

Este es el dibujo que hice de ella a partir de mi observación de octubre de 2008:


Es preciosa, y os invito a que le echéis un vistazo a poco que tengáis ocasión para ello.

domingo, 18 de noviembre de 2018

M75 - Cúmulo Globular en Sagittarius con el SC de 235mm

M75 es un cúmulo globular situado en la constelación de Sagittarius que, aunque no es especialmente espectacular, sí que resulta bastante interesante de observar.

Fue descubierto el 27 de agosto de 1780 por Pierre Méchain, quien lo definió como una “nebulosa sin estrellas”. Sin embargo, Messier, tras observarlo, concluyó que “estaba formada por pequeñísimas estrellas, conteniendo nebulosidad”. Después de observarlo con mi SC de 127mm y con el SC de 235mm, me decanto más por la apreciación de Méchain, y no tanto por la de Messier, aunque en descargo suyo, no es extraño que en alguna ocasión nuestro cerebro nos engañe a los observadores astronómicos después de estar un buen rato con el ojo pegado al ocular, o según las condiciones de observación, tanto ambientales como de equipo.

Este es el dibujo que hice de M75 la noche del 14 de agosto de 2018, cuando empezaba a soplar un poco de viento que me iba a condicionar un poco el resto de las observaciones:



Irresoluble por mucho que lo intento, pero no por ello deja de ser muy vistoso. Sobre todo gracias a su núcleo, potente, compacto, envuelto por un halo bastante difuso que va ganando algo de protagonismo a medida que se va adaptando la vista a la oscuridad.

El globular no es muy extenso, aunque no hay ninguna dificultad en percibirlo. Lo más significativo es el gran contraste entre el brillo del núcleo y el halo evanescente que lo envuelve.

Carta generada con Cartes du Ciel
Situado a unos 65.500 años luz de distancia, M75 es el segundo globular más alejado que aparece en el catálogo Messier, a 40.000 años luz del centro galáctico. Tiene un diámetro de unos 160 años luz y su estrella más brillante alcanza sólo la magnitud 14,6. Por todo ello es normal que con los telescopios que manejamos los astrónomos aficionados no seamos capaces de resolverlo.

Pero para hacernos una idea de lo que realmente es M75, nada mejor que terminar la experiencia disfrutando de esta fotografía  tomada por el Hubble:

Credits: NASA, ESA, STScI, and G. Piotto (Università degli Studi di Padova) and E. Noyola (Max Planck Institut für extraterrestrische Physik)

domingo, 11 de noviembre de 2018

Conjunción Luna y Saturno el 11 de noviembre de 2018

Parece ser que vuelvo a los inicios. Mis primeros recuerdos de mi interés por la astronomía fueron observando conjunciones planetarias, tal como expliqué hace un tiempo en la entrada “La estrella Luna”, y ahora que no puedo dedicar tiempo a la afición, las conjunciones planetarias vuelven a convertirse en mi principal aliciente.

Lo mejor de todo es que a pesar del paso de los años, continúan provocándome una gran fascinación. Esta noche del 11 de noviembre de 2018 le ha tocado el turno a la Luna, brillando en un 16% de su superficie y a Saturno, que con una magnitud de 0,55 aguantaba bien la fuerte contaminación lumínica de Barcelona.

Muchas nubes, que han hecho que hasta el último momento no haya podido abrirse una ventana y haya podido disfrutar de esta espectacular conjunción. Al final no he podido resistirme y he sacado el telescopio  SC de 127mm para intentar si conseguía una fotografía de recuerdo medio decente.

Lamentablemente, la Luna y Saturno no entraban en el campo, por muy poco, así que me he visto obligado a hacer un pequeño mosaico y un recorte de la zona de interés. Saturno ha quedado pequeñito, pero en visual se veía precioso:


Y como despedida, otro recorte de una foto hecha esta vez con la Nikon D5100 y el objetivo Nikon 55-200: