domingo, 25 de marzo de 2012

NGC2775 - Galaxia en Cancer

NGC2775 es una galaxia espiral situada a unos 55 millones de años luz de distancia que podemos localizar en la constelación de Cancer. William Herschel la descubrió en 1783 y en los últimos 30 años se han podido observar 5 supernovas.

El pasado 18 de febrero de 2012, pude observarla desde un cielo oscuro a través de mi SC de 235mm. Este es el dibujo que hice con lo que pude ver con los 235x aumentos que me proporcionaba mi ocular Radian de 10mm:


NGC2775 es una galaxia que se percibe con cierta facilidad gracias a su núcleo concentrado y brillante, sin embargo, resulta un poco más complicado intentar apreciar detalles en sus zonas exteriores. En fotografía (Impresionante la de Adam Block/Mount Lemmon SkyCenter/University of Arizona) se puede apreciar lo compactos que llegan a estar sus brazos espirales.

Con el ocular de 25mm y sus 94x localizo la zona donde debería encontrarse. La galaxia ya se aprecia, pero prefiero  forzar un poco más los aumentos para intentar exprimirla al máximo. A 235x, nada más poner el ojo en el ocular veo dos estrellas relativamente brillantes que me sirven para posicionar perfectamente la galaxia, ya que NGC2775 y estas dos estrellas forman prácticamente un triángulo equilátero.

Después de estar un buen rato adaptando la vista a la oscuridad distingo un núcleo compacto, brillante, puntual rodeado por un halo muy difuso y tenue de forma redondeada con unos límites poco claros, poco definidos.

En definitiva, una galaxia no demasiado difícil de ver gracias a su núcleo brillante y compacto, pero que necesita cielos oscuros para poder distinguir sus zonas exteriores.

domingo, 18 de marzo de 2012

S 537 - S 538 - Doble/doble en Canis Major

El pasado 15 de febrero de 2012 mientras estaba observando el cúmulo abierto catalogado como Cr121 con los prismáticos 15x70, reparé en un grupo de tres estrellas que quedaban a su derecha:


Las dos estrellas más brillantes de esta tríada corresponden a HIP3744 y HIP32729. En el catálogo del WDS descubro que se trata de una doble/doble realmente espectacular, bien, de hecho es una triple/doble que aparece con los siguientes datos:


Apunto el SC de 127mm hacia ellas y ya a 50x puedo apreciar una doble/doble realmente preciosa. Este es el dibujo que hice:


S 537 es la que aparece en la parte superior. A estos aumentos puedo ver una estrella principal que se muestra como la más brillante que aparece en el campo del ocular. Blanca, acompañada por una secundaria (la componente C) manifiestamente más débil y con cierta tonalidad azulada. Aparte de estas dos componentes desde un cielo más oscuro del que disfruto en esta observación y con un telescopio de más abertura que el de 127mm que estoy utilizando, se podría probar de desdoblar las componentes A/B (Catalogadas como BU 324), separadas por tan sólo 1,8”… o ver la componente D, de tan sólo magnitud 13. Unos buenos retos que me dejo pendientes para otra ocasión más favorable.

Debajo de ella, con unas componentes menos brillantes, pero con una magnitud suficiente como para proporcionar una vista espectacular, veo S 538, también con una componente principal blancuzca acompañada de una estrella de brillo similar a la componente C del sistema S 537, y curiosamente, también la noto con un cierto tono azulado.

Como guinda, debajo de las dos dobles, brilla la estrella TYC 6521-3274-1 con una magnitud de 8,46 y un color amarillento gracias a su clase espectral K5 que contrasta perfectamente con S 537 y S 538.

SIMBAD database,operated at CDS, Strasbourg, France
Esta doble/doble invernal, vecina del cúmulo abierto Cr121, no tiene nada que envidiar a las dobles/dobles por excelencia del verano, la Epsilon Lyrae y STF2470/STF2474, con el aliciente añadido de intentar desdoblar BU 324. Muy recomendable no olvidarse de ella cuando visitamos los maravillosos objetos celestes que nos brindan las constelaciones de Orion y del Canis Major.



domingo, 11 de marzo de 2012

NGC2359 - Nebulosa "El Casco de Thor" en Canis Major

El pasado 17 de febrero de 2012 tuve la suerte de poder observar desde unos cielos oscuros con mi SC de 235mm la nebulosa de emisión/reflexión NGC2359 (AR: 07h 18,6m / Dec. -13º 13'), situada en la constelación de Canis Major, y mucho mejor conocida entre los astrónomos aficionados bajo el apelativo de “El Casco de Thor”.

Viendo las fotografías, el parecido a un casco vikingo es bastante conseguido:

http://apod.nasa.gov/apod/ap090312.html

Se estima que NGC2359 se encuentra a unos 16.000 años luz de distancia, y presenta un diámetro de, aproximadamente, 30 años luz. A veces me da la impresión que estamos tan acostumbrados a manejar estas unidades de distancia astronómica que no somos capaces de asimilarlas realmente. Cuando puse el ojo en el ocular, ya en un primer momento, distinguí perfectamente la nebulosa, “una pequeña” manchita blancuzca que tardaríamos en desplazarnos de una punta a la otra de ella, si fuéramos capaces de viajar a la velocidad de la luz, nada menos que 30 años.

Mientras estaba dibujando lo que veía, pensaba en ello y recordé el por qué me emociona tanto ver esta clase de objetos, de hecho, estas manchitas, a través del telescopio.


Ya no me acordaba, pero revisando anotaciones antiguas vi que el 7 de diciembre de 2007, desde el mismo lugar de observación, apunté mi SC de 127mm hacia esta nebulosa por primera vez, y dejé apuntado:

“Consigo, por fin, observar la nebulosa conocida como el Casco de Thor. A 50x y el filtro UHC distingo una manchita muy tenue. Después de ir adaptando mejor la vista a la oscuridad y fijándome un poco mejor, noto otra manchita más débil a un lado, cosa que me hace pensar que la nebulosa es mucho más grande que no lo que había visto en un primer momento. Si es así, imagino que con un telescopio de mayor abertura debe ser espectacular, pero con mis 127mm, bajo unas condiciones de observación ideales, tan sólo puedo verla de manera testimonial”.

Pues bien, como me imaginé, NGC2359 visto por mi SC de 235mm desde un cielo oscuro, resulta ser ciertamente espectacular. Una pasada.

Localicé el campo donde debería encontrarse la nebulosa con el ocular Hyperion de 31mm, que me ofrece 78,80x, los aumentos mínimos que me permite el telescopio. Aparecen un buen número de estrellas que ocupan prácticamente todo el campo, pero de la nebulosa, nada. No me pongo nervioso.

Miro de reojo y empiezo a distinguir algo en el centro del ocular, nada definido, pero perceptible. Me recuerda en cierta manera cuando observo alguna galaxia difusa con el SC de 127mm y a duras penas soy capaz de notarla… pero algo se percibe.

No me pongo nervioso. Utilizo entonces el filtro UHC y después de adaptar un poco la vista, como por arte de magia me aparece la nebulosa. Muy clara y espectacular, tal como la he dibujado. El peaje que tengo que pagar es la desaparición de un buen número de estrellas que sí podía apreciar cuando observaba sin el filtro, pero es un pequeño sacrificio que hago gustosamente.

Mi vista se va acomodando cada vez mejor a la oscuridad y puedo ir sacando detalles más delicados. La nebulosa es de tamaño considerable y, en cierta manera, más que el casco del dios vikingo, me recuerda la cabeza de un alfil… supongo que un guiño de mi subconsciente el relacionar lo que veo con otra de mis aficiones.

Noto una zona de forma redondeada, bastante más marcada en la zona de la izquierda (en el dibujo) que descansa sobre una base alargada, más clara también hacia la izquierda. En el dibujo aparecen las estrellas que veía con el filtro puesto, sin él, el campo ofrecía una zona celeste realmente rica. Lo mejor de todo es que en el centro de la zona redondeada distingo la estrella que provoca la iluminación de la nebulosa, que no es otra que HD56925, una estrella de tipo Wolf-Rayet que brilla con una asequible magnitud de 11,4. También está catalogada como HIP35378 y WR7.

Las estrellas de tipo Wolf-Rayet son estrellas con más de 20-30 masas solares, calientes y evolucionadas que sufren grandes pérdidas de masa debido a intensos vientos estelares. La nebulosidad es el resultado de la interacción entre el viento estelar procedente de la caliente estrella y la materia interestelar.

En conclusión, un objeto espectacular en fotografía y estremecedor visto en una noche oscura con un telescopio de buena abertura.

martes, 6 de marzo de 2012

NGC2360 - Cúmulo abierto en Canis Major

Hace unas semanas preparé un listado de unos cuantos cúmulos abiertos con la intención de observarlos desde casa. Lamentablemente, la contaminación lumínica cada vez es más acusada y tengo que dejar un poco de lado los objetos más difusos para cuando tengo la oportunidad de disfrutar de cielos lo suficientemente oscuros.

NGC2360 era uno de los que incluí en la lista, pero cuando dirigí hacia él mi SC de 127mm no vi nada que se pareciera a un cúmulo abierto ni por casualidad. Más tarde comprobé que está formado por componentes que brillan desde la magnitud 9ª a la 12ª y que lo más probable era que la contaminación lumínica no me permitiera distinguirlo. Así que, resignado, no tuve más remedio que dejarlo pendiente para una noche con mejores condiciones de observación.

Esta noche se presentó el pasado 18 de febrero de 2012. Estaba en mi pueblo, disfrutando de un cielo oscuro y de mi SC de 235mm. Después de estar un buen rato observando recordé el fracaso que había significado mi anterior intento con NGC2360, así que con ganas de revancha apunté el telescopio hacia la zona donde debía encontrarse y nada más poner el ojo en el ocular no pude evitar una exclamación de franca admiración. Este es el dibujo de lo que vi a 94x:


La única estrella que destaca en el campo del ocular por encima de la “multitud” de estrellitas que se aprecian, es la HIP35355, de magnitud 8,9 que se encuentra en uno de los extremos del cúmulo. El resto de componentes ofrece unos brillos tenues y muy uniformes en los que predominan los colores blancos y azulados metálicos. Muy bonito.

El cúmulo es muy extenso, abarca un diámetro de unos 14’ y cuento más de cincuenta estrellas en el campo, las cuales presentan alineaciones curiosas. Realmente espectacular.

No puedo por menos que lamentarme por la contaminación lumínica que sufro en mi residencia habitual, que me impide disfrutar de objetos débiles que, vistos desde cielos oscuros, son capaces de dejarme con la boca abierta. Con NGC2360, sin ir más lejos, he estado más de 20 minutos con el ojo pegado al ocular y con una sonrisa de satisfacción en los labios.

NGC2360, situado a unos 3.700 años luz de distancia, fue descubierto en 1785 por Caroline Herschel. Su hermano William lo catalogó como H VII-12, pero también es conocido como Collinder 134, Melotte 64 ó Caldwell 58. Lo podemos localizar en la constelación de Canis Major donde, partiendo de Sirius, nos desplazaremos hasta la Gamma CMa y a unos 3,5º hacia el Este, encontraremos a NGC2360.

En conclusión, un cúmulo abierto bonito y espectacular que precisa de cielos oscuros para poder lucir en todo su esplendor… que es mucho. Como dice José Luis Comellas en su “Guía del Firmamento”: “(…) el cúmulo, aunque débil, merece el calificativo de extraordinario”.

jueves, 1 de marzo de 2012

Minkowski 1-7 (PK 189+7.1) - Nebulosa planetaria en Gemini

Es curioso. Cuando mi único telescopio era el SC de 127mm, siempre solía añadir a la planificación de la noche algún objeto que, por su dificultad, resultara un verdadero reto para mi abertura. Muchas veces el fracaso era sonado, pero de vez en cuando era capaz de dar con él y observarlo, mejor o peor, pero observarlo. Entonces notaba tanta satisfacción que compensaba con creces todas las anteriores ocasiones fallidas.

Ahora que dispongo también de un SC de 235mm, no quiero dejar de buscar retos adecuados a esta abertura, razón por la cual me picó la curiosidad al leer un tema iniciado por Lynx en el foro de la Asociación Astronómica Hubble. En él hacía mención de tres planetarias de cierta dificultad: Humason 1-1 (PK 119-6.1), Jonckheere 900 (PK 194+2.1) y Minkowski 1-7 (PK 189+7.1). Ésta última es la que me propuse observar la noche del 18 de febrero de 2012.

Localicé la zona con el ocular de 25mm (94x), pero viendo el panorama, decidí poner directamente el Radian de 10mm (235x).

Estuve un buen rato con el ojo pegado en el ocular y, poco a poco, fui notando cómo la vista se iba adaptando mejor a la oscuridad, de manera que fui viendo aparecer unas cuantas estrellitas débiles que iban uniendose a la "brillante" TYC-1880-1003-1, mag. 10,2, que se encuentra al lado de Minkowski 1-7. Mirando de reojo, noté ya la presencia de la planetaria.

Realmente, nada fácil, nada...

Una vez localizada, dibujé la zona, apagué la linterna y me dispuse a probar los filtros de los cuales dispongo.


Evidentemente, tuve que volver a adaptar la vista a la oscuridad. Coloqué el filtro UHC y lo primero que noté es que desaparecía la estrellita que me quedaba arriba de la planetaria, sin embargo ésta, se mostraba un poco más definida. No necesité esforzarme tanto para verla como lo tuve que hacer sin el filtro.

Puse el OIII y, como era de esperar, la estrellita de arriba también desapareció, pero además noté que me “oscurecía” todo el conjunto mucho más que el UHC, hasta el punto que me costó mucho afinar el enfoque. La planetaria no mejoró. Pude verlo como si se tratara de una doble de separación generosa con una componente bien marcada y otra como si estuviera desenfocada. No me gustó el resultado que me dio el filtro OIII.

Quité todos los filtros y volví a poner el ojo en el ocular. Con una mejor adaptación a la oscuridad (hacía rato que había apagado la linterna), la planetaria se apreciaba con más facilidad.

Si tuviera que decidir, sin filtros y con una excelente adaptación de la vista a la oscuridad, mucho mejor, ya que la planetaria queda enmarcada en un campo donde aparecen un buen número de estrellas. Con el UHC mejora la planetaria, en el sentido que no hace falta hacer demasiados esfuerzos para verla. Eso sí, sin ningún tipo de detalle. Y el OIII permite verla, pero es tan restrictivo que pierde todo tipo de encanto, siendo la observación poco vistosa e incómoda, sin que ello mejore el resultado.

Recordando el tema de los retos… una cosa sí tengo clara, con el SC de 127mm desde mi lugar de observación habitual no hubiera visto nada de nada.

A la planetaria catalogada como Minkowski 1-7 (PK 189+7.1) se le asigna una magnitud 13,4 y un tamaño de 32”x15”. La podemos encontrar en la constelación de Gemini, en las siguientes coordenadas:

AR: 06h 37m 20sg
Dec: +24º 00' 36"

Su estrella central brilla con magnitud 19, por lo que su observación resulta imposible con mi SC de 235mm.

Rudolph Leo B. Minkowski (1895-1976) fue un astrónomo que se especializó en el estudio de nebulosas planetarias, de tal manera que acabó elaborando cuatro listados. Minkowski 1-7 (Mink 1-7) corresponde a la entrada 7 del primer listado.

Una curiosa planetaria que constituye un buen reto para medianas-grandes aberturas. Desde cielos oscuros, de todas maneras, no debería ser demasiado complicada su observación.