jueves, 26 de agosto de 2010

Júpiter esconde su Banda Ecuatorial Sur

Cuando me compré mi primer telescopio, el SC de 127mm, y tuve la ocasión de apuntarlo hacia Júpiter y verlo “en directo” por primera vez, fue una experiencia de esas que no se olvidan. No lo vi demasiado grande, pero sí que pude distinguir las dos bandas ecuatoriales.

A lo largo de los años he podido observar de manera nítida las zonas polares, la Gran Mancha Roja, el baile de sus satélites, tránsitos y ocultaciones, la sombra de algún satélite sobre el planeta... y sabía que su atmósfera era cambiante, aunque con mi telescopio, detectar esos sutiles cambios era algo que estaba lejos de mi alcance.

Sin embargo, este 2010 saltó una noticia que me dejó perplejo debido a mi ignorancia: la Banda Ecuatoria Sur (SEB, en inglés) había desaparecido. Más tarde leería que no era la primera vez que ocurría, ya que la “desaparición” de la SEB suele darse de una manera cíclica.

En realidad, no es que desaparezca, sino que más bien se produce un desvanecimiento. Podemos encontrar una muy buena explicación del fenómeno en este fantástico artículo de Agustín Sánchez Lavega, fantástico tanto por su contenido como por su clara exposición:

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Desvanecimiento/Jupiter/elpepusoc/20100601elpepusoc_14/Tes

Tenía ganas de observar el fenómeno a través de mi telescopio, pero hasta la noche del 20 de agosto de 2010 no pude echarle un vistazo al planeta en condiciones, pero esa noche tuve suerte y pude observarlo a través de mi SC de 235mm. Este es el dibujo que hice:

Me dio la sensación de estar viendo a un amigo de infancia que hace tiempo que no ves... es él, pero ha cambiado... Se veía perfectamente la Zona Ecuatorial Norte (NEB), la Banda Tropical Norte (NTB) y las dos Zonas Polares, la Norte un poco más marcada que la Sur.

Lo que también presentaba una atractiva disposición eran los cuatro satélites galileanos, una disposición en forma de L.

No quise hacer pruebas con filtros ni estar más tiempo observando el planeta. Preferí sacar la cámara DBK, acoplarla al telescopio e inmortalizar el momento:

Esta era la situación de cada satélite:

Como se ha dicho muchas veces, un sistema solar en miniatura.

Y esta es la foto que hice añadiendo la barlow x2:

Ahora me gustaría poder observar la Gran Mancha Roja en tránsito, pero el tiempo este 2010 no acompaña demasiado... paciencia y perseverancia... y a ver si se presenta la ocasión. Sea como sea, por lo menos ya he podido observar al viejo amigo Júpiter con un aspecto diferente.

martes, 24 de agosto de 2010

WZ Cassiopeiae - Estrella de Carbono, variable y doble en Casiopeia

A 1,6º al noroeste de Caph (Beta Cassiopeiae) podemos encontrar una atractiva estrella: WZ Cassiopeiae. Y es atractiva por varias razones: es variable, es una estrella de carbono, es doble y se encuentra en un atractivo campo estelar.

Este es el dibujo que hice el pasado 20 de agosto observándola con mi SC de 235mm a 94x:

WZ Cassiopeiae es una estrella variable semirregular que en la mayor parte de las veces oscila entre la magnitud 7 y la 8,5. Quien quiera dedicarle tiempo a su seguimiento lo tiene relativamente fácil, ya que al estar situada en la constelación circumpolar de Cassiopeia, si se observa desde el hemisferio Norte, puede hacer estimaciones prácticamente los 365 días del año.

De todas maneras hay que tener en cuenta que al ser una estrella de Carbono y presentar un color anaranjado-rojizo realmente espectacular, puede dificultar su comparación con las otras estrellas de referencia (en especial a su compañera azul), debido al conocido efecto Purjinke.

Si observamos de manera prolongada una estrella roja, excitamos excesivamente nuestra retina y nos da la sensación que la estrella es más brillante de lo que en realidad es. Impresión que se ve acentuada si la comparamos con una estrella azul. Ni más ni menos que lo que nos encontramos con WZ Cas.Para reducir en lo posible este condicionante, se aconseja estimar el brillo dando rápidos golpes de vista en vez de centrarse fijamente sobre la estrella.

Para ayudarnos en este cometido podemos disponer de la carta de la AAVSO:

http://www.aavso.org/vsp/chart/pl/2554lf

Y de las estimaciones hechas por otros aficionados:

http://www.aavso.org/ql/results?auid=000-BBB-022&startjd=2455343.34808

Pero como he comentado, WZ Cas no sólo es atractiva por su variabilidad y su marcado color rojizo, sino también porqué se presenta como una sensacional doble de separación generosa y de contrastados colores. Como doble está catalogada como STTA 254 y en el listado del WDS aparece con los siguientes parámetros:

00013+6021 STTA254AB Angulo de Posición: 89º - Separación: 57.8" – Magnitud: 7.40 / 8.33
00013+6021 STTA254AC AP: 324º - Sep: 155.0" - Mag. 7.40 / 9.56
00013+6021 STTA254AD AP: 118º - Sep: 181.5" - Mag. 7.40 / 10.35
00013+6021 STTA254BD AP: 130º - Sep: 133.3" - Mag. 8.33 / 10.35

Como puede verse, no sólo es doble, si no que está considerada como un sistema múltiple. De todas maneras, para ser sinceros, la excesiva separación de las componentes C y D y su poco brillo no ayudan a percibirla como sistema, si no más bien como una impresionante doble. Con todo, dejo marcadas aquí todas las componentes que pueden observarse con bajos aumentos:

En las notas que tomé durante mi observación resalté que al lado de WZ Cas (a la derecha en el dibujo), podemos encontrar dos estrellitas muy débiles (mag. 10,96/11.87) que se encargan de ofrecer un contraste tan brutal con STTA 254 que más bien parece una representación de “El Gordo y el Flaco”...

Pero tengo que reconocer que el verdadero contraste frente la componente principal es el que observamos con la componente B, que brilla con una magnitud estable de 8,3 y presenta un espectro de clase A0... o lo que es lo mismo, un precioso azul celeste claro y bien marcado.

Después de estar un buen rato observándola, me digo a mi mismo que es una estrella sensacional para enseñar a todo aquel que quiera acercarse a nuestro ocular. Estoy convencido que no dejará indiferente a nadie.

Para acabar la visita a esta estrella situada aproximadamente a unos 1.500 años luz de distancia, saqué una fotografía a foco primario con la DBK:

Aviso que no es lo mismo que observarla en directo a través del telescopio... pero es una buena aproximación. Y confío en que como mínimo sirva para motivar, a quien tenga ocasión, para que le dedique unos instantes de su noche de observación. Vale mucho la pena.

domingo, 22 de agosto de 2010

Neptuno - Un mundo azul

4.348.655.030 km.

4.348.655.030 km es la distancia media a la que se encuentra Neptuno de la Tierra.

A veces vale la pena obtener las distancias de los objetos que observamos en km. para que seamos conscientes de lo lejanos que llegan a encontrarse. Yendo a una velocidad de 120 km/h. tardaríamos 4.136 años en llegar a Neptuno...

El 20 de agosto de 2010 estaba observando con el SC de 235mm. La Luna brillaba al 87% en el cielo y no me permitía una observación cómoda de los objetos de espacio profundo, así que después de echar un vistazo a la propia Luna, a Júpiter y a Urano quise hacer una visita al planeta del Sistema Solar que se encuentra más alejado de nuestra estrella: Neptuno.

A pocos aumentos Neptuno parece una estrella más, pero forzándolos (la noche me permitió llegar a los 313x) ya se adivina como una pequeña circunferencia verde-azulada.

No se aprecia ningún tipo de detalle, aparte del color y de su forma redondeada, que teniendo en cuenta la distancia a la que se encuentra no es poco.

Actualmente Neptuno se encuentra en la constelación de Capricornus, y esa noche se encontraba cerca de la estrella TYC5808-47-1 que brilla con magnitud 8,53. Neptuno lo hace con 7,82, por lo que la vista a través del telescopio se asemejaba a una estrella doble con una separación generosa. Una buena compañía para la observación del planeta.

Esta es la foto que hice con la cámara DBK (Neptuno está situado abajo):

No es gran cosa, pero me ha hecho mucha ilusión cazar a este gigante gaseoso con un radio ecuatorial de 24.746 km, cuatro veces mayor que el de La Tierra, que es de 6.378 km.

Neptuno posee una atmósfera rica en hidrógeno y helio, pero debe su color azulado a la presencia de pequeñas cantidades de metano que absorben las longitudes de onda rojas procedentes del Sol permitiendo sólo reflejar las ondas azules. Gracias a este color azulado, en visual presenta un aspecto realmente atractivo.

El 24 y 25 de agosto de 1989 la sonda Voyager 2 sobrevoló Neptuno y confirmó la presencia de anillos. Son mucho menos compactos y espectaculares que los de Saturno, pero, de momento, ahí están. Según estudios recientes el sistema de anillos de Neptuno no es estable y uno o más de los anillos que lo componen puede llegar a desintegrarse en los siguientes 100 años.

Ni con el mejor telescopio que pudiera conseguir podría observar los anillos. Sin embargo, pasé un rato muy agradable bajo el cielo de verano observando este lejano planeta que podría llamarse el otro planeta azul del Sistema Solar.

viernes, 20 de agosto de 2010

NGC6814 - Galaxia de Aquila

NGC 6814 es una galaxia que podemos ver en la constelación de Aquila y se encuentra a unos 66 millones de años luz de distancia. No es demasiado brillante, magnitud 11,3, y es por esta razón por la que he querido visitarla. Dudo mucho que con el SC de 127mm la hubiera podido detectar, más que nada, porqué con el SC de 235mm no ha sido particularmente fácil.

El 14 de agosto de 2010 disfrutaba de una noche perfecta, disponía de buena abertura y, a pesar de ello, tuve dificultades para verla. A 130x el campo del ocular se encuentra bastante poblado de estrellas a excepción (en el dibujo) de la zona superior izquierda. Eso sí, las estrellas no son demasiado brillantes.

Tengo que adaptar muy bien la vista a la oscuridad para detectar en el centro del campo una manchita difusa, redondeada, que parece “superponerse” a una débil estrellita. Curioso efecto óptico.

Mirando de reojo la “veo” un poco mejor, abarcando una mayor superficie, aunque soy incapaz de apreciar ningún tipo de detalle, a excepción de una zona central muy marcada y un halo difuso muy ténue a su alrededor.

En conclusión, esta galaxia espiral del tipo Seyfert no es fácil de observar. En realidad, el premio de NGC6814 es... verla.

martes, 17 de agosto de 2010

NGC6992-NGC6960 - La Nebulosa del Velo en Cygnus

A unos 1.400 años luz de distancia se encuentra una de las vistas más sobrecogedoras que podemos observar en el cielo: la Nebulosa del Velo.

No se sabe a ciencia cierta cuándo ocurrió, se barajan entre los 5.000 y los 8.000 años, pero el caso es que en los últimos momentos de su evolución, una estrella supermasiva explotó conviertiéndose en una supernova. Supernova situada en nuestra propia galaxia y de la que podemos observar sus restos si apuntamos nuestro telescopio hacia la constelación de Cygnus, más concretamente entre Epsilon Cygni (Gienah) y Zeta Cygni, en el extremo del ala del cisne que limita con la constelación de Vulpecula.Esta nebulosa no puede verse entera por el ocular, ya que se extiende en el cielo más o menos por unos 3x3 º. De esta manera, la noche del 14 de agosto de 2010 tuve mi primera toma de contacto con ella observando la zona Este, que corresponde a NGC6992. Este es el dibujo que hice a 37x mirándolo con mi SC de 235mm con un reductor de focal f6,3:

Con la Nebulosa del Velo he amortizado dos accesorios que me había comprado para el telescopio hace ya algunos años, y que no había utilizado demasiado. Por un lado, el reductor de focal que ya he comentado y que me permite abarcar un campo más amplio a través del telescopio. Y por otro lado, el filtro OIII.

Con mi telescopio de 127mm, el SC Nexstar 5i, este filtro siempre me había oscurecido demasiado ofreciéndome imágenes muy poco vistosas, casi descartables a nivel de comodidad visual, sin embargo, con el SC de 235mm, la Nebulosa del Velo aparece como por arte de magia y manteniendo bastantes estrellas de referencia.

Al principio he localizado el lugar donde debía encontrarse la zona Este del Velo sin el filtro, y me encuentro con un campo estelar riquísimo y espectacular (digno de la zona del Cisne), pero de la nebulosa, tan sólo puedo apreciar la zona más brillante que se encuentra cerca de la estrella HIP103382 de magnitud 8,87. La sensación que tengo es que las estrellas, con su brillo, están “escondiendo” la nebulosa. Entonces, es cuando pongo el filtro OIII y me quedo con la boca abierta.

Sencillamente alucinante. La nebulosa ahora se extiende de punta a punta del ocular... y más allá. Tengo que mover el tubo para seguir su trayectoria hasta el final, por lo que el dibujo que he hecho tiene que considerarse como una parte de una parte de la Nebulosa del Velo...

Estoy un buen rato disfrutando de los filamentos y los detalles de NGC6992. Lo más significativo es que la nebulosa empieza como una línea fina que a medida que avanza va ensanchándose. Pasada la estrella HIP103382, pierde brillo para recuperarlo un poco más adelante. También aprecio algo de nebulosidad en la parte izquierda del dibujo, pero muy ténue. Sea como sea, una vista que no se olvida.

El único problema de la noche es que me queda prácticamente en el zenit y la observación me resulta un poco incómoda. Por este motivo dejo la observación de la zona Oeste de la Nebulosa del Velo para otro día.

La noche siguiente, la del 15 de agosto de 2010 apunto de nuevo el telescopio hacia la zona del Velo, pero en esta ocasión a la zona Oeste, donde encuentro NGC6960, también conocida como la Escoba de la Bruja:

El campo de NGC6992, la zona Este del Velo, estaba muy poblado de estrellas, pero ninguna de ellas especialmente brillante. En cambio, la zona Oeste, NGC6960, presenta un campo menos rico... y una espectacular 52 Cygni en el centro.

52 Cygni (STF2726) es una estrella doble. La principal brilla con magnitud 4,2 y presenta un color amarillo muy marcado, tendiendo incluso al anaranjado. Y se ve acompañada por una estrellita azulada separada por 6,4” en un ángulo de posición de 69º. El pequeño problema es su poco brillo, magnitud 8,7 que hace que se vea canibalizada por su espectacular compañera. En el dibujo no aparece, pero si nos centramos en ella y ponemos aumentos, dejando de banda un instante el Velo, podremos disfrutar de una sensacional pareja.

AR: 20h 45m
Dec: +30º 43’

Volviendo al Velo Oeste, intento hacer una prueba con los filtros que dispongo. En primer lugar observo sin ningún tipo de filtro. Veo un campo estelar rico, pero la nebulosa sólo la intuyo a la derecha de 52 Cyg (en el dibujo) mirando de reojo y adaptando muy bien la vista a la oscuridad.

Pongo el filtro UHC, pierdo un buen número de estrellas, pero las más brillantes se mantienen y la nebulosa mejora. Paso de intuirla a verla realmente... y a intuir las zonas de la izquierda.

Finalmente pongo el filtro OIII que me permite ver la nebulosa en todo su esplendor, pero por contra sólo me deja ver un pequeño número de las estrellas más brillantes.

Sea como sea, en este caso, mucho mejor el OIII.

En conclusión, con buenos cielos, buena abertura y el filtro OIII, la Nebulosa del Velo, tanto la zona Este como la Oeste, me ha proporcionado unas inolvidables horas de satisfactoria observación.

Me dejo pendiente su observación con el telescopio SC Nexstar 5i de 127mm para hacer una pequeña comparación.

lunes, 16 de agosto de 2010

NGC7789 - Cúmulo abierto de Cassiopeia

El 14 de agosto de 2010 pude observar en la constelación de Cassiopeia el cúmulo abierto NGC7789, uno de los cúmulos abiertos más atractivos y sugerentes que he podido ver hasta el momento. Y sinceramente, no me lo esperaba en absoluto.

Entre Rho y Sigma Cassiopeiae, NGC7789 fue descubierto en 1783 por Caroline Herschel. Se encuentra situado a unos 6.000 años luz de distancia y está formado por mas de 300 débiles estrellas que brillan desde la magnitud 11 a la 18. Este es un buen ejemplo para la máxima “La unión hace la fuerza”. Cada una de sus componentes a nivel individual pasaría inadvertida en esta parte de cielo, sin embargo, el grupo destaca claramente cuando se observa con unos simples prismáticos 10x50 desde un cielo oscuro.

De todas maneras, para NGC7789, cuanta más abertura tenga el telescopio con el que se observa, mucho mejor.

Este es el dibujo que hice observándolo con el SC de 235mm a 58,75x desde un cielo oscuro y en una buena noche:

Lamentablemente, es uno de aquellos objetos que me resultan muy complicados de plasmar sobre el papel, por lo que recomiendo echarle un vistazo y disfrutarlo con el ojo pegado al ocular.

Debido a su extensión utilizo el mínimo aumento posible que me proporciona el telescopio, que en este caso, son los 58,75x utilizando el ocular de 40mm. Un poco deslumbrado por la luz de la linterna roja después de anotar en la hoja de observación los datos correspondientes, la primera impresión que me da es estar viendo un conglomerado de débiles estrellas que se presentan con una forma que me recuerda una rosa. Y lo más espectacular es que a medida que voy adaptando mejor la vista, van apareciendo más y más estrellitas... momento en el que me doy cuenta que no voy a ser capaz de plasmar su belleza en un dibujo...

Como he comentado, NGC7789 es un cúmulo muy extenso, formado por infinidad de débiles estrellas que se aprecian en una disposición concéntrica, con un centro en el que casi no observo estrellas. Es curioso, ya que en fotografías que he visto posteriormente, el cúmulo aparece homogéneo, sin ese centro "limpio" que he apreciado en visual.

En cierto modo me recuerda el fántástico cúmulo de los Patos Salvajes (M11), con la diferencia que M11, cómo lo diría, es un poco caótico, mientras que NGC7789 se presenta con una forma circular.

De todas maneras, fijándome un poco, me doy cuenta que la forma circular es sólo fruto de una primera impresión. Veo dos brazos que se extienden, uno hacia la parte superior (en mi dibujo) y el otro hacia la derecha.

Sea como sea, la visión de conjunto es fantástica y estoy un buen rato disfrutando de ella. Es durante estos momentos que la casualidad me regala un aliciente añadido: hacia las 21h 51m 29sg T.U. veo “pasar” una perseida por el campo del ocular. No es muy brillante, pero si lo suficiente como para verla pasar velozmente, mostrándose orgullosamente... Pienso que es una recompesa después de tantos días y días sin poder observar por culpa del mal tiempo.

Estoy a punto de dar por terminada la observación de NGC 7789, pero el espectáculo que me sigue ofreciendo me “obliga” a dedicarle unos instantes más. Es entonces cuando me fijo que en la zona superior derecha hay una zona que parece “libre” de estrellas, como si fuera una nebulosa oscura. Después he mirado en varias fuentes, pero parece ser que no hay ninguna catalogada en esa zona. Con todo, es la sensación que me ha dado.

Y ahora sí. Me despido de NGC7789, un fantástico cúmulo abierto ideal para telescopios de gran abertura en cielos oscuros.

jueves, 12 de agosto de 2010

NGC225 - Cúmulo abierto en Cassiopeia

La constelación de Cassiopeia es rica en cúmulos abiertos realmente espectaculares, algunos tan conocidos como NGC457 (el cúmulo de ET), M52, M103, NGC654, NGC663... pero la ventaja de la observación astronómica es que siempre podemos encontrar algo nuevo.

La noche del 10 de agosto de 2010, después de un día nublado y antes que se volviera a nublar pasada la una de la madrugada (hora local) tuve la ocasión de poder observar el atractivo, aunque un poco exigente, cúmulo abierto NGC225, situado entre Gamma Cassiopeiae y Kappa Cassiopeiae.

Este es el dibujo que hice a 94x:

Dibujo que hice pensando que todo el campo que estaba observando correspondía a NGC225. Sin embargo, no es así. El cúmulo realmente es el que marco a continuación:

Es un pequeño error que me permito... porqué en la medida de lo posible, prefiero evitar ver fotografías u otros dibujos que me mediaticen antes de mi observación. Esto tiene sus ventajas, pero también sus inconvenientes... como en esta ocasión considerar un cúmulo abierto más extenso de lo que realmente es.

De todas maneras, la imagen de conjunto que ofrecen los 94x con mi SC de 235mm es espectacular. Se ven más de una veintena de estrellas que se pueden dividir en dos grupos bien diferenciados según su brillo. Un primer grupo formado por unas ocho o nueve estrellas brillan con magnitud 9-10, mientras que el resto se presentan más débiles, pero perfectamente presentes.

Centrándome en el cúmulo propiamente dicho, lo primero que me llama la atención son sus estrellas azules, la forma en “S” que presenta y las cuatro estrellas en la parte superior del dibujo, que me recuerdan, en cierta manera, una réplica más grande del Trapecio de la Nebulosa de Orion.

Precisamente, en una esquina del “trapecio” de NGC225 encontramos la estrella triple HJ1046. Estos son los datos que aparecen en el catálogo del WDS:

00434+6148 HJ 1046AB AP: 68º Sep: 16.3” Mag 10.96 / 11.6
00434+6148 HJ 1046AC AP: 335º Sep: 53.1” Mag 10.96 / 11.48

No es una triple fácil de observar debido a la debilidad de sus componentes, pero con el telescopio adecuado y en una buena noche, constituye un aliciente añadido a la bonita estética que ofrece el cúmulo.

Descubierto en 1783 por Caroline Herschel, NGC225 se encuentra a unos 2.000 años luz de distancia y presenta nebulosidad asociada, nebulosidad que yo no pude ver. Es posible que las nubes bajas presentes durante esta noche me impideran apreciarla.

La próxima vez que observe NGC225 iré más preparado... también he leído que se conoce como el Velero, o también el Corazón Roto...

martes, 10 de agosto de 2010

NGC6818 - La pequeña gema en Sagittarius

Observar nebulosas planetarias con el SC de 127mm, a parte de contadas y memorables excepciones, puede llegar a ser un poco frustrante. En cambio, con el SC de 235mm es una maravilla. Realmente, nebulosas y galaxias piden abertura y buenos cielos para dar todo lo que pueden ofrecer.

Repasando antiguas anotaciones he encontrado la que hice el 28 de julio de 2008 de la nebulosa planetaria NGC6818:

“El sábado (26-7-08 ), ya cuando estaba a punto de recoger los bártulos decidí echarle un rápido vistazo a la planetaria NGC6818. Lamentablemente, y puede servir de lección, no tuve ganas de anotar nada, por lo que escribo de memoria: con el SC de 127mm pude localizar la planetaria a 50x, pero se veía como una estrella más. Le puse los 125x y pude apreciar un redondel perfectamente definido que demostraba a las claras su naturaleza planetaria. Lo que sí que no pude distinguir demasiado fue el color turquesa que dicen que tiene. Más bien veía un tono grisáceo.

Decidí dejarla para otra ocasión con un cielo más oscuro, a ver si de esta manera puedo distinguir mejor los colores.

Se puede decir que verla, la vi, pero para mi, este tipo de planetarias observadas a través del SC de 127mm no dan mucho juego. Salvo honrosas excepciones, tipo Ghost of Jupiter o Bluesnow Nebula”.

El pasado 5 de agosto de 2010, “armado” con el SC de 235mm, decidí apuntar hacia la vieja amiga NGC6818, también conocida como “La pequeña gema”.

Para situarnos un poco comentar que se encuentra a unos 5.500 años luz de distancia y su estrella central brilla con una magnitud de 17, lo que la hace indetectable a mi telescopio. Últimas observaciones indican que puede tratarse de una estrella del tipo Wolf-Rayet (Estrellas masivas con más 20-30 masas solares, con una elevada temperatura, muy azules, y con grandes pérdidas de masa debido a fuertes vientos estelares).

Por otro lado, se considera que en cuanto a su composición química, pudo haber sido una estrella similar al Sol.

Por último, comentar que posee una compañera roja que brilla, por decir algo, con magnitud 17,7, separada 0,09” en un ángulo de posición de 190º y con un periodo orbital de 1.500 años. Aunque no pueda verlo a través de mi telescopio, imaginar el espectáculo que debe ofrecer este sistema es verdaderamente sobrecogedor.

Volviendo a la Tierra... este es el dibujo que hice de la planetaria a 130x con mi SC de 235mm:

Con estos aumentos se ve perfectamente enmarcada en un campo estelar bastante poblado en el que, sin embargo, no encuentro estrellas demasiado brillantes. Esto podría resultar un problema estético, pero por el contrario, se traduce en una ventaja, ya que la nebulosa destaca con gran fuerza.

La planetaria la veo con una cierta tonalidad grisácea, que en ciertos momentos me aparece como azul oscuro. Por mucho que me concentro, no logro apreciar la tonalidad verdosa que destacan muchos observadores.

Una vez he adaptado mejor la vista a la oscuridad, me doy cuenta que alrededor de la nebulosa hay tres tímidas estrellitas formando un triángulo. Una de ellas, la de la parte inferior del dibujo, se distingue con facilidad, sin embargo, las otras dos son más complicadas de apreciar.

Stephen James O’Meara en su libro “Hidden Treasures” comenta que puede apreciar a grandes aumentos una forma de anillo. Para intentar apreciar algún detalle en su estructura pongo 391x, pero el seeing de la noche (2/5, siendo 5=óptimo) no acompaña y no soy capaz de ver nada mejor de lo que veía a 130x.

Tan sólo anotar que al forzar los aumentos la he visto con una forma “ovalada” más marcada de lo que veía a 130x.

Tendré que esperar una noche con mejor seeing para intentar exprimir un poco más a NGC6818... pero estoy viendo que con los telescopios de gran abertura, esta clase de noches se hacen mucho de rogar... con todo, una muy atractiva nebulosa planetaria.

domingo, 8 de agosto de 2010

V Aquilae - Y otras estrellas de Carbono


Es posible que mientras estamos observando a través del telescopio o por unos prismáticos nos encontremos, por azar, alguna estrella que podemos apreciar especialmente roja. En estos casos, la estrella en cuestión, tiene muchos números para ser una Estrella de Carbono.

Las estrellas de carbono son estrellas que se encuentran en un avanzado estado de evolución. Después de haber consumido el hidrógeno de su núcleo convirtiéndolo en helio, pasa a convertir por fusión el helio en carbono. Esto provoca que la temperatura de la estrella sea especialmente fría (en comparación con otras estrellas) y en consecuencia ofrezca un marcado color rojo.

Como es sabido, las clases espectrales estelares están relacionadas con la temperatura de la estrella en cuestión. Así, estrellas muy calientes presentan colores azulados, mientras que estrellas muy frías se muestran con colores rojizos.

En este gráfico aparece la clasificación estelar clásica. En la actualidad, esta clasificación ha tenido que ser extendida a nuevos tipos espectrales con lo que la secuencia ha quedado como sigue:

W O B A F G K M L T y R N C S

Las de clase W son estrellas de Wolf-Rayet, L y T son estrellas extremadamente frías y de poca masa del tipo de las enanas marrones y R, N, C y S son las que engloban las diferentes categorías de estrellas ricas en carbono.

Para concluir con esta breve exposición, comentar que en las estrellas de carbono, su característico color rojo se ve acentuado por el polvo provocado por las partículas de carbono que se encuentran en las capas más superficiales de la estrella y que impiden el paso de la luz azul.

El pasado 5 de agosto de 2010 me había planificado empezar la sesión de observación visitando una de estas estrellas rojas de carbono, y el objetivo previsto fue V Aquilae, en la constelación de Aquila.

Tal vez no sea tan espectacular como es R Leporis o Mu Cephei , pero apuntar el telescopio directamente a una estrella de carbono de clase espectral CII y magnitud 6,78 no puede dejar indiferente a nadie de ninguna manera. Y además, encontrándose a 1.208 años luz de distancia y con una temperatura de tan “sólo” 3.800º C.

En una noche sin Luna, desde un lugar oscuro donde puedo ver la Vía Láctea a simple vista... es una gozada la observación de V Aquilae. La he localizado fácilmente a 47x y delante de tal espectáculo, decido hacer un dibujo a 130x:

En un campo estelar muy rico, destaca por encima de todas las estrellas el color rojizo de V Aquilae. Lo que más llama la atención es el brutal contraste cromático respecto a las estrellas que aparecen en el campo del ocular, dejando de banda que es la más brillante de todas.

Observándola no puedo evitar pensar: “Esta estrella no es normal”. Aunque después pienso lo relativo que es el término “normal” cuando hablamos de las maravillas celestes que podemos observar a través del telescopio.

V Aquilae me produce un efecto hipnótico, y se ha convertido en un excelente objetivo mientras espero que se aclimate el telescopio y que el cielo se vaya oscureciendo más. Recomiendo que quien pueda le eche un vistazo, no es nada exigente y su vista es especialmente atractiva.

Después de la observación, y en vista de lo mucho que disfruto observando estrellas de carbono, he elaborado una pequeña lista con unas cuantas estrellas brillantes de este tipo que pueden ser observadas fácilmente con cualquier instrumento:

Sólo es una pequeña muestra de estrellas de carbono asequibles a cualquier telescopio. Aconsejo que aunque sea por curiosidad, se visite alguna de ellas. La recompensa está asegurada.


sábado, 7 de agosto de 2010

NGC404 - El fantasma de Mirach

Los que solemos observar estrellas dobles sabemos, por experiencia, que una pareja con una estrella principal muy brillante a menudo nos impide distinguir a su compañera. Esto es debido a que su gran brillo se “come” a la componente secundaria que se encuentra demasiado cercana a ella.

Lo que no es tan habitual es que una estrella brillante dificulte la observación de una galaxia que se encuentra a su lado. Este es el caso de NGC404, una galaxia que podemos observar en la constelación de Andromeda, a unos 6’ al noroeste de Mirach (Beta Andromedae) y que, por este motivo, recibe también el nombre de “Fantasma de Mirach” (Mirach’s Ghost).

Para hacernos una idea previa, aquí dejo la fotografía que aparece en Aladín (La galaxia es la del centro de la fotografía):

NGC 404 es una galaxia lenticular enana que se encuentra a unos 11 millones de años luz de distancia y pertenece a un pequeño grupo de galaxias de la Nube de Coma-Sculptor. La galaxia se extiende a lo largo de 65.000 años luz y en ella predominan las estrellas del tipo Gigantes Rojas, aunque también se pueden encontrar estrellas rodeando su núcleo del tipo AGB (Asymptotic Giant Branch), estrellas que se encuentran en una fase avanzada de su evolución, cercanas a convertirse en nebulosas planetarias.

Por su parte Mirach (Beta Andromedae) es, curiosamente, una Gigante Roja de tipo espectral M0III, que se encuentra a unos 200 años luz de distancia. Lo que no deja de representar un primer plano de lo que predomina en NGC404 y que no podemos ver con nuestros telescopios.

La noche del 5 de agosto de 2010 tuve la ocasión de observar a esta “extraña pareja” desde un cielo oscuro con mi telescopio de 235mm. Este es el dibujo que hice:

Apunto el tubo hacia Mirach y en un primer vistazo puedo disfrutar de una estrella con un marcado color amarillo, pero no es mi principal objetivo y me centro en peinar sus alrededores en busca de NGC404.

Y, sorprendido, veo que a una cierta distancia, un poco más allá de la influencia luminosa de Mirach, aparece una manchita pequeña, difusa, evanescente... pero perfectamente apreciable.

Presenta un brillo bastante homogéneo, aunque fijándome un poco, me parece notar en su parte superior izquierda (en el dibujo) una zona más difuminada. Nada demasiado evidente, pero diría que no me está jugando una mala pasada mi sentido de la vista...

La galaxia forma prácticamente un triángulo equilátero con las dos estrellas más brillantes que aparecen en el campo del ocular de 18mm (130x), que no son otras que la propia Mirach y TYC2290-1086-1, de magnitud 8,56.

Después de hacer el dibujo, pongo el ocular de 10mm (235x) y aparto del campo de observación a la brillante Mirach. De esta manera, la galaxia la veo un poco más nítida, más grande... aunque no noto ningún detalle que no viera a 130x.

En conclusión, un buen reto para los cielos desde los que observamos y para nuestros telescopios.

Me dejo pendiente intentar cazar la fantasmagórica galaxia con mi SC de 127mm... es muy probable que desde unos cielos decentes no tenga ningún problema para hacerlo, pero esto ya será otra historia.

miércoles, 4 de agosto de 2010

NGC7331 - Galaxia en Pegasus desde una nueva perspectiva

El 11 de octubre de 2009 tuve la ocasión de observar con mi telescopio Nexstar 5i de 127mm de abertura una muy interesante galaxia que podemos encontrar en la constelación de Pegasus, galaxia que no es otra que NGC7331:

http://laorilladelcosmos.blogspot.com/2009/10/ngc7331-galaxia-en-pegasus.html

Como ya comenté en mi anterior entrada, a pesar de utilizar un telescopio de abertura moderada, los cielos oscuros desde donde tuve la oportunidad de observarla me permitieron sacarle el máximo partido, quedando realmente satisfecho con la sesión.

Vuelvo a poner el dibujo que hice con la intención de hacer una pequeña comparación que puede ser útil para los que se pregunten acerca de las diferencias entre observar galaxias con un pequeño telescopio o uno de gran abertura:

Hasta aquí los antecedentes. Ahora, la observación reciente.

La noche del 3 de agosto de 2010 me encontraba en el mismo sitio que el 11 de octubre de 2009, lo que significa disfrutar de cielos oscuros envidiables a los que sólo tengo acceso el resto del año en contadas ocasiones. Sólo una diferencia, pero muy significativa: esta vez observaba con mi nuevo telescopio de 235mm.

Recordé lo que me había gustado NGC7331, y decidí apuntar el tubo hacia ella. El resultado fue este dibujo de lo que estuve viendo a 94x:

Creo que la diferencia es notable... y la recompensa de la mayor abertura... sensacional.

Eso sí, no es lo mismo mover 12,5 kg que pesa el Nexstar 5i, que los 51,26 kg de la Celestron CGEM y el tubo de 235mm. Pros y contras a tener en cuenta. Pero bueno, dejemos los análisis de los equipos para otra ocasión y centrémonos en lo que vi ayer.

Cielos oscuros. Telescopio de 235mm. Mañana no hay que madrugar. Sin nubes en el cielo... pero no se puede tener todo. Estimo un seeing de 2/5 (Siendo 5=óptimo) por culpa del viento. Esto me impide forzar aumentos más allá de los 94x, ya que entonces las estrellas se ven como pelotas de golf.

De todas maneras, la vista a 94x es magnífica. Veo un núcleo muy brillante y alargado, envuelto por un halo que se va difuminando a medida que se aleja del centro galáctico.

Una clara forma elíptica.

Una vez he adaptado mejor la vista a la oscuridad, miro de reojo y me doy cuenta que más allá del centro brillante y de su halo noto una zona más alejada de la galaxia que ahora aparece, ahora desaparece.

No puedo evitar una sonrisa al recordar que este esfuerzo es el que permite que con el telescopio de 127mm tan sólo pueda ver el halo que rodea al núcleo, sin embargo, con el de 235mm las “dificultades” las tengo con los “brazos” galácticos más exteriores.

Todo ello enmarcado en un poblado campo estelar.

Para futuras observaciones en las que acompañe el seeing y pueda forzar más aumentos me dejó pendiente el reto, mucho me temo que un gran reto, de localizar cuatro débiles galaxias que se encuentran a un lado de NGC7331. (NGC7335, NGC7337, NGC7340 y NGC7336). En fotografías son fácilmente reconocibles, pero mucho me temo que en visual será muy complicado.

Y no hay que olvidar que en las proximidades podemos encontrar el conocido Quinteto de Stephan, otro grupo vetado a pequeños telescopios pero al alcance de aberturas generosas.

En conclusión, NGC7331 la disfruté con una abertura de 127mm, y con 235mm, las disfruté un poco más...

martes, 3 de agosto de 2010

Colores y geología lunar

Cuando observamos la Luna con nuestros telescopios, sean grandes o pequeños, no podemos evitar maravillarnos ante lo que estamos observando. Los imponentes cráteres, los extensos mares, las escarpadas cordilleras, las impresionantes grietas...

Y como muchas veces he comentado, la observación, si va acompañada por un “saber” lo que se está viendo, es mucho más enriquecedora y satisfactoria.

En este sentido, encontré muy útil un tutorial que ofreció Patricio Domínguez en el foro de la Asociación Astronómica Hubble sobre cómo sacar los colores a la Luna, y con ello apreciar la composición geológica lunar armados tan sólo con nuestro telescopio, una cámara y un programa de edición fotográfica.

No voy a repetir el proceso con el cual se obtiene la fotografía que estamos buscando, ya que considero que las indicaciones dadas por Patrício Domínguez son lo suficientemente didácticas. Este es el enlace al tutorial que publicó en página:

http://www.astrosurf.com/patricio/tecnicas/colores-luna.htm

El 12 de diciembre de 2008 hice una foto de la Luna en su perigeo, es decir, cuando se encuentra más cercana a la Tierra, y decidí seguir el tutorial para ver qué resultados podía obtener con mi fotografía. Al final conseguí esto:

En la leyenda de la fotografía indico de una manera general lo que representan los colores obtenidos.

Las zonas blancas corresponden a impactos recientes. Lo más destacable en este sentido es el cráter Tycho, en la parte inferior derecha de la fotografía.

Las tonalidades marrones representan zonas de basaltos pobres en Hierro y Titanio, mientras que las azules están formadas por basaltos ricos en Hierro y Titanio.

La geología lunar es un campo fascinante, en el que con este pequeño experimento, podemos despertar nuestra curiosidad y motivarnos a buscar más información al respecto.

El artículo de la wikipedia, “Geología de la Luna”, es una buena introducción:

http://en.wikipedia.org/wiki/Geology_of_the_Moon

Y ya en inglés, el trabajo “The Geologic History of the Moon”, de Don E. Wilhelms, es de lo más completo que conozco:

http://ser.sese.asu.edu/GHM/