Este tiempo de pandemia está siendo realmente problemático para todo el mundo. Nos afecta, en mayor o menor medida, tanto en aspectos relacionados con la salud, como en la vertiente económica, o en el estado de ánimo. Nuestra vida ha dado un giro extremo en este aciago 2020.
Independientemente de aspectos políticos, tendría que ser de sentido común por nuestra parte, poner todo el empeño en intentar atajar la expansión del virus. Pero, lamentablemente, parece ser que no toda la sociedad comparte esta opinión, por lo que, los que somos población de riesgo, tenemos que lidiar con la necesidad de ir a trabajar y con todos los inconscientes que actúan de forma temeraria y no ven ningún tipo de problema con la presencia del virus en nuestras vidas.
Actualmente, volvemos a estar en niveles preocupantes de contagios y de muertes, y está claro que volveremos, tarde o temprano, a las restricciones de movilidad.
Por mi parte, al ser asmático, tengo que tener un especial cuidado, por lo que intento seguir las recomendaciones que dan las autoridades sanitarias en todo momento. La mascarilla y el gel de manos me acompañan todo el día. Evito el transporte público y voy andando siempre que puedo. Mantengo, en lo posible, la distancia de seguridad con las otras personas. He reducido a niveles de ermitaño mi vida social y procuro evitar situaciones de riesgo tanto por mí, como por la familia con la que convivo.
En este estado de cosas, la afición a la astronomía es una de las pocas actividades que me permiten olvidarme, aunque sea por breves momentos, de los problemas cotidianos, y como tengo la suerte de poder practicarla desde casa (tanto en ciudad como en mi pueblo), he podido disfrutar de ella durante estos últimos meses.
Uno de los grandes alicientes ha sido la oposición de Marte, que nos está dejando unas imágenes memorables. Por mi parte, intento observarlo y fotografiarlo desde mi pueblo, donde puedo sacarle mayor partido gracias al SC de 235mm. En Barcelona, el SC de 127mm se me queda un poco corto, aunque sirve para matar el gusanillo.
Este fin de semana, en previsión de lo que comentaba antes referente a las restricciones de movilidad, quise acercarme a mi pueblo, no vaya a ser que sea la última ocasión que tenga de observarlo con el 9,25” durante esta oposición.
La noche del 23 de octubre de 2020, las turbulencias eran terribles, por lo que las fotos que saqué no considero que tengan una mínima calidad como para ir enseñándolas por aquí… pero la del 24, la cosa cambió.
Mientras esperaba que Marte se alzara bien alto respecto al horizonte, fui fotografiando la Luna y haciendo algún que otro boceto. Y cuando acabé con ella, apunté al planeta rojo, pudiendo comprobar que la noche no tenía nada que ver con la del viernes. En planetaria, el “seeing” lo es todo.
Esta es la fotografía que pude sacar hacia las 20h 35m T.U.
Muy contento con ella. Y más tarde, pasada la media noche (T.U.), y con un poco más de turbulencia, esta otra:
Me gustaría algún día poder montar una animación de la rotación de Marte, o de Júpiter, como hace algún compañero, pero creo que aún me queda un largo camino por delante para poder hacerlo.
Sea como sea, he disfrutado como nunca este fin de semana con Marte.
Ya de vuelta a la ciudad, espero que no sea esta la última vez que puedo ver a Marte durante esta oposición con el SC de 235mm. Aunque de momento, ya se ha declarado de nuevo el estado de emergencia, y a partir de hoy, toque de queda.
Deseo que podamos dejar pronto atrás esta pesadilla y podamos volver a una relativa normalidad en nuestras vidas. Tened cuidado y tomad todas las precauciones que podáis. No valoramos la salud hasta que la perdemos.
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