lunes, 24 de junio de 2013

Dobles en Hercules

En la constelación de Hercules, además de sus fantásticos cúmulos globulares M13, M92 y NGC6229 podemos encontrar algunas estrellas dobles realmente muy bonitas que pueden servirnos para completar una gran noche de observación.


Podemos empezar con Rho Herculis, una estrella doble situada a 402 años luz. Se trata de una gigante blanco-azulada de tipo espectral B9.5III acompañada por una estrella de clase espectral A0V. Se encuentran separadas por al menos 500 UA y se ha llegado a plantear que la componente A pueda tener una compañera más cercana (Rho Her Aa). De la misma manera existe una estrella de magnitud 13 (Rho Her C) que, según se interpreta de su movimiento, podría ser una componente más del grupo. De manera que podríamos estar ante un sistema de cuatro componentes.


La noche del 12 de junio de 2013 apunté el telescopio hacia Rho Herculis y ya en un primer vistazo me di cuenta de estar ante un campo estelar ciertamente prometedor.

Intento abstraerme un poco del conjunto y me centro en Rho Herculis. Aún con el ocular de 25mm (50x), siendo benevolente puedo decir que ya se desdobla, pero no hay duda, pide más aumentos. Con 69x ya no hace falta ser benévolo, puedo ver dos puntos separados por un suspiro. Una imagen clara y bonita, pero que sigue pidiendo aumento.

125x y mejora considerablemente. La principal la percibo de color blanco-amarillento, la secundaria con una tonalidad azulada. Ambas con colores muy delicados, por lo que es mejor no forzar demasiado la vista para no saturar la retina y ser capaces de percibir esos detalles de color que presentan.

Este es el dibujo con los colores aproximados que pude percibir:


Veo que ya no puedo exprimirla más y decido volver a los 50x para seguir disfrutando del campo en el que se enmarca Rho Her.


Sin duda, Rho Her es la protagonista, pero en seguida mi atención se dirige a otra doble que aparece en el campo. Se trata de STT329 (AR: 17h 24,5m / Dec: +36º 57’), con una generosa separación entre componentes de 33,5” y con un ángulo de posición de 12º. Lo mejor de ella el color amarillento de la principal (mag. 6,3) y el amarronado de la secundaria (mag. 9,9). Un contraste de colores muy atractivo.

El resto del campo se encuentra poblado por un buen número de estrellas amarillentas/anaranjadas comprendidas entre la magnitud 7 y la 11.

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La siguiente estrella a la que podemos dirigirnos es Alpha Herculis (Ras Algethi):


Aunque sólo la podamos percibir como doble, nos encontramos ante un sistema quíntuple. La estrella principal es una gigante-supergigante roja de tipo espectral M5II. Presenta un diámetro 200 veces más grande que el del Sol y es también una variable irregular que oscila una magnitud de brillo. Otro aspecto a tener en cuenta cuando la observemos. Se ha descubierto que posee dos compañeras muy cercanas. Una de ellas separada 0,02”, la otra tarda sólo 10 años en completar una órbita.

La componente B, que podemos observar con nuestros telescopios tarda un poco más en orbitar la principal, como mínimo unos 3.000 años. Posee una compañera separada por 0,4 UA y tardan sólo 52 días en completar la órbita. La componente B presenta una clase espectral del tipo G5III, y su compañera, una enana blanco-amarilla es del tipo F2V. Recordemos estas clases espectrales, ya que cuando observemos esta pareja a través del telescopio nos llevaremos una buena sorpresa.

Este es el dibujo que hice de lo que vi a 125x:


A 50x, esta noche no soy capaz de desdoblarla, tan sólo la noto ligeramente alargada. Pongo 69x y ya soy capaz de desdoblarla, pero el gran brillo de sus componentes y su proximidad recomiendan seguir forzando aumentos.

Pongo 125x y lo primero que me viene a la cabeza es que estoy ante una doble increíblemente bonita. La estrella principal ofrece un color amarillo-anaranjado muy potente, acorde con la clase espectral M5II que comentaba antes. Pero lo mejor es la secundaria. La percibo de color verde botella. Curioso, porque según su clase espectral, G5III, debería percibirse de color amarillento. Pero no, por más que me fijo, descanso la vista, vuelvo a fijarme… el color verdoso-azulado permanece. Sin duda se trata de un efecto óptico producido por la proximidad y color anaranjado de la estrella principal.

Un claro ejemplo que nuestros sentidos nos engañan, pero esta vez el engaño implica la observación de una doble de espectacular colorido.

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Después de observar Rho y Alpha Herculis el listón ha quedado realmente alto, por lo que lo mejor es ir a observar dos estrellas dobles que presenten un encanto diferente a las dos ya vistas. 95 Her y 100 Her son dos buenos elementos que tal vez no nos den el juego de contrastes cromáticos que hemos disfrutado hasta ahora, pero sí ofrecen componentes gemelas, brillantes y de separación muy atractiva.


95 Herculis A es una gigante blanca de tipo espectral A5III, mientras que su compañera es una gigante amarilla G5III. La separación entre ambas es de al menos 900 UA teniendo un periodo orbital estimado de más de 11.000 años.

A las 22h 18m T.U., justo cuando estoy observándola pasa un satélite por el campo del ocular. Cuando empecé con la afición, la primera vez que vi pasar uno pensé que era testigo de un hecho excepcional. Ahora, después de unos cuantos años mirando por el telescopio, lo excepcional es que en una noche no te pase ninguno mientras estas observando.

Pues bien, a 50x 95 Herculis ya se desdobla, pero a 69x resulta mucho más cómodo disfrutar de ella. Preciosa. Tanto como cuando pongo el ocular de 10mm (125x). Vaya, que tanto a bajos aumentos como a altos, presenta su particular encanto, con lo que me resulta difícil decidir cuál de ellos es el más adecuado.

Percibo en todo momento dos puntitos blanquecinos-azulados de tonalidades delicadas realmente bonitos.


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Y para concluir el paseo doblístico por Hercules apunto el telescopio hacia 100 Herculis.


Doble de componentes gemelas brillantes y con una separación generosa que resulta ideal para todo tipo de telescopios.

A 50x ya se aprecian perfectamente dos estrellas idénticas separadas con una tonalidad blanco-azulada. Muy elegantes. La pregunta del millón, sin conocer previamente el ángulo de posición, sería intentar determinar qué componente elegiríamos nosotros para considerarla como componente principal. Sea como sea, una pareja muy atractiva.

Pongo 69x con la intención de cazar la débil y apartada componente C, pero no la veo. Fuerzo aumentos hasta los 125x y entonces sí que la puedo percibir. Vuelvo a los 69x, que considero ideales para las dos componentes principales y entonces, conociendo ya la posición exacta de C, puedo notarla mirando con vista lateral.



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Revisando mis antiguas anotaciones he recordado que en 2008 hice unas fotografías de estas dobles con la Neximage. Las incluyo más que nada para poder comparar los colores que aparecen en ellas con los que pude percibir yo en visual. Los colores de las dobles, creo que no hay nada más personal y subjetivo en la observación astronómica.








Un buen punto y final para una noche de observación centrada en la constelación de Hercules.

jueves, 20 de junio de 2013

Stöfler y Faraday

Hacía tiempo que no observaba la Luna, y no precisamente por falta de ganas. Pero la noche del 15 de junio de 2013 pude disfrutar de nuevo de una apacible noche de observación lunar.

Nuestro satélite se encontraba iluminado en el 41,3% de su superficie y pasaba por la séptima noche de lunación. La temperatura era muy agradable, estimé un “seeing” de 4/5 (Siendo 5=óptimo), con lo que podía utilizar grandes aumentos sin demasiado problema. Teniendo en cuenta el cielo afectado por la contaminación lumínica de mi ciudad, mi modesto SC de 127mm y que en esta época del año las noches son muy cortas, la presencia de la Luna invitaba más a su observación que no intentar la caza de objetos difusos de cielo profundo.

Así que apunté hacia ella con el ocular de 25mm (50x), que me permite abarcar la Luna entera en mi telescopio e hice un primer reconocimiento general del terminador. La zona norte, con Meton, Aristóteles, Eudoxus y los Montes Caucasus destacando de forma espléndida los conozco bastante bien, por lo que después de disfrutar y hacer un boceto de los Montes Caucasus con sus espectaculares sombras alargadas, decidí centrarme en la parte sur del satélite, una zona con gran densidad de cráteres que no visito demasiado.

Y en un primer vistazo me fijé especialmente en un cráter bastante grande que se encontraba en su parte sur con una serie de cráteres superpuestos muy llamativa. Abrí el Virtual Moon Atlas y comprobé que el cráter en cuestión se trataba de Stöfler.

Stöfler es un cráter de unos 125 km. de diámetro cuyas paredes… por lo menos las que quedan en pie, se elevan hasta los 3.000 m. Y es que en su parte sureste se encuentra una concatenación de cráteres posteriores a su formación que no dejan indiferentes. Realmente es estremecedor pensar cómo debía ser nuestro hoy “apacible” Sistema Solar en la época en que se formaron todos estos cráteres. Sin lugar a dudas, si hubiera continuado ese bombardeo, la vida tal como la conocemos ahora resultaría imposible.

Esta noche algunas zonas todavía no se encuentran bañadas por los rayos solares, pero esto no resulta demasiado problemático, al contrario, ofrece un curioso paisaje, muy atractivo. El cráter más joven recibe el nombre de Faraday C, que impactó en su momento sobre Faraday P, quien a su vez, previamente había derruido con su caída una de las paredes de Faraday, un cráter de 70 kilómetros de diámetro que impactó sobre un cráter previo que no tiene nombre asignado y que originariamente había caído sobre Stöfler. El último visitante significativo fue Faraday A, que se encuentra en la parte noreste de Faraday y que esta noche queda completamente negro. Hoy pasaría desapercibido si no fuera porque ofrece una extraña protuberancia oscura justo enfrente de Faraday, Faraday P y Faraday C.

Después de estar un buen rato escrutando todos estos cráteres superpuestos utilizando diferentes aumentos, me fijo de nuevo en Stöfler. Su muralla oeste presenta unas terrazas que pueden percibirse como líneas más blancuzcas, un bonito contraste respecto al resto de la zona. A continuación dirijo mi atención a la planicie interior del cráter. En la imagen que me ofrece el Virtual Moon Atlas se aprecian una serie de cratercillos esparcidos por ella, sin embargo, con mi telescopio no soy capar de distinguir ninguno, viendo una superficie grisácea plana y homogénea.

Y finalmente disfruto de las sombras proyectadas por las paredes de los diferentes Faraday sobre el fondo de Stöfler. Algo que en un primer momento no sé decir bien qué, me llama la atención. Después concentrándome un poco me doy cuenta de qué es lo que no me cuadra.

Resulta que el perfil de las sombras es negro como el carbón y bien definido a excepción de una pequeña zona al lado de Faraday P que presenta un color, no negro, sino más bien gris oscuro. Estoy dándole muchas vueltas intentando interpretar a qué es debido este cambio de tonalidad.

Llegado el momento en que me sorprendo pensando que es como cuando el Sol intenta atravesar las ramas de un frondoso árbol y sólo consigue traspasar muy poca luz… me doy cuenta que lo mejor es ir a documentarme un poco a ver si descubro a qué puede ser debido.

Consultando de nuevo el Virtual Moon Atlas veo que se trata de un pequeño cráter, Stöfler N de 14 km de diámetro que al encontrarse justo a la altura de la sombra proyectada por Faraday P me produce esta curiosa sensación. Misterio resuelto sin tener que teorizar sobre la presencia de bosques en la superficie lunar…

Animado por el juego que me ha dado la observación de este rincón lunar, decido hacer un dibujo sobre la zona. Este es el resultado:


Me ha gustado tanto Stöfler y Faraday que me animo a sacar una foto con la DBK21AU4.AS a foco primario del SC de 127mm:


Y recortándola y ampliando la zona de interés, rotular los cráteres con los que he disfrutado durante un buen rato.


Creo que con esto ya es suficiente por esta sesión lunar en lo que respecta a Stöfler y Faraday, pero mucho me temo que la zona sur lunar esconde muchos más tesoros con los que estar muchas noches divirtiéndome con ella.

Actualización 8 de octubre de 2016, fotografía con el SC de 235mm y la ASI120MM:

domingo, 16 de junio de 2013

Saturno la noche del 12 de junio de 2013

Después de estar un buen rato observando y disfrutando de algunas de las dobles más espectaculares de la constelación de Hércules (Alpha Herculis, 95 Her, 100 Her, Rho Her… de las que ya comentaré algo en una próxima entrada, no quise desmontar el telescopio sin echarle un vistazo al siempre bien dispuesto Saturno.

La noche, a pesar de cierta humedad y brumas en el horizonte, era bastante buena. Cielo despejado, “seeing” estimado de 4/5 (Siendo 5=óptimo), sin Luna y con moderada contaminación lumínica. Se nota que entre semana los vecinos no suelen frecuentar las terrazas. El caso es que Saturno se veía espectacular. Este es el dibujo que hice:


Saturno se encontraba esta noche a 9,11 UA de la Tierra y brillaba con una magnitud de 0,41. Muy bien definido ha aguantado perfectamente hasta los 250x, los aumentos máximos teóricos de mi SC de 127mm. Realmente, poco más se puede pedir.

He podido ver sin dificultad la División de Cassini y varias zonas más oscuras que otras en la superficie del planeta.

A continuación he ido a fijarme en los satélites, a ver cuántos era capaz de cazar. Para ello he intentado adaptar la vista lo mejor posible y por momentos he dejado a Saturno fuera del campo del ocular para que no me deslumbrara. He dibujado todos los puntos luminosos que percibía y cuando ya no he sido capaz de “descubrir” ningún puntito más he abierto el Stellarium y he procedido a la identificación de los satélites.

El más asequible de todos es Titán, que brilla con una majestuosidad acorde a la del planeta. Con Rhea ningún problema y tampoco con Iapetus que a pesar de su débil brillo (mg. 11,3), al encontrarse bastante alejado de la influencia del brillo de Saturno, se aprecia razonablemente bien. No es el caso de Dione y Tethys, que debido a la proximidad del planeta se encuentran canibalizados por su resplandor. He tenido que fijarme bastante para percibirlos. Sin lugar a dudas, el más complicado Tethys.

Entre Dione y Saturno se encuentra Encelado, al que no soy capaz de ver, ya que lo tiene todo en contra: proximidad al planeta y poco brillo (mag. 12,4).

A la derecha del dibujo aparecen dos puntos luminosos más, pero no son satélites, sino las estrellas TYC5558-475-1 (mg. 10,5) y TYC5558-428-1 (mg. 11,1).

Previamente a la observación visual había sacado una fotografía con la DBK21AU4.AS y la barlow x2 acopladas al SC de 127mm. Este fue el resultado:


Estoy muy contento de cómo ha quedado, se nota que la noche era buena. En la fotografía se puede observar perfectamente los anillos A y B, separados por la División de Cassini así como el anillo C, la zona más grisácea cercana al planeta. Un anillo que no siempre puedo cazar. Acabo la observación planetaria contento y cruzando los dedos para tener una noche tan buena como esta con Saturno cuando pueda observarlo a través de mi SC de 235mm.


sábado, 15 de junio de 2013

NGC3231 - Cúmulo abierto en Ursa Major

La noche del 2 de mayo de 2013 tenía planificada la observación de algunos cúmulos abiertos, entre los que se encontraba NGC3231, descubierto en 1832 por William Herschel y situado en la constelación de Ursa Major.

Apunté el SC de 127mm hacia él y lo primero que pensé fue que me encontraba ante un cúmulo abierto extremadamente débil… o realmente muy pobre. Cierto es que la abertura del telescopio es la que es, y que estaba observando desde mi lugar de observación habitual, lo que implica cierta contaminación lumínica, pero el caso es que me dejó bastante decepcionado.

Este es el dibujo que hice:


Cuento unas 11 estrellas. La más brillante que aparece en el campo del Nagler de 16mm (1º) es HIP51223, que brilla con magnitud 7,9 y está catalogada con una clase espectral del tipo G5. La percibo con un bonito color amarillo y, no siendo nada del otro mundo, es lo que más destaca del conjunto.

El resto de estrellas las percibo blanco-azuladas y bastante débiles. Estimo unas magnitudes que deben rondar la 10-11, más que nada porqué a la hora de hacer el dibujo ha resultado ser una lucha continua adaptando bien la vista a la oscuridad y utilizando la visión lateral para intentar detectar el número máximo posible de estrellas.

El hecho de estar formado por estrellas tan débiles y dispersas no ayuda a disfrutar de este cúmulo que no resulta demasiado agradecido. Y para colmo, más tarde buscando información (http://www.ngcicproject.org/dss/dss_n3200.asp) veo que sólo se extiende a lo largo de 4’ y que el cúmulo propiamente dicho estaría localizado en el triángulo estelar central inferior en el dibujo.

Me queda con la duda de cómo se vería con el SC de 235mm y unos cielos más oscuros.

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Si hubieran pasado muchos días ni me hubiera acordado, pero la noche del 11 de mayo de 2013 me encontraba en mi pueblo disfrutando de cielos oscuros y del SC de 235mm, eso sí, en medio de un vendaval bastante considerable que provocaba que la noche no fuera muy adecuada para la observación. Y en medio de las lamentaciones me acordé de NGC 3231 y como veía que la sesión no daba para mucho, decidí apuntar hacia el cúmulo.
Estrellas como pelotitas de golf y dificultad a la hora de enfocar. Con todo, aunque nada espectacular, algo de diferencia respecto a la observación del 2 de mayo sí que había. Este es el dibujo que hice:


Para empezar, la estrella amarillenta HIP51223 continúa acaparando el protagonismo en el campo del ocular y la mejora más evidente es que puedo contar unas 17 estrellas blanco-azuladas y bastante distorsionadas por el viento.

Estéticamente, lo que más me llama la atención es el grupito de seis estrellas encaradas entre sí al lado de HIP51223. Una de ellas es doble, y la disposición de todas ellas es bastante curiosa y peculiar. El problema con mi SC de 127mm y mis cielos contaminados lumínicamente es que estamos hablando de estrellas que rondan la magnitud 12-13. He investigado por si esta pareja que me ha llamado la atención estaba catalogada como doble, pero consultando en el WDS (http://ad.usno.navy.mil/wds/) veo que no lo está.

Y lo peor es que por culpa de las malas condiciones de la noche, en la zona precisa donde está NGC3231 sólo puedo percibir claramente 5 estrellas.

Empiezo a pensar que el cúmulo tiene algún tipo de maleficio. De todas maneras, no vale la pena perder demasiado tiempo con él. Estéticamente no aporta demasiado debido a su poco brillo y poca extensión.

Para concluir con NGC3231, he juntado los dos dibujos para poder comparar lo que observé las dos ocasiones que he apuntado hacia él:


domingo, 9 de junio de 2013

Un paseo por las dobles de Boötes

La constelación de Boötes (El Boyero) es famosa por la gran colección de estrellas dobles que contiene. Podemos encontrar parejas con bonitos contrastes de color o tonalidades semejantes, parejas apretadas o con separaciones generosas, de brillo parejo o marcadamente desigual. En una pequeña porción de cielo encontraremos pequeñas y grandes joyas que nos permitirán pasar una gran noche de observación.

Estos son unos cuantos ejemplos de lo que podemos encontrar por la zona:

Carta de localización generada con el programa Cartes du Ciel

Kappa Boo / STF 1821

A 50x entra en el mismo campo junto a Iota Boo, pero prefiero centrarme en cada doble particularmente, ya que la calidad de mi plöss de 25mm no da para muchas alegrías en sus extremos. Kappa es espectacular. Ofrece una separación generosa y a 69,44x es como la veo mejor.

La principal amarillenta, y la secundaria de un tono que me parece azul pálido. Muy bonita. Pongo 125x y compruebo que se ve afectada por la turbulencia de la noche y muestra unas componentes no tan puntuales como antes. En este caso, mejor los 69x que los 125x.




Iota Boo / STFA 26

Empiezo con 50x para volver a poner en el mismo campo a Kappa Boo e Iota Boo, pero en seguida pongo los 69,44x para centrarme mejor en Iota y poder hacer comparaciones con Kappa, algo inevitable debido a su vecindad.

Las componentes principales tienen un brillo similar y es en las secundarias donde se aprecia mejor la diferencia entre una y otra.

Iota presenta la principal con un color amarillento y la secundaria, diría que con un tono amarronado. En definitiva, dos dobles cercanas y espectaculares.




STF 1835

A 50x ya se desdobla, y en el mismo campo, eso sí, bastante separadas, aparecen dos estrellas de magnitud similar que son HIP70384 y HIP70414, que proporcionan un buen complemento a la visión de conjunto.

Me centro en STF1835 que pide más aumentos. Pongo los 69x y la impresión que me da es la de estar viendo un hermano mayor protegiendo al hermano pequeño que no se separa de su lado.

Pero sigue pidiendo más aumentos. Utilizo los 125x y consigo la separación ideal. Amarillenta la principal y con tono azulado la secundaria (que también es doble, aunque con mi telescopio como si no lo fuera). Muy delicada.




STF 1838

Dos puntitos gemelos perfectamente desdoblados a 50x. No son excesivamente brillantes, aunque al estar relativamente aislados de otras estrellas de menor magnitud, destacan considerablemente.

A 69x me parece una verdadera maravilla. A 125x aprecio mejor los colores: una de color amarillento, la otra azulada. Eso sí, colores no demasiado marcados.

Me quedo con los 69x. Imprescindible.




Pi Boo / STF 1864

Se desdobla a 50x, pero mejor forzar un poco los aumentos. Mejor a 125x.

En un principio me resulta complicado decidir qué estrella es la principal, y tengo que concentrarme para percibir la diferencia de brillo de casi una magnitud que presenta la principal respecto a la secundaria.

En el mismo campo, pero bastante alejada de la doble, aparece una tercera componente, bastante más débil, que si fuera de una magnitud similar proporcionaría una visión de conjunto mucho mejor. Ahora no deja de ser una curiosidad. Las dos componentes principales las veo blancas. Muy bonita.




39 Boo / STF 1890

No esperaba que me resultara tan sencillo desdoblar 39 Boo. Con una separación un poco más ajustada que Izar, a 39 Boo la he podido desdoblar sin ningún problema a 125x. ¡Lo que influye el brillo de las componentes!

39 Boo no deslumbra, y al tener una magnitud similar, permite un desdoblamiento relativamente fácil. Pongo los 208x y mejor. Las dos componentes blanquecinas y bien separadas. Eso sí, es necesario aprovechar una noche de pocas turbulencias.




STF 1886

Gran diferencia de brillo entre la principal y la secundaria, pero la separación de 7,4” hace que el par se desdoble ya a 50x y que la componente A no se coma a la B.

De todas formas, la veo mejor a 69x. Aprecio un color amarillento en la principal, y azulado en la secundaria. Con 125x, ya no veo las estrellas tan puntuales y pierde un poco su encanto.




Xi Boo / STF 1888

Preciosa. A 50x ya se desdobla y se aprecia una principal muy brillante amarillenta y una secundaria anaranjada que lucha por ganar protagonismo y dejarse ver.

En el mismo campo se ven tres estrellas de magnitud similar, alrededor de la 10ª, en una especie de “formación” que custodian la doble.

Pongo los 69x y la separación es más cómoda y mantiene una estética atractiva. A 125x ya no es lo mismo: no aprecio tanto el color anaranjado de la B y la veo más “apagada”.

Para estar un buen rato disfrutando del festival cromático.




Mu Boo / STFA 28 – STF 1938

Mu Boo es de las dobles complicadillas, y como tal, muy gratificante.

A 50x se ve una doble generosamente separada con una principal blancuzca y una secundaria amarillenta.

Pero nos aguarda una sorpresa. Si forzamos aumentos, en mi caso con 208x fueron suficientes, se comprueba que la B es realmente una doble (STF1938). Realmente apretada nos ofrece dos puntitos de brillo similar que con menos aumentos queda escondida.

Un difícil reto para telescopios pequeños y medianos, pero con una muy buena recompensa. Imprescindible una noche de atmósfera estable.




Y para acabar, no podemos olvidarnos de la "Pulcherrima":

Epsilon Boo / STF 1877


viernes, 7 de junio de 2013

NGC4567 - NGC4568, galaxias interactuando en Virgo

La noche del 11 de mayo de 2013 había empezado con un poco de viento, pero teniendo en cuenta que estaba disfrutando de los cielos con poca contaminación lumínica de mi pueblo y de mi SC de 235mm, quise probar suerte con la observación manteniendo la secreta esperanza de que el viento fuera aminorando, o por lo menos, no fuera a peor.

Pero poco más de una hora después de haber montado el telescopio, el “mestral” (cierzo) soplaba de manera continua alternando con rachas bastante fuertes.

Suerte que la montura CGEM y el tubo de 9,25” tienen un peso considerable, si hubiera estado observando con mi Nexstar 5i habría temido seriamente por su integridad. Viendo cómo evolucionaba la noche decidí echar un rápido y último vistazo a una pareja de galaxias a las que hacía mucho tiempo tenía ganas de observar: NGC4567 y NGC4568.

No son muchas las galaxias que se encuentran interactuando que podemos llegar a observar con nuestros telescopios. De las más asequibles podemos mencionar a M51, en Canes Venatici; NGC2207 e IC2163 en Canis Major; NGC1097 en Fornax; NGC4038/NGC4039 en Corvus; o las ya citadas NGC4567/NGC4568 en Virgo.

Por esta razón, a pesar de las condiciones adversas, quise intentar cazar estas dos galaxias. Y me acabé de decidir al pensar “Ve a saber cuándo tendré otra ocasión para verlas”. Apunté hacia ellas y este es el dibujo que hice de lo que pude percibir:


Realmente un poco decepcionante. Con el ocular Radian de 10mm (235x) puedo ver una manchita blancuzca e irregular enfrente de una estrella con forma de pelotita de golf temblorosa. Una manchita extensa y difusa, pero por mucho que lo intento no soy capaz de percibir ningún detalle, y no solo eso, sino que tampoco puedo diferenciar las dos galaxias. Como digo, un poco decepcionante.

De todas maneras, prometedor. Estoy convencido que en una noche con buenas condiciones de observación, esta pareja puede ofrecer un bonito espectáculo.

Ambas están catalogadas como galaxias espirales y se encuentran a unos 50 millones de años luz de distancia. Fueron descubiertas en 1784 por William Herschel y reciben el apelativo de “Hermanas Siamesas” (Siamese Twins). NGC4567 brilla con una magnitud de 11,5 mientras que NGC4568 se presenta con 11,2, siendo la más extensa de las dos.

Según he podido ver leyendo observaciones de otros aficionados, en buenas condiciones estas dos galaxias pueden percibirse claramente formando una especie de V. A ver si tengo mejor suerte la próxima vez que tenga ocasión de apuntar el SC de 235mm hacia ellas.

sábado, 1 de junio de 2013

NGC4435 y NGC4438 galaxias en Virgo

La primavera es la estación ideal para observar galaxias, pero por desgracia también es la época del año en que lo tengo peor para sacar el telescopio. La noche del 11 de mayo de 2013 tuve la ocasión de disfrutar de unos cielos negros y de mi SC de 235mm, con lo que la intención era pasar una noche de observación centrado en objetos galácticos. En concreto tenía previsto dar un paseo por la Cadena de Markarian, pero el fuerte viento que soplaba dio al traste con todas las buenas intenciones.

Con todo no quise dejar de apuntar a un par de galaxias que tenía anotadas pendientes de observar desde un cielo oscuro: NGC4435 y NGC4438, pertenecientes a la Cadena de Markarian en la constelación de Virgo y conocidas como Los Ojos (“The Eyes”) desde que apareció un artículo de Leland Copeland en la revista Sky & Telescope de febrero de 1955 donde “bautizaba” de esta manera las dos galaxias.

Como digo, la noche en cuanto a “seeing” era para ponerse a llorar, por lo que pocos detalles fui capaz de exprimir de NGC4435/38. Sin embargo quise hacer un dibujo de lo que veía para compararlo con algún otro que pueda hacer una noche con mejores condiciones atmosféricas. Utilicé para ello el Nagler de 16mm (146x):


Lo mejor de todo es que sólo poner el ojo en el ocular puedo apreciar sin ningún esfuerzo la presencia de las dos galaxias. NGC4438, la que queda arriba en el dibujo, la veo alargada, extensa, difusa, evanescente. En cambio NGC4435 es todo lo contrario, más concentrada, con un núcleo muy marcado envuelto en un pequeño halo ovalado.

De hecho pienso que siguiendo el símil de los ojos, tal como las puedo ver esta noche, parece que me estén haciendo un guiño.

Por más que me esfuerzo y me concentro no puedo salir de estas apreciaciones, así que muy a mi pesar, tengo que dar por concluido el tiempo dedicado a esta prometedora pareja galáctica.

NGC4438 aparece clasificada como espiral o lenticular según las fuentes que se consulten. Lo que sí es cierto es que debido a sus características fue incluida como Arp 120 en el “Atlas of Peculiar Galaxies” publicado en 1966 por Halton Arp. Presenta un aspecto muy irregular, lo que indica que se ha visto, o se está viendo, afectada por fuertes interacciones gravitatorias. Algunas teorías indican que NGC4435 y NGC4438 se encontraron hace 100 millones de años a una distancia de tan sólo 16.000 años luz una de otra. Otros planteamientos se decantan más a que NGC4438 esté interactuando, o haya interactuado con M87. Incluso se ha llegado a exponer la teoría de que NGC4438 es en realidad una pareja de galaxias fusionándose.

NGC4435 está clasificada como galaxia lenticular barrada. Posee un núcleo muy brillante que se encuentra rodeado por una zona de polvo.

Ambas galaxias fueron descubiertas por William Herschel en 1784 y se encuentran a unos 52 millones de años luz de distancia. NGC4435 brilla con una magnitud de 10,8 abarcando una extensión de cielo de 3,2’x2,0’ mientras que la magnitud de NGC4438 es de 10,2 extendiéndose 8,9’x3,6’.

En conclusión, una primera toma de contacto con NGC4435 y NGC4438 que ha servido para darme cuenta que estoy ante una pareja galáctica realmente espectacular y que observada en condiciones atmosféricas favorables, con mi SC de 235mm y desde un lugar oscuro, puede llegar a convertirse en una experiencia de las que se quedan grabadas en la retina durante toda la vida.