NGC2301 es un cúmulo abierto joven (unos 110 millones de años) situado en la constelación de Monoceros aproximadamente a 2.500 años luz.
Se encuentra casi encima de la línea del Ecuador galáctico (Línea imaginaria que coincide con nuestro plano galáctico) por lo que no sorprende que se halle enmarcado en un rico campo estelar.
Lamentablemente, estamos ante otro cúmulo al que le afecta sobremanera la contaminación lumínica. Desde un lugar oscuro nos podemos perder ante el gran número de estrellas que aparecen en nuestro ocular. Sin embargo, con cierta contaminación lumínica, este espectáculo de fondo desaparece.
Aquí dejo el dibujo que hice a 69x mediatizado por sufrir de cierta contaminación lumínica:
A 31,25x el cúmulo se muestra en forma de “Y”, pero prefiero poner más aumentos.
A 69x consigo sacarle el máximo partido, dentro de las limitaciones que me aporta la contaminación lumínica y la humedad que padezco esta noche.
Con todo, quedo realmente impresionado al ver como una cascada de estrellas no demasiado brillantes (mag. 8-10) parten en dos el campo del ocular. Fijándome un poco más, percibo a la derecha del dibujo el grupito de estrellas que forman uno de los palos superiores de la forma de “Y”. Muy atractivo.
Una vez he disfrutado de la vista general me centro en los colores de las estrellas. A parte de la estrella central, no son demasiado evidentes, pero puedo distinguir estrellas blancas, azuladas y alguna amarillenta.
La estrella central destaca por méritos propios. Se trata de la estrella doble catalogada como HJ 740 (TYC148-2862-1). Los datos que aparecen en el WDS son estos:
06518+0028 HJ 740AB AP: 9º - Sep: 21.2” – Mag. 8.16 / 9.13 Espectro: G8
Yo, a pie de telescopio, veo una principal de un marcado color amarillo, casi anaranjado acompañada por una secundaria que presenta un bonito color azulado... ténue... discreto.
También me llaman la atención las cuatro estrellas de la base de la "Y" que forman un vistoso arco.
No esperaba que NGC2301 diese tanto juego, en especial por el hecho de no tener componentes muy brillantes, pero el caso es que he pasado un buen rato con él.
Y lo mejor... o lo peor según se mire... es que me dejo anotado volver a él en la primera ocasión que pueda disfrutar de unos cielos verdaderamente negros... seguro que lo veo con otros ojos.
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