Aladin Lite – 3º de campo |
Sin embargo, a la hora de observarla con mi telescopio siempre me da más problemas que satisfacciones.
Y eso que soy consciente de que a pesar que se le asigna una magnitud visual de 5,8, si se tiene en cuenta que su extensión es de aproximadamente 70,8’x41,7’, su brillo superficial es de tan sólo 14,4.
De manera que, como poco, debemos disfrutar de unos cielos oscuros para percibirla correctamente, y mucho mejor si ya tenemos cierta experiencia con objetos extensos y difusos como M33.
En su día ya comenté que esta galaxia se había convertido en un “objeto maldito” para mí, ya que me costó mucho poder cazarla con mi SC de 127mm, y la verdad es que tenía muchas ganas de pillarla en una buena noche con mi SC de 235mm, a ver si por fin era capaz de verla en todo su esplendor.
El 9 de agosto me encontraba disfrutando de los cielos oscuros de mi pueblo y con el SC de 235mm preparado para una larga noche de observación. De manera que me animé a apuntar hacia M33.
Con los antecedentes que tenía fui directamente en busca del Hyperion Aspheric de 31mm que me proporciona un campo generoso con este telescopio. Pero a pesar de la ilusión con la que puse el ojo en el ocular, en un primer momento, no encontré ni rastro de la galaxia.
Ya me lo esperaba y no me puse excesivamente nervioso. Un poco mosqueado sí, para qué negarlo, pero supe mantener el temple.
Esperé a que la vista se fuera adaptando a la oscuridad y poco a poco ya fui notando su potente y extenso núcleo, con una forma ovalada, algo irregular y sin límites definidos.
Hasta aquí lo fácil.
Lo complicado empezó cuando me dispuse a intentar percibir los brazos. Ahí fue cuando la observación se empezó a poner verdaderamente exigente.
Estuve un buen rato respirando hondo y adaptando la vista todo lo mejor que pude a la oscuridad, y cuando consideré que ya era suficiente, volví a poner el ojo en el ocular y descubrí una estrella débil superpuesta al núcleo. También noté una zona externa en forma de semiarco que emanaba de un extremo del corazón de la galaxia en dirección a la estrella más brillante que me aparecía en el campo del ocular.
Empezaba a tener la vista cansada y las cervicales algo tocadas, pero haciendo un esfuerzo final, utilizando la visión lateral y moviendo ligeramente el tubo, noté pequeñas zonas de los brazos galácticos coincidiendo con la presencia de estrellas y sin ningún tipo de conexión entre ellas.
Y llego el momento en que pensé que ya no podría exprimirla más. Así que memorizando los lugares donde vi zonas con “nebulosidad”, encendí la linterna roja y me dispuse a dibujar todo aquello que había podido percibir de esta escurridiza M33:
Curiosamente, todo lo complicado que me resulta percibirla, lo es de fácil localizar la zona donde encontrarla.
Cuando quiero verla con mis prismáticos 15x70 lo que hago es localizar Alpheratz (Alpha And), la estrella situada hacia el Noroeste en el cuadrado de Pegasus. Me desplazo hasta (Delta And), luego hasta Mirach (Beta And). Desde aquí voy en busca de M31 pasando por la Eta And.
Una vez localizo la galaxia de Andromeda (M31), inconfundible, sé que estoy en el buen camino. Trazo una línea imaginaria en dirección opuesta que vuelve a pasar por Eta And y Mirach, y a unos 7º de esta última estrella deberíamos encontrar a M33.
Más o menos, la distancia entre Mirach y M 31 es la misma que entre Mirach y M33, en dirección opuesta. Es muy fácil, pero reconozco que resulta más fácil hacerlo siguiendo una carta celeste con los prismáticos en la mano que explicarlo.
Carta generada con Cartes du Ciel |
Es posible que esta galaxia fuera descubierta por Giovanni Batista Hodierna hacia 1654, pero las anotaciones que dejó no son lo suficientemente claras como para concluir de manera taxativa que se refiriera a M33.
Donde no hay ningún género de duda es que el 25 de agosto de 1764 Charles Messier la vio, dejando anotado: “Nebulosa descubierta entre la cabeza del Pez Boreal y el Gran Triángulo, a poca distancia de una estrella de la sexta magnitud. La nebulosa es de una luz blanquecina y de una luminosidad casi uniforme; sin embargo, un poco más luminosa dentro de los dos tercios de su diámetro. No contiene ninguna estrella. Se la ve difícilmente con un telescopio ordinario de un pie” (Traducción de José Luis Comellas en su libro “Catálogo Messier).
Una descripción condicionada por su instrumental que distaba bastante de lo que realmente es M33. No fue hasta 1850 cuando Lord Rosse pudo estudiarla con su famoso Leviatan, que con una abertura de 183cm le permitió descubrir su naturaleza espiral.
M33 se encuentra a una distancia de 2,74 millones de años y pertenece al Grupo Local de Galaxias. Con una extensión de unos 55.000 años luz se presenta como la tercera más extensa de este grupo galáctico, por detrás de la Vía Láctea (100.000 a.l.) y la galaxia de Andrómeda (140.000 a.l.).
En M33 pueden observarse un buen número de regiones HII, que son nubes de gas brillante, principalmente de hidrógeno, en la que se forman estrellas masivas azules (tipo OB). Y este será mi objetivo la próxima vez que pueda disfrutar de una buena noche y tenga a tiro M33. Será el momento de probar a ver qué tal responden los dos filtros que tengo, el UHC y el OIII a la hora de resaltar estas regiones.
Para facilitar un poco la tarea siempre es de ayuda tener a mano una carta donde aparecen rotuladas estas zonas, como ésta realizada por Ray Gralak en "Adventures in Deep Space": http://astronomy-mall.com/Adventures.In.Deep.Space/M33HIIregions.jpg
Seguro que no me resultará sencillo, pero estoy convencido que será otro capítulo memorable de la relación amor-odio que mantengo con esta galaxia.
Hola Óscar,
ResponderEliminarEl problema de M 33 es que tiene un buen tamaño y el brillo superficial se reparte en ese área, de este modo si tuviera un tamaño mas reducido la luz se concentra y de esta manera nos da ese aspecto de ser mas brillante.
El ultimo día de observación a causa de la humedad no puede terminar el boceto de M 33, lo tengo a medias para la próxima salida y al ver tu entrada todavía tengo mas ganas de que lleguen los días óptimos.
No es difícil ver esta galaxia a simple vista, cuando tienes la vista adaptada a la oscuridad, tampoco es complicado ver una región como es NGC 604, un cumulo estelar, al igual que M 31 tiene NGC 206. Te animo a que continúes con ella, quizás un día de mala transparencia o que no hayas descansado bien, puede afectar a la vista.
Como siempre buen relato de observación, un saludo compañero.
Roberto.
almach28 de noviembre de 2015, 6:59
EliminarGracias Roberto :)
Seguro que seguiré con ella, sólo que con la experiencia que tengo con M33, esperaré a alguna noche con las condiciones de observación excepcionales.
Ya tengo ganas de ver tu dibujo.
Saludos
Óscar