Hacía muchas semanas que podía contemplar al brillante Júpiter en el cielo, y no paraba de lamentarme por el hecho de no tener ocasión de apuntar el telescopio hacia él. Había visto algunas fotografías de compañeros de afición y me había llamado especialmente la atención el aspecto de la Gran Mancha Roja. Daba una extraña sensación de aislamiento debido a lo poco marcada que se mostraba la banda ecuatorial que se encuentra en su latitud.
En agosto de 2010 pude presenciar por primera vez este desvanecimiento de la banda ecuatorial sur, que resultó muy evidente (https://laorilladelcosmos.blogspot.com/2010/08/jupiter-esconde-su-banda-ecuatorial-sur.html) y tenía ganas de ver qué aspecto ofrecía el planeta este 2019.
La noche del 22 de agosto de 2019, pude por fin echarle un vistazo y, aunque la banda ecuatorial sur se muestra más débil de lo habitual, no llega al punto que alcanzó en 2010. Con todo, la Gran Mancha Roja se ve impresionante.
En ese momento, no sólo la Gran Mancha Roja estaba presente, también se podía apreciar la sombra que proyectaba Ganímedes sobre el planeta. Quise sacar una buena fotografía para inmortalizar el momento, pero la turbulencia atmosférica era bastante marcada y no me permitió utilizar la barlow x2, así que tuve que contentarme con este “pequeñito” Júpiter:
A pesar de los inconvenientes, siempre que observo a nuestros vecinos del Sistema Solar paso momentos inolvidables.
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