martes, 17 de agosto de 2010

NGC6992-NGC6960 - La Nebulosa del Velo en Cygnus

A unos 1.400 años luz de distancia se encuentra una de las vistas más sobrecogedoras que podemos observar en el cielo: la Nebulosa del Velo.

No se sabe a ciencia cierta cuándo ocurrió, se barajan entre los 5.000 y los 8.000 años, pero el caso es que en los últimos momentos de su evolución, una estrella supermasiva explotó conviertiéndose en una supernova. Supernova situada en nuestra propia galaxia y de la que podemos observar sus restos si apuntamos nuestro telescopio hacia la constelación de Cygnus, más concretamente entre Epsilon Cygni (Gienah) y Zeta Cygni, en el extremo del ala del cisne que limita con la constelación de Vulpecula.Esta nebulosa no puede verse entera por el ocular, ya que se extiende en el cielo más o menos por unos 3x3 º. De esta manera, la noche del 14 de agosto de 2010 tuve mi primera toma de contacto con ella observando la zona Este, que corresponde a NGC6992. Este es el dibujo que hice a 37x mirándolo con mi SC de 235mm con un reductor de focal f6,3:

Con la Nebulosa del Velo he amortizado dos accesorios que me había comprado para el telescopio hace ya algunos años, y que no había utilizado demasiado. Por un lado, el reductor de focal que ya he comentado y que me permite abarcar un campo más amplio a través del telescopio. Y por otro lado, el filtro OIII.

Con mi telescopio de 127mm, el SC Nexstar 5i, este filtro siempre me había oscurecido demasiado ofreciéndome imágenes muy poco vistosas, casi descartables a nivel de comodidad visual, sin embargo, con el SC de 235mm, la Nebulosa del Velo aparece como por arte de magia y manteniendo bastantes estrellas de referencia.

Al principio he localizado el lugar donde debía encontrarse la zona Este del Velo sin el filtro, y me encuentro con un campo estelar riquísimo y espectacular (digno de la zona del Cisne), pero de la nebulosa, tan sólo puedo apreciar la zona más brillante que se encuentra cerca de la estrella HIP103382 de magnitud 8,87. La sensación que tengo es que las estrellas, con su brillo, están “escondiendo” la nebulosa. Entonces, es cuando pongo el filtro OIII y me quedo con la boca abierta.

Sencillamente alucinante. La nebulosa ahora se extiende de punta a punta del ocular... y más allá. Tengo que mover el tubo para seguir su trayectoria hasta el final, por lo que el dibujo que he hecho tiene que considerarse como una parte de una parte de la Nebulosa del Velo...

Estoy un buen rato disfrutando de los filamentos y los detalles de NGC6992. Lo más significativo es que la nebulosa empieza como una línea fina que a medida que avanza va ensanchándose. Pasada la estrella HIP103382, pierde brillo para recuperarlo un poco más adelante. También aprecio algo de nebulosidad en la parte izquierda del dibujo, pero muy ténue. Sea como sea, una vista que no se olvida.

El único problema de la noche es que me queda prácticamente en el zenit y la observación me resulta un poco incómoda. Por este motivo dejo la observación de la zona Oeste de la Nebulosa del Velo para otro día.

La noche siguiente, la del 15 de agosto de 2010 apunto de nuevo el telescopio hacia la zona del Velo, pero en esta ocasión a la zona Oeste, donde encuentro NGC6960, también conocida como la Escoba de la Bruja:

El campo de NGC6992, la zona Este del Velo, estaba muy poblado de estrellas, pero ninguna de ellas especialmente brillante. En cambio, la zona Oeste, NGC6960, presenta un campo menos rico... y una espectacular 52 Cygni en el centro.

52 Cygni (STF2726) es una estrella doble. La principal brilla con magnitud 4,2 y presenta un color amarillo muy marcado, tendiendo incluso al anaranjado. Y se ve acompañada por una estrellita azulada separada por 6,4” en un ángulo de posición de 69º. El pequeño problema es su poco brillo, magnitud 8,7 que hace que se vea canibalizada por su espectacular compañera. En el dibujo no aparece, pero si nos centramos en ella y ponemos aumentos, dejando de banda un instante el Velo, podremos disfrutar de una sensacional pareja.

AR: 20h 45m
Dec: +30º 43’

Volviendo al Velo Oeste, intento hacer una prueba con los filtros que dispongo. En primer lugar observo sin ningún tipo de filtro. Veo un campo estelar rico, pero la nebulosa sólo la intuyo a la derecha de 52 Cyg (en el dibujo) mirando de reojo y adaptando muy bien la vista a la oscuridad.

Pongo el filtro UHC, pierdo un buen número de estrellas, pero las más brillantes se mantienen y la nebulosa mejora. Paso de intuirla a verla realmente... y a intuir las zonas de la izquierda.

Finalmente pongo el filtro OIII que me permite ver la nebulosa en todo su esplendor, pero por contra sólo me deja ver un pequeño número de las estrellas más brillantes.

Sea como sea, en este caso, mucho mejor el OIII.

En conclusión, con buenos cielos, buena abertura y el filtro OIII, la Nebulosa del Velo, tanto la zona Este como la Oeste, me ha proporcionado unas inolvidables horas de satisfactoria observación.

Me dejo pendiente su observación con el telescopio SC Nexstar 5i de 127mm para hacer una pequeña comparación.

2 comentarios:

  1. Hola Almach.

    Realmente le estás sacando el jugo al envidiable telescopio :)

    Qué sorprendentes dibujos de estos objetos, y cuán maravilloso debió ser verlos "en vivo"; a ver que sale con el Nexstar 5i, pero de seguro no se comparará con esta memorable experiencia... es que, incluso en dibujos, ¡se ve espectacular! Insisto, muy buenos dibujos.

    Sólo una pregunta, en los dibujos, ¿combinaste lo que veías con y sin el filtro OIII, tal como lo hiciste con M1? Soy un fiel seguidor de tu blog, no me pierdo una sola entrada :) por eso recordé lo de la M1.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Hola Oscar,

    Me alegra leerte de nuevo... y muchas gracias por los comentarios.

    Realmente es una gozada la abertura de 235mm, sin embargo, esto no quiere decir que las pequeñas/medianas aberturas no tengan sus ventajas en algunos puntos. Por ejemplo, se pueden observar cúmulos abiertos extensos en el mismo campo, cosa que con el 235mm o no se puede... o estás tan cerca que no entran otras referencias estelares vecinas y pierden un poco de encanto.

    Por otro lado, el mal seeing (la turbulencia atmosférica) afecta mucho más a las grandes aberturas. Noches aprovechables con el 127mm son "inobservables" con el 235mm.

    Con esto quiero decir que tanto se puede disfrutar con un telescopio como con el otro, tan sólo hay que elegir los objetos más adecuados a cada cual.

    Respecto al dibujo, efectivamente, primero dibujé el campo estelar sin filtro y después, con el OIII puesto, dibujé la nebulosa. Lo que sí he notado es que con el 235mm el filtro OIII "deja ver" más estrellas que no con el 127mm.

    Que tengas buenos cielos :)

    Saludos

    ResponderEliminar