sábado, 31 de octubre de 2020

Marte el 30 de octubre de 2020

Nos encontramos en plena segunda ola del Covid19, y como se temía, volvemos al confinamiento. Todos los esfuerzos son pocos para intentar evitar más muertes que pueden afectarnos a todos.

Esta vez, de momento, es un confinamiento municipal, por lo que, aunque tenemos libertad de movimiento por la ciudad, no podemos salir de ella.

En lo que respecta a la afición, esto significa que no puedo desplazarme a mi pueblo para seguir la oposición de Marte de 2020 con el SC de 235mm y tengo que conformarme con mi SC de 127mm desde la estrechez del mi balcón urbano.

Y en esta tesitura me encontré el 30 de octubre de 2020,

Muchas veces he comentado que la estabilidad atmosférica es vital a la hora de conseguir fotos planetarias satisfactorias, y por suerte, esta noche, las condiciones eran realmente favorables.

El único inconveniente es que tuve que esperar hasta  las 23h 25m (Hora local) para tener a vista el planeta. Eso hizo que perdiera la ocasión de fotografiar la zona de Syrtis Major. Una lástima.

Mientras esperaba me dediqué a observar unas cuantas estrellas dobles. Preciosas todas.

Y he aprovechado para fotografiar tres de ellas:

107 Aqr, con magnitudes 5,7-6,5 y 6,8” de separación.

94 Aqr, con magnitudes 5,3-7,0 y 12,3” de separación.

Y Nu Draconis, una de las dobles ideales para prismáticos dentro de mi lista de imprescindibles. Magnitudes 5,7-5,7 y generosa separación de 2,3”.

Finalmente, Marte apareció por detrás del edificio y pude comprobar que, en efecto, la turbulencia atmosférica era muy contenida. Este es el primer resultado de la noche:

Y un poco más entrada la noche, se aprecia ya la rotación del planeta:

Cada noche el planeta presenta un tamaño aparente menor, lo que hará que con el paso de los días la observación de Marte no resulte tan satisfactoria como ahora. Pero ahí estaré, intentando aprovechar cualquier oportunidad de cazar al planeta rojo cuando se presente.

martes, 27 de octubre de 2020

Venus y la salida del Sol el 24 de octubre de 2020

La noche del 23 de octubre de 2020 tenía prevista una sesión de fotografía lunar y planetaria, pero el fuerte viento que estuvo soplando desde la puesta del Sol, arruinó todos los intentos que hice por conseguir alguna fotografía en condiciones.

Me fui a dormir bastante decepcionado.

Pero por la mañana, antes de la salida del Sol me levanté y pude contemplar el resultado final del vendaval nocturno: un cielo cristalino donde Venus brillaba con fuerza dando la bienvenida al nuevo día.

Animado por el precioso espectáculo, me dispuse a esperar la salida del Sol. Las contadas nubes que se oteaban en el horizonte parecían preparar la entrada del astro rey.

Y finalmente, la esperada aparición solar.

Empezar así el día anima a cualquiera y hace olvidar la frustración de la noche anterior y confiar en que todo se mantenga al final del día para disfrutar de una nueva sesión de observación.

domingo, 25 de octubre de 2020

Marte el 24 de octubre de 2020

Este tiempo de pandemia está siendo realmente problemático para todo el mundo. Nos  afecta, en mayor o menor medida, tanto en aspectos relacionados con la salud, como en la vertiente económica, o en el estado de ánimo. Nuestra vida ha dado un giro extremo en este aciago 2020.

Independientemente de aspectos políticos, tendría que ser de sentido común por nuestra parte, poner todo el empeño en intentar atajar la expansión del virus. Pero, lamentablemente, parece ser que no toda la sociedad comparte esta opinión, por lo que, los que somos población de riesgo, tenemos que lidiar con la necesidad de ir a trabajar y con todos los inconscientes que actúan de forma temeraria y no ven ningún tipo de problema con la presencia del virus en nuestras vidas.

Actualmente, volvemos a estar en niveles preocupantes de contagios y de muertes, y está claro que volveremos, tarde o temprano, a las restricciones de movilidad.

Por mi parte, al ser asmático, tengo que tener un especial cuidado, por lo que intento seguir las recomendaciones que dan las autoridades sanitarias en todo momento. La mascarilla y el gel de manos me acompañan todo el día. Evito el transporte público y voy andando siempre que puedo. Mantengo, en lo posible, la distancia de seguridad con las otras personas. He reducido a niveles de ermitaño mi vida social y procuro evitar situaciones de riesgo tanto por mí, como por la familia con la que convivo.

En este estado de cosas, la afición a la astronomía es una de las pocas actividades que me permiten olvidarme, aunque sea por breves momentos, de los problemas cotidianos, y como tengo la suerte de poder practicarla desde casa (tanto en ciudad como en mi pueblo), he podido disfrutar de ella durante estos últimos meses.

Uno de los grandes alicientes ha sido la oposición de Marte, que nos está dejando unas imágenes memorables. Por mi parte, intento observarlo y fotografiarlo desde mi pueblo, donde puedo sacarle mayor partido gracias al SC de 235mm. En Barcelona, el SC de 127mm se me queda un poco corto, aunque sirve para matar el gusanillo.

Este fin de semana, en previsión de lo que comentaba antes referente a las restricciones de movilidad, quise acercarme a mi pueblo, no vaya a ser que sea la última ocasión que tenga de observarlo con el 9,25” durante esta oposición.

La noche del 23 de octubre de 2020, las turbulencias eran terribles, por lo que las fotos que saqué no considero que tengan una mínima calidad como para ir enseñándolas por aquí… pero la del 24, la cosa cambió.

Mientras esperaba que Marte se alzara bien alto respecto al horizonte, fui fotografiando la Luna y haciendo algún que otro boceto. Y cuando acabé con ella, apunté al planeta rojo, pudiendo comprobar que la noche no tenía nada que ver con la del viernes. En planetaria, el “seeing” lo es todo.

Esta es la fotografía que pude sacar hacia las 20h 35m T.U.

Muy contento con ella. Y más tarde, pasada la media noche (T.U.), y con un poco más de turbulencia, esta otra:

Me gustaría algún día poder montar una animación de la rotación de Marte, o de Júpiter, como hace algún compañero, pero creo que aún me queda un largo camino por delante para poder hacerlo.

Sea como sea, he disfrutado como nunca este fin de semana con Marte.

Ya de vuelta a la ciudad, espero que no sea esta la última vez que puedo ver a Marte durante esta oposición con el SC de 235mm. Aunque de momento, ya se ha declarado de nuevo el estado de emergencia, y a partir de hoy, toque de queda.

Deseo que podamos dejar pronto atrás esta pesadilla y podamos volver a una relativa normalidad en nuestras vidas. Tened cuidado y tomad todas las precauciones que podáis. No valoramos la salud hasta que la perdemos.

domingo, 18 de octubre de 2020

2020-10-17- Júpiter, la sombra de Calisto y GMR. Y también Saturno.

A estas alturas de año, empieza a ser complicada la observación de Júpiter y Saturno en condiciones, ya que  cada vez se encuentran más cerca del horizonte cuando anochece. Las turbulencias afectan bastante, y cuesta fotografiarlos de manera nítida.

Pero como siempre digo, hay que saber adaptarse a las circunstancias.

Trasteando por internet vi que la noche del 17 de octubre de 2020 iba a darse un bonito espectáculo en Júpiter. Iba a coincidir el paso de la sombra de Calisto con la de Io junto a la presencia de la Gran Mancha Roja (GMR).

Consultando con el Starry Night, mi gozo en un pozo, cuando sucediera el evento, Júpiter ya se encontraría por debajo del horizonte. Pero no estaba todo perdido, aún podía cazar su inicio con la sombra de Calisto y la aparición de la GMR.

Así que monté el SC de 127mm en el balcón y apunté a Júpiter. La sombra de Calisto la veía perfectamente, sin embargo, la GMR resultaba complicada al estar tan cerca del limbo de Júpiter.

No quise entretenerme demasiado y acoplé la barlow y la DBK a ver si era capaz de sacar algo decente a pesar de la fuerte turbulencia que había.

Al final, a pesar de todo, no quedé descontento del todo:

Y entretanto, ahí estaba Saturno. Fiel compañero celeste de Júpiter estos últimos meses. No pude evitar visitarlo antes de dar por terminada la sesión de observación. Marte, el verdadero protagonista estos días, quedaba fuera de mi alcance por culpa de la orientación de mi balcón. Los típicos inconvenientes de la observación urbana. Esperando  mejores oportunidades, me quedo con el buen rato que pasé esta noche con Júpiter y Saturno.

lunes, 12 de octubre de 2020

Marte, 2020-10-09 (Omicron Ceti - Mira)

Durante la última semana estuve pendiente de las predicciones meteorológicas, ya que tenía intención de desplazarme a mi pueblo para observar e intentar fotografiar Marte durante estos días en los que se encontrará cerca de su oposición.

Pues bien, los pronósticos no eran nada alentadores. Para el viernes, nubes y claros. Para el sábado, nublado con descenso abrupto de temperaturas. Y para el domingo, despejado pero con fuerte viento de mestral, típico viento de mi tierra que implica una turbulencia endiablada.

Medio resignado a volver con las manos vacías, llegué el viernes y lo primero que hice fue echar una mirada al cielo. Efectivamente, nubes y claros. Pero por suerte, la meteorología no es una ciencia exacta, y después de cenar, el cielo se quedó completamente despejado y con una transparencia magnífica. No me lo pensé dos veces y monté el SC de 235mm para empezar una noche centrada en Marte.

La turbulencia atmosférica estaba bastante contenida, de manera que pude acoplar la barlow de x2 al telescopio, cosa que no suele ser habitual.

La falta de práctica en estos últimos años hizo que, a pesar ni mi máximo empeño, no consiguiera una foto en condiciones con la ASI 120MM. Demasiado lío con la rueda de filtros. Así que visto lo visto, opté por utilizar mi vieja DBK21AU04-AS, y menos mal que opté por ello.

Este es el resultado que obtuve, un bonito recuerdo de esta oposición marciana de 2020:


S&T

Después de conseguir esta foto, quise probar de nuevo con la ASI120MM, pero de repente el cielo empezó a llenarse de nubes hasta que la observación se convirtió en imposible.

Recogí recordando los vaticinios meteorológicos, que lamentablemente, se cumplieron tanto el sábado como el domingo.

El domingo, efectivamente el mestral soplaba con ganas, por lo que sacar el telescopio quedó descartado. Pero el cielo estaba tan despejado y transparente que no me resistí a sacar la Nikon D5100, montarla en el trípode fotográfico y colocándome lo mejor que pude a resguardo del viento, sacar una foto panorámica.

Esta es la foto, y abajo rotulada:


Casualidades de la vida, ha coincidido con que la famosa estrella variable de Cetus, Mira (Omicron Ceti) https://laorilladelcosmos.blogspot.com/2011/10/omicron-ceti-variable-tipo-mira-en.html, se encuentra cerca de su máximo, brillando alrededor de la magnitud 3,5. Un aliciente más que nos depara el cielo.

jueves, 8 de octubre de 2020

M11, el Cúmulo de los Patos Salvajes en Scutum con el SC de 235mm

M11, uno de los cúmulos abiertos más bellos e impactantes que podemos observar con nuestros telescopios, fue descubierto el 1 de septiembre de 1681 por el alemán Gottfried Kirch, quien lo describió como “una estrella nebulosa”, comparándolo también con el núcleo de un cometa.

Dudo que lo disfrutara tanto como yo cuando lo observo desde unos cielos oscuros con mi SC de 235mm.

Sin embargo, Charles Messier, dejó anotado el 30 de mayo de 1764 que pudo ver un “cúmulo con un gran número de pequeñas estrellas”. Algo más parecido a lo que puedo llegar a percibir yo.

Situado en la constelación de Scutum, no hay estrellas brillantes que puedan ayudarnos a su localización, pero desde cielos oscuros, tomando como referencia a Eta Scuti y a Beta Scuti, y ayudados por el propio brillo del cúmulo, no tendremos excesivos problemas para encontrarlo.

Carta generada con Cartes du Ciel

No hay duda que cuando se observa desde un cielo oscuro, la gran cantidad de estrellas que lo componen consigue maravillar a cualquiera. Es tan impresionante que muchas veces lo he observado, pero contadas me he atrevido a empezar a dibujarlo. Y en sólo dos ocasiones he llegado a dar por concluido el dibujo.

Pero tengo que reconocer que en ningún momento he sido capaz de plasmar su verdadera belleza.

La noche del 23 de agosto de 2019 me animé con el lápiz, intentando dibujar las estrellas más brillantes del cúmulo. Pero lo dejé a medias. Este agosto pasado de 2020 lo retomé con la intención de concluirlo, pero como digo, no fui capaz de transmitir con el dibujo lo tremendamente espectacular que es M11.

Con todo, y sabiendo que tardaré bastante en volver a intentar a dibujarlo, decidí darlo por bueno con este resultado:



Y después de esto, estuve un buen rato con el ojo pegado al ocular disfrutando de nuevo de este sensacional cúmulo abierto.

Recientes estudios sitúan a M11 a unos 6.200 años luz de distancia, en el brazo espiral de Sagittarius de la Vía Láctea, y se estima que físicamente, las componentes que podemos ver con nuestros telescopios, se extienden a lo largo de unos 23 años luz.

Su edad se estima en unos 250 millones de años, 2.900 miembros han sido relacionados con el cúmulo, 500 de las cuales son más brillantes que la magnitud 14.

La estrella más brillante que podemos percibir brilla con magnitud 8, pero no pertenece físicamente al cúmulo. Es lo mismo, estéticamente es un perfecto contrapunto a uno de los mejores espectáculos que podemos ver en el cielo. 

sábado, 3 de octubre de 2020

Conjunción Luna-Marte el 3 de octubre de 2020

Medio dormido y con los pies medio arrastrando, me he levantado de la cama y he ido a asomarme al balcón. La luz de la Luna, entraba potente a mi casa y quería ver por dónde andaba.

Y al verla, como por arte de magia, me he despertado del todo y he entrado dentro de una vorágine de actividad. Ahí estaba la Luna acompañada por Marte a casi 1º de distancia.

Rápidamente en busca de la cámara, el trípode, el objetivo Sigma… montarlo todo… cambiar la batería de la cámara… buscar la mejor exposición…hacer varias fotografías para compensar la diferencia de brillo entre la Luna y Marte. Y todo ello aguantado un aire gélido matinal que me va enfriando poco a poco todo el cuerpo.

Pero lo que he disfrutado (mi padre siempre me dice cuando observo bajo condiciones exigentes, que si nos obligaran a hacerlo, no lo haríamos…) y el resultado final, me ha valido la pena:

Es la combinación de dos fotografías tomadas con diferentes valores para conseguir una Luna contrastada y un Marte brillate.

Y para acabar, ya con Marte perdido sumido en la claridad del día, una fotografía de mayor campo de una Luna que ha cambiado, por lo menos visualmente, la compañía del planeta por la de las nubes rojizas matinales.

Empiezo bien el día.