Uno de los accidentes más impresionantes que podemos observar en la Luna son las grietas (Rimae, Rima en singular). Por lo general, su origen puede ser debido a antiguos canales de lava (las más curvadas y sinuosas) o a fallas en el terreno (las más rectilíneas).
En la séptima noche después de Luna Nueva, en Cuarto Creciente, podemos disfrutar de la zona lunar más atractiva y asequible en cuanto a grietas se refiere: la zona de Rima Aridaeus, con la que me centré el 30 de mayo de 2009; Rima Hyginus y Rimae Triesnecker. Éstas dos últimas fueron las estrellas de la noche del 13 de noviembre de 2010.
Este es el dibujo que hice:
Después de hacer un primer boceto con el lápiz, me dispuse a observar con tranquilidad el espectáculo que se estaba mostrando ante mi.
Lo primero que me llamó la atención es lo clara que se mostraba la Rima Hyginus, en la vertical del centro de mi dibujo. Esta grieta se extiende a lo largo de unos 220 km presentando una anchura media de 4 km. Aproximadamente a medio camino se encuentra el cráter que le da nombre, Hyginus. No es demasiado espectacular, ya que presenta un diámetro de tan sólo 10,6 km.y unas paredes de 770m de altitud, sin embargo, su situación, en medio de la grieta, es realmente llamativa. Como curiosidad, comentar que algunas teorías sostienen que el cráter Hyginus es de los pocos cráteres lunares que tienen un origen volcánico.
Con telescopios de buena abertura se puede apreciar que una zona de la rima se encuentra formada por un alineamiento de cratercillos. Intenté fijarme para comprobar si era capaz de apreciarlos, pero con mi SC de 127mm no fui capaz... por lo menos esta noche.
Cerca del final de la Rima Hyginus, en la parte inferior izquierda del dibujo, se puede apreciar el inicio de la Rima Aridaeus. Pero esta noche prefiero centrarme en las grietas que presenta a su alrededor el cráter Triesnecker.
Cerca del terminador lunar Triesnecker sólo se ve iluminado en las zonas altas de sus paredes. Su fondo mantiene una tétrica oscuridad. Lo más llamativo es la larga y accidentada sombra que proyecta. Sencillamente espectacular.Su diámetro es de 26 km. y su altura es de 2.800m, y de él emanan una serie de grietas que me resultan más complicadas de observar que no la Rima Hyginus. Tal vez “complicadas” no sea la palabra, ya que se aprecian perfectamente después de unos momentos de observación. Es impresionante las delicadas ramificaciones que se aprecian. La grieta más visible ofrece tan sólo unos 3 km. de ancho de media. Son estrechas, pero muy profundas. Tanto que la luz del Sol no es capaz de penetrar completamente en ellas.
Estas grietas son fruto del hundimiento de galerías subterráneas por las que circulaba la lava que formó Sinus Medii, una pequeña bahía que todavía se esconde en la oscuridad de la noche.
Aparte de las grietas, me detengo unos instantes en la zona situada entre Rima Hyginus y el cráter Manilius. Es una formación (¿Cordillera?) muy peculiar. Oscura, como una mancha en forma de cascada en medio del Mare Vaporum. No he sido capaz de descubrir si recibe un nombre específico, como mucho presenta varios cratercillos relacionados a Hyginus (E, W, N, G...). Me anoto volver a ella con un telescopio de mayor abertura en cuanto tenga la ocasión.
La zona oscura en forma “triangular”, en los dominios del todavía escondido cráter Ukert, arriba a la derecha del dibujo, también ofrece una buena nota de “color”.
Para acabar con esta agradable noche de observación monté la cámara DBK en el telescopio y saqué las siguientes fotos testimoniales.
Ésta, con la barlow de 2x, muestra el detalle de la zona de Rima Hyginus y Rimae Triesnecker que plasmé en mi dibujo:
Y a continuación dejo esta otra, más general en la que aparece también Rima Aridaeus, en la que he rotulado los accidentes más llamativos:
En conclusión, una zona lunar asequible a todo tipo de telescopios que, aparte de su atractivo estético, nos ilustra una interesante lección de geología lunar.
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