El polvo en suspensión en la atmósfera es un fenómeno que afecta a nuestra salud, al clima y a la biodiversidad. Pero, ¿qué es realmente el polvo en suspensión?
El polvo en suspensión son partículas sólidas muy pequeñas que se mantienen en el aire por la acción del viento. Estas partículas pueden tener diferentes orígenes, como la erosión del suelo, las erupciones volcánicas, los incendios forestales, las actividades humanas o el transporte de arena desde el desierto.
El polvo en suspensión se puede clasificar según su tamaño en dos tipos: el polvo grueso, que tiene un diámetro mayor de 2,5 micrómetros (µm), y el polvo fino, que tiene un diámetro menor de 2,5 µm. El polvo fino es más peligroso para la salud porque puede penetrar más profundamente en el sistema respiratorio.
Puede tener diferentes fuentes, pero una de las más importantes es el desierto del Sahara, que es el mayor emisor de polvo del mundo. El viento transporta millones de toneladas de arena desde África hasta otras regiones del planeta, como Europa, América o Asia.
El polvo sahariano puede recorrer miles de kilómetros y atravesar el océano Atlántico, llegando hasta el Caribe o Sudamérica. Este fenómeno se conoce como calima o bruma seca y se produce sobre todo en verano, cuando las altas presiones favorecen la formación de una capa de aire cálido y seco que impide la dispersión del polvo.
Hoy en Barcelona hemos tenido un buen ejemplo de este fenómeno, y una buena muestra de ello ha sido poder presenciar puesta de Sol, que podríamos definir como tétrica e hipnotizante.
Estas imágenes puede que sean una de las pocas cosas positivas que nos ofrece el polvo en suspensión, el cual tiene diversos efectos sobre nuestro entorno y nuestra salud. Algunos de ellos son:
- Efectos sobre la salud: El polvo en suspensión puede provocar irritación de los ojos, la nariz y la garganta, así como dificultad para respirar, tos, asma o alergias. Las personas más vulnerables son los niños, los ancianos y los enfermos crónicos. El polvo también puede contener microorganismos patógenos o metales pesados que pueden causar infecciones o intoxicaciones.
- Efectos sobre el clima: El polvo en suspensión influye en el balance energético de la atmósfera, ya que refleja y absorbe parte de la radiación solar. Esto puede tener consecuencias sobre la temperatura, la humedad, las nubes y las precipitaciones. El polvo también puede actuar como núcleo de condensación para la formación de gotas de lluvia o nieve, lo que puede modificar el ciclo hidrológico.
- Efectos sobre la biodiversidad: El polvo en suspensión puede aportar nutrientes esenciales para el crecimiento de las plantas y los organismos marinos, como el fósforo o el hierro. Esto puede favorecer la productividad primaria y la fijación de carbono. Sin embargo, el polvo también puede tener efectos negativos sobre la biodiversidad, como la reducción de la visibilidad, la alteración del pH del suelo o del agua, o la transmisión de enfermedades o especies invasoras.
No solemos reparar en este fenómeno atmosférico, o por lo menos, no le damos la importancia que deberíamos darle, y durante este atardecer, observando la puesta de Sol y con el inhalador cerca por si tengo que controlar algún ataque de asma, he querido compartir estas fotografías con vosotros y actualizar el blog, que lo tengo un poco en barbecho, con esta entrada.
Espero retomar mis habituales observaciones y dibujos astronómicos más pronto que tarde.
Un saludo a todos.
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