Y como viene siendo habitual estos últimos tiempos, aquí está mi resumen fotográfico del año. No esperéis ver excelentes imágenes, la astrofotografía no es mi fuerte, tan sólo confío que transmitan un poco la ilusión con que las hago y que se tomen como un complemento a mis dibujos astronómicos y notas de campo.
Este 2013 lo recordaré como el año de los cometas. Empecé el año con el C/2011 L4 Panstarrs, un fantástico cometa que pude disfrutar a simple vista, con mis prismáticos y con mi cámara fotográfica justo a la puesta del Sol. Todo ello en medio de una convalecencia gripal, por lo que no tuve ocasión de observarlo con el telescopio, y es una lástima, pero el recuerdo de este visitante siempre me quedará gracias a las fotos que tomé.
El otro cometa que me impresionó fue el C/2013 R1 Lovejoy. Este sí que pude verlo con el telescopio, y siempre me quedará grabada la cara de fascinación que me quedó nada más poner el ojo en el ocular y ver un inmenso y brillante cometa cuya cola se extendía más allá del campo del ocular.
Y el tercero en discordia fue el C/2012 S1 ISON, el que tenía que ser el cometa del siglo y que acabó siendo un cometa que no pudo superar su perihelio, dejando con un palmo de narices a todos los astrónomos aficionados que desde el momento de su descubrimiento fuimos bombardeados por noticias sensacionalistas acerca del brillo que podría alcanzar. Y encima no tuve ocasión de verlo por el telescopio. Pero no me quejo, los días que pasé pendiente de su paso cerca de nuestro astro Rey, con la incertidumbre de si sobreviviría, consultando foros y webs especializadas, fueron realmente emocionantes.
Pero si tuviera que quedarme con un evento destacable, sin ningún tipo de duda elegiría el seguimiento de la Nova Delphini 2013. Su seguimiento resultó muy gratificante, por un lado por el brillo que alcanzó y por otro lado por coincidir su máximo esplendor durante los meses de verano. Una gran experiencia.
Desde que me compré el telescopio de 235mm mi afición por la observación de nebulosas planetarias aumentó. Este tipo de objetos presenta una muy variada tipología y poder ver detalles de muchas de ellas gracias a una generosa abertura hace que su observación llegue a convertirse en adictiva.
Como fiel reflejo a las noches con las que he disfrutado observando planetarias, una muestra de lo que nos pueden ofrecer son las fotografías de M97, M76, M57 y NGC7662.
Y una nebulosa que parece planetaria pero que no lo es, es NGC7635, la nebulosa de la Burbuja. En visual me resultó muy complicada percibirla y cuando decidí echarle una foto, tenía la secreta esperanza de cazarla con todas las de la ley, pero el resultado final fue una “media burbuja”. Con todo, disfruté mucho con ella.
No suelo fotografiar estrellas dobles, pero cuando observé la ADS13292 decidí hacer una excepción. Un sistema del que aparecen nada menos que 15 componentes en el WDS. Pasé un buen rato estrujándome la vista para comprobar cuántas componentes era capaz de cazar.
Y para estrella espectacular VY CMa, una hipergigante roja en Canis Major.
A lo largo del año la Luna también tuvo varias noches de gran protagonismo. De todas ellas recuerdo con especial cariño las observaciones de Petavius, Archimedes y la zona de los cráteres Stofler y Faraday. Ciertamente, la Luna nunca decepciona.
M52 es un cúmulo abierto al que le tengo un cariño especial, y este año, en agosto, quise intentar inmortalizarlo fotográficamente. No es nada del otro mundo, pero permite adivinar la magnificencia de este bonito enjambre estelar.
Este año he jubilado mi antigua Nikon D70S que ya tenía sus años y he comprado una Nikon D5100. Todo el mundo aconseja utilizar cámara Canon para astrofotografía, pero como yo ya vengo de Nikon desde los tiempos de la fotografía analógica, con Nikon continúo, aunque no descarto un cambio de marca si la afición a la astrofotografía sigue en aumento.
Con la nueva cámara quise probar a ver qué tal me salían algunas galaxias que en visual ya me dieron grandes satisfacciones. Así que ataqué con M51, M81, M 82 y NGC7331.
No me he prodigado demasiado en fotografía planetaria, pero Júpiter y Saturno han tenido sus noches de gloria… a pesar de las turbulencias atmosféricas.
Y para acabar una de las fotos del año de las que estoy más contento. Se trata de M15, un cúmulo globular que ya fotografié el año pasado y que creo he mejorado en 2013. Son pequeños avances, pero que me sirven para motivarme con la intención de seguir aprendiendo y mejorando mis fotografías.
Y hasta aquí este pequeño compendio fotográfico. Quiero aprovechar esta entrada para desear a todos los que leéis “La Orilla del Cosmos” que tengáis un 2014 lleno de felicidad y amor y que disfrutéis de grandes noches de observación durante todo el año.