domingo, 29 de septiembre de 2013

Petavius

Sin ninguna duda, Petavius es uno de los cráteres más atractivos y asequibles que podemos observar en la Luna. El único inconveniente que presenta, y que verdaderamente es una lástima, es que se encuentra cerca del limbo lunar, en posición suroeste, lo que hace que lo veamos con cierta perspectiva. De hecho, aunque se trata de un cráter circular con un diámetro de 177 km, debido a su localización, nosotros lo vemos con un aspecto ovalado. Pero a pesar de ello, su observación resulta francamente interesante, y su belleza no puede por menos que despertar nuestra admiración.

Para poder observarlo en las mejores condiciones hay que aprovechar la noche 3 días después de Luna Nueva ó 2 días después de Luna Llena. Según elijamos una u otra podremos disfrutar de una diferente iluminación.

El 21 de agosto de 2013 con la Luna en fase menguante tuve ocasión de apuntar mi SC de 235mm hacia Petavius. Las condiciones de la noche no eran demasiado buenas. Estimé un “seeing” de 3/5 (5=óptimo) y la visibilidad se encontraba un poco condicionada por unas nubes altas, no demasiado densas, pero inoportunas.

Con todo esto es posible que me pasaran por alto alguna serie de detalles que con mejor visibilidad hubiera podido percibir sin ningún problema, como pueden ser algunas de las pequeñas fracturas que pueblan el suelo del cráter.

Pero aquí está la gracia. Que hayas observado algo una vez, no quiere decir que no puedas volver a ello en otra ocasión para exprimirlo en mejores condiciones.

Este es el dibujo que hice con el ocular Takahashi de 7,5mm (313x):



Petavius es uno de los más significativos exponentes de lo que se conoce como cráteres de suelo fracturado (En inglés Floor Fractured Crater – FFC). Cráteres que se han visto alterados debido a algún tipo de actividad volcánica, presentando básicamente un suelo fracturado.

Según la clasificación propuesta por Peter H. Schultz, Petavius se encontraría incluido en los FFC de Clase I, es decir, un cráter de impacto característico con picos centrales, paredes con terrazas o desplomadas, mantos de eyecta, con el suelo fracturado, con zonas rellenas de basalto procedente de algún mare cercano (En el caso que nos ocupa. Mare Fecunditatis) y con cráteres de halo oscuro.

Centrándome a nivel visual, lo más espectacular de este cráter es la fisura Rimae Petavius que con un ancho de 2 km se extiende a lo largo de 80 km desde los picos centrales de Petavius hasta el límite que constituye la muralla suroeste. Realmente impresiona.

Los picos centrales presentan unas sombras muy sugerentes, pero esta noche no soy capaz de distinguir individualmente los 5 picos que confluyen en el centro del cráter. Esta mini-cadena montañosa se extiende a lo largo de 30 km y la montaña más alta alcanza los 1.700 m.

A continuación me fijo en las paredes circundantes del cráter que llegan a elevarse hasta 3.300 m. Está pronto dicho, pero si nos paramos a pensar un poco con el dato nos podemos llegar a hacer una pequeña idea de la magnificencia de Petavius. Con mi telescopio de 235mm se puede distinguir claramente las terrazas que las forman. Las que se encuentran cerca del terminador se ven todavía bañadas plenamente por el Sol, mientras que en su lado opuesto, las sombras empiezan a hacer acto de presencia.

Siguiendo con la exploración, me fijo ahora con un cráter que se encuentra en la vertiente noroeste de Petavius. Se trata de Wrottesley, un cráter circular pequeño en comparación con su vecino, que se extiende a lo largo de 58 km. Puedo ver una sombra en su circo que delata la presencia de un pico central. Quedo encantado disfrutando de una pared extremadamente blanca enfrentada a un negro profundo de la pared opuesta del cráter. Por unos momentos hace que me olvide de Petavius, pero sólo por unos momentos hasta que me da por pensar que si el impacto que formó Wrottesley se hubiera producido un poquito más al Este, nos hubiera privado de una manera muy lamentable del gran Petavius.

Al Oeste de Wrottesley noto una formación que de no ser por la inclinación favorable de los rayos solares podría pasar desapercibida. En el Virtual Moon Atlas veo que se trata del domo Wrottesley 1. Complicado de observar, pero de una delicadeza soberbia.

Al Norte de Wrottesley 1 se aprecia una elevación de terreno que ofrece un añadido estético muy remarcable al conjunto. He intentado buscar su nombre, pero no he sido capaz de encontrarlo en ninguna de las fuentes de las que dispongo.

Retomo mi atención hacia Petavius, esta vez cerca del terminador, y entre sus sombras se adivina el contorno de Vallis Palitzsch, formado por varios cráteres superpuestos, siendo el cráter Palitzsch el que se encuentra más al Sur. Este grupo de cráteres se extiende a lo largo de 150 km con un ancho máximo de 40 km. Esta noche ofrece una vista tétrica al verse sólo iluminada la zona más alta de sus paredes, mientras el fondo permanece sumido en la más profunda oscuridad.

Y para concluir la visita a esta zona me gustaría remarcar la presencia del cráter Snellius, una formación de unos 83 km. de diámetro que ofrece a esta hora un contraste de luces y sombras fascinante.

Esta es la fotografía de recuerdo que hice con el SC de 235mm y la DBK21AU4.AS a foco primario.



Y aquí la misma foto rotulada con los accidentes que más me llamaron la atención durante la observación.



No me gustaría terminar este paseo lunar sin hacer mención al vídeo que grabó la sonda Kaguya y la foto que tomó de Petavius. No he sido capaz de encontrarlo con mejor resolución, pero a pesar de ello, no deja para nada indiferente:

Vídeo / Foto

PD: En el foro Astronomo.org, el compañero Iluro ha descubierto el nombre de la formación que no pude identificar. Se trata de Monte Biot (http://www.astrospider.com/measuring_mount_biot.htm). Muchas gracias Iluro.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Fotografiando M15

Con una Luna en fase menguante, iluminada todavía en el 93% de su superficie, enseñoreándose del cielo y con unas nubes altas que entelaban un poco la observación, no tenía demasiadas expectativas a la hora de disfrutar de este espectacular cúmulo globular de la constelación de Pegasus.

La primera intención era intentar observarlo en mejores condiciones que las que tuve en septiembre de 2008 cuando me vi limitado por la contaminación lumínica de mi lugar de observación habitual y la abertura de mi telescopio de 127mm. Pero viendo que esta noche las condiciones no acompañan demasiado por lo que he comentado, opto por dejar el dibujo para otra ocasión y hacer una primera aproximación fotográfica al globular.

Visualmente con mi SC de 235mm, sin embargo, resulta muy diferente a como pude verlo con el de 127mm. De ver una mancha blancuzca, redondeada y resoluble… pasé a ver un conglomerado estelar extendiéndose casi por todo el campo del ocular. Desde un núcleo compacto hasta las zonas más exteriores con menos densidad estelar.

Realmente, vale la pena el esfuerzo de desplazarse a zonas libres de contaminación lumínica y utilizar telescopios de buena abertura. Y esto que la luz de la Luna y las nubes no permitían disfrutar de unas condiciones de observación ideales.

Estuve tentado de coger el lápiz, pero el cielo amenazaba con cubrirse definitivamente, así que acoplé mi Nikon D5100 a foco primario del SC de 235mm e hice 15 fotografías de 15” de exposición a ISO 1250. Y este fue el resultado después de apilar las tomas con el Deep Sky Stacker (DSS), procesarla con el PixInsight LE, el Photoshop y el Fitswork.



Es complicado con este tipo de globulares tan brillantes conseguir un buen acuerdo entre el núcleo y las zonas de la periferia. Después de pelearme un buen rato con los programas que he citado más arriba creo que esta foto es lo mejor que puedo sacar con tan pocas tomas.

Espero sacarle más jugo en un noche con mejores condiciones de observación, pero hasta entonces, me conformaré con esta toma, que para ser sinceros, me ha dejado muy satisfecho.

lunes, 23 de septiembre de 2013

NGC6891 - Nebulosa Planetaria en Delphinus

Situada a unos 12.400 años luz de distancia, NGC6891 es una nebulosa planetaria que podemos encontrar en la constelación de Delphinus, cerca de la línea imaginaria que sirve de frontera con la vecina Aquila.

El que llegó a ser Astónomo Real en Escocia durante 1889 hasta 1905, Ralph Copeland,  fue quien descubrió NGC6891 el 22 de septiembre de 1884. De hecho, Copeland llegó a descubrir un total de 35 objetos que fueron incluidos en el NGC.

NGC6981 es una planetaria que presenta tres capas de gas expulsado por la estrella central que brilla con una magnitud de 12,4.

Lamentablemente, todos estos detalles no están siempre al alcance de nuestros telescopios, condicionados por la abertura que utilizamos y por las condiciones de observación de la noche.

El 31 de agosto de 2013, desde unos cielos oscuros, apunté mi SC de 235mm hacia esta planetaria. Este es el dibujo que hice a 235x:



Planetaria no demasiado grande -Aproximadamente unos 18” de diámetro-, pero muy brillante. Se estima una magnitud visual de 10,5.

Localizo la zona donde debería encontrarse NGC6891 con el ocular de 25mm, que me proporciona 94x, y me animo al ver que ya en un primer momento destaca con fuerza gracias a su brillo, cosa que tiene su mérito, ya que el campo se presenta rico y atractivo.

De todas maneras, está claro que pide más aumentos. Al final, después de probar varios oculares decido dibujarla a 235x. La percibo de forma redondeada y muy compacta, poco que ver con la forma ovalada que ofrece en fotografía sus capas internas y más brillantes. Utilizo la visión lateral y noto un pequeño halo a su alrededor, supongo que debe ser la capa más externa y débil de la planetaria.

Llegados a este punto recuerdo que la estrella central se encuentra a mi alcance, ya que brilla con magnitud 12,4 y me dispongo a cazarla, pero ante mi sorpresa, no lo consigo. Intento concentrarme un poco y fuerzo a 391,66x, pero no hay manera. La única razón que se me ocurre para tan inesperado fracaso es que el potente brillo de la nebulosa mimetice la estrella central hasta el punto de hacerla invisible a mi vista. Sería interesante conocer la experiencia de otros observadores al respecto.

Para acabar con la observación vuelvo a los 235mm y decido acoplar el filtro OIII. Con él la nebulosa aparece más marcada, pero no me ofrece más detalles que sin el filtro.

En definitiva, una planetaria asequible y con grandes posibilidades dependiendo de la abertura de nuestro telescopio y de las condiciones de observación. Por mi parte he quedado satisfecho con ella y me quedo con la frase que me ha venido a la cabeza cuando me dirigía ya a buscar el siguiente objeto de la noche a observar: “Realmente, una planetaria muy elegante”.

martes, 17 de septiembre de 2013

NGC7635 - La Nebulosa de la Burbuja en Cassiopeia

En más de una ocasión he intentado observar en la constelación de Cassiopeia la Nebulosa de la Burbuja (Bubble Nebula) con mi SC de 127mm, todas ellas sin éxito.

Y también lo he intentado alguna que otra vez con el SC de 235mm, también sin suerte, hasta la noche del 11 al 12 de agosto de 2013 en que después de un buen rato de esfuerzo y dedicación pude percibir algunas de las zonas más brillantes de la nebulosa.

Con esto quiero dejar constancia, ya en un primer momento, que aunque ésta sea una nebulosa realmente espectacular y atractiva en fotografía (http://apod.nasa.gov/apod/ap051107.html), en visual representa un pequeño reto que exige buenas aberturas y cielos oscuros.

La Nebulosa de la Burbuja, aunque en un primer momento pudiera parecer una nebulosa planetaria (incluso aparece incluida en el “Catalogue of Galactic Planetary Nebulae” de Lubos Perek y Lubos Kohoutek), en realidad se trata de una nebulosa de emisión que se encuentra imbuida en una región más extensa de H II que está catalogada como NGC7635.

La burbuja se ha originado por el viento estelar provocado por la estrella central SAO 20575 (BD+60 2522), de magnitud aparente 8,7 que choca contra la densa zona H II que la rodea. Las tensiones son tan fuertes que la estrella central no se encuentra en el centro de la burbuja, como cabría esperar, sino que se halla desplazada hacia un lado.

Si tenemos en cuenta que los vientos generados por  SAO20575 se desplazan a una velocidad de 2.000 km/s nos podemos hacer una idea de las fuerzas desatadas en esta parte del cosmos.

Todos estos datos nos resultan de gran utilidad a la hora de comprender lo que estamos viendo a través del telescopio, que en mi caso, la noche del 11 al 12 de agosto de 2013 fue una pequeña parte de toda la zona por la que se extiende NGC7635.

Las cosas como son. Muchas veces me he lamentado del discreto resultado que me da el filtro OIII, pero en esta ocasión me atrevería a decir que de no disponer de él, no hubiera sido capaz ni de intuir la nebulosa. Y con todo que este ha sido uno de los objetos más complicados que he podido observar hasta ahora.

Y otra de las ayudas ha sido una larga adaptación de la vista a la oscuridad, ya que mientras he dejado la cámara fotografiando al vecino M52 me he sentado en una tumbona y me he dedicado a disfrutar de la caza a ojo desnudo de la lluvia de perseidas. El resultado final ha sido 3 perseidas espectaculares, 6 de discretas y una vista preparada para grandes retos.

Pero a pesar de todo, he puesto el ojo en el ocular de 16mm (146,88x) y no he visto ni rastro de la nebulosa.

No me he puesto nervioso. Sabiendo por experiencia de la dificultad que entraña NGC7635, me he asegurado previamente de memorizar el campo donde se halla enmarcada la burbuja y así poder identificar la SAO20575, la estrella que ilumina la nebulosa.

Una vez localizada he ido a quemar las naves.

Puesto el filtro OIII, utilizando visión lateral, moviendo un poco el tubo y con infinita paciencia he notado en la parte superior de la estrella una zona con cierta nebulosidad. Una pequeña parte más marcada. El resto de nebulosa se presenta con un aspecto fantasmagórico que prácticamente envuelve SAO20575.

De forma de burbuja, nada de nada.

En cierta manera me ha recordado NGC7008, la nebulosa del Feto, pero en complicado.

Cuando he visto que no podía sacarle más partido, he encendido la linterna roja, he cogido el lápiz y el papel y he dibujado lo que pude percibir de NGC7635:


Decido concluir así la observación, con aquella extraña sensación de sentimientos encontrados. Un poco decepcionado por qué no he sido capaz de percibir la nebulosa en todo su esplendor, pero por otro lado extremadamente contento por haber podido captar las zonas nebulosas más brillantes. Y para entender mi felicidad a pesar de todo, sólo hay que recordar las numerosas veces que he apuntado mis telescopios hacia ella y no he sido capaz de ver nada.

Y para terminar, me gustaría adjuntar una fotografía de la Nebulosa de la Burbuja que tomé el 14 de agosto de 2013. Con los conocimientos de astrofotografía y de procesado que tengo no he sido capaz de emular las espectaculares imágenes que se pueden encontrar de este objeto que aparecen por internet, pero como digo a menudo, para mí tiene mucho más valor sentimental una foto hecha por mí mismo que cualquiera que haya podido hacer el Hubble.


Cuando empecé a observar por el telescopio ni en sueños hubiera imaginado poder sacar una fotografía así. Espero con el tiempo poder ir mejorando, pero hasta que no lleguen estos buenos resultados, estoy verdaderamente contento con la “media burbuja” que he fotografiado.

domingo, 8 de septiembre de 2013

ADS 13292 - Estrella múltiple en Cygnus

Para planificarme la observación de la noche del 31 de agosto de 2013 decidí echar un vistazo al libro de Sue French “Deep-Sky Wonders”. En él, revisando algunos objetos de la constelación de Cygnus, descubrí ADS13292 un sistema múltiple estelar que no conocía y que iba a ser ideal para observarlo con mi SC de 235mm aprovechando los cielos negros de mi pueblo.

De todas maneras hay que comentar que todavía se está discutiendo si nos encontramos ante un sistema múltiple o ante un cúmulo abierto, per por mi parte, aunque sólo sea por mi predilección por las estrellas dobles, lo voy a considerar como un sistema múltiple.

De hecho, Sue French comenta que en octubre del 2000 Helmut Abt y Christopher Corbally publicaron un estudio en “The Astrophysical Journal” donde incluían un análisis detallado sobre ADS13292 en el que aseguraban que por lo menos 6 de las componentes mantienen una relación física entre ellas.

Y para ir entrando en materia, podemos empezar por ver lo que aparece en el listado del WDS acerca de este sistema:


No me he equivocado. Efectivamente el WDS contempla nada menos que 15 componentes, de la A a la O, y podemos ver que está catalogada a partir de mediciones hechas por el Rev. Thomas Henry Espinell Compton Espin (ES202), sobre el que Juan-Luis González hizo un excelente artículo en el número 6 de “El Observador de Estrellas Dobles”; y por del Dr. Helmut A. Abt (ABH127).

Si nos fijamos sólo en las separaciones entre componentes parecería que es una observación perfectamente asequible a todo tipo de telescopios, pero automáticamente, al ver la mayoría de las magnitudes de las componentes secundarias, nos damos cuenta que estamos ante un verdadero reto observacional. Aunque bien mirado, esto puede resultar un buen aliciente para nosotros si nos planteamos la experiencia con el objetivo de comprobar cuántas de las componentes que forman este sistema somos capaces de cazar.

Desde luego imprescindible cielos negros, buena abertura y buenas condiciones atmosféricas,

Después de mi experiencia, no tengo más remedio que aconsejar que es altamente recomendable, por no decir imprescindible, tener una chuleta a pie de telescopio con la que poder ir identificando las diferentes componentes. Esta imagen la he sacado de Aladín con la intención que pueda servir de referencia:

Aladín

Tengo que advertir que para situar mejor las estrellas cargué el catálogo UCAC4 y con él pude identificar todas las componentes, todas menos la O, que no aparece. De todas maneras marqué la situación donde debería estar en base a los datos del WDS. También es posible que se encuentre canibalizada por la componente principal, de magnitud 9,2, ya que se encuentra a tan sólo 4,1” y brilla con una débil magnitud de 14,4.

ADS13292 se encuentra en las siguientes coordenadas:

RA: 20h 02m 24sg
Dec: +35º 18’ 41”

Y para localizarla con el telescopio podemos partir de la brillante Eta Cyg, (mag. 3,9), localizar la 27 Cyg (mag. 5,4) y a medio camino entre ellas dos, a aproximadamente 1º de Eta Cyg, encontraremos la ADS13292.

Cartes du Ciel

Puede parecer sencillo, pero para ser sincero y no sin cierta vergüenza, tengo que decir que con mi SC de 235mm con “goto” tuve mis dificultades a la hora de localizarla. ¿La razón?, pues el campo estelar extremadamente rico en el que se encuentra enmarcada. No olvidemos que estamos hablando de un rango de magnitud que va de la 9,2 de la componente principal hasta la 14,6 de la más débil… pasando por B, que brilla con tan sólo magnitud 10,9.

Para localizarla utilicé el ocular de 25mm (94x) con el que puedo llegar a distinguir el “trapecio” estelar que forman A, B, C y D. Un trapecio que una vez localizado se convierte en uno de los atractivos destacados del campo del ocular.

Como curiosidad, buscando información sobre este sistema (poca he encontrado), en algún lugar lo consideraba como el “trapecio de verano”, buscando similitudes con el trapecio de la Nebulosa de Orión. No diré que no, pero habría que matizar que hay que hacer esta comparación salvando todas las distancias.

En seguida me doy cuenta que si quiero distinguir el resto más débil de las componentes no tengo más remedio que forzar aumentos. Lamentablemente, la turbulencia atmosférica de la noche, sin ser mala, no es la ideal (estimo 3/5, siendo 5=óptimo). De manera que no tengo más remedio que plantarme con 313x que me proporciona el Takahasi LE de 7,5mm y armarme de paciencia.

Una vez adapto mejor la vista a la oscuridad y observo de manera más cómoda por el campo más reducido y centrado en la zona de ADS13292, tengo que reconocer que el esfuerzo vale la pena. Este es el dibujo que hice de lo que pude llegar a ver:



También a estos aumentos lo que primero llama la atención es el trapecio, pero sabiendo que hay más, poco a poco, utilizando la visión lateral, voy descubriendo más puntitos débiles. Después de llegar a la conclusión que no soy capaz de percibir ninguno más, cojo la chuleta y me dedico a identificar las componentes que he podido cazar esta noche.

Al final compruebo que las he podido ver todas a excepción de E (mg. 13,6), H (mag. 14,5), L (mag. 14,6) y O (mag. 14,4).

De todas ellas la que más me ha sorprendido ha sido no poder distinguir la componente E. Vuelvo a apagar la linterna y a intentar adaptar de nuevo la vista y me fijo en la zona donde debería estar, pero mentiría si dijera que la he visto. Un aliciente pendiente para la próxima vez que visite esta curiosa zona.

Y para acabar, dos cosas más. La identificación de las componentes que puede distinguir:



Y un recorte de la foto que acabé haciendo con la Nikon D5100 a foco primario de mi SC de 235mm. ISO800, 12” de exposición. (22h 42m T.U.). En ella se ven todas las componentes del sistema:



miércoles, 4 de septiembre de 2013

NGC1444 - Cúmulo abierto en Perseus

Antes de empezar me gustaría avisar de la sensación que tuve al observar NGC1444, más que nada para que no haya decepciones o confusiones cuando se haya planificado su observación y se alcance el sitio donde debe encontrarse este cúmulo abierto. Pues bien, lo que pensé fue: “Estoy viendo un cúmulo abierto, pero nadie lo diría”.

De hecho, hay alguna duda sobre si este grupo de débiles estrellas forma realmente un cúmulo abierto o si es simplemente un grupo de diferentes estrellas que por efecto de la perspectiva se encuentran en el mismo campo de visión (http://arxiv.org/pdf/0803.2461v2.pdf). Pero es que independientemente de si lo es o no, a nivel visual no es que pueda definirse como espectacular. Y por otro lado, si no disfrutamos de cielos oscuros y de un telescopio de generosa abertura, ya sin ningún tipo de reparo aconsejaría no perder el tiempo intentando localizarlo.

La noche del 11 al 12 de agosto de 2013 pude echarle un vistazo con mi SC de 235mm y con una contaminación lumínica casi desdeñable. Lo que vi a través del ocular de 10mm (235x) fue esto:



Para ser sinceros, lo que realmente destaca en un primer vistazo es la, ésta sí,  espectacular doble catalogada como STF 446. Los datos que aparecen de ella en el WDS son estos:


La principal es la estrella más brillante de todo el campo con lo que destaca por méritos propios. Presenta un bonito color blanquecino. Acompañada con una cómoda separación por una secundaria bastante más débil que presenta un color muy atractivo, un color entre azulado y gris claro. Un contraste cromático muy llamativo.

Como curiosidad comentar que la estrella principal (HIP17877) está considerada como perteneciente a la asociación estelar Cam OB1.

De todas maneras, todo parece indicar que esta doble no pertenece físicamente al cúmulo abierto, ya que según el Starry Night se encuentra a una distancia de 10.872 años luz, mientras que NGC1444 se estima situado a unos 3.910 años luz (http://www.univie.ac.at/webda/cgi-bin/ocl_page.cgi?dirname=ngc1444).

Bonita doble, pero no olvidemos que el objetivo esta noche es el cúmulo abierto. Intento concentrarme un poco para ver si soy capaz de reconocerlo como tal, sin embargo lo único que consigo es distinguir unas cuantas estrellas débiles rodeando la doble.

He tenido que volver a consultar más papeles para deducir que NGC1444 propiamente dicho se corresponde a la hilera de cuatro estrellitas que se encuentran al lado derecho (en el dibujo) de STF446. La más brillante con magnitud 10,3 y las más débiles que he podido percibir, alrededor de la 13. Como digo, no es un cúmulo fácil, ni tampoco estéticamente demasiado agradecido.

Siendo un poco condescendientes, puede que la percepción de cúmulo no venga dada por el especial brillo de sus componentes, pero algo sí le favorece la uniformidad de magnitud entre ellas, aunque sea una uniformidad de débil brillo.

Sin duda, mal que le pese a NGC1444, lo más atractivo de la visita ha sido poder disfrutar de STF446.