Durante la última semana estuve pendiente de las predicciones meteorológicas, ya que tenía intención de desplazarme a mi pueblo para observar e intentar fotografiar Marte durante estos días en los que se encontrará cerca de su oposición.
Pues bien, los pronósticos no eran nada alentadores. Para el viernes, nubes y claros. Para el sábado, nublado con descenso abrupto de temperaturas. Y para el domingo, despejado pero con fuerte viento de mestral, típico viento de mi tierra que implica una turbulencia endiablada.
Medio resignado a volver con las manos vacías, llegué el viernes y lo primero que hice fue echar una mirada al cielo. Efectivamente, nubes y claros. Pero por suerte, la meteorología no es una ciencia exacta, y después de cenar, el cielo se quedó completamente despejado y con una transparencia magnífica. No me lo pensé dos veces y monté el SC de 235mm para empezar una noche centrada en Marte.
La turbulencia atmosférica estaba bastante contenida, de manera que pude acoplar la barlow de x2 al telescopio, cosa que no suele ser habitual.
La falta de práctica en estos últimos años hizo que, a pesar ni mi máximo empeño, no consiguiera una foto en condiciones con la ASI 120MM. Demasiado lío con la rueda de filtros. Así que visto lo visto, opté por utilizar mi vieja DBK21AU04-AS, y menos mal que opté por ello.
Este es el resultado que obtuve, un bonito recuerdo de esta oposición marciana de 2020:
S&T |
Después de conseguir esta foto, quise probar de nuevo con la ASI120MM, pero de repente el cielo empezó a llenarse de nubes hasta que la observación se convirtió en imposible.
Recogí recordando los vaticinios meteorológicos, que lamentablemente, se cumplieron tanto el sábado como el domingo.
El domingo, efectivamente el mestral soplaba con ganas, por lo que sacar el telescopio quedó descartado. Pero el cielo estaba tan despejado y transparente que no me resistí a sacar la Nikon D5100, montarla en el trípode fotográfico y colocándome lo mejor que pude a resguardo del viento, sacar una foto panorámica.
Esta es la foto, y abajo rotulada:
Casualidades de la vida, ha coincidido con que la famosa estrella variable de Cetus, Mira (Omicron Ceti) https://laorilladelcosmos.blogspot.com/2011/10/omicron-ceti-variable-tipo-mira-en.html, se encuentra cerca de su máximo, brillando alrededor de la magnitud 3,5. Un aliciente más que nos depara el cielo.
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