Ya he comentado en las anteriores entradas del blog donde explicaba mis experiencias con M55, que es uno de mis cúmulos globulares preferidos.
En esta entrada, cuando lo observé con el SC de 127mm:
https://laorilladelcosmos.blogspot.com/2009/08/m55-cumulo-globular-en-sagittarius.html
Y en esta otra, lo impresionado que me dejó con el SC de 235mm:
https://laorilladelcosmos.blogspot.com/2018/09/m55-cumulo-globular-en-saggitarius-con.html
Sin embargo, las condiciones de observación que tuve en 2018 no fueron las mejores, ya que había cierta turbulencia atmosférica. Y teniendo en cuenta esto, la noche del 23 de agosto de 2019 decidí volver a visitarlo al comprobar que la atmósfera se encontraba bastante estable. Y cómo no, volvió a dejarme un recuerdo imborrable en mi retina.
Lo más curioso es que, así como en 2018 lo percibí con una forma bastante irregular, este 2019 ha sido todo lo contrario. Su aspecto era bastante homogéneo y redondeado.
Lo que no varió, fue la impresión que me dejó al ver la gran cantidad de débiles estrellas que se perciben perfectamente individualizadas en toda su extensión.
Esta vez intenté dedicar un poco más de tiempo a la hora de plasmar en el dibujo lo que percibía y, sin llegar a hacerle completa justicia, sí que considero que refleja mejor el aspecto que ofrece este globular que no el que conseguí el año pasado.
Evidentemente, no puede compararse con la magnificencia de M11, pero tengo que reconocer que durante la observación de M55, en varios momentos me vino a la cabeza este cúmulo abierto de Scutum.
Siguen manteniéndose los consejos que ya había dado en otras ocasiones para su observación. A saber, cielos oscuros, estabilidad atmosférica, buena adaptación del ojo a la oscuridad y paciencia. La recompensa está asegurada.
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