El 14 de agosto de 2010 pude observar en la constelación de Cassiopeia el cúmulo abierto NGC7789, uno de los cúmulos abiertos más atractivos y sugerentes que he podido ver hasta el momento. Y sinceramente, no me lo esperaba en absoluto.
Entre Rho y Sigma Cassiopeiae, NGC7789 fue descubierto en 1783 por Caroline Herschel. Se encuentra situado a unos 6.000 años luz de distancia y está formado por mas de 300 débiles estrellas que brillan desde la magnitud 11 a la 18. Este es un buen ejemplo para la máxima “La unión hace la fuerza”. Cada una de sus componentes a nivel individual pasaría inadvertida en esta parte de cielo, sin embargo, el grupo destaca claramente cuando se observa con unos simples prismáticos 10x50 desde un cielo oscuro.
De todas maneras, para NGC7789, cuanta más abertura tenga el telescopio con el que se observa, mucho mejor.
Este es el dibujo que hice observándolo con el SC de 235mm a 58,75x desde un cielo oscuro y en una buena noche:
Lamentablemente, es uno de aquellos objetos que me resultan muy complicados de plasmar sobre el papel, por lo que recomiendo echarle un vistazo y disfrutarlo con el ojo pegado al ocular.
Debido a su extensión utilizo el mínimo aumento posible que me proporciona el telescopio, que en este caso, son los 58,75x utilizando el ocular de 40mm. Un poco deslumbrado por la luz de la linterna roja después de anotar en la hoja de observación los datos correspondientes, la primera impresión que me da es estar viendo un conglomerado de débiles estrellas que se presentan con una forma que me recuerda una rosa. Y lo más espectacular es que a medida que voy adaptando mejor la vista, van apareciendo más y más estrellitas... momento en el que me doy cuenta que no voy a ser capaz de plasmar su belleza en un dibujo...
Como he comentado, NGC7789 es un cúmulo muy extenso, formado por infinidad de débiles estrellas que se aprecian en una disposición concéntrica, con un centro en el que casi no observo estrellas. Es curioso, ya que en fotografías que he visto posteriormente, el cúmulo aparece homogéneo, sin ese centro "limpio" que he apreciado en visual.
En cierto modo me recuerda el fántástico cúmulo de los Patos Salvajes (M11), con la diferencia que M11, cómo lo diría, es un poco caótico, mientras que NGC7789 se presenta con una forma circular.
De todas maneras, fijándome un poco, me doy cuenta que la forma circular es sólo fruto de una primera impresión. Veo dos brazos que se extienden, uno hacia la parte superior (en mi dibujo) y el otro hacia la derecha.
Sea como sea, la visión de conjunto es fantástica y estoy un buen rato disfrutando de ella. Es durante estos momentos que la casualidad me regala un aliciente añadido: hacia las 21h 51m 29sg T.U. veo “pasar” una perseida por el campo del ocular. No es muy brillante, pero si lo suficiente como para verla pasar velozmente, mostrándose orgullosamente... Pienso que es una recompesa después de tantos días y días sin poder observar por culpa del mal tiempo.
Estoy a punto de dar por terminada la observación de NGC 7789, pero el espectáculo que me sigue ofreciendo me “obliga” a dedicarle unos instantes más. Es entonces cuando me fijo que en la zona superior derecha hay una zona que parece “libre” de estrellas, como si fuera una nebulosa oscura. Después he mirado en varias fuentes, pero parece ser que no hay ninguna catalogada en esa zona. Con todo, es la sensación que me ha dado.
Y ahora sí. Me despido de NGC7789, un fantástico cúmulo abierto ideal para telescopios de gran abertura en cielos oscuros.
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