En la revista Sky & Telescope de agosto de 2011 aparece un artículo de Ken Hewitt-White titulado “A Galaxy Sampler in Draco”, que se podría traducir a grosso modo como “Un muestrario galáctico en Draco”. Y visto lo visto, no es para menos.
En condiciones normales, es decir, disponiendo sólo de mi SC de 127mm para observar desde unos cielos con cierta contaminación lumínica, no me hubiese detenido mucho tiempo en este artículo, sin embargo, teniendo estos días como tenía la posibilidad de observar desde unos cielos oscuros con mi SC de 235mm, me picó un poco la curiosidad y decidí intentar la observación de los tres objetos que componen el muestrario: las galaxias NGC5985, NGC5982 y NGC5981.
La peculiaridad de estre trío galáctico es que se pueden observar perfectamente a bajos aumentos en el mismo campo del ocular, presentando de un solo golpe de vista, las diferentes apariencias de la mayoría de galaxias que podemos esperar ver a través de nuestros telescopios.
Por un lado tenemos NGC5985 (AR: 15h 39,6m; Dec. +59º 20’), una galaxia espiral de tipo Sb I, con una magnitud visual de 11,1 y un tamaño angular de 5,5’x3,0’. Está situada a unos 117.680.000 años luz de distancia y se nos presenta, en visual, de cara. Por lo que con un telescopio de gran abertura es posible apreciar sus brazos espirales.
A continuación nos encontramos con NGC5982 (AR: 15h 38,7m; Dec. +59º 21’), una galaxia elíptica de tipo E, con una magnitud visual de 11,1 y un tamaño angular de 2,6’x1.9’, con un núcleo muy marcado envuelto por un halo difuso.
Y para concluir tenemos NGC5981 (AR: 15h 37,9m; Dec. +59º 23’), una galaxia espiral de tipo Sb C, con una magnitud visual de 13,0 y un tamaño angular de 2,7’x0,3’, a diferencia de NGC5985, no se presenta de cara, sino de canto, de manera que se muestra como una fina línea.
Con estos antecedentes, la noche del 19 de agosto de 2011, con unos cielos oscuros, sin Luna, un seeing de 4/5 (Siendo 5=óptimo) apunté mi SC de 235mm hacia la constelación de Draco, donde debería ver esta tríada galáctica. Este mes de agosto se ha caracterizado por la presencia casi diaria de nubes bajas amenazadoras que, al final, se acababan adueñando del cielo. Y esta noche no fue una excepción. Así que tuve que ir más rápido de lo que hubiera deseado.
Este es el dibujo que hice a 94x donde aparecen las tres galaxias en el mismo campo:
Pensaba, a partir del artículo de S&T y de las fotos, que observar este trío sería una tarea fácil, pero no lo ha sido en absoluto. Con todo, ha valido la pena el esfuerzo y el tiempo dedicado.
En un primer vistazo se ve perfectamente NGC5982, la galaxia del centro del dibujo. Un núcleo muy marcado y redondeado, con cierta tendencia ovalada, envuelto por un halo bastante extenso que se va haciendo más evidente a medida que voy adaptando mejor la vista a la oscuridad. Por el contrario, de las otras dos galaxias... ni rastro.
Por suerte hay las suficientes estrellas brillantes que sirven de perfectos puntos de referencia para saber dónde buscar. Arriba a la izquierda del dibujo hay un triángulo formado por tres estrellas (HIP76721, mag. 9,65; TYC3875-169-1, mag. 11,65; TYC-3875-329-1, mag. 11,46) que apuntan directamente a NGC5985. Miro con visión lateral y poco a poco voy notando una manchita ovalada, difusa, extensa, débil, evanescente... lo que sí es cierto es que una vez percibida, después es más fácil “verla”.
De la tercera galaxia, ni rastro.
Me centro en localizar NGC5981, y para ello intento olvidarme de NGC5982 y NGC5985 y me centro en la estrella de la zona inferior central del dibujo, TYC3875-524-1, de magnitud 10,75. La galaxia debería encontrarse justo a su lado. ¿Es posible que el brillo de la estrella canibalice NGC5981?. Es posible, pero no me doy por vencido.
Después de un buen rato, mirando de reojo y moviendo ligeramente el tubo, noto una fina línea etérea, casi, casi imperceptible... con una habilidad especial de desaparecer a la más mínima que no me concentro exclusivamente en ella. Pero allí está, NGC5981.
De todas maneras es un poco frustrante. Paradójicamente, tengo las tres galaxias localizadas. Las he visto las tres, pero cuando intento tener una visión de conjunto, NGC5982 acapara todo el protagonismo, provocando que NGC5982 se vea peor... y que NGC5981... ¡desaparezca!. Supongo que debe ser alguna jugada de nuestra percepción cerebral.
Quise observar las galaxias de manera individual y forzando aumentos, pero las dichosas nubes bajas volvieron a obligarme a terminar la noche de observación antes de lo que hubiera querido. Otra vez será.
De todas maneras, una parte de cielo muy didáctica y espectacular que precisa de cielos oscuros, aberturas generosas y una buena dosis de paciencia.
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