Una de las grandes ventajas de la astronomía es la gran variedad de alicientes que nos presenta a los aficionados, y uno de ellos es contemplar las fluctuaciones de brillo que nos ofrecen las estrellas variables.
De entre todas las clases que nos podemos encontrar, las eclipsantes son, por lo general, las más asequibles para los que no estamos acostumbrados a este tipo de objetos.
Y si existe una variable eclipsante ideal para empezar a disfrutar con ellas, no es otra que Beta Persei (Algol), que pasa de una magnitud de 2,1 a una de 3,4 en un periodo regular de 2 días, 20 horas y 49 minutos, lo que nos permite efectuar su seguimiento fácilmente.
Beta Persei es un sistema triple que se encuentra a una distancia de 93 años luz. Está formado por una estrella principal de tipo espectral B8V que mide unos 3,5 millones de km de diámetro y una secundaria de tipo K0IV de 30 millones de km de diámetro.
El brillo de Algol B es mucho menos intenso que el de la principal, lo que permite que al pasar justo delante de ella, y gracias a que la Tierra se encuentra en su mismo plano orbital, la luz que nos llega de este sistema estelar decrezca en 1,3 magnitudes.
Llegados a este punto nos encontramos con lo que se ha dado en llamar la Paradoja de Algol.
Lo habitual en la evolución estelar es que cuanto más masiva sea una estrella, más rápidamente avanza por las diferentes etapas de su ciclo vital. Sin embargo, en el sistema de Algol nos encontramos que la estrella menos masiva, Algol B, ha alcanzado ya la categoría de sub-gigante, mientras que la más masiva, Algol A, todavía se encuentra en la secuencia principal de su evolución.
En teoría, las estrellas que forman un sistema binario han debido formarse más o menos en el mismo momento, por lo que se supondría que la estrella más masiva debería encontrarse en un estado de evolución más avanzado, cosa que no ocurre con Algol y algunos sistemas similares.
La explicación que se ofrece para resolver esta paradoja se basa en la transferencia de masa que se pueda dar entre las dos componentes. En el caso de Algol, cuando la estrella más masiva se convirtió en sub-gigante, llenó su
lóbulo de Roche, y la mayor parte de su masa fue transferida a la otra estrella, que todavía se encuentra en su secuencia principal.
De ahí que durante los eclipses notemos la gran diferencia de brillo que se produce. Si esto no fuera así, según indica José Luis Comellas en su “Guía del Firmamento”, la variación que observaríamos sería de tan sólo 0,75 magnitudes.
El mínimo sólo dura unos 6 minutos, pero la magnitud de la principal empieza a disminuir cuatro horas antes, y hasta cuatro horas después de este mínimo no vuelve a brillar con su magnitud habitual.
Algol A y Algol B se encuentran separadas por tan sólo 0,062 UA, mientras que la tercera componente, Algol C, permanece a una distancia media de estas dos estrellas de 2,69 UA siendo su periodo orbital de 681 días. Algol C presenta una clase espectral de A5V.
Esta variación de brillo es tan obvia, que incluso se ha planteado que los antiguos egipcios ya fueron capaces de hacer un seguimiento de su periodo:
“Did the ancient Egyptians record the period of the eclipsing binary Algol – The raging one?”
Por lo que nosotros no deberíamos tener ninguna dificultad de seguir esta variación de magnitud ayudados por unos sencillos prismáticos.
O eso pensé yo.
Aquí empieza el relato de mi fracaso observacional del 25 de septiembre de 2015.
Para esa noche había visto en el
generador de efemérides de la página de Sky & Telescope – (Hay que registrarse para acceder a ella) preveía un mínimo a las 22h 10m T.U.
Así que con esta previsión me planteé hacer un seguimiento durante todo el proceso de descenso, mínimo y recuperación de brillo de Algol.
La idea era utilizar mis prismáticos 10x50 para ayudarme a realizar estimaciones de brillo en base al método de Argelander, que ya expliqué en la entrada que hice sobre
Beta Lyrae, y hacer algunas fotos con mi Nikon D5100 y el objetivo 18-70mm para mostrar las diferencias de brillo que se dieran en relación a las otras estrellas de la zona.
Me preparé una carta celeste de la zona de Perseus-Andromeda y lo dejé todo a punto para la noche.
Una noche que empieza torcida. El cielo se encuentra completamente infestado por cirros que entelan su visión. Por suerte, no la anulan por completo, así que a pesar del problema decido seguir adelante.
Para colmo de males, el trabajo en la oficina se prolonga más de lo habitual y no puedo ponerme a observar hasta las 20h 15m T.U., con lo que es llegar y ponerme en marcha sin darme el mínimo respiro.
El panorama es desalentador, ya que Perseus está empezando a elevarse por el horizonte Este, precisamente en la zona donde los cirros se muestran más compactos.
Un ejemplo de lo que digo es esta foto tomada a las 20h 46m T.U.:
Cojo los prismáticos y apunto a
Mirfak, la Alpha Persei, que a pesar de los imponderables se muestra, como siempre, espléndida con los 10x50.
Localizo sin problemas a Almach (mag. 2,1), la Gamma Andromedae, que será una de las estrellas de comparación, y cuando voy a buscar Algol y Epsilon Persei, la otra estrella de comparación que brilla con una magnitud de 2,9, compruebo que estoy un poco despistado y no acabo de confirmar que son las que me pienso que son.
Llegados a este punto, me atrevo a dar un consejo. Si nuestra intención es hacer el seguimiento de Algol en su mínimo, no estaría de más que previamente, en cualquier otra noche, nos dediquemos sin ningún tipo de presión añadida y con una carta estelar bajo el brazo, a familiarizarnos con la zona en cuestión.
Con Algol no he tenido excesivas dificultades, ya que es la más brillante de un trapecio formado por ella misma, la anaranjada y variable Rho Persei (Gorgonea Tertia) de magnitud 3,4, Pi Persei (Gorgonea Secunda) de 4,7 y Omega Persei (Gorgonea Quarta) de 4,6.
Sin embargo, con Epsilon Persei, por culpa de los cirros y de la Luna que brilla iluminada en el 93% de su superficie, y por qué no decirlo, de mi propia incompetencia, primero la he confundido con Nu Persei. Por suerte, me he dado cuenta del error a la tercera estimación de brillo que realizaba.
Intento realizar estimaciones cada 15 minutos, pero hacia las 21h 15m T.U. la zona se encuentra completamente cubierta por nubes espesas, y me hace temer que, ya no sólo no pueda realizar el seguimiento completo, sino que me pierda incluso la hora del mínimo.
La turbulencia de la atmósfera está muy contenida, hasta las estelas de los aviones que cruzan el cielo se mantienen durante largo rato bien marcadas, lo que no me hace albergar unas expectativas demasiado optimistas.
Al final llega la hora que tengo marcada como mínimo y, dentro del desastre, todavía tengo suerte de poder sacar algo:
Con los prismáticos en ristre veo que existe una gran diferencia de brillo entre Almach y Algol, pero delante de mi perplejidad, la noto un poco más brillante que Epsilon Persei, e incluso más que Rho Persei.
Mucho me temo que la densidad de los cirros me está jugando una mala pasada a la hora de hacer estimaciones de brillo comparando estrellas, pero más tarde, compruebo algo que me deja un poco desconcertado.
Comparando las previsiones del mínimo que generó la página web de Sky & Telescope con las que ofrece la
AAVSO (Clicar en “Ephemeris”) veo que no coinciden con una diferencia aproximada de dos horas. ¿Es posible que cuando yo esperaba ver el mínimo todavía faltaran dos horas para que se produjera?
Investigando sobre este aspecto, vital a la hora de planificarse la observación, veo que en la edición impresa de S&T, las previsiones del mínimo de Algol se acercan a las ofrecidas por la AAVSO y difieren de las que obtengo de la página web de S&T.
Alguna cosa hago mal, o hay algún conflicto de configuración con mi ordenador, o el generador web de S&T no funciona correctamente. Sea como sea, para futuras planificaciones me basaré en los datos ofrecidos por la AAVSO, en T.U. o en esta otra página que ofrece los datos con la hora local tomada del ordenador:
http://www.as.up.krakow.pl/minicalc/PERBETA.HTM
Por suerte, el cielo ha ido despejando lentamente y he conseguido tomar una fotografía hacia las 00h 13m T.U. (2015-09-26), que es cuando las efemérides de la AAVSO indicaban que se produciría el mínimo, y mirando un poco con atención, diría que, efectivamente, en estos momentos se estaba produciendo el eclipse estelar de Algol:
Pero todavía el destino me tiene preparada una sorpresa, ya con todo recogido, a punto de irme a dormir, hecho un último vistazo y me encuentro con esto, una bonita manera que tiene el cielo de despedirse después de lo que me ha hecho pasar:
En definitiva, la noche ha resultado un fracaso si tenemos en cuenta las expectativas que me había hecho en un principio, pero de todo se aprende, y esta vez las lecciones que he sacado han sido provechosas.
Como conclusión he visto que debo:
1-
Planificar bien el mínimo de Algol – utilizando los siguientes recursos:
https://www.aavso.org/vsx/index.php?view=detail.top&oid=26202
http://www.as.up.krakow.pl/minicalc/PERBETA.HTM
2-
Elaborar un Excel que me automatice las estimaciones de brillo en base al método de Argelander y que me gustaría compartir con vosotros por si os puede ser útil y que puede adaptarse a otras variables:
https://www.dropbox.com/s/8slit27zccmkkap/Seguiment%20Algol-La%20Orilla%20del%20Cosmos.xls?dl=0
3-
Preparar una carta celeste que me permita orientarme bien por la zona. En este caso de Algol, he utilizado la carta nº 2 del “Mag-7 Star Atlas Project” de Andrew L. Johnson y que ya he incluido en el Excel de arriba:
http://www.astro.cz/mirror/atlas/
4-
Esperar a una noche despejada, y a ser posible sin Luna.
5-
Empezar a hacer estimaciones de brillo, cada 15 minutos desde cuatro, tres o dos horas antes del mínimo hasta cuatro, tres o dos horas después, lo máximo que podamos, para luego intentar obtener una curva de luz lo más fiel posible a la realidad.
6-
Y para cuando tenga más experiencia, intentar tomar fotografías con la ayuda del telescopio para posteriormente, ayudado por ellas y por el excelente programa de Julio Castellano, FotoDif (
http://www.astrosurf.com/orodeno/fotodif/index.htm), elaborar una gráfica, digamos, más profesional.
Espero que mi noche fracasada sea de provecho para otros aficionados que deseen cazar los guiños de Algol, y si hay alguna sugerencia, bienvenida sea.