La noche del 6 de marzo de 2010 asomé la cabeza por la ventana y casi no me lo creía, alrededor de las 21h pude sacar el telescopio y estar un poco más de una hora observando... hasta que las nubes se volvieron a hacer dueñas del cielo. Pero con los meses que llevamos en los que el mal tiempo no da tregua, cualquier ventana entre las nubes tiene que ser aprovechada.
La primera intención era observar unas cuantas galaxias en la constelación de Leo y de Coma Berenices, pero la humedad del ambiente y la contaminación lumínica de mi lugar de observación habitual me aconsejaron que sería mejor dedicarme a la observación de unas cuantas estrellas dobles.
En esta ocasión me decidí por unas cuantas de la constelación de Monoceros. En esta entrada voy a comentar mis impresiones sobre STF 985.
A priori, mirando los datos correspondientes a este sistema, podría parecer que esta doble no tendría que ser gran cosa: estrellas débiles, excesiva separación... pero una vez se localiza, ya a 50x se puede apreciar el porqué de haberla seleccionado.
En un campo bastante poblado de estrellas de similar magnitud, destacan dos por su atractivo color anaranjado. La estrella principal presenta una clase espectral K5, mientras que la secundaria es K7.
Con los 69x me centro un poco más en esta pareja de belleza serena y delicada pudiéndola apreciar mejor.
El único inconveniente a la hora de observar STF 985 es que precisa de una noche oscura y, como mucho, padecer una contaminación lumínica moderada, de lo contrario, pasará completamente inadvertida.
Es el frágil equilibrio entre disfrutar de una doble de colorido anaranjado oscuro o no ver absolutamente nada digno de mención.
Para dar una idea de lo que podemos esperar de este par hice un dibujo con el Photoshop:
De todas maneras, vale la pena visitarla, ya que no hay demasiadas parejas que presenten ambas componentes con un color tan peculiar.
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