José Luis Comellas en su libro “Catálogo Messier” transcribe las notas que tomó Messier acerca de M83:
“Nebulosa sin estrellas, cerca de la cabeza del Centauro; aparecía como una luz débil e igual, pero tan difícil de ver con el telescopio, que la más débil luz para iluminar los hilos del micrómetro la hacía desaparecer. Sólo se la podía ver prestando mucha atención...”
Descripción con la que estoy completamente identificado después de apuntar la noche del 1 al 2 de abril de 2011 mi SC de 127mm hacia esta galaxia espiral barrada situada a unos 15 millones de años luz y que podemos localizar en la constelación de la Hydra.
M83 desde mi lugar de observación de esta noche, a unos 40,7º de latitud se elevaba a tan sólo unos 15º respecto al horizonte. Y no me puedo quejar, ya que Messier desde París, a unos 49º de latitud, tenía que conformarse con no mucho más de 10º por encima de los edificios de la metropoli. Con todo esto quiero decir que desde el hemisferio Norte no es demasiado sencillo disfrutar de esta galaxia.
Y es una lástima. M83 también es conocida como el “Molinillo Austral”, y desde el Hemisferio Sur ofrece una magnífica vista gracias a sus delicados brazos espirales. Nada que ver con lo que pude observar con mi SC de 127mm, eso sí, desde cielos oscuros y en una buena noche (No me extraña que con contaminación lumínica no vea ni rastro de M83):
En un primer momento, inconscientemente, me fijo en la estrella más brillante que aparece en el campo que me muestra el Nagler de 16mm (78x), que no es otra que la HIP66539, que brilla con una magnitud de 7,12; arriba a la derecha en el dibujo. Es una perfecta referencia a la hora de localizar la galaxia.
Desde esta brillante estrella reparo en otras tres más débiles (alrededor de magnitud 10-11), que marcan una línea recta que va paralela a M83. Adapto lo mejor que puedo la vista a la oscuridad y poco a poco voy percibiendo una manchita alargada, como un alfiler. Muy ténue y difusa, que, curiosamente, presenta un puntito más brillante en el centro que se asemeja a una estrellita desenfocada. En realidad, se trata del núcleo de la galaxia.
Y por más que me esfuerzo soy incapaz de distinguir ningún detalle más de esta galaxia que tantas alegrías debe dar a los compañeros de afición del Hemisferio Sur.
Con todo, acabo la observación con una satisfacción díficil de explicar. M83 se ha convertido en el último objeto del catálogo de Messier que he observado y dibujado, con lo que ya dispongo de una primera aproximación a los Messier observados con mi pequeño Celestron SC de 127mm.
Por suerte, la astronomía nos ofrece mucho más, y de hecho, los objetos Messier tan sólo representan una ínfima parte de lo que podemos disfrutar con el ojo pegado al ocular. Y de la misma manera que no nos cansamos de ver un bonito cuadro una y otra vez... no nos cansaremos de apuntar a ellos cada vez que tengamos la oportunidad.
domingo, 31 de julio de 2011
sábado, 30 de julio de 2011
HN28 (33 Librae) - Doble de colores espectaculares en Libra
La noche del 25 de julio de 2011, antes que las nubes bajas cercanas a la costa acabaran de adueñarse del cielo, tuve la ocasión de observar unas cuantas dobles de la constelación de Libra. De entre ellas, la más peculiar fue la catalogada como HN 28 (33 Librae).
Muchos son los atractivos, a priori, de esta doble que pueden animarnos a su observación. Por un lado, estamos ante una estrella muy cercana a nuestro Sistema Solar, y en consecuencia, con un movimiento aparente muy elevado, más de 2” por año.
Tan sólo hay que ver las coordenadas dadas para esta estrella en las épocas de 1900, 1950 y 2000:
RA (2000): 14 57 28 Dec (2000): -21 25.0
RA (1950): 14 54 32 Dec (1950): -21 11.5
RA (1900): 14 51 37 Dec (1900): -20 57.9
HN 28 también está incluida en el Catálogo Gliese de estrellas cercanas con el número Gl-570 A encontrándose a una distancia estimada de 5,79 pc (= aproximadamente 19 años luz de distancia). Si la observamos o fotografiamos de año en año, podremos ver como se desplaza en relación a sus estrellas vecinas. Su clase espectral es K5 V e, presentado a través del telescopio un bonito color amarillento-anaranjado.
Por otro lado, tenemos otro aliciente añadido. La componente B del sistema (Gl-570 B), con la que forman un par físico, tiene una clase espectral M1 V J, es decir, un color rojo bien marcado, con lo que el contraste cromático que podemos esperar observar es realmente muy atractivo y poco común.
Según el USNO 6th orbit catalogue, el periodo orbital de las componentes es de 2130 años. Pero las curiosidades no terminan aquí. En 1990, se descubrió que B tiene otra compañera con una imposible separación en visual, de 0,2” y con un periodo orbital de 308 años.
Hasta aquí los datos. Y ahora, mi experiencia con HN 28.
Como he comentado, la noche del 25 de julio de 2011, HN 28 era una de las dobles que tenía planificadas...
Apunto el telescopio hacia la doble y me doy cuenta... si no lo sabía ya, que una cosa son las expectativas y la otra lo que realmente me encuentro.
Utilizo 50x para localizar y observar la doble, más que suficientes, y puedo ver una principal brillante de un bonito color amarillento, sin embargo, la componente B, que confiaba ver de un color rojizo, en realidad la veo de un color ¡azul celeste! muy delicado y atractivo, pero ¿azul?. En fin.
Estoy un buen rato con ella, por un lado disfrutando de los colores que percibo, y de otro, subiéndome por las paredes al no ser capaz de ver el tono rojizo esperado en la secundaria. Hasta he comprobado más de tres veces que no me hubiera equivocado de par. Pero por suerte o por desgracia no era este el caso.
Intenté buscar algún tipo de explicación al hecho de que yo la viera con ese color azul celeste. Lo primero que se me ocurre es que las condiciones de observación no son las idóneas: seeing justito (3/5, siendo 5 = óptimo), no demasiada altura respecto al horizonte, todavía no era noche cerrada... Después pensé también en algún tipo de efecto óptico debido al brillo amarillento de la principal sobre la débil secundaria... en fin, elucubraciones que ni a mi me convencían demasiado.
Llegados a este punto, decido anotar todo lo que veo y añadir a la agenda una siguiente visita ineludible a esta pareja, con foto incluida si puedo, a la menor oportunidad. Espero que con mejor seeing y más oscuridad pueda acabar arrancando la verdadera belleza cromática de esta doble.
Aquí el dibujo de lo que vi, con todos los interrogantes necesarios hasta que pueda volver a visitarla:
*******************************
27 de julio de 2011: No he tenido que esperar demasiado para poder volver a observar HN 28, aunque bien es cierto que no más de media hora, ya que me he visto obligado a batallar con las nubes que, al final, han vuelto a adueñarse del cielo. Pero ha valido la pena la tensión, los esfuerzos y las prisas.
Me centro un poco. Esta noche he podido sacar el telescopio para volver a atacar a HN28. El seeing de la noche acompaña (lástima de nubes), le doy un 4/5 (Siendo 5=óptimo). Lo primero que he hecho ha sido cerrar los ojos unos instantes y utilizando 50x doy un primer y rápido vistazo a la doble... y puedo comprobar que la componente B, esta vez, sí que presenta una tonalidad rojiza que contrasta de manera espectacular, y poco común, con el color amarillo-medio naranja de la principal. Un espectáculo.
Este es el dibujo, que puedo considerar definitivo y que sustituye con todos los honores al que hice el pasado lunes 25:
Estoy un buen rato observándola y compruebo que cuanto más la miro, menos percibo los colores (sensación que los que observamos habitualmente dobles, ya conocemos).
Otra cosa que noto es que el brillo de la principal "distrae" mi atención de la secundaria... y es entonces cuando por momentos, vuelvo a verla de un color azul celeste similar al que vi el otro día. Intento mirar de reojo la componente B e intentando obviar, cosa difícil, la primaria. Y vuelvo a ver la tonalidad rojiza.
Me doy cuenta que me estoy empezando a saturar y, viendo que las nubes poco a poco van tapando más densamente el cielo, decido sacar la cámara DBK para acabar de una vez por todas con las dudas acerca del color. Este es el resultado:
Y después de todo lo que he pasado con esta doble, al final puedo recomendar con todas las de la ley, que si se tiene ocasión hay que echarle un vistazo. Es realmente espectacular.
Muchos son los atractivos, a priori, de esta doble que pueden animarnos a su observación. Por un lado, estamos ante una estrella muy cercana a nuestro Sistema Solar, y en consecuencia, con un movimiento aparente muy elevado, más de 2” por año.
Tan sólo hay que ver las coordenadas dadas para esta estrella en las épocas de 1900, 1950 y 2000:
RA (2000): 14 57 28 Dec (2000): -21 25.0
RA (1950): 14 54 32 Dec (1950): -21 11.5
RA (1900): 14 51 37 Dec (1900): -20 57.9
HN 28 también está incluida en el Catálogo Gliese de estrellas cercanas con el número Gl-570 A encontrándose a una distancia estimada de 5,79 pc (= aproximadamente 19 años luz de distancia). Si la observamos o fotografiamos de año en año, podremos ver como se desplaza en relación a sus estrellas vecinas. Su clase espectral es K5 V e, presentado a través del telescopio un bonito color amarillento-anaranjado.
Por otro lado, tenemos otro aliciente añadido. La componente B del sistema (Gl-570 B), con la que forman un par físico, tiene una clase espectral M1 V J, es decir, un color rojo bien marcado, con lo que el contraste cromático que podemos esperar observar es realmente muy atractivo y poco común.
Según el USNO 6th orbit catalogue, el periodo orbital de las componentes es de 2130 años. Pero las curiosidades no terminan aquí. En 1990, se descubrió que B tiene otra compañera con una imposible separación en visual, de 0,2” y con un periodo orbital de 308 años.
Hasta aquí los datos. Y ahora, mi experiencia con HN 28.
Como he comentado, la noche del 25 de julio de 2011, HN 28 era una de las dobles que tenía planificadas...
Apunto el telescopio hacia la doble y me doy cuenta... si no lo sabía ya, que una cosa son las expectativas y la otra lo que realmente me encuentro.
Utilizo 50x para localizar y observar la doble, más que suficientes, y puedo ver una principal brillante de un bonito color amarillento, sin embargo, la componente B, que confiaba ver de un color rojizo, en realidad la veo de un color ¡azul celeste! muy delicado y atractivo, pero ¿azul?. En fin.
Estoy un buen rato con ella, por un lado disfrutando de los colores que percibo, y de otro, subiéndome por las paredes al no ser capaz de ver el tono rojizo esperado en la secundaria. Hasta he comprobado más de tres veces que no me hubiera equivocado de par. Pero por suerte o por desgracia no era este el caso.
Intenté buscar algún tipo de explicación al hecho de que yo la viera con ese color azul celeste. Lo primero que se me ocurre es que las condiciones de observación no son las idóneas: seeing justito (3/5, siendo 5 = óptimo), no demasiada altura respecto al horizonte, todavía no era noche cerrada... Después pensé también en algún tipo de efecto óptico debido al brillo amarillento de la principal sobre la débil secundaria... en fin, elucubraciones que ni a mi me convencían demasiado.
Llegados a este punto, decido anotar todo lo que veo y añadir a la agenda una siguiente visita ineludible a esta pareja, con foto incluida si puedo, a la menor oportunidad. Espero que con mejor seeing y más oscuridad pueda acabar arrancando la verdadera belleza cromática de esta doble.
Aquí el dibujo de lo que vi, con todos los interrogantes necesarios hasta que pueda volver a visitarla:
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27 de julio de 2011: No he tenido que esperar demasiado para poder volver a observar HN 28, aunque bien es cierto que no más de media hora, ya que me he visto obligado a batallar con las nubes que, al final, han vuelto a adueñarse del cielo. Pero ha valido la pena la tensión, los esfuerzos y las prisas.
Me centro un poco. Esta noche he podido sacar el telescopio para volver a atacar a HN28. El seeing de la noche acompaña (lástima de nubes), le doy un 4/5 (Siendo 5=óptimo). Lo primero que he hecho ha sido cerrar los ojos unos instantes y utilizando 50x doy un primer y rápido vistazo a la doble... y puedo comprobar que la componente B, esta vez, sí que presenta una tonalidad rojiza que contrasta de manera espectacular, y poco común, con el color amarillo-medio naranja de la principal. Un espectáculo.
Este es el dibujo, que puedo considerar definitivo y que sustituye con todos los honores al que hice el pasado lunes 25:
Estoy un buen rato observándola y compruebo que cuanto más la miro, menos percibo los colores (sensación que los que observamos habitualmente dobles, ya conocemos).
Otra cosa que noto es que el brillo de la principal "distrae" mi atención de la secundaria... y es entonces cuando por momentos, vuelvo a verla de un color azul celeste similar al que vi el otro día. Intento mirar de reojo la componente B e intentando obviar, cosa difícil, la primaria. Y vuelvo a ver la tonalidad rojiza.
Me doy cuenta que me estoy empezando a saturar y, viendo que las nubes poco a poco van tapando más densamente el cielo, decido sacar la cámara DBK para acabar de una vez por todas con las dudas acerca del color. Este es el resultado:
Y después de todo lo que he pasado con esta doble, al final puedo recomendar con todas las de la ley, que si se tiene ocasión hay que echarle un vistazo. Es realmente espectacular.
lunes, 25 de julio de 2011
M68 - Cúmulo globular en Hydra
Es curioso. La noche del 1 al 2 de abril de 2011 la pasé en su mayor parte observando galaxias del catálogo Messier situadas en las constelaciones de Coma Berenices y Virgo. Ya bien entrada la noche apunté el telescopio hacia la constelación de Hydra donde tenía pendiente la observación de M68, un cúmulo globular... que en un primer momento no me ha parecido en ningún caso diferente a como he percibido muchas de las galaxias que había visto antes. Este es el dibujo que hice a 78x con mi SC de 127mm:
No me extraña que Messier definiera a todo este tipo de objetos como “nebulosidades”... de hecho, M68 lo veo como una manchita difusa, redondeada, con ciertas irregularidades y completamente irresoluble. No he sido capaz ni de percibir el típico “crepitar” estelar que a menudo se puede observar en estos objetos. Es posible que, a parte de las características intrínsecas de este globular, el hecho de no elevarse excesivamente por encima del horizonte resulte un serio handicap a la hora de exprimir todo lo que puede ofrecer. Calculándolo a ojo, esta noche M68 no debería encontrarse muy por encima del los 15-20º respecto al horizonte.
No es difícil de detectar, pero sí que resulta complicado sacarle detalles. Por lo menos desde mi latitud.
M68 lo podemos localizar en la constelación de Hydra, se encuentra a unos 36.000 años luz de distancia y se extiende a lo largo de 120 años luz.
No me extraña que Messier definiera a todo este tipo de objetos como “nebulosidades”... de hecho, M68 lo veo como una manchita difusa, redondeada, con ciertas irregularidades y completamente irresoluble. No he sido capaz ni de percibir el típico “crepitar” estelar que a menudo se puede observar en estos objetos. Es posible que, a parte de las características intrínsecas de este globular, el hecho de no elevarse excesivamente por encima del horizonte resulte un serio handicap a la hora de exprimir todo lo que puede ofrecer. Calculándolo a ojo, esta noche M68 no debería encontrarse muy por encima del los 15-20º respecto al horizonte.
No es difícil de detectar, pero sí que resulta complicado sacarle detalles. Por lo menos desde mi latitud.
M68 lo podemos localizar en la constelación de Hydra, se encuentra a unos 36.000 años luz de distancia y se extiende a lo largo de 120 años luz.
sábado, 23 de julio de 2011
M59 - M60 - NGC4647 - NGC4638 - Grupo de galaxias en Virgo
La noche del 1 al 2 de abril fue una gran noche de observación. En primer lugar, porqué aproveché los cielos oscuros de mi pueblo, de tan sólo 700 habitantes; en segundo lugar, porqué las condiciones de la noche fueron prácticamente perfectas: seeing de 4/5 (siendo 5= óptimo), sin Luna, no tenía que madrugar al día siguiente... y para colmo de felicidad, las constelaciones de Leo, Coma Berenices y Virgo, superpobladas de galaxias, en la época ideal del año para ser observadas.
No podía desaprovechar la ocasión para intentar acabar de observar los objetos Messier que me quedaban pendientes de dibujar. La gran mayoría, galaxias. Con esta intención empecé la observación a las 20,00h T.U., y uno tras otro fueron cayendo. Llegadas las 2,20h T.U., después de más de seis horas a pie de telescopio y de 17 galaxias observadas y dibujadas, tengo que reconocer que empezaba a estar un poco saturado. Sin embargo, cuando apunté mi SC de 127mm hacia M59 y M60 en la constelación de Virgo, lo que vi por el ocular me hizo olvidar de golpe todo mi cansancio. Este es el dibujo que hice a 78x:
Sin ningún tipo de duda, lo primero que llama la atención es M60, una galaxia situada a unos 55 millones de años luz de distancia. Veo un núcleo marcado y brillante que permite localizar la galaxia nada más poner el ojo en el ocular. A medida que se va adaptando la vista a la oscuridad va apareciendo paulatinamente un halo extenso que con una forma redondeada envuelve el núcleo. M60 es una galaxia elíptica de tipo E2 con un diámetro de 115.000 años luz.
Pero M60 esconde una curiosa sorpresa. A su lado, mirando de reojo aparece una manchita pequeña, muy difusa, evanescente... que resulta ser NGC4647. La veo muy débil y se podría decir que prácticamente está canibalizada por el brillo de M60, de la que, según estimaciones, se encuentra separada por unos 40.000 años luz de distancia. NGC4647 es una galaxia espiral barrada, y a diferencia de lo que podemos observar en la espectacular M51, no se puede ver, por lo menos en visual, una conexión entre ambas. Todavía no está claro si forman un pareja física o no. De todas maneras, visualmente es espectacular.
En el lado opuesto del ocular puedo cazar también la galaxia elíptica M59, que, comparada con M60 decepciona un poco. Con todo, la puedo ver gracias a un núcleo brillante y ovalado que, como curiosidad, comentar que gira en sentido opuesto al del resto de la galaxia (lo mismo que ocurre con M64). Con mi SC de 127mm no he sido capaz de percibir el halo que lo envuelve... pero supongo que con mayores aberturas y cielos oscuros se podría sacar más partido de esta pequeña galaxia.
Pero aquí no acaba la cosa. Formando un triángulo isósceles con M60 y M59 veo una pequeña manchita alargada, muy difusa y ténue, pero perfectamente perceptible. Se trata de la galaxia lenticular NGC4638. De hecho, con mayor abertura, podemos disfrutar de NGC4638... y de NGC4637 justo a su lado.
Con mi SC de 127mm he podido observar cuatro galaxias en el mismo campo del ocular... con mayor abertura, hubiese podido observar cinco... sea como sea, impresiona reflexionar sobre lo que estamos viendo: luz que ha viajado durante 55 millones de años luz antes de impresionarse en nuestra retina; galaxias como nuestra Vía Láctea... enormes, inmensas, formadas por miles de millones de estrellas... que debido a la distancia a la que se encuentran vemos como pequeñas manchitas blancuzcas, todo ello bajo la soledad, serenidad y magnificencia de una noche de primavera en el campo.
Me gusta la astronomía.
No podía desaprovechar la ocasión para intentar acabar de observar los objetos Messier que me quedaban pendientes de dibujar. La gran mayoría, galaxias. Con esta intención empecé la observación a las 20,00h T.U., y uno tras otro fueron cayendo. Llegadas las 2,20h T.U., después de más de seis horas a pie de telescopio y de 17 galaxias observadas y dibujadas, tengo que reconocer que empezaba a estar un poco saturado. Sin embargo, cuando apunté mi SC de 127mm hacia M59 y M60 en la constelación de Virgo, lo que vi por el ocular me hizo olvidar de golpe todo mi cansancio. Este es el dibujo que hice a 78x:
Sin ningún tipo de duda, lo primero que llama la atención es M60, una galaxia situada a unos 55 millones de años luz de distancia. Veo un núcleo marcado y brillante que permite localizar la galaxia nada más poner el ojo en el ocular. A medida que se va adaptando la vista a la oscuridad va apareciendo paulatinamente un halo extenso que con una forma redondeada envuelve el núcleo. M60 es una galaxia elíptica de tipo E2 con un diámetro de 115.000 años luz.
Pero M60 esconde una curiosa sorpresa. A su lado, mirando de reojo aparece una manchita pequeña, muy difusa, evanescente... que resulta ser NGC4647. La veo muy débil y se podría decir que prácticamente está canibalizada por el brillo de M60, de la que, según estimaciones, se encuentra separada por unos 40.000 años luz de distancia. NGC4647 es una galaxia espiral barrada, y a diferencia de lo que podemos observar en la espectacular M51, no se puede ver, por lo menos en visual, una conexión entre ambas. Todavía no está claro si forman un pareja física o no. De todas maneras, visualmente es espectacular.
En el lado opuesto del ocular puedo cazar también la galaxia elíptica M59, que, comparada con M60 decepciona un poco. Con todo, la puedo ver gracias a un núcleo brillante y ovalado que, como curiosidad, comentar que gira en sentido opuesto al del resto de la galaxia (lo mismo que ocurre con M64). Con mi SC de 127mm no he sido capaz de percibir el halo que lo envuelve... pero supongo que con mayores aberturas y cielos oscuros se podría sacar más partido de esta pequeña galaxia.
Pero aquí no acaba la cosa. Formando un triángulo isósceles con M60 y M59 veo una pequeña manchita alargada, muy difusa y ténue, pero perfectamente perceptible. Se trata de la galaxia lenticular NGC4638. De hecho, con mayor abertura, podemos disfrutar de NGC4638... y de NGC4637 justo a su lado.
Con mi SC de 127mm he podido observar cuatro galaxias en el mismo campo del ocular... con mayor abertura, hubiese podido observar cinco... sea como sea, impresiona reflexionar sobre lo que estamos viendo: luz que ha viajado durante 55 millones de años luz antes de impresionarse en nuestra retina; galaxias como nuestra Vía Láctea... enormes, inmensas, formadas por miles de millones de estrellas... que debido a la distancia a la que se encuentran vemos como pequeñas manchitas blancuzcas, todo ello bajo la soledad, serenidad y magnificencia de una noche de primavera en el campo.
Me gusta la astronomía.
miércoles, 20 de julio de 2011
HJ1166 (LMi) - Actualización de magnitud en el WDS
Después de mi experiencia con la observación de HJ1166 (7 LMi) y de confirmar, con la inestimable ayuda de Nachote y Pleiva (1), que la magnitud asignada a la componente C de este sistema en el catálogo del WDS no era la correcta, el 24 de abril de 2011 decidí enviar un correo a Brian Mason, que es quien, junto a su equipo de colaboradores del U.S. Naval Observatory (USNO) (2), se encarga de mantener actualizada esta impresionante base de datos, en el que ponía en su conocimiento toda mi peripecia.
El mismo día, muy amablemente, me contestó invitándome a escribir un artículo sobre el tema y publicarlo en “El Observador de Estrellas Dobles” (3).
El 26 de abril de 2011 le envié un correo a Rafael Benavides (Rafabenpal) con el artículo en cuestión planteándole la posibilidad de publicarlo en el próximo número del OED (nº 7) (4) y ya al día siguiente me confirmó su aparición en la revista.
De esta manera, en la página nº 37 del mencionado número aparecieron en forma de artículo mis tribulaciones y pesquisas referentes al brillo de la componente C de HJ1166. Parece una tontería, pero me puse realmente contento de haber podido colaborar con una revista especializada en dobles, un campo que me atrae especialmente, pero que por culpa de A ó B, todavía no me he podido poner de lleno todo lo que me gustaría.
El caso es que Francisco Rica (Frica), me envió un correo comentándome el artículo e invitándome a enviar un nuevo correo a Brian Mason adjuntándole la referencia de la revista y plantearle la posibilidad de rectificar el dato del brillo de C en el catálogo del WDS.
Así lo hice y el 20 de julio de 2011, finalmente, Brian Mason me confirmó por e-mail que ya ha actualizado el catálogo:
No deja de ser una pequeña anécdota sin demasiada importancia, pero todo el proceso desde que decidí observar 7 LMi hasta que Brian Mason ha incluido la magnitud correcta en el catálogo, me ha hecho pasar muy buenos ratos y, finalmente, me ha hecho sentir orgulloso al ver todo ello ha servido para depurar un poco más el catálogo.
Según Francisco Rica esta clase de errores en las magnitudes del WDS son bastante habituales, sobretodo en dobles donde sólo aparecen datos fotométricos antiguos que fueron tomados visualmente. Así que estamos ante un campo en el que los astrónomos aficionados podemos aportar nuestro granito de arena para facilitar la tarea de los profesionales.
Mis más sinceros agradecimientos a Patricio Leiva (Pleiva) y a Ignacio Novalbos (Nachote), por haberme indicado el camino adecuado para confirmar el brillo de la componente C; a Rafael Benavides (Rafabenpal), Juan-Luis G. Carballo (Struve1) y Edgardo R. Masa, editores de “El Observador de Estrellas Dobles” por su tiempo, dedicación, generosidad y buen hacer que hacen posible una revista tan útil y didáctica como el OED, que se está convirtiendo en una fuente de referencia para los que estamos interesados en el mundo de las dobles... a Francisco Rica (Frica) por sus animos y finalmente a Brian Mason y a su equipo del USNO por mantener y poner a disposición de todos los astrónomos aficionados el catálogo de estrellas dobles más completo que existe.
(1) http://www.asociacionhubble.org/portal/index.php/foro/viewtopic.php?f=63&t=43353
(2) http://ad.usno.navy.mil/wds/
(3) http://elobservadordeestrellasdobles.wordpress.com/
(4) http://elobservadordeestrellasdobles.wordpress.com/2011/06/30/n%C2%BA-7-de-el-observador-de-estrellas-dobles/
******************************
Antecedentes: http://laorilladelcosmos.blogspot.com/2011/04/7-lmi-hj-1166-triple-misteriosa-en-leo.html
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El mismo día, muy amablemente, me contestó invitándome a escribir un artículo sobre el tema y publicarlo en “El Observador de Estrellas Dobles” (3).
El 26 de abril de 2011 le envié un correo a Rafael Benavides (Rafabenpal) con el artículo en cuestión planteándole la posibilidad de publicarlo en el próximo número del OED (nº 7) (4) y ya al día siguiente me confirmó su aparición en la revista.
De esta manera, en la página nº 37 del mencionado número aparecieron en forma de artículo mis tribulaciones y pesquisas referentes al brillo de la componente C de HJ1166. Parece una tontería, pero me puse realmente contento de haber podido colaborar con una revista especializada en dobles, un campo que me atrae especialmente, pero que por culpa de A ó B, todavía no me he podido poner de lleno todo lo que me gustaría.
El caso es que Francisco Rica (Frica), me envió un correo comentándome el artículo e invitándome a enviar un nuevo correo a Brian Mason adjuntándole la referencia de la revista y plantearle la posibilidad de rectificar el dato del brillo de C en el catálogo del WDS.
Así lo hice y el 20 de julio de 2011, finalmente, Brian Mason me confirmó por e-mail que ya ha actualizado el catálogo:
No deja de ser una pequeña anécdota sin demasiada importancia, pero todo el proceso desde que decidí observar 7 LMi hasta que Brian Mason ha incluido la magnitud correcta en el catálogo, me ha hecho pasar muy buenos ratos y, finalmente, me ha hecho sentir orgulloso al ver todo ello ha servido para depurar un poco más el catálogo.
Según Francisco Rica esta clase de errores en las magnitudes del WDS son bastante habituales, sobretodo en dobles donde sólo aparecen datos fotométricos antiguos que fueron tomados visualmente. Así que estamos ante un campo en el que los astrónomos aficionados podemos aportar nuestro granito de arena para facilitar la tarea de los profesionales.
Mis más sinceros agradecimientos a Patricio Leiva (Pleiva) y a Ignacio Novalbos (Nachote), por haberme indicado el camino adecuado para confirmar el brillo de la componente C; a Rafael Benavides (Rafabenpal), Juan-Luis G. Carballo (Struve1) y Edgardo R. Masa, editores de “El Observador de Estrellas Dobles” por su tiempo, dedicación, generosidad y buen hacer que hacen posible una revista tan útil y didáctica como el OED, que se está convirtiendo en una fuente de referencia para los que estamos interesados en el mundo de las dobles... a Francisco Rica (Frica) por sus animos y finalmente a Brian Mason y a su equipo del USNO por mantener y poner a disposición de todos los astrónomos aficionados el catálogo de estrellas dobles más completo que existe.
(1) http://www.asociacionhubble.org/portal/index.php/foro/viewtopic.php?f=63&t=43353
(2) http://ad.usno.navy.mil/wds/
(3) http://elobservadordeestrellasdobles.wordpress.com/
(4) http://elobservadordeestrellasdobles.wordpress.com/2011/06/30/n%C2%BA-7-de-el-observador-de-estrellas-dobles/
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Antecedentes: http://laorilladelcosmos.blogspot.com/2011/04/7-lmi-hj-1166-triple-misteriosa-en-leo.html
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domingo, 17 de julio de 2011
M58 - Galaxia en Virgo
M58 es una galaxia espiral barrada que se encuentra a unos 62,5 millones de años luz de distancia y que podemos localizar en la constelación de Virgo.
La noche del 1 al 2 de abril de 2011 siguiendo mi periplo por las galaxias del Cúmulo de Virgo apunté el SC de 127mm hacia ella. Este es el dibujo que hice a 78x:
En un primer vistazo destaca la estrella TYC878-506-1, que brilla con una generosa magnitud 8. Si por un lado molesta un poco a la hora de observar M58, por otro, sirve de fantástica referencia a la hora de localizar la galaxia y de conseguir un enfoque lo más fino posible.
Por lo demás, en cuanto a estrellas brillantes por la zona, no hay ninguna más digna de especial mención.
Centrándome en M58, comentar que de la barra que la atraviesa, por lo menos con mi SC de 127mm, ni rastro, sin embargo, la galaxia se muestra con un nucleo muy brillante y compacto. Adaptando lo mejor posible la vista a la oscuridad, a su alrededor va apareciendo un halo donde, con paciencia y sacando la TYC878-506-1 del campo del ocular, puedo distinguir algunas zonas más marcadas que otras, pero altamente evanescentes.
Es una galaxia complicada para pequeñas aberturas, pero con paciencia y unos cielos oscuros se le puede sacar bastante partido.
La noche del 1 al 2 de abril de 2011 siguiendo mi periplo por las galaxias del Cúmulo de Virgo apunté el SC de 127mm hacia ella. Este es el dibujo que hice a 78x:
En un primer vistazo destaca la estrella TYC878-506-1, que brilla con una generosa magnitud 8. Si por un lado molesta un poco a la hora de observar M58, por otro, sirve de fantástica referencia a la hora de localizar la galaxia y de conseguir un enfoque lo más fino posible.
Por lo demás, en cuanto a estrellas brillantes por la zona, no hay ninguna más digna de especial mención.
Centrándome en M58, comentar que de la barra que la atraviesa, por lo menos con mi SC de 127mm, ni rastro, sin embargo, la galaxia se muestra con un nucleo muy brillante y compacto. Adaptando lo mejor posible la vista a la oscuridad, a su alrededor va apareciendo un halo donde, con paciencia y sacando la TYC878-506-1 del campo del ocular, puedo distinguir algunas zonas más marcadas que otras, pero altamente evanescentes.
Es una galaxia complicada para pequeñas aberturas, pero con paciencia y unos cielos oscuros se le puede sacar bastante partido.
viernes, 15 de julio de 2011
M89 y M90 - Dos galaxias de Virgo en el mismo campo del ocular
M89 y M90 son dos galaxias que podemos encontrar en la constelación de Virgo y que, al estar separadas por unos 40’, pueden verse en el mismo campo del ocular a bajos aumentos.
La noche del 1 al 2 de abril de 2011 apunté mi telescopio SC de 127mm hacia estas dos galaxias. A 50x la panorámica es realmente bonita, ya que M89 se puede ver con una forma redondeada bastante marcada, mientras que M90, aparece extensa y ovalada. Curioso efecto, ya que M89 es realmente una galaxia elíptica y M90 es una galaxia espiral. Ambas se encuentran a unos 55 millones de años luz de distancia y son miembros del Cúmulo Galáctico de Virgo.
De todas maneras, a la hora de dibujar las galaxias prefiero forzar un poco los aumentos y continuar disfrutándolas por separado.
M89 a 78x:
Después de observar a 50x he encendido la linterna para anotar algunas impresiones y, a continuación, he puesto el ocular Nagler de 16mm (78x) para centrarme en M89. En un primer momento, parece una estrella desenfocada, no demasiado definida. A medida que vuelvo a adaptar la vista a la oscuridad la galaxia se muestra mucho mejor. Presenta un núcleo perfectamente marcado aunque no excesivamente brillante (que es lo primero que he percibido) envuelto en un pequeño halo que va difuminándose rápidamente. Sin ser una galaxia pequeña, no puede considerarse demasiado extensa.
M90 a 78x:
M90 presenta un núcleo muy marcado, pequeño, condensado… en un primer momento, casi puntual. Poco a poco, voy adaptando la vista y aparece un halo ovalado muy extenso. Me cuesta percibirlo, de hecho, a la que enciendo la linterna para tomar notas y dibujar, me desaparece por completo y necesito un minuto para volver a verlo.
La forma ovalada es un tanto irregular, sin embargo, con mi abertura esto no deja de ser una “intuición”. Complicada y exigente, pero bonita.
Como con todas las galaxias que he observado en las constelaciones de Virgo y Coma Berenices, me queda esa sensación agridulce. Por un lado, estoy contento por haber podido observarlas con la abertura de 127mm; pero por otro lado, pienso en cómo las vería con el telescopio de 235mm… En concreto, M89 y M90 seguro que deben ser realmente espectaculares... Es lo bueno de la astronomía, siempre quedan objetivos que conseguir.
La noche del 1 al 2 de abril de 2011 apunté mi telescopio SC de 127mm hacia estas dos galaxias. A 50x la panorámica es realmente bonita, ya que M89 se puede ver con una forma redondeada bastante marcada, mientras que M90, aparece extensa y ovalada. Curioso efecto, ya que M89 es realmente una galaxia elíptica y M90 es una galaxia espiral. Ambas se encuentran a unos 55 millones de años luz de distancia y son miembros del Cúmulo Galáctico de Virgo.
De todas maneras, a la hora de dibujar las galaxias prefiero forzar un poco los aumentos y continuar disfrutándolas por separado.
M89 a 78x:
Después de observar a 50x he encendido la linterna para anotar algunas impresiones y, a continuación, he puesto el ocular Nagler de 16mm (78x) para centrarme en M89. En un primer momento, parece una estrella desenfocada, no demasiado definida. A medida que vuelvo a adaptar la vista a la oscuridad la galaxia se muestra mucho mejor. Presenta un núcleo perfectamente marcado aunque no excesivamente brillante (que es lo primero que he percibido) envuelto en un pequeño halo que va difuminándose rápidamente. Sin ser una galaxia pequeña, no puede considerarse demasiado extensa.
M90 a 78x:
M90 presenta un núcleo muy marcado, pequeño, condensado… en un primer momento, casi puntual. Poco a poco, voy adaptando la vista y aparece un halo ovalado muy extenso. Me cuesta percibirlo, de hecho, a la que enciendo la linterna para tomar notas y dibujar, me desaparece por completo y necesito un minuto para volver a verlo.
La forma ovalada es un tanto irregular, sin embargo, con mi abertura esto no deja de ser una “intuición”. Complicada y exigente, pero bonita.
Como con todas las galaxias que he observado en las constelaciones de Virgo y Coma Berenices, me queda esa sensación agridulce. Por un lado, estoy contento por haber podido observarlas con la abertura de 127mm; pero por otro lado, pienso en cómo las vería con el telescopio de 235mm… En concreto, M89 y M90 seguro que deben ser realmente espectaculares... Es lo bueno de la astronomía, siempre quedan objetivos que conseguir.
martes, 12 de julio de 2011
NGC4486A - Sorpresa galáctica junto a M87 en Virgo
Cuando empecé la entrada sobre mi observación de la galaxia M87 ya comenté que observando por la zona de las constelaciones de Coma Berenices y Virgo, incluso con telescopios pequeños como mi SC de 127mm, parecía que… levantas una piedra, y encuentras una galaxia…
El comentario vino por el hecho de encontrarme sin esperarlo, en el campo del ocular Nagler de 16mm (78x), a NGC 4478, una compañera vecina de M87. Después comprobé que había más galaxias alrededor de M87, sin embargo no le di más importancia al pensar que no eran demasiado asequibles para un telescopio de 127mm de abertura.
Cuando compartí mi dibujo y observación en el foro de la Asociación Astronómica Hubble...
http://www.asociacionhubble.org/portal/index.php/foro/viewtopic.php?f=15&t=44943
... dos compañeros de foro (Nachote y Lynx) me hicieron notar que, inconscientemente, había observado otra galaxia… de hecho, la galaxia en cuestión se trata de NGC 4486A (UGC 7658), una galaxia elíptica pequeña y muy compacta que “brilla” con magnitud V 11,2. Es tan pequeña que con mi telescopio la vi como si fuera una estrella, y al desconocer que se trataba de una galaxia, como tal la dibujé.
Aquí dejo la identificación de las galaxias que pude observar en la zona de M87:
Respecto a la doble que hacía mención en la entrada anterior de M87, según Nachote, se trata de las estrellas USNO1022-0249097 y USNO1022-0249103 con magnitudes de 11.7 y 12.6. Parece ser que no está catalogada como doble, sin embargo, a partir de las imágenes que Nachote ha podido obtener de Aladin, resulta que la USNO1022-0249097 se encuentra acompañada por una débil estrellita (USNO1022-0249094) con magnitud V 16.97 y que se encuentra situada con un AP de 254º a 6.8".
Evidentemente, su observación visual no es posible con los instrumentos de que disponemos, pero no deja de ser una curiosidad… y una posible nueva doble descubierta por Nachote:
http://oanlbcn.blogspot.com/search/label/Dobles%20Descubiertas
Mis agradecimientos a todos los que me han ayudado a “ver” un poco más allá de lo que vi observando M87 con mi SC de 127mm.
El comentario vino por el hecho de encontrarme sin esperarlo, en el campo del ocular Nagler de 16mm (78x), a NGC 4478, una compañera vecina de M87. Después comprobé que había más galaxias alrededor de M87, sin embargo no le di más importancia al pensar que no eran demasiado asequibles para un telescopio de 127mm de abertura.
Cuando compartí mi dibujo y observación en el foro de la Asociación Astronómica Hubble...
http://www.asociacionhubble.org/portal/index.php/foro/viewtopic.php?f=15&t=44943
... dos compañeros de foro (Nachote y Lynx) me hicieron notar que, inconscientemente, había observado otra galaxia… de hecho, la galaxia en cuestión se trata de NGC 4486A (UGC 7658), una galaxia elíptica pequeña y muy compacta que “brilla” con magnitud V 11,2. Es tan pequeña que con mi telescopio la vi como si fuera una estrella, y al desconocer que se trataba de una galaxia, como tal la dibujé.
Aquí dejo la identificación de las galaxias que pude observar en la zona de M87:
Respecto a la doble que hacía mención en la entrada anterior de M87, según Nachote, se trata de las estrellas USNO1022-0249097 y USNO1022-0249103 con magnitudes de 11.7 y 12.6. Parece ser que no está catalogada como doble, sin embargo, a partir de las imágenes que Nachote ha podido obtener de Aladin, resulta que la USNO1022-0249097 se encuentra acompañada por una débil estrellita (USNO1022-0249094) con magnitud V 16.97 y que se encuentra situada con un AP de 254º a 6.8".
http://aladin.u-strasbg.fr/java/nph-aladin.pl |
http://oanlbcn.blogspot.com/search/label/Dobles%20Descubiertas
Mis agradecimientos a todos los que me han ayudado a “ver” un poco más allá de lo que vi observando M87 con mi SC de 127mm.
domingo, 10 de julio de 2011
M87 - Espectacular galaxia en Virgo
Está visto que cuando se observa por la zona de las constelaciones de Coma Berenices y Virgo, incluso con telescopios pequeños como mi SC de 127mm, parece ser que… levantas una piedra, y encuentras una galaxia…
Sin ir más lejos, la noche del 1 al 2 de abril de 2011 apunté mi telescopio hacia M87, una de las galaxias más fáciles de observar en la constelación de Virgo, y ya en un primer vistazo, puedo apreciar debajo de ella una manchita alargada inconfundiblemente galáctica. Después pude comprobar que se trata de NGC 4478, una galaxia elíptica que podemos encontrar al suroeste de M87. Este es el dibujo que hice a 78x de la zona en cuestión:
Pero centrémonos con mi primer objetivo, que no es otro que la espectacular M87. La veo con facilidad y se aprecia bastante grande. Tiene una forma redondeada muy definida, un núcleo central muy brillante y un halo extenso que lo rodea que se muestra mejor cuanto más adaptada tengamos la vista a la oscuridad.
Realmente, situada a unos 55 millones de años luz de distancia, M87 es una galaxia elíptica muy peculiar. Contiene un número inusualmente elevado de cúmulos globulares a su alrededor, se estima que unos 12.000, que comparándolo con los 200 que podemos encontrar en nuestra Vía Láctea nos dará una idea de lo que estamos hablando.
Por otro lado, en fotografías de larga exposición se puede apreciar un chorro de materia procedente de la misma galaxia que se extiende unos 5.000 años luz de su núcleo. Se cree que ello es debido a la presencia de un agujero negro supermasivo que se estima posee una masa de unas 6.600 millones de masas solares…
Asímismo, el núcleo galáctico es muy activo, y es una fuente de alta intensidad de radiofrecuencias.
Sería aconsejable que mientras estemos observando este redondel blancuzco… recordemos todos estos datos para intentar hacernos una pequeña idea (cosa bastante difícil), de lo que estamos viendo.
Es curioso que a pesar de la vistosidad de M87, su forma redondeada es realmente bonita, mi atención no para de desviarse hacia NGC 4478. Sea lo que sea, una parte de cielo muy agradecida para ser observada con telescopio pequeños, eso sí, desde cielos oscuros. Más tarde compruebo que hay más galaxias por la zona, pero su débil brillo ya es demasiado para la abertura de 127mm.
Por otro lado, mi afición a las estrellas dobles también obtiene su recompensa. Después de estar disfrutando con las galaxias, no puedo resistirme a observar durante unos instantes a una pareja de débiles estrellitas que aparecen en la parte derecha de mi dibujo. Son dos puntitos que distingo con dificultad, más o menos de magnitud similar (calculo que debe andar más o menos por la 12), muy sugerentes. Más tarde intento identificar estas dos estrellas por varias fuentes para saber si está catalogada como estrella doble, pero, de momento, no he sido capaz de encontrar nada al respecto. Es lo mismo, estéticamente a nivel visual, un atractivo más a la observación de M87 y NGC4478.
________________________________
Añadido a la observación de M87:
http://laorilladelcosmos.blogspot.com/2011/07/ngc4486a-sorpresa-galactica-junto-m87.html
Sin ir más lejos, la noche del 1 al 2 de abril de 2011 apunté mi telescopio hacia M87, una de las galaxias más fáciles de observar en la constelación de Virgo, y ya en un primer vistazo, puedo apreciar debajo de ella una manchita alargada inconfundiblemente galáctica. Después pude comprobar que se trata de NGC 4478, una galaxia elíptica que podemos encontrar al suroeste de M87. Este es el dibujo que hice a 78x de la zona en cuestión:
Pero centrémonos con mi primer objetivo, que no es otro que la espectacular M87. La veo con facilidad y se aprecia bastante grande. Tiene una forma redondeada muy definida, un núcleo central muy brillante y un halo extenso que lo rodea que se muestra mejor cuanto más adaptada tengamos la vista a la oscuridad.
Realmente, situada a unos 55 millones de años luz de distancia, M87 es una galaxia elíptica muy peculiar. Contiene un número inusualmente elevado de cúmulos globulares a su alrededor, se estima que unos 12.000, que comparándolo con los 200 que podemos encontrar en nuestra Vía Láctea nos dará una idea de lo que estamos hablando.
Por otro lado, en fotografías de larga exposición se puede apreciar un chorro de materia procedente de la misma galaxia que se extiende unos 5.000 años luz de su núcleo. Se cree que ello es debido a la presencia de un agujero negro supermasivo que se estima posee una masa de unas 6.600 millones de masas solares…
Asímismo, el núcleo galáctico es muy activo, y es una fuente de alta intensidad de radiofrecuencias.
Sería aconsejable que mientras estemos observando este redondel blancuzco… recordemos todos estos datos para intentar hacernos una pequeña idea (cosa bastante difícil), de lo que estamos viendo.
Es curioso que a pesar de la vistosidad de M87, su forma redondeada es realmente bonita, mi atención no para de desviarse hacia NGC 4478. Sea lo que sea, una parte de cielo muy agradecida para ser observada con telescopio pequeños, eso sí, desde cielos oscuros. Más tarde compruebo que hay más galaxias por la zona, pero su débil brillo ya es demasiado para la abertura de 127mm.
Por otro lado, mi afición a las estrellas dobles también obtiene su recompensa. Después de estar disfrutando con las galaxias, no puedo resistirme a observar durante unos instantes a una pareja de débiles estrellitas que aparecen en la parte derecha de mi dibujo. Son dos puntitos que distingo con dificultad, más o menos de magnitud similar (calculo que debe andar más o menos por la 12), muy sugerentes. Más tarde intento identificar estas dos estrellas por varias fuentes para saber si está catalogada como estrella doble, pero, de momento, no he sido capaz de encontrar nada al respecto. Es lo mismo, estéticamente a nivel visual, un atractivo más a la observación de M87 y NGC4478.
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Añadido a la observación de M87:
http://laorilladelcosmos.blogspot.com/2011/07/ngc4486a-sorpresa-galactica-junto-m87.html
lunes, 4 de julio de 2011
M49 - Galaxia en Virgo
De entre todas las galaxias que podemos encontrar en las constelaciones de Virgo y Coma Berenices, M49 es una de las más asequibles para telescopios de poca abertura, no en vano está considerada la más brillante del Cúmulo Galáctico de Virgo. Está situada a unos 55 millones de años luz de distancia y podemos localizarla en la constelación de Virgo.
Con un diámetro de 160.000 años luz… casi nada… M49 está considerada como una galaxia elíptica gigante y se cree que en su centro se encuentra un agujero negro supermasivo.
La noche del 1 al 2 de abril de 2011 apunté hacia ella el telescopio SC de 127mm y dibujé lo que veía a 78x:
Estas son las notas que tomé:
“M49 parece encontrarse completamente aislada en el cielo, ya que a su alrededor no veo ninguna estrella especialmente brillante. De hecho, he necesitado adaptar bastante la vista a la oscuridad para poder percibir las estrellas que he dibujado. Pero esto que en principio podría considerarse como un inconveniente, en la práctica no lo es tal, ya que permite que el brillo de la galaxia no se vea canibalizado por ninguna estrella y pueda acaparar toda mi atención.
Es curioso. La noto con un aspecto granulado. Ya sé que esta descripción no es la típica que se da de una galaxia, pero sinceramente, es lo que me sugiere.
Mirando de reojo y fijándome, veo que hay una estrellita (a la derecha en el dibujo) casi en el límite exterior de la galaxia. Supongo que debe ser una estrella superpuesta –más adelante leo que el primero en percatarse de su presencia fue John Herschel- y no se trata de una supernova… aunque lo parece. Supongo que este pensamiento me viene a la cabeza de manera inconsciente después de lo bien que lo pasé observando mi primera supernova: SN2011B.
Me centro de nuevo en la galaxia y compruebo que la zona granulada que comenté al principio, corresponde realmente al núcleo de la galaxia, que presenta una forma claramente redondeada, que se ve envuelto por un halo muy tenue, pero muy extenso”.
Una galaxia muy agradecida que merece que le dediquemos un buen rato, intentando exprimirla al máximo. Al principio, ni veía la estrellita que acompaña en perspectiva M49 ni su halo. Con paciencia y una mejor adaptación a la oscuridad esta galaxia me ha ido revelando sus secretos.
Con un diámetro de 160.000 años luz… casi nada… M49 está considerada como una galaxia elíptica gigante y se cree que en su centro se encuentra un agujero negro supermasivo.
La noche del 1 al 2 de abril de 2011 apunté hacia ella el telescopio SC de 127mm y dibujé lo que veía a 78x:
Estas son las notas que tomé:
“M49 parece encontrarse completamente aislada en el cielo, ya que a su alrededor no veo ninguna estrella especialmente brillante. De hecho, he necesitado adaptar bastante la vista a la oscuridad para poder percibir las estrellas que he dibujado. Pero esto que en principio podría considerarse como un inconveniente, en la práctica no lo es tal, ya que permite que el brillo de la galaxia no se vea canibalizado por ninguna estrella y pueda acaparar toda mi atención.
Es curioso. La noto con un aspecto granulado. Ya sé que esta descripción no es la típica que se da de una galaxia, pero sinceramente, es lo que me sugiere.
Mirando de reojo y fijándome, veo que hay una estrellita (a la derecha en el dibujo) casi en el límite exterior de la galaxia. Supongo que debe ser una estrella superpuesta –más adelante leo que el primero en percatarse de su presencia fue John Herschel- y no se trata de una supernova… aunque lo parece. Supongo que este pensamiento me viene a la cabeza de manera inconsciente después de lo bien que lo pasé observando mi primera supernova: SN2011B.
Me centro de nuevo en la galaxia y compruebo que la zona granulada que comenté al principio, corresponde realmente al núcleo de la galaxia, que presenta una forma claramente redondeada, que se ve envuelto por un halo muy tenue, pero muy extenso”.
Una galaxia muy agradecida que merece que le dediquemos un buen rato, intentando exprimirla al máximo. Al principio, ni veía la estrellita que acompaña en perspectiva M49 ni su halo. Con paciencia y una mejor adaptación a la oscuridad esta galaxia me ha ido revelando sus secretos.
domingo, 3 de julio de 2011
M57 - M13 - M27 - M51 - M20 -Primeras astrofotografías de cielo profundo.
Cuando me compré mi primer telescopio era consciente que a través de él no observaría los planetas ni los objetos de cielo profundo igual que se nos muestran en las fotografías enviadas por las diferentes sondas espaciales y telescopios profesionales:
Messenger (Mercurio), Saturno (Cassini), Luna (Lunar Orbiter), Telescopio Hubble, Astronomy Picture of the Day...
... Ni que alacanzaría, por lo menos a corto-medio plazo, la habilidad de innumerables astrofotógrafos aficionados.
Sin embargo, mentiría si dijera que en mi mente no estaba presente la idea de hacer “algo” de astrofotografía. Además, la publicidad que hizo en su momento Celestron del Nexstar 5i (mi primer telescopio), daba a entender que fotografiar el cielo con este equipo era pan comido... nada más lejos que la realidad. No digo que fuera imposible, pero para un novato como yo que se acercaba de manera autodidacta y por primera vez al mundo de la observación astronómica, pues casi.
Compré los accesorios necesarios para adaptar una cámara fotográfica Nikon analógica... buena, pero analógica.... y empecé a disparar a M31, M57, M22... llevé el carrete a revelar y después de una semana fui a recogerlo. La cara que puse al ver los resultados era la viva imagen de mi confusión, extrañeza, incredulidad, enfado, tristeza y decepción. Todo a partes iguales. Después de gastar una buena cantidad de dinero en revelados y de no conseguir nada medianamente aceptable, opté por abandonar el intento.
Lo que no dejé fue continuar leyendo e investigando sobre las diferentes técnicas de fotografía astronómica. Comprobé que la fotografía analógica aplicada a la astronomía empezaba a ser algo del pasado, y que lo suyo era trabajar con cámaras digitales. La principal ventaja que le encontré en un primer momento fue el ahorro en revelado que representaba. De todas maneras, aprendía que para hacer fotografía de cielo profundo es necesario tener una montura ecuatorial, una serie de accesorios bastante caros, programas de procesado y conocimientos y habilidad para utilizarlos. Fue entonces cuando me di cuenta que en ese momento yo no disponía de nada de eso y que lo mejor que podía hacer era dejar apartados, por lo menos temporalmente, mis deseos de plasmar fotográficamente las maravillas del cielo.
Y fue entonces cuando decidí empezar con el dibujo astronómico... que tantas satisfacciones me ha dado, y me sigue dando. Por otro lado, descubrí que la fotografía planetaria era la entrada ideal al mundo de la astrofotografía: no era necesario tener una montura ecuatorial, las cámaras de iniciación (webcams, Neximage, ImageSource...) no eran demasiado caras y con el programa Registax, nada complicado y muy útil, se podían conseguir fotos de la Luna, de los planetas y de estrellas dobles brillantes muy dignas. Así fue como me compré primero la Neximage y después la DBK21AU04-AS con las que disfruto enormemente.
Pero la fotografía astronómica de cielo profundo es mi gran asignatura pendiente.
Actualmente, algunas cosas han cambiado. Dispongo ya de una montura ecuatorial de muy buena calidad (Celestron CGEM), he aprendido la “teoría” necesaria sobre el proceso fotográfico (nada sencillo) y tengo alguna noción de procesado con el Deep Sky Staker (DSS), el Photoshop y el Pixinsight LE... así que el pasado 24 y 25 de junio de 2011, aprovechando unos cielos oscuros acoplé la cámara Nikon D70S al telescopio Celestron SC de 235mm, junto un reductor de focal f6,3, todo encima de la montura ecuatorial CGEM, y empecé a hacer fotografías de 1 minuto de exposición, con ISO 1600. También realicé sus correspondientes “darks” para añadirlos luego con el DSS.
La idea era hacer pruebas para ver si este verano valdría la pena “perder” un poco de tiempo con la fotografía de cielo profundo. Y este fue el resultado:
Sé que me falta aumentar el tiempo de exposición, hacer más tomas, utilizar autoguiado, mejorar el procesado y rezarle al santo patrón de los astrofotógrafos... pero con todo, quedé muy contento con el resultado. Son las mejores fotos que he conseguido de cielo profundo desde que me compré el telescopio, y siendo consciente que no son nada del otro mundo, a mi me han dejado completamente satisfecho. Es un primer paso que me da ánimos para seguir mejorando (que por lo que se ve, hay mucho margen).
Eso sí, viendo las pocas ocasiones que tengo para practicar, mucho me temo que todavía seguiré haciendo dibujos de lo que observo a través del telescopio durante mucho tiempo... y más teniendo en cuenta lo relajado y contento que acabo una sesión de observación y dibujo... y lo tenso y nervioso que, por lo menos hasta el momento, acabo las noches en las que quiero hacer astrofotografía.
Messenger (Mercurio), Saturno (Cassini), Luna (Lunar Orbiter), Telescopio Hubble, Astronomy Picture of the Day...
... Ni que alacanzaría, por lo menos a corto-medio plazo, la habilidad de innumerables astrofotógrafos aficionados.
Sin embargo, mentiría si dijera que en mi mente no estaba presente la idea de hacer “algo” de astrofotografía. Además, la publicidad que hizo en su momento Celestron del Nexstar 5i (mi primer telescopio), daba a entender que fotografiar el cielo con este equipo era pan comido... nada más lejos que la realidad. No digo que fuera imposible, pero para un novato como yo que se acercaba de manera autodidacta y por primera vez al mundo de la observación astronómica, pues casi.
Compré los accesorios necesarios para adaptar una cámara fotográfica Nikon analógica... buena, pero analógica.... y empecé a disparar a M31, M57, M22... llevé el carrete a revelar y después de una semana fui a recogerlo. La cara que puse al ver los resultados era la viva imagen de mi confusión, extrañeza, incredulidad, enfado, tristeza y decepción. Todo a partes iguales. Después de gastar una buena cantidad de dinero en revelados y de no conseguir nada medianamente aceptable, opté por abandonar el intento.
Lo que no dejé fue continuar leyendo e investigando sobre las diferentes técnicas de fotografía astronómica. Comprobé que la fotografía analógica aplicada a la astronomía empezaba a ser algo del pasado, y que lo suyo era trabajar con cámaras digitales. La principal ventaja que le encontré en un primer momento fue el ahorro en revelado que representaba. De todas maneras, aprendía que para hacer fotografía de cielo profundo es necesario tener una montura ecuatorial, una serie de accesorios bastante caros, programas de procesado y conocimientos y habilidad para utilizarlos. Fue entonces cuando me di cuenta que en ese momento yo no disponía de nada de eso y que lo mejor que podía hacer era dejar apartados, por lo menos temporalmente, mis deseos de plasmar fotográficamente las maravillas del cielo.
Y fue entonces cuando decidí empezar con el dibujo astronómico... que tantas satisfacciones me ha dado, y me sigue dando. Por otro lado, descubrí que la fotografía planetaria era la entrada ideal al mundo de la astrofotografía: no era necesario tener una montura ecuatorial, las cámaras de iniciación (webcams, Neximage, ImageSource...) no eran demasiado caras y con el programa Registax, nada complicado y muy útil, se podían conseguir fotos de la Luna, de los planetas y de estrellas dobles brillantes muy dignas. Así fue como me compré primero la Neximage y después la DBK21AU04-AS con las que disfruto enormemente.
Pero la fotografía astronómica de cielo profundo es mi gran asignatura pendiente.
Actualmente, algunas cosas han cambiado. Dispongo ya de una montura ecuatorial de muy buena calidad (Celestron CGEM), he aprendido la “teoría” necesaria sobre el proceso fotográfico (nada sencillo) y tengo alguna noción de procesado con el Deep Sky Staker (DSS), el Photoshop y el Pixinsight LE... así que el pasado 24 y 25 de junio de 2011, aprovechando unos cielos oscuros acoplé la cámara Nikon D70S al telescopio Celestron SC de 235mm, junto un reductor de focal f6,3, todo encima de la montura ecuatorial CGEM, y empecé a hacer fotografías de 1 minuto de exposición, con ISO 1600. También realicé sus correspondientes “darks” para añadirlos luego con el DSS.
La idea era hacer pruebas para ver si este verano valdría la pena “perder” un poco de tiempo con la fotografía de cielo profundo. Y este fue el resultado:
Sé que me falta aumentar el tiempo de exposición, hacer más tomas, utilizar autoguiado, mejorar el procesado y rezarle al santo patrón de los astrofotógrafos... pero con todo, quedé muy contento con el resultado. Son las mejores fotos que he conseguido de cielo profundo desde que me compré el telescopio, y siendo consciente que no son nada del otro mundo, a mi me han dejado completamente satisfecho. Es un primer paso que me da ánimos para seguir mejorando (que por lo que se ve, hay mucho margen).
Eso sí, viendo las pocas ocasiones que tengo para practicar, mucho me temo que todavía seguiré haciendo dibujos de lo que observo a través del telescopio durante mucho tiempo... y más teniendo en cuenta lo relajado y contento que acabo una sesión de observación y dibujo... y lo tenso y nervioso que, por lo menos hasta el momento, acabo las noches en las que quiero hacer astrofotografía.
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