domingo, 29 de noviembre de 2015

Cardanus, Krafft y Catena Krafft

28 de agosto de 2015, la Luna se encuentra brillando pletórica en el cielo. En su catorceavo día de lunación, iluminada en el 98,8% de su superficie, no es que permita demasiadas alternativas de observación.

La noche es muy agradable y decido pasar un rato echándole un vistazo con mi SC de 235mm y centrándome en una pareja de viejos conocidos, los cráteres Cardanus y Krafft.



Empiezo con una visión de conjunto utilizando el ocular de 25mm (94x). Nada más mirar por él pienso que menos mal que esta noche no dedicaré el tiempo a mirar cielo profundo, ya que he quedado deslumbrado por completo por el fuerte resplandor de la Luna.

Centro la zona de Cardanus y Krafft, pero lo que más me llama la atención, sin duda, es el exuberante brillo de Aristarchus. Sin embargo no es mi objetivo y me centro en la pareja de cráteres gemelos.

Voy subiendo aumentos y como veo que la noche acompaña y la Luna lo permite, fuerzo hasta los 235x que me proporciona el Baader Ortho de 5mm. La imagen es todavía estable y los puedo aprovechar perfectamente.

Decido hacer un rápido boceto para completar la observación:



En un primer momento se podría considerar que estos dos cráteres son gemelos, principalmente por la posición en la que se encuentran, por su diámetro casi idéntico, 50 km de Cardanus y 51 km de Krafft; por el potente brillo que emana de su interior cuando la luz solar incide en ellos, y por las terrazas que pueden percibirse en ambos sin demasiada dificultad.
Pero si empezamos a mirar con atención, descubriremos algunas peculiaridades que, al igual que en todos los gemelos, los diferencian sutilmente.

Lo más significativo es que en Cardanus, el cráter de la izquierda en el dibujo, presenta una montaña interior que queda en el límite de la sombra, mientras que Krafft, también en la frontera entre la oscuridad y la luz solar, muestra un cráter, Krafft C, de unos 13km de diámetro.

Otra particularidad, que tal vez sean imaginaciones mías, es que me da la sensación de que Cardanus tiene una forma ovalada mientras que Krafft, aunque mantiene una forma alargada, me parece algo más redondeada. No es algo exagerado, pero sí lo suficientemente significativo como para llamarme la atención.

Después de exprimir todo lo posible lo que puedo percibir de los dos cráteres, dirijo mi atención a lo que a mi entender, los convierte en especiales, y no es otra cosa que la Catena Krafft.

A pesar que visto con un telescopio medio-mediano, puede dar la sensación de tratarse de una rima, en realidad es una cadena de cratercillos, lo cual no deja de maravillarme cada vez que la observo y pienso en ello.

La Catena Krafft siempre me ha sugerido un puente que une los dos cráteres, un puente que la mayoría de veces me queda a medio camino, es decir, lo veo salir de Cardanus, pero no llegar hasta Krafft. A pesar que en fotografía parece que así lo hace.



Siempre que he observado esta zona con mi SC de 127mm, nunca he conseguido ver el “puente” completo, y había tenido la esperanza que con el SC de 235mm me resultara más fácil percibirlo. Pero de momento, no soy capaz de verlo de cráter a cráter.

Dándole vueltas decido probar a utilizar algunos filtros de colores.

Los que tengo son el típico lunar Celestron 94119-A y los que vienen con el juego de filtros nº 1 de Celestron, el #21 Naranja, el #80A Azul Claro, el #15 Amarillo y el #ND-25 Densidad Neutra.

Los compré junto a mi primer telescopio aconsejado por el vendedor, pero para ser sincero, no es que los utilice demasiado. Sin embargo, esta vez me han ayudado a exprimir al máximo la Catena Krafft.

Primero utilizo el filtro lunar, pero lo descarto casi automáticamente, el color verde que ofrece me resulta muy poco agradable y no aprecio ninguna mejora significativa a parte de atenuar algo el brillo lunar.

A continuación pongo el de densidad neutra. El color es más natural y por momentos me parece ver cómo la cadena de cratercillos alcanza Krafft.

El #80A tampoco me acaba de convencer, pero tanto el #21 Naranja y el #15 Amarillo me dejan gratamente sorprendido. El “puente” destaca más, aunque la verdad, la conexión completa entre cráteres es de aquellas cosas en visual que no sabes si ves de verdad o las ves por propia sugestión.

En vista de esto, decido dibujar sólo lo que estoy seguro de ver al 100%.

Lo que sí mejora sin discusión es cómo veo las terrazas interiores de Cardanus y Krafft, el pico central de Cardanus y el cráter interior de Krafft. Así mismo, las grietas que salen Cardanus en dirección al cráter Seleucus.

Realmente, he vuelto a disfrutar de esta bonita zona lunar que también da mucho juego en fotografía.



viernes, 27 de noviembre de 2015

M33 - Galaxia en Triangulum con el SC de 235mm

Definitivamente, la galaxia M33 me da un poco de rabia. Estoy cansado de verla en fotografías y dibujos de otros compañeros de afición y siempre aparece enorme y espectacular.

Aladin Lite – 3º de campo

Sin embargo, a la hora de observarla con mi telescopio siempre me da más problemas que satisfacciones.

Y eso que soy consciente de que a pesar que se le asigna una magnitud visual de 5,8, si se tiene en cuenta que su extensión es de aproximadamente 70,8’x41,7’, su brillo superficial es de tan sólo 14,4.

De manera que, como poco, debemos disfrutar de unos cielos oscuros para percibirla correctamente, y mucho mejor si ya tenemos cierta experiencia con objetos extensos y difusos como M33.

En su día ya comenté que esta galaxia se había convertido en un “objeto maldito” para mí, ya que me costó mucho poder cazarla con mi SC de 127mm, y la verdad es que tenía muchas ganas de pillarla en una buena noche con mi SC de 235mm, a ver si por fin era capaz de verla en todo su esplendor.

El 9 de agosto me encontraba disfrutando de los cielos oscuros de mi pueblo y con el SC de 235mm preparado para una larga noche de observación. De manera que me animé a apuntar hacia M33.

Con los antecedentes que tenía fui directamente en busca del Hyperion Aspheric de 31mm que me proporciona un campo generoso con este telescopio. Pero a pesar de la ilusión con la que puse el ojo en el ocular, en un primer momento, no encontré ni rastro de la galaxia.

Ya me lo esperaba y no me puse excesivamente nervioso. Un poco mosqueado sí, para qué negarlo, pero supe mantener el temple.

Esperé a que la vista se fuera adaptando a la oscuridad  y poco a poco ya fui notando su potente y extenso núcleo, con una forma ovalada, algo irregular y sin límites definidos.

Hasta aquí lo fácil.

Lo complicado empezó cuando me dispuse a intentar percibir los brazos. Ahí fue cuando la observación se empezó a poner verdaderamente exigente.

Estuve un buen rato respirando hondo y adaptando la vista todo lo mejor que pude a la oscuridad, y cuando consideré que ya era suficiente, volví a poner el ojo en el ocular y descubrí una estrella débil superpuesta al núcleo. También noté una zona externa en forma de semiarco que emanaba de un extremo del corazón de la galaxia en dirección a la estrella más brillante que me aparecía en el campo del ocular.

Empezaba a tener la vista cansada y las cervicales algo tocadas, pero haciendo un esfuerzo final, utilizando la visión lateral y moviendo ligeramente el tubo, noté pequeñas zonas de los brazos galácticos coincidiendo con la presencia de estrellas y sin ningún tipo de conexión entre ellas.

Y llego el momento en que pensé que ya no podría exprimirla más. Así que memorizando los lugares donde vi zonas con “nebulosidad”, encendí la linterna roja y me dispuse a dibujar todo aquello que había podido percibir de esta escurridiza M33:



Curiosamente, todo lo complicado que me resulta percibirla, lo es de fácil localizar la zona donde encontrarla.

Cuando quiero verla con mis prismáticos 15x70 lo que hago es localizar Alpheratz (Alpha And), la estrella situada hacia el Noroeste en el cuadrado de Pegasus. Me desplazo hasta (Delta And), luego hasta Mirach (Beta And). Desde aquí voy en busca de M31 pasando por la Eta And.

Una vez localizo la galaxia de Andromeda (M31), inconfundible, sé que estoy en el buen camino. Trazo una línea imaginaria en dirección opuesta que vuelve a pasar por Eta And y Mirach, y a unos 7º de esta última estrella deberíamos encontrar a M33.

Más o menos, la distancia entre Mirach y M 31 es la misma que entre Mirach y M33, en dirección opuesta. Es muy fácil, pero reconozco que resulta más fácil hacerlo siguiendo una carta celeste con los prismáticos en la mano que explicarlo.

Carta generada con Cartes du Ciel

Es posible que esta galaxia fuera descubierta por Giovanni Batista Hodierna hacia 1654, pero las anotaciones que dejó no son lo suficientemente claras como para concluir de manera taxativa que se refiriera a M33.

Donde no hay ningún género de duda es que el 25 de agosto de 1764 Charles Messier la vio, dejando anotado: “Nebulosa descubierta entre la cabeza del Pez Boreal y el Gran Triángulo, a poca distancia de una estrella de la sexta magnitud. La nebulosa es de una luz blanquecina y de una luminosidad casi uniforme; sin embargo, un poco más luminosa dentro de los dos tercios de su diámetro. No contiene ninguna estrella. Se la ve difícilmente con un telescopio ordinario de un pie” (Traducción de José Luis Comellas en su libro “Catálogo Messier).

Una descripción condicionada por su instrumental que distaba bastante de lo que realmente es M33. No fue hasta 1850 cuando Lord Rosse pudo estudiarla con su famoso Leviatan, que con una abertura de 183cm le permitió descubrir su naturaleza espiral.

M33 se encuentra a una distancia de 2,74 millones de años y pertenece al Grupo Local de Galaxias. Con una extensión de unos 55.000 años luz se presenta como la tercera más extensa de este grupo galáctico, por detrás de la Vía Láctea (100.000 a.l.) y la galaxia de Andrómeda (140.000 a.l.).

En M33 pueden observarse un buen número de regiones HII, que son nubes de gas brillante, principalmente de hidrógeno, en la que se forman estrellas masivas azules (tipo OB). Y este será mi objetivo la próxima vez que pueda disfrutar de una buena noche y tenga a tiro M33. Será el momento de probar a ver qué tal responden los dos filtros que tengo, el UHC y el OIII a la hora de resaltar estas regiones.

Para facilitar un poco la tarea siempre es de ayuda tener a mano una carta donde aparecen rotuladas estas zonas, como ésta realizada por Ray Gralak en "Adventures in Deep Space": http://astronomy-mall.com/Adventures.In.Deep.Space/M33HIIregions.jpg

Seguro que no me resultará sencillo, pero estoy convencido que será otro capítulo memorable de la relación amor-odio que mantengo con esta galaxia.

sábado, 21 de noviembre de 2015

M103 - Cúmulo abierto en Cassiopeia con el SC de 235mm

El 14 de agosto de 2009 observé y dibujé por primera vez el cúmulo abierto M103, situado en la constelación de Cassiopeia. Visto desde cielos oscuros con mi SC de 127 resultó ser un grupo estelar francamente atractivo, tanto por la distribución de sus componentes como por los colores que mostraba, destacando una estrella rojiza en su parte central.

La noche del 9 de octubre de 2015, continuando con mi proyecto de volver a revisar todos los objetos Messier observándolos con el SC de 235mm, decidí apuntar de nuevo hacia M103, y a diferencia de lo que suele ocurrir con la mayoría de los objetos, si tuviera que quedarme con una de las dos vistas, elegiría la que tuve con el telescopio de 127mm. El cúmulo se podía ver más compacto y mejor proporcionado respecto al campo estelar que lo acompaña.

Pero esto no quiere decir que con el SC de 235mm M103 sea un desastre. Al contrario, ya que si bien es cierto que el cúmulo pierde perspectiva respecto al campo que lo rodea al observarlo con mayor aumento, algunos aspectos que me pasaron desapercibidos en 2009, los he podido disfrutar en 2015.

Este es el dibujo que hice:



M103, catalogado también como NGC581, es un cúmulo muy bonito y asequible.

Lo primero que destaca en él cuando se pone el ojo en el ocular son dos cosas. Por un lado, la forma de “V” que presentan las componentes más brillantes que aparecen en el campo estelar; y por otro lado, la estrella rojiza de magnitud 8,5 en el centro del cúmulo.

Esta estrella de colorido tan atractivo es la TYC4031-418-1, y para disfrutarla es mejor no fijar en exceso la vista en ella e ir echando rápidos vistazos para no saturarnos la retina y poder apreciar con más facilidad el color rojizo que muestra gracias a su clase espectral M2.

Otra curiosidad del cúmulo es la estrella más brillante que aparece en el campo, la que se encuentra en la parte superior derecha del dibujo. Es la doble catalogada como STF131. En realidad es triple y aparece con los siguientes datos en el catálogo del WDS:


En la observación que realicé con el SC de 127mm me fijé en ella, pero sólo fui capaz de percibir sus dos componentes más brillantes, pasándome completamente inadvertida la C.

Pero esta vez, con el SC de 235mm, no permití que se me escapara.

Veo una potente principal que brilla con una magnitud de 7,3 y ofrece un color blanco bastante marcado. A su lado, a una cómoda distancia, se encuentra la B, con cierto tono azulado. Y finalmente, la esquiva componente C, un poco más débil y de la que no acierto a estimar el color. Las tres parecen estar en procesión.

Es bonita, pero tengo que reconocer que su presencia en M103 hace que quede un poco deslucida por la presencia de las componentes del cúmulo. De encontrarse aislada en el cielo sería realmente espectacular.

Cuando subí la entrada de agosto de 2009, busqué información acerca de M103 y en todas las fuentes que consulté comentaban que el cúmulo en sí estaba formado por estrellas a partir de la magnitud 11, y todas las más brillantes que veía no pertenecían a él.

Sin embargo, mientras preparaba esta entrada he visto que esto no es exactamente así.

Según el estudio realizado por J. Sanner, M. Geffert, J. Brunzendorf y J. Schmoll en 1999 y publicado en “Astronomy and Astrophysics” en 1999 bajo el título de: “Photometric and kinematic studies of open star clusters - NGC581 (M103)”, en el apartado 4-2, podemos ver que llegan a la conclusión que STF131 tiene muchos números para pertenecer al cúmulo, al igual que la HIP7280 (mag. 8,2) que es la que se encuentra en la parte inferior izquierda del dibujo.  Sin embargo, la TYC4031-418-1, la rojiza, no se encontraría entre las estrellas de M103 propiamente dichas.

Sea como sea, a nivel visual resulta ser muy atractivo.



A M103 podemos localizarlo muy fácilmente, hasta con unos simples prismáticos, ya que se encuentra aproximadamente a 1º de al nordeste de Delta Cassiopeiae (Ruchbah, o también Ksora).

Carta generada con Cartes du Ciel

M103 es un cúmulo abierto que fue descubierto por Pierre Méchain el 27 de marzo de 1781 y fue el último objeto que incluyó en la tercera versión de su catálogo publicado en la “Connaissance des Temps” en 1784.

M103 es el cúmulo abierto más lejano que podemos encontrar en el catálogo elaborado por Messier. Se encuentra situado en el brazo de Perseus de nuestra Vía Láctea a unos 7.200 años luz de distancia y es bastante joven, estimándose su edad en unos 25 millones de años. Pertenece a la Asociación Cas OB8.

Uno de los datos que más me impresiona de M103 es el que nos indica que sus componentes se están acercando a nosotros a una velocidad de 37 km/s.  ¿De qué distancias estaremos hablando si moviéndose de esta manera a nosotros nos parece que están estáticas en el cielo?

M103 se extiende a lo largo de 17 años luz, y en el cielo abarca unos 6’, brillando con una magnitud conjunta de 7,4.

Para concluir, me gustaría compartir esta espectacular fotografía del cúmulo tomada de Aladin Lite, donde se puede apreciar toda su riqueza y espectacularidad.

Aladin Lite

martes, 17 de noviembre de 2015

NGC253 - Galaxia en Sculptor con el SC de 235mm

El 5 de diciembre de 2009 observé por primera vez una galaxia que me dejó gratamente sorprendido, más que nada por lo bien que pude observarla con mi SC de 127mm. Estoy hablando de NGC253, la galaxia de Sculptor (http://laorilladelcosmos.blogspot.com.es/2009/12/ngc253-galaxia-en-sculptor.html).

La noche del 20 de agosto de 2015 me acordé de ella y decidí observarla unos instantes con mi SC de 235mm.

La verdad es que no se puede considerar que las condiciones de observación fueran las más idóneas, ya que en el horizonte, por encima del mar se veía un festival de relámpagos iluminando la noche, de tal manera que mientras tenía el ojo pegado al ocular, podía percibir sus reflejos en él.

Fue curioso verme luchar por adaptar lo mejor posible mi vista a la oscuridad, con la sana intención de exprimir al máximo la galaxia, y de repente ver un fogonazo que arruinaba todo el esfuerzo.

Pero a pesar de ello pude llegar a disfrutar de esta espectacular galaxia.



Tuve que concentrarme un poco, pero en seguida me di cuenta que realmente me encontraba ante una galaxia espectacular.

No se puede considerar fácil, ya que requiere que observemos desde unos cielos sin excesiva contaminación lumínica, pero este es su único hándicap. Si tenemos la suerte de poder verla bajo unas buenas condiciones, no nos va a defraudar en absoluto.

Después de probar diferentes oculares me decido a dibujarla con el Nagler de 16mm, y no me sorprende, este ocular se ha convertido en mi preferido a la hora de observar con el SC de 235mm.

Puedo percibir una galaxia de forma alargada, realmente extensa, con un brillo que en un principio noto de una manera muy homogénea, pero que al cabo de unos instantes aprecio un núcleo también alargado y sensiblemente más marcado que el resto de la galaxia.

Muy delicada, evanescente y muy celosa con la oscuridad que la envuelve. A la que resplandece un rayo en el campo del ocular, prácticamente desaparece y tengo que volver a adaptar la vista a la oscuridad para volver a verla en su mejor versión.

Lo que más me llama la atención no es tanto el marco estelar en el que está situada, que para ser sincero resulta bastante pobre, sino más bien la presencia de dos estrellas embebidas en la galaxia. Sin duda, su ubicación es fruto de la perspectiva, pero no puedo evitar pensar que si se diera el caso de que explotara una supernova en NGC253, su aspecto sería muy similar al que me ofrecen estas dos estrellas.

Acabo la observación un poco preocupado por la deriva que está tomando la tormenta y con la firme decisión de volver a observarla alguna noche con mejores condiciones de observación. Estoy seguro que es capaz de dar mucho más de sí.

Lo mejor de NGC253 es que podemos cazarla con unos prismáticos 10x50 desde cielos oscuros e ir conociéndola mejor a medida que vamos aumentando la abertura del instrumento que utilicemos. Lo peor, en mi caso, es que no se eleva más allá de los 25º respecto al horizonte.

Carta generada con Cartes du Ciel

NGC253 es una galaxia espiral barrada que fue descubierta el 23 de septiembre de 1783 por la genial Caroline Herschel mientras trabajaba codo con codo con su hermano William. Se encuentra a una distancia aproximada de 9,8 millones de años luz. Es el miembro más brillante del conocido como Grupo de Galaxias de Sculptor, el cual es el más cercano al Grupo Galáctico Local al cual pertenece nuestra Vía Láctea.

NGC253 tiene una velocidad de recesión de unos 241 km/s. Se extiende a lo largo de 54.000 años luz y han podido ser identificados unos 14 cúmulos globulares en ella. Esta galaxia ofrece una elevada tasa de formación estelar fruto, según se piensa, de una posible colisión con una galaxia menor que acabó siendo absorbida hace unos 200 millones de años.

NGC253 es asimismo, una potente  fuente de rayos X de alta energía y rayos gamma, lo más probable a causa del agujero negro masivo de su núcleo.

Es impresionante ver esta galaxia con nuestros propios ojos mientras intentamos imaginarnos su verdadera magnitud. Pero estoy seguro que más abrumados nos sentiremos si tenemos presente esta detallada fotografía:

Credit: NASA, ESA, J. Dalcanton and B. Williams (University of Washington)
Mi afición a la astronomía no sería completa si no pudiera poner mi ojo en el ocular, comparar mis observaciones con otros aficionados y disfrutar de las impresionantes fotografías que hoy por hoy tenemos a nuestro alcance.

viernes, 13 de noviembre de 2015

Doble Cúmulo de Perseo - NGC884-NGC869

Recuerdo cuando empecé a interesarme un poco más en serio en la observación astronómica, y me compré unos prismáticos 10x50, que una de las zonas preferidas que visitaba mientras tomaba el fresco durante las calurosas noches de verano en la terraza de la casa de mi pueblo, era la que englobaba las constelaciones de Cassiopeia y Perseus.

Solía trazar la “W” de Cassiopeia para, a continuación seguir una línea recta a partir de Gamma Cassiopeia (Navi) y Ruchbah y en dirección al horizonte hasta que me topaba con el doble cúmulo de Perseo.

Curiosamente, siempre me llamó más la atención un asterismo ovalado que se encontraba justo antes de llegar al doble cúmulo formado por 7 estrellas: 8 Per, HIP10379, HIP9990, 5 Per, HIP10322, HIP10633 y 7 Per, todas ellas brillando desde la magnitud 5,7 de HIP9990 hasta la 7,0 de HIP10322.



El doble cúmulo lo veía como dos manchitas cercanas, con algunas estrellas individualizas que ofrecían un bonito espectáculo cuando montaba los prismáticos en el trípode y lo observaba con calma.

Pero para ser sincero, no me encandilé con esta pareja de cúmulos abiertos hasta que me compré mi primer telescopio, el SC de 127mm, y apunté hacia ellos desde los cielos oscuros de mi pueblo. La vista era soberbia, tanto que no acababa de decidirme a coger el papel y el lápiz para plasmar lo que veía a través del ocular.

Hasta, raro en mí, los llegué a inmortalizar en 2012 fotográficamente dejando para otra ocasión el hacerlo sobre el papel:

Doble Cúmulo de Perseus

Pero la noche del 19 al 20 de agosto de 2015, no sabría decir por qué razón, apunté mi SC de 235mm, con el reductor de focal 6,3 y el Hyperion Aspheric de 31mm hacia ellos y decidí que era hora de intentar sacar el dibujo del doble cúmulo de Perseo hacia adelante.

Y después de media hora punteando estrellas, estimando brillos y separaciones, intentado exprimir al máximo mí capacidad visual y la del telescopio, terminé dando por concluido el dibujo con este resultado y la sensación de haber hecho lo que se ha podido:



De los dos cúmulos, el que más me llama la atención es el NGC869 (el de la izquierda en el dibujo), principalmente gracias a sus dos estrellas más brillantes que parecen dos ojos saltones que logran destacar sobre el resto. Por un lado tenemos la HIP10816 (mag. 6,7) mientras que por otro, la HIP10805, catalogada como la variable V520 Per que oscila ligeramente entre la magnitud 6.52 y la 6,67, pero que lo más significativo de ella visualmente es que se asemeja a una perla encastada a un anillo estelar. Por lo menos, esta es la sensación que me da esta noche.

Aparecen varias estrellas de magnitud similar a las que he comentado y un buen número de estrellas blanco azuladas más débiles que, según como las miro, forman hileras dejando zonas despejadas de estrellas, aunque no descarto que desde un cielo más oscuro puedan percibirse componentes más débiles que esta noche se me escapan y que darían un aspecto diferente al cúmulo.

En NGC884 tal vez no destaque por la presencia de estrellas brillantes, como ocurre con NGC869, pero sí que es cierto que soy capaz de distinguir cómodamente un mayor número de componentes estelares. Lo más bonito que encuentro en él es la presencia de algunas estrellas de color amarillo-anaranjado, que destacan con fuerza respecto a la mayoría de blanco-azuladas.

No me canso de ver a esta espectacular pareja, a pesar que con mi SC de 235mm, por bien poco, no entran enteros los dos en el campo de visión del ocular y tengo que mover ligeramente el tubo de manera alternativa para abarcar toda su extensión.

Estos dos cúmulos no sólo aparecen juntos en el cielo, sino que se encuentran muy próximos físicamente entre ellos. NGC869 está situado a unos 7.200 años luz de distancia y se formó hace unos 5,6 millones de años. NGC887 que es más joven, habiéndose formado hace tan sólo 3,2 millones de años, se sitúa a una distancia de 7.500 años luz.

Ambos pertenecen a la asociación estelar Perseus OB1.

El término “asociación estelar” fue introducido en 1947 por Víktor Amazáspovich Ambartsumián, un astrofísico armenio y hace referencia a agrupaciones de estrellas que se formaron juntas y que, por lo general, presentan un aspecto mucho menos compacto que los típicos cúmulos abiertos que todos tenemos en mente.

Las asociaciones OB están formadas por estrellas masivas, jóvenes y calientes con un tipo espectral O y B. La asociación estelar Perseus OB1 alberga unas 65 estrellas de este tipo con magnitudes absolutas más brillantes que -6,0.

Como curiosidad, comentar que Johann Bayer, en 1604, tomó estos dos cúmulos por estrellas y los catalogó como h Per (NGC869) y Chi Per (NGC884).

Aladin Lite

viernes, 6 de noviembre de 2015

NGC6884 (=NGC6766) - Planetaria en Cygnus

Después de deleitarnos con los objetos más espectaculares de la constelación de Cygnus, que no son pocos, podemos ir a buscar algún tesoro escondido, como podría ser la nebulosa planetaria catalogada como NGC6884.

No es objeto fácil para quien no tenga experiencia a la hora de localizar planetarias de tan pequeño tamaño, NGC6884 sólo ocupa unos 6”, aunque la magnitud visual de 10.9 que presenta, la hace perfectamente asequible.

Cuando vayamos a localizarla podemos detenernos un momento con nuestros prismáticos, o con bajo aumento, en una tríada estelar formada por Omicron 1 Cygni, que presenta un color anaranjado muy llamativo y brilla con magnitud 3,8; 30 Cygni, blanco-azulada y magnitud 4,8; y la más débil de las tres, la 31 Cyg B (HD192579) de magnitud 7,0.

Estas tres estrellas, a pesar del bonito contraste que nos ofrecen, no están relacionadas físicamente entre ellas, sino que su proximidad es fruto de nuestra perspectiva. De hecho, se encuentran a 883, 1375 y 610 años luz de distancia respectivamente.

Pero además de disfrutar de su visión, estas tres estrellas nos pueden servir de referencia a la hora de localizar a NGC6884, ya que se encuentra a unos 37’ al Oeste de ellas.

Carta Generada con Cartes du Ciel

La noche del 19 al 20 de agosto decidí apuntar hacia esta planetaria, ya que las condiciones de observación eran realmente favorables: cielos oscuros, estabilidad atmosférica y mi SC de 235mm.

Después de echarle un último vistazo a Omicron 1 Cygni y compañía con el ocular de 25mm (94x), localizo la zona donde debería estar NGC6884, y como ya me esperaba, me quedo con cara de póker al comprobar que no veo ni rastro de ella. No soy capaz de identificar y/o diferenciarla del resto de estrellas.

Decido subir los aumentos y sustituyo el ocular por el Nagler de 16mm (146,88x) y concentrarme un poco en lo que estoy haciendo.

El campo que me ofrece de 33’ es rico y bastante poblado, aunque bien es cierto que no incluye ninguna estrella especialmente brillante. Es al cabo de unos instantes cuando descubro por fin una candidata, que me parece que más o menos presenta una magnitud similar a la que espero en la planetaria.

Y ahora es cuando viene la prueba de fuego. Voy a utilizar el filtro OIII, y con él me van a desaparecer las estrellas más débiles del campo. Si la candidata no desaparece y aguanta el tipo, no hay duda, se trata de la planetaria.

Y efectivamente, después de adaptarme a la vista que me ofrece el filtro, compruebo que la candidata es, en efecto, la NGC6884.

La percibo como un redondel diminuto y vaporoso, que una vez quito de nuevo el filtro, ofrece un aspecto que si uno no tiene cierta experiencia en esta clase de objetos, le pasaría perfectamente por alto.

Este es el dibujo que finalmente hice de ella:



Como siempre en estos casos, el dibujo es un mixto entre la observación con el filtro OIII y sin él.

Un verdadero reto que pondrá a prueba nuestros cielos, nuestro equipo y nuestra capacidad de observación.

No existe unanimidad sobre la distancia exacta a la que se encuentra esta planetaria, variando entre los 4.600 y los 15.700 años luz. De todas maneras, podemos quedarnos con los 5.000 años luz que aparecen en la página de la ESA, donde también podemos encontrar una bonita fotografía de ella:

Credit: Howard Bond (ST ScI) and NASA/ESA

La estrella central es del tipo Wolf-Rayet, brilla con una magnitud de 15,2, y para hacernos una idea de lo que en realidad estamos viendo, comentar que los gases que la envuelven se están desplazando a una velocidad de 23 km/s

Para finalizar debemos tener presente que en el catálogo NGC, debido a una serie de errores de posicionamiento, resulta que NGC6884 y NGC6766 hacen referencia a esta misma planetaria, también catalogada como PK 82+7.1