martes, 29 de diciembre de 2009
31 vistas celestes que todo el mundo debería ver, al menos, una vez en la vida
En 2003 me compré mi primer telescopio, un Schmidt-Cassegrain (SC) Celestron 5i de 127mm de abertura.
Realmente, fue muy emocionante. Desde pequeño que me había sentido atraído por todo lo relacionado con la astronomía, por lo que, después de una temporada descubriendo el cielo con unos prismáticos 10x50, poseer un telescopio representaba alcanzar un sueño que me había acompañado durante muchos años.
Después de observar la Luna, y unos cuantos objetos que aparecían en el menú del mando del telescopio, empecé a investigar qué más podía observar. De esta manera, descubrí el catálogo de Messier, lo que se podría considerar el listado de objetos ideal para acompañar a cualquier principiante durante sus primeros años de observación (Estamos prácticamente en 2010 y todavía no he tenido la oportunidad de verlos todos).
Existen bastantes más listados de objetos, y el astrónomo aficionado dispone de mucha información para tener ocupadas muchas noches... durante mucho, mucho tiempo.
El caso es que con los años me planteé elaborar un listado propio de aquellos objetos que, por una razón u otra, más me han impresionado, y que, tal como indico en el título, son unas vistas celestes que todo el mundo debería ver, al menos, una vez en la vida.
De momento son 31, y todos han sido observados con mi telescopio desde lugares con poca o nula contaminación lumínica.
Cada objeto de la lista tiene una historia personal detrás, historia que guardo con mucho cariño en mis cuadernos de observación... historias de dificultades de observación, de esfuerzos, paciencia, investigación, dibujos, fotografías, pensamientos profundos, reflexiones filosóficas, descubrimientos científicos...
El listado no es definitivo. Estoy convencido que el cielo me tiene preparado muchos más objetos que me provocarán la misma profunda sensación de admiración que me han proporcionado estos 31...
Por todo ello, me gustaría animar a todos los que empiezan a observar que elaboren su propio listado. Se podría considerar como un repaso a los mejores momentos de nuestra vida de astrónomos aficionados.
domingo, 20 de diciembre de 2009
Observación diurna de Júpiter
Antes de empezar una advertencia:
En numerosas ocasiones he escuchado, por parte de neófitos de la observación astronómica, la siguiente pregunta: ¿Es posible ver los planetas a plena luz de día?.
La respuesta es sí.
No es fácil localizar un planeta cuando el Sol brilla con toda su fuerza, sin embargo, con la ayuda de la Luna, es posible hacerlo con unos simples prismáticos.
Como concepto previo debemos saber qué es la eclíptica.
La eclíptica es la línea imaginaria, inclinada 23,5º respecto al ecuador terrestre, por la que “transita” el Sol por el cielo.
Sabiendo que los planetas y la Luna se desplazan a través del cielo siguiendo unas órbitas cercanas a la eclíptica... cuando se da el caso que la Luna se encuentra cerca de un planeta, nos sirve de perfecta referencia para que lo podamos localizar.
Yo, hasta el momento, había podido observar de día Venus, Marte y Saturno. Y hoy 20 de diciembre de 2009, a las 15h 55m T.U. he añadido Júpiter a mi particular lista.
Por la mañana he consultado el progama Starry Night y he visto que Júpiter se encontraba a unos 10º de la Luna:
Y con esta referencia he cogido los prismáticos SkyMaster 15x70 y a las 16h 55m hora local he apuntado a la Luna, que hoy brillaba tan sólo con el 15% de superficie iluminada.
Con todo, ha sido fácil. Y a partir de ella he ido siguiendo la eclíptica... hasta que me he dado cuenta que me estaba alejando demasiado y que no había encontrado nada...
He hecho unas cuatro o cinco intentonas, y ya cuando empezaban a dolerme los brazos por sostener los pesados prismáticos a pulso... de repente, he visto un redondel blancuzco que luchaba por contrastarse en el cielo azul.
Al final lo he conseguido, la pena ha sido no tener el telescopio a mano para apuntar al planeta, pero ha sido una bonita experiencia. Parece mentira lo majestuoso que se presenta el Rey de los Planetas del Sistema Solar incluso a plena luz del día.
He sacado la cámara Nikon D70S y he probado de inmortalizar el momento. Pero no he sido capaz de conseguir nada decente hasta las 16h 52m T.U. Un pequeño testimonio de la observación diurna de Júpiter:
Un buen ejercicio para pasar un rato entretenido y descubrir lo fácil que es ver un planeta de día... cuando se sabe dónde mirar.
NUNCA DEBE OBSERVARSE DIRECTAMENTE EL SOL A SIMPLE VISTA O CON UNOS PRISMATICOS O TELESCOPIO. PUEDE CAUSAR UN DAÑO PERMANENTE E IRREVERSIBLE A LOS OJOS.
En numerosas ocasiones he escuchado, por parte de neófitos de la observación astronómica, la siguiente pregunta: ¿Es posible ver los planetas a plena luz de día?.
La respuesta es sí.
No es fácil localizar un planeta cuando el Sol brilla con toda su fuerza, sin embargo, con la ayuda de la Luna, es posible hacerlo con unos simples prismáticos.
Como concepto previo debemos saber qué es la eclíptica.
La eclíptica es la línea imaginaria, inclinada 23,5º respecto al ecuador terrestre, por la que “transita” el Sol por el cielo.
Sabiendo que los planetas y la Luna se desplazan a través del cielo siguiendo unas órbitas cercanas a la eclíptica... cuando se da el caso que la Luna se encuentra cerca de un planeta, nos sirve de perfecta referencia para que lo podamos localizar.
Yo, hasta el momento, había podido observar de día Venus, Marte y Saturno. Y hoy 20 de diciembre de 2009, a las 15h 55m T.U. he añadido Júpiter a mi particular lista.
Por la mañana he consultado el progama Starry Night y he visto que Júpiter se encontraba a unos 10º de la Luna:
Y con esta referencia he cogido los prismáticos SkyMaster 15x70 y a las 16h 55m hora local he apuntado a la Luna, que hoy brillaba tan sólo con el 15% de superficie iluminada.
Con todo, ha sido fácil. Y a partir de ella he ido siguiendo la eclíptica... hasta que me he dado cuenta que me estaba alejando demasiado y que no había encontrado nada...
He hecho unas cuatro o cinco intentonas, y ya cuando empezaban a dolerme los brazos por sostener los pesados prismáticos a pulso... de repente, he visto un redondel blancuzco que luchaba por contrastarse en el cielo azul.
Al final lo he conseguido, la pena ha sido no tener el telescopio a mano para apuntar al planeta, pero ha sido una bonita experiencia. Parece mentira lo majestuoso que se presenta el Rey de los Planetas del Sistema Solar incluso a plena luz del día.
He sacado la cámara Nikon D70S y he probado de inmortalizar el momento. Pero no he sido capaz de conseguir nada decente hasta las 16h 52m T.U. Un pequeño testimonio de la observación diurna de Júpiter:
Un buen ejercicio para pasar un rato entretenido y descubrir lo fácil que es ver un planeta de día... cuando se sabe dónde mirar.
sábado, 19 de diciembre de 2009
The Arrowhead Cluster
Unos 7º al norte de Sirius, ya en la constelación de Monoceros, se encuentra el curioso asterismo conocido como la Punta de la Flecha (The Arrowhead Cluster, en inglés).
Está formado por siete estrellas de magnitud similar (alrededor de la 9ª) que representan una especie de “punta de flecha” realmente curiosa. Desde un sitio oscuro son fácilmente reconocibles.
A parte del asterismo, merece la pena observar un rato la estrella roja HIP32064, de magnitud 5,18 y espectro K5 II que se encuentra en el mismo campo. Creo que en fotografía quedaría precioso, pero a falta de esto, dejo aquí el dibujo que hice con el SC de 127mm a 50x la noche del 24 de diciembre de 2008 a unos 2ºC de temperatura:
Merece la pena dedicarle unos minutos. Ofrece un buen contrapunto, gracias a su serenidad y simplicidad, a las maravillas más conocidas y espectaculares que podemos ver en el cielo de invierno.
A.R.: 06h 40m
DEC: -08º 56m
Está formado por siete estrellas de magnitud similar (alrededor de la 9ª) que representan una especie de “punta de flecha” realmente curiosa. Desde un sitio oscuro son fácilmente reconocibles.
A parte del asterismo, merece la pena observar un rato la estrella roja HIP32064, de magnitud 5,18 y espectro K5 II que se encuentra en el mismo campo. Creo que en fotografía quedaría precioso, pero a falta de esto, dejo aquí el dibujo que hice con el SC de 127mm a 50x la noche del 24 de diciembre de 2008 a unos 2ºC de temperatura:
Merece la pena dedicarle unos minutos. Ofrece un buen contrapunto, gracias a su serenidad y simplicidad, a las maravillas más conocidas y espectaculares que podemos ver en el cielo de invierno.
A.R.: 06h 40m
DEC: -08º 56m
domingo, 13 de diciembre de 2009
NGC281-Pacman Nebula en Cassiopeia
NGC281 es, de hecho, un cúmulo abierto rodeado de una nebulosa de emisión que se encuentra a unos 10.000 años luz de distancia, y debido a la forma que presenta fotográficamente, es conocida como la nebulosa de Pacman.
Este es el dibujo y los comentarios que hice observando esta nebulosa el 24 de diciembre de 2008:
"Nada más poner el ojo en el ocular me doy cuenta que será un objeto difícil para la abertura de mi telescopio: a pesar de las buenas condiciones de la noche (seeing 4/5), me las he visto y me las he deseado para distinguirla. Sólo he podido verla con el ocular de 40mm (31,25x) y el filtro UHC. Todas las otras combinaciones que he probado (25mm 50x+filtro; 18mm 69,44x+filtro) no han tenido éxito.
Sin el filtro UHC no veia nada de nada, pero con el filtro y después de adaptar la vista a la oscuridad un buen rato he podido localizar la nebulosa. Una vez localizada, la he podido apreciar mejor mirándola de reojo... Sea como sea, muy complicada.
De la forma de Pacman, nada de nada, sólo una manchita que ahora estaba, ahora no estaba. Hay una estrella brillante en un extremo que me sirve de referencia, es la HIP4121, de magnitud 7,78. Abajo a la derecha de mi dibujo hay dos estrellitas que parece también presentan cierta nebulosidad a su alrededor.
Lo mejor, es que a pesar de las dificultades, podemos disfrutar del rico campo estelar en el que se encuentra, destacando la TYC-3676-113-1 (8,06), TYC-3676-239-1 (8,62) y la HIP 4264 (7,15) que forman un pequeño triángulo en la parte superior izquierda del dibujo. También mencionar, en la parte inferior izquierda la estrella HIP 4274, de magnitud 7,40 y espectro F.
En definitiva, un reto para mi telescopio que al final, no sin poco esfuerzo, he podido culminar con éxito.
Por cierto, a la hora en que estaba observando NGC 281, me ha pasado por el campo del ocular un satélite que después, mirando el Starry Night, he podido comprobar que se trataba del Genesis 2.
Este es el dibujo y los comentarios que hice observando esta nebulosa el 24 de diciembre de 2008:
"Nada más poner el ojo en el ocular me doy cuenta que será un objeto difícil para la abertura de mi telescopio: a pesar de las buenas condiciones de la noche (seeing 4/5), me las he visto y me las he deseado para distinguirla. Sólo he podido verla con el ocular de 40mm (31,25x) y el filtro UHC. Todas las otras combinaciones que he probado (25mm 50x+filtro; 18mm 69,44x+filtro) no han tenido éxito.
Sin el filtro UHC no veia nada de nada, pero con el filtro y después de adaptar la vista a la oscuridad un buen rato he podido localizar la nebulosa. Una vez localizada, la he podido apreciar mejor mirándola de reojo... Sea como sea, muy complicada.
De la forma de Pacman, nada de nada, sólo una manchita que ahora estaba, ahora no estaba. Hay una estrella brillante en un extremo que me sirve de referencia, es la HIP4121, de magnitud 7,78. Abajo a la derecha de mi dibujo hay dos estrellitas que parece también presentan cierta nebulosidad a su alrededor.
Lo mejor, es que a pesar de las dificultades, podemos disfrutar del rico campo estelar en el que se encuentra, destacando la TYC-3676-113-1 (8,06), TYC-3676-239-1 (8,62) y la HIP 4264 (7,15) que forman un pequeño triángulo en la parte superior izquierda del dibujo. También mencionar, en la parte inferior izquierda la estrella HIP 4274, de magnitud 7,40 y espectro F.
En definitiva, un reto para mi telescopio que al final, no sin poco esfuerzo, he podido culminar con éxito.
Por cierto, a la hora en que estaba observando NGC 281, me ha pasado por el campo del ocular un satélite que después, mirando el Starry Night, he podido comprobar que se trataba del Genesis 2.
miércoles, 9 de diciembre de 2009
M81 y M82 - Pareja de galaxias en Ursa Major
Cuando alguien que empieza a observar a través de un telescopio me pregunta qué galaxias puede ver sin demasiadas complicaciones, la primera respuesta es clara: M31 y M32. Y cuando me pregunta: ¿Y qué más?, también tengo claro qué responderle: M81 y M82.
Estas dos galaxias pueden llegar a verse a través de unos sencillos prismáticos desde un lugar oscuro y con telescopios, incluso desde lugares con cierta contaminación lumínica.
El pasado 6 de diciembre de 2009 tuve ocasión de disfrutar de cielos oscuros y de una buena noche, y a pesar de no estar todo lo elevadas respecto del horizonte que pueden estar, decidí echar un vistazo e intentar dibujar esta pareja de galaxias.
A bajos aumentos, pueden ser observadas en el mismo campo. Este es el dibujo que hice viéndolas a través de mi SC de 127mm con el ocular de 40mm (31,25x):
Pero después de la curiosidad de ver ambas galaxias juntas, lo mejor es centrarse por separado en cada una de ellas.
Utilizo 69,44x y me dirijo primero hacia M82. Esta galaxia que se encuentra a unos 12 millones de años luz de distancia, se presenta fantástica con estos aumentos y desde cielos oscuros:
La veo claramente alargada (también es conocida como galaxia del cigarro), enmarcada en un campo estelar formado por estrellas no especialmente brillantes, aunque sí lo suficiente como para no desmerecer... ni eclipsar la lejana belleza de M82.
Cerca de ella, en uno de sus extremos se encuentran dos estrellitas alrededor de la décima magnitud que parecen apuntar directamente a la galaxia.
Me resisto un poco a abandonar la observación de esta galaxia, pero los lamentos duran poco. Sólo el tiempo que se tarda en mover un poco el telescopio y hacer entrar en campo a M81:
Dos galaxias diferentes, dos bellezas diferentes.
M81 se encuentra también enmarcada en un campo de estrellas no demasiado brillantes, aunque, curiosamente, al igual que con M82, también percibo dos estrellitas en uno de sus zonas exteriores que parecen señalar directamente a la galaxia. En este caso, su magnitud es más débil, alrededor de la 11, y es necesario hacer un pequeño esfuerzo para percibirlas claramente.
M81 es más brillante que M82 y muestra un núcleo condensado y potente que se encuentra envuelto por un halo que va difuminándose de una manera uniforme a medida que se aleja de su zona central.
También se encuentra a unos 12 millones de años luz de distancia, y se cree que en el pasado M81, más grande y masiva que M82, interactuó gravitacionalmente con ésta última deformándola profundamente.
En la actualidad se calcula que se encuentran separadas por “tan sólo” unos 150.000 años luz.
Un espectáculo estremecedor que nos sumerge de lleno en el vasto espacio y nos ayuda a comprender un poco cuál es nuestro sitio en el Universo.
Estas dos galaxias pueden llegar a verse a través de unos sencillos prismáticos desde un lugar oscuro y con telescopios, incluso desde lugares con cierta contaminación lumínica.
El pasado 6 de diciembre de 2009 tuve ocasión de disfrutar de cielos oscuros y de una buena noche, y a pesar de no estar todo lo elevadas respecto del horizonte que pueden estar, decidí echar un vistazo e intentar dibujar esta pareja de galaxias.
A bajos aumentos, pueden ser observadas en el mismo campo. Este es el dibujo que hice viéndolas a través de mi SC de 127mm con el ocular de 40mm (31,25x):
Pero después de la curiosidad de ver ambas galaxias juntas, lo mejor es centrarse por separado en cada una de ellas.
Utilizo 69,44x y me dirijo primero hacia M82. Esta galaxia que se encuentra a unos 12 millones de años luz de distancia, se presenta fantástica con estos aumentos y desde cielos oscuros:
La veo claramente alargada (también es conocida como galaxia del cigarro), enmarcada en un campo estelar formado por estrellas no especialmente brillantes, aunque sí lo suficiente como para no desmerecer... ni eclipsar la lejana belleza de M82.
Cerca de ella, en uno de sus extremos se encuentran dos estrellitas alrededor de la décima magnitud que parecen apuntar directamente a la galaxia.
Me resisto un poco a abandonar la observación de esta galaxia, pero los lamentos duran poco. Sólo el tiempo que se tarda en mover un poco el telescopio y hacer entrar en campo a M81:
Dos galaxias diferentes, dos bellezas diferentes.
M81 se encuentra también enmarcada en un campo de estrellas no demasiado brillantes, aunque, curiosamente, al igual que con M82, también percibo dos estrellitas en uno de sus zonas exteriores que parecen señalar directamente a la galaxia. En este caso, su magnitud es más débil, alrededor de la 11, y es necesario hacer un pequeño esfuerzo para percibirlas claramente.
M81 es más brillante que M82 y muestra un núcleo condensado y potente que se encuentra envuelto por un halo que va difuminándose de una manera uniforme a medida que se aleja de su zona central.
También se encuentra a unos 12 millones de años luz de distancia, y se cree que en el pasado M81, más grande y masiva que M82, interactuó gravitacionalmente con ésta última deformándola profundamente.
En la actualidad se calcula que se encuentran separadas por “tan sólo” unos 150.000 años luz.
Un espectáculo estremecedor que nos sumerge de lleno en el vasto espacio y nos ayuda a comprender un poco cuál es nuestro sitio en el Universo.
NGC2403 - Galaxia en Camelopardalis
Situada a unos 8 millones de años luz de distancia, NGC2403 se encuentra en la constelación de Camelopardalis y es una galaxia espiral realmente asequible y espectacular.
Descubierta por William Herschel en 1788, se ha llegado a poder observar en ella la explosión de dos supernovas.
La noche del 6 de diciembre de 2009, con unas condiciones de observación óptimas tanto en lo que se refiere a calidad de la noche como en contaminación lumínica, pude observarla y dibujarla:
El mundo es un pañuelo: pongo el ocular de 18mm (69x) para observar esta galaxia, y lo primero que veo es pasar a toda pastilla un avión por el campo del ocular con las luces intermitentes a plena potencia. Lo quiero hacer expresamente y no hay manera de conseguirlo...
En fin, corro un tupido velo y me vuelvo a concentrar en mi objetivo original. A pesar de las buenas condiciones de la noche, en seguida compruebo que tendré que hacer algún esfuerzo más del esperado para poder observar NGC2403.
En un primer vistazo noto como una “presencia” fantasmagórica que envuelve las dos estrellas del centro del ocular (TYC4120-1000-1, magnitud 9,9 y TYC4120-7641-1, magnitud 10,3).
Muevo un poco el telescopio y, efectivamente, noto que hay alguna cosa... al cabo de unos instantes, con el ojo mejor adaptado a la oscuridad y mirando de reojo, puedo apreciar perfectamente una galaxia de forma redondeada (tal vez un poco ovalada), extensa, aunque ténue.
Su brillo es bastante uniforme, aunque fijándome un poco, parece que percibo más intensidad, mirando de reojo, en la zona que se encuentra entre las dos estrellas que he comentado anteriormente.
En cierta manera, si no fuera porqué sé que estoy viendo una galaxia, me sugeriría en cierta forma una nebulosa de reflexión, ya que la presencia de estas dos estrellas en primer plano, así lo podría hacer creer.
Sea como sea, una galaxia que, como todas, prefiere cielos oscuros, pero que es perfectamente asequible a pequeños telescopios.
Descubierta por William Herschel en 1788, se ha llegado a poder observar en ella la explosión de dos supernovas.
La noche del 6 de diciembre de 2009, con unas condiciones de observación óptimas tanto en lo que se refiere a calidad de la noche como en contaminación lumínica, pude observarla y dibujarla:
El mundo es un pañuelo: pongo el ocular de 18mm (69x) para observar esta galaxia, y lo primero que veo es pasar a toda pastilla un avión por el campo del ocular con las luces intermitentes a plena potencia. Lo quiero hacer expresamente y no hay manera de conseguirlo...
En fin, corro un tupido velo y me vuelvo a concentrar en mi objetivo original. A pesar de las buenas condiciones de la noche, en seguida compruebo que tendré que hacer algún esfuerzo más del esperado para poder observar NGC2403.
En un primer vistazo noto como una “presencia” fantasmagórica que envuelve las dos estrellas del centro del ocular (TYC4120-1000-1, magnitud 9,9 y TYC4120-7641-1, magnitud 10,3).
Muevo un poco el telescopio y, efectivamente, noto que hay alguna cosa... al cabo de unos instantes, con el ojo mejor adaptado a la oscuridad y mirando de reojo, puedo apreciar perfectamente una galaxia de forma redondeada (tal vez un poco ovalada), extensa, aunque ténue.
Su brillo es bastante uniforme, aunque fijándome un poco, parece que percibo más intensidad, mirando de reojo, en la zona que se encuentra entre las dos estrellas que he comentado anteriormente.
En cierta manera, si no fuera porqué sé que estoy viendo una galaxia, me sugeriría en cierta forma una nebulosa de reflexión, ya que la presencia de estas dos estrellas en primer plano, así lo podría hacer creer.
Sea como sea, una galaxia que, como todas, prefiere cielos oscuros, pero que es perfectamente asequible a pequeños telescopios.
martes, 8 de diciembre de 2009
NGC253 - Galaxia en Sculptor
No conocía esta galaxia (NGC253), pero gracias a un comentario que leí en un foro de astronomía, vi que podía ser un buen objeto para observar desde un lugar oscuro con mi telescopio.
Así que la noche del 5 de diciembre de 2009, dándose las condiciones adecuadas, me decidí apuntar mi Nexstar 5i hacia la zona de cielo donde debería estar esta galaxia y lo que me encontré, sinceramente, no me lo esperaba.
Supongo que mi reacción ante lo que vi con mi telescopio no puede compararse a la que debió tener el 23 de septiembre de 1783 su descubridora, Caroline Herschel, aunque quiero pensar que, en cierta manera, el sentimiento de admiración y vértigo al contemplar esta preciosa galaxia por primera vez, pudo ser similar.
Este es el dibujo que hice... con la boca todavía abierta por la impresión:
Con un telescopio con una abertura de 127mm pocas galaxias se pueden observar que ofrezcan una panorámica que vaya un poco más allá de una pequeña manchita blancuzca... y esto, dando por supuesto que se observa desde lugares donde la contaminación lumínica es prácticamente inexistente... Pero siempre se pueden encontrar verdaderas joyas escondidas...
Como he comentado, las condiciones de observación de la noche eran envidiables: buen seeing, cielo oscuro, sin Luna, temperatura agradable (Unos 10ºC, que en las fechas en las que estamos es impagable)...
En un primer momento pongo los 50x aumentos y me encuentro con un campo estelar que contiene un buen número de estrellas, pero que no destaca ninguna especialmente brillante. En este caso, al tener que observar un objeto difuso... es una buena noticia.
De entre las estrellas que contiene el campo del ocular merecen destacarse dos: HIP3706 y TYC6421-2093-1 que brillan con magnitudes 8,87 y 9,21 respectivamente. Ambas nos sirven de referencia para encontrar NGC253, ya que se encuentran en la misma altura que uno de sus extremos, tal como aparece en el dibujo.
Una vez puesto en ojo en el ocular y observado el campo estelar, voy adaptando la vista y paulatinamente voy descubriendo una galaxia muy extensa, con un núcleo alargado bastante marcado que se va difuminando a medida que nos alejamos del centro. Sin embargo, la forma alargada, aunque más difusa, se mantiene claramente en toda la extensión galáctica.
Una vista extremadamente delicada, preciosa... y al mismo tiempo estremecedora, al pensar en lo que realmente estoy viendo de una forma tan diáfana.
NGC253 se encuentra a unos 10 millones de años luz de distancia y es una galaxia con una elevada tasa de formación estelar y de supernovas. Asímismo, sus brazos espirales muestran una gran cantidad de polvo interestelar...
No quiero ni pensar cómo puede llegar a verse con un telescopio más potente, pero lo cierto es que NGC253 es una galaxia que debería estar en la agenda de todo astrónomo aficionado sea cual sea el instrumento de observación que tenga.
Así que la noche del 5 de diciembre de 2009, dándose las condiciones adecuadas, me decidí apuntar mi Nexstar 5i hacia la zona de cielo donde debería estar esta galaxia y lo que me encontré, sinceramente, no me lo esperaba.
Supongo que mi reacción ante lo que vi con mi telescopio no puede compararse a la que debió tener el 23 de septiembre de 1783 su descubridora, Caroline Herschel, aunque quiero pensar que, en cierta manera, el sentimiento de admiración y vértigo al contemplar esta preciosa galaxia por primera vez, pudo ser similar.
Este es el dibujo que hice... con la boca todavía abierta por la impresión:
Con un telescopio con una abertura de 127mm pocas galaxias se pueden observar que ofrezcan una panorámica que vaya un poco más allá de una pequeña manchita blancuzca... y esto, dando por supuesto que se observa desde lugares donde la contaminación lumínica es prácticamente inexistente... Pero siempre se pueden encontrar verdaderas joyas escondidas...
Como he comentado, las condiciones de observación de la noche eran envidiables: buen seeing, cielo oscuro, sin Luna, temperatura agradable (Unos 10ºC, que en las fechas en las que estamos es impagable)...
En un primer momento pongo los 50x aumentos y me encuentro con un campo estelar que contiene un buen número de estrellas, pero que no destaca ninguna especialmente brillante. En este caso, al tener que observar un objeto difuso... es una buena noticia.
De entre las estrellas que contiene el campo del ocular merecen destacarse dos: HIP3706 y TYC6421-2093-1 que brillan con magnitudes 8,87 y 9,21 respectivamente. Ambas nos sirven de referencia para encontrar NGC253, ya que se encuentran en la misma altura que uno de sus extremos, tal como aparece en el dibujo.
Una vez puesto en ojo en el ocular y observado el campo estelar, voy adaptando la vista y paulatinamente voy descubriendo una galaxia muy extensa, con un núcleo alargado bastante marcado que se va difuminando a medida que nos alejamos del centro. Sin embargo, la forma alargada, aunque más difusa, se mantiene claramente en toda la extensión galáctica.
Una vista extremadamente delicada, preciosa... y al mismo tiempo estremecedora, al pensar en lo que realmente estoy viendo de una forma tan diáfana.
NGC253 se encuentra a unos 10 millones de años luz de distancia y es una galaxia con una elevada tasa de formación estelar y de supernovas. Asímismo, sus brazos espirales muestran una gran cantidad de polvo interestelar...
No quiero ni pensar cómo puede llegar a verse con un telescopio más potente, pero lo cierto es que NGC253 es una galaxia que debería estar en la agenda de todo astrónomo aficionado sea cual sea el instrumento de observación que tenga.
sábado, 5 de diciembre de 2009
Dibujo Astronómico y Photoshop (r)
El dibujo astronómico lo entiendo más bien como algo que nos ayuda a ser más meticulosos a la hora de observar y nos permite guardar un testimonio sobre “papel” de aquello que hemos estado observando.
De esta manera, podemos rememorar con el tiempo esas noches que nos produjeron un sentimiento especial o fuimos testigos de algún acontecimiento memorable.
Ni más ni menos.
Lo mismo se podría hacer mediante fotografías, pero la ventaja del dibujo es que es más inmediato, sencillo, barato... y plasma perfectamente lo que se ve en realidad a través de unos prismáticos o de un telescopio.
No es necesario ser un virtuoso del lápiz (como me encargo de desmostrar cada vez que presento un dibujo de los míos...), ni intentar hacer verdaderas obras de arte. El valor del dibujo astronómico se encuentra en la capacidad de evocar lo más fidedignamente posible nuestra experiencia a pie de telescopio. Nuestras limitaciones artísticas pueden ser perfectamente complementadas con cuatro líneas de texto descriptivo.
Dicho esto, comentar que no hay que menospreciar la ayuda que nos puedan facilitar diferentes herramientas informáticas, en mi caso, principalmente el programa Adobe (r) Photoshop (r) Elements 2.0
A continuación voy a intentar describir el proceso que utilizo para “convertir” mis dibujos a lápiz sobre papel blanco en lo que finalmente cuelgo en el blog.
Obviamente, lo primero es hacer el dibujo:
http://laorilladelcosmos.blogspot.com/2009/03/iniciacion-al-dibujo-astronomico.html
Y no olvidarnos de seguir una cierta metodología a la hora de registrar nuestras observaciones:
http://laorilladelcosmos.blogspot.com/2009/07/la-importancia-del-cuaderno-de.html
1.- Una vez hemos rellenado nuestra ficha o cuaderno de observación con nuestros comentarios y con nuestro dibujo debemos escanearlo para poder pasarlo al ordenador.
Si no se dispone de escaner (que es lo ideal), una alternativa es coger una cámara fotográfica digital y sacarle una foto. La calidad resultante no será tan óptima, pero sí práctica.
El fichero que obtengamos puede guardarse en formato .jpeg. Para dibujos astronómicos es una calidad más que suficiente y evita ficheros demasiado “pesados”.
2.- Abrimos el programa y a continuación el fichero:
Archivo -> Abrir -> fichero escaneado.jpeg
3.- Este paso es opcional, pero creo que es bastante útil.
En la ventana de “Herramientas” hay que seleccionar con el ratón “Marco Rectangular”
Nota: Puede que por defecto se tenga seleccionado algún otro tipo de marco (Ej. “Marco Elíptico”). Para cambiar a “Rectangular”, se coloca el cursor encima de la Herramienta “Marco”, se aprieta el botón derecho del ratón y se selecciona “Marco Rectangular”.
Una vez seleccionado, con el ratón y manteniendo apretado el botón izquierdo de éste, se marca un rectángulo que contenga la parte del dibujo que interese.
Se suelta el botón del ratón, y en la ventana de Herramientas, se selecciona el ícono “Herramienta Mover”. (Queda marcado el rectángulo que se ha selecionado anteriormente con cuadrados)
Se va a “Edición”, se selecciona “Copiar”. A continuación se va a “Archivo” y se selecciona “Nuevo del Portapepeles”.
Se cierra el primer fichero sin guardar (Si se quiere se puede conservar como “Master”) y nos ponemos a trabajar con el nuevo que se ha creado.
Con ello conseguimos centrar todas las posteriores modificaciones tan sólo en la zona del dibujo que nos interesa.
4.- Aquí ya empieza lo bueno.
Para evitar que algún tipo de “colorido” nos contamine el dibujo, especialmente cuando no disponemos de escáner y tenemos que hacer una fotografía del dibujo:
Imagen –> Modo –> Escala de grises.
5.- Con este paso nos acercamos a lo que realmente veíamos por el telescopio:
Imagen –> Ajustes –> Invertir
6.- Esta opción también es opcional (vaya redundancia más tonta...), pero creo que va bien homogenizar tamaños.
Imagen –> Cambiar tamaño –> Tamaño de imagen
Personalmente utilizo una anchura de 600 píxeles, pero se puede elegir las medidas que más interesen. Sea como sea, sólo es necesario modificar la anchura, el programa modifica automáticamente la “altura” y mantiene las proporciones correctas del dibujo.
7.- Con este paso intentamos que nuestro dibujo se presente por pantalla de una manera diáfana, intentando no abusar y mantener de manera más fiel posible las “intensidades” que percibíamos a través del telescopio:
Mejorar –> Ajustar brillo/Contraste...
Opción A: Brillo/contraste – Se modifica según nuestro propio criterio.
Opción B (La que suelo utilizar): Niveles. - También a nuestro criterio, aunque existe la opción de hacerlo de manera automática:
Niveles –> Automático –> ok
En ocasiones, sobretodo cuando nuestro dibujo es sólo estelar, hacerlo de manera automática es lo más adecuado. Sin embargo, cuando el dibujo contiene alguna nebulosa, cúmulo globular... la Luna... es mejor hacerlo de forma manual.
8.- Con el siguiente paso intento suavizar los trazos del dibujo. Normalmente selecciono Radio 0,5 píxeles, pero se puede ir probando diferentes opciones para ver cuál convence más... o directamente no utilizar esta opción.
Filtro –> Desenfocar –> Desenfoque gaussiano
9.- Con esto llegaríamos al final del proceso básico. Así que lo siguiente sería:
Archivo –> Guardar como –> Y en la opción de “Forma”, seleccionar jpeg, poner el nombre que se desee y guardar.
Ya tenemos nuestro dibujo en mejores condiciones.
Pero el Photoshop nos ofrece más opciones, como por ejemplo, el siguiente truco para nebulosas y galaxias que consideremos que nos han quedado demasiado “evidentes” en comparación con lo que se veía a través del ocular y se quiera reducir su “brillo” sin alterar demasiado el conjunto del dibujo.
10.- Seleccionamos en la ventana de Herramientas “Herramienta Pincel”.
En la opción de tamaño, seleccionar los píxeles adecuados para cubrir la zona que se quiera modificar.
En la opción de “Opacidad”, seleccionar 5%
En la ventana de Herramientas, hay que poner el cursor encima del ícono “Configurar Color Frontal” y marcarlo. Se abre una ventana.
A continuación, hay que situar el ratón encima del fondo de nuestro dibujo (el fondo negro del cielo) y marcarlo con el botón izquierdo. Ese color se habrá seleccionado en la ventana que se ha abierto anteriormente – ok.
Hay que situarnos encima de la zona que se quiera modificar e ir haciendo clicks con el botón izquierdo del ratón hasta conseguir la “intensidad” que se considere adecuada.
Luego se guarda el fichero como jpeg. Y ya hemos concluído esta modificación.
Existen muchas versiones de Photoshop, pero creo que los pasos que he comentado están disponibles (de alguna manera u otra) en todas las versiones.
Igualmente, otros programas de dibujo deben tener opciones similares.
Este es el dibujo original escaneado:
Y este el resultado final después de todo el proceso descrito:
Cualquier sugerencia para mejorar será muy bienvenida, y espero que este tutorial pueda ser de utilidad a alguien.
De esta manera, podemos rememorar con el tiempo esas noches que nos produjeron un sentimiento especial o fuimos testigos de algún acontecimiento memorable.
Ni más ni menos.
Lo mismo se podría hacer mediante fotografías, pero la ventaja del dibujo es que es más inmediato, sencillo, barato... y plasma perfectamente lo que se ve en realidad a través de unos prismáticos o de un telescopio.
No es necesario ser un virtuoso del lápiz (como me encargo de desmostrar cada vez que presento un dibujo de los míos...), ni intentar hacer verdaderas obras de arte. El valor del dibujo astronómico se encuentra en la capacidad de evocar lo más fidedignamente posible nuestra experiencia a pie de telescopio. Nuestras limitaciones artísticas pueden ser perfectamente complementadas con cuatro líneas de texto descriptivo.
Dicho esto, comentar que no hay que menospreciar la ayuda que nos puedan facilitar diferentes herramientas informáticas, en mi caso, principalmente el programa Adobe (r) Photoshop (r) Elements 2.0
A continuación voy a intentar describir el proceso que utilizo para “convertir” mis dibujos a lápiz sobre papel blanco en lo que finalmente cuelgo en el blog.
Obviamente, lo primero es hacer el dibujo:
http://laorilladelcosmos.blogspot.com/2009/03/iniciacion-al-dibujo-astronomico.html
Y no olvidarnos de seguir una cierta metodología a la hora de registrar nuestras observaciones:
http://laorilladelcosmos.blogspot.com/2009/07/la-importancia-del-cuaderno-de.html
1.- Una vez hemos rellenado nuestra ficha o cuaderno de observación con nuestros comentarios y con nuestro dibujo debemos escanearlo para poder pasarlo al ordenador.
Si no se dispone de escaner (que es lo ideal), una alternativa es coger una cámara fotográfica digital y sacarle una foto. La calidad resultante no será tan óptima, pero sí práctica.
El fichero que obtengamos puede guardarse en formato .jpeg. Para dibujos astronómicos es una calidad más que suficiente y evita ficheros demasiado “pesados”.
2.- Abrimos el programa y a continuación el fichero:
Archivo -> Abrir -> fichero escaneado.jpeg
3.- Este paso es opcional, pero creo que es bastante útil.
En la ventana de “Herramientas” hay que seleccionar con el ratón “Marco Rectangular”
Nota: Puede que por defecto se tenga seleccionado algún otro tipo de marco (Ej. “Marco Elíptico”). Para cambiar a “Rectangular”, se coloca el cursor encima de la Herramienta “Marco”, se aprieta el botón derecho del ratón y se selecciona “Marco Rectangular”.
Una vez seleccionado, con el ratón y manteniendo apretado el botón izquierdo de éste, se marca un rectángulo que contenga la parte del dibujo que interese.
Se suelta el botón del ratón, y en la ventana de Herramientas, se selecciona el ícono “Herramienta Mover”. (Queda marcado el rectángulo que se ha selecionado anteriormente con cuadrados)
Se va a “Edición”, se selecciona “Copiar”. A continuación se va a “Archivo” y se selecciona “Nuevo del Portapepeles”.
Se cierra el primer fichero sin guardar (Si se quiere se puede conservar como “Master”) y nos ponemos a trabajar con el nuevo que se ha creado.
Con ello conseguimos centrar todas las posteriores modificaciones tan sólo en la zona del dibujo que nos interesa.
4.- Aquí ya empieza lo bueno.
Para evitar que algún tipo de “colorido” nos contamine el dibujo, especialmente cuando no disponemos de escáner y tenemos que hacer una fotografía del dibujo:
Imagen –> Modo –> Escala de grises.
5.- Con este paso nos acercamos a lo que realmente veíamos por el telescopio:
Imagen –> Ajustes –> Invertir
6.- Esta opción también es opcional (vaya redundancia más tonta...), pero creo que va bien homogenizar tamaños.
Imagen –> Cambiar tamaño –> Tamaño de imagen
Personalmente utilizo una anchura de 600 píxeles, pero se puede elegir las medidas que más interesen. Sea como sea, sólo es necesario modificar la anchura, el programa modifica automáticamente la “altura” y mantiene las proporciones correctas del dibujo.
7.- Con este paso intentamos que nuestro dibujo se presente por pantalla de una manera diáfana, intentando no abusar y mantener de manera más fiel posible las “intensidades” que percibíamos a través del telescopio:
Mejorar –> Ajustar brillo/Contraste...
Opción A: Brillo/contraste – Se modifica según nuestro propio criterio.
Opción B (La que suelo utilizar): Niveles. - También a nuestro criterio, aunque existe la opción de hacerlo de manera automática:
Niveles –> Automático –> ok
En ocasiones, sobretodo cuando nuestro dibujo es sólo estelar, hacerlo de manera automática es lo más adecuado. Sin embargo, cuando el dibujo contiene alguna nebulosa, cúmulo globular... la Luna... es mejor hacerlo de forma manual.
8.- Con el siguiente paso intento suavizar los trazos del dibujo. Normalmente selecciono Radio 0,5 píxeles, pero se puede ir probando diferentes opciones para ver cuál convence más... o directamente no utilizar esta opción.
Filtro –> Desenfocar –> Desenfoque gaussiano
9.- Con esto llegaríamos al final del proceso básico. Así que lo siguiente sería:
Archivo –> Guardar como –> Y en la opción de “Forma”, seleccionar jpeg, poner el nombre que se desee y guardar.
Ya tenemos nuestro dibujo en mejores condiciones.
Pero el Photoshop nos ofrece más opciones, como por ejemplo, el siguiente truco para nebulosas y galaxias que consideremos que nos han quedado demasiado “evidentes” en comparación con lo que se veía a través del ocular y se quiera reducir su “brillo” sin alterar demasiado el conjunto del dibujo.
10.- Seleccionamos en la ventana de Herramientas “Herramienta Pincel”.
En la opción de tamaño, seleccionar los píxeles adecuados para cubrir la zona que se quiera modificar.
En la opción de “Opacidad”, seleccionar 5%
En la ventana de Herramientas, hay que poner el cursor encima del ícono “Configurar Color Frontal” y marcarlo. Se abre una ventana.
A continuación, hay que situar el ratón encima del fondo de nuestro dibujo (el fondo negro del cielo) y marcarlo con el botón izquierdo. Ese color se habrá seleccionado en la ventana que se ha abierto anteriormente – ok.
Hay que situarnos encima de la zona que se quiera modificar e ir haciendo clicks con el botón izquierdo del ratón hasta conseguir la “intensidad” que se considere adecuada.
Luego se guarda el fichero como jpeg. Y ya hemos concluído esta modificación.
Existen muchas versiones de Photoshop, pero creo que los pasos que he comentado están disponibles (de alguna manera u otra) en todas las versiones.
Igualmente, otros programas de dibujo deben tener opciones similares.
Este es el dibujo original escaneado:
Y este el resultado final después de todo el proceso descrito:
Cualquier sugerencia para mejorar será muy bienvenida, y espero que este tutorial pueda ser de utilidad a alguien.
miércoles, 2 de diciembre de 2009
NGC1981 - Cúmulo abierto en la Espada de Orión
M42 es una de las grandes maravillas del cielo, tan llamativa que suele “eclipsar” a otros objetos interesantes que se encuentran por la zona y que pasan desapercibidos por el sólo hecho de compartir cielo con la nebulosa difusa más espectacular que podamos observar en el Hemisferio Norte.
NGC 1981 es un buen (o triste) ejemplo de ello.
Visitar esta zona, conocida como la Espada de Orión, con prismáticos debería ser una de las primeras experiencias que tuviera cualquiera que quiera introducirse en el mundo de la observación astronómica y que sólo disponga de unos binoculares.
La noche del 26 de enero de 2008 la Luna brillaba en un 80% de su superficie e impedía la observación de objetos difusos o poco brillantes, así que, con este handicap, decidí centrarme en el cúmulo abierto NGC1981 y probar de dibujarlo lo mejor que pude:
Si podemos abstraernos de las maravillas que lo rodean... NGC1981, situado a unos 1.500 años luz de distancia, se presenta como un cúmulo abierto realmente espectacular.
A pesar de la luz de Luna, conté más de una docena de estrellas, todas de un color azul metálico precioso, que constituían una característica forma de M.
En la parte inferior del dibujo se “colaron” 42 y 45 Orionis, dos estrellas de un marcado color blanco que no pertenecen a este cúmulo, sino a NGC1977, una nebulosa de emisión y reflexión, que en esa ocasión, no pude distinguir.
Estuve un buen rato disfrutando del espectáculo y quedé bastante contento con el dibujo, a pesar de escapárseme un regalo añadido en los límites exteriores de la “M”: la estrella doble STF750, formada por una componente de magnitud 6,4, blancuzca, acompañada a una distancia de 4,2” por otra de magnitud 8,4 de color rojizo... un buen pretexto para volver a visitar NGC1981 en la próxima ocasión que decida volver a echar una mirada al gran cazador de las noches de invierno...
NGC 1981 es un buen (o triste) ejemplo de ello.
Visitar esta zona, conocida como la Espada de Orión, con prismáticos debería ser una de las primeras experiencias que tuviera cualquiera que quiera introducirse en el mundo de la observación astronómica y que sólo disponga de unos binoculares.
La noche del 26 de enero de 2008 la Luna brillaba en un 80% de su superficie e impedía la observación de objetos difusos o poco brillantes, así que, con este handicap, decidí centrarme en el cúmulo abierto NGC1981 y probar de dibujarlo lo mejor que pude:
Si podemos abstraernos de las maravillas que lo rodean... NGC1981, situado a unos 1.500 años luz de distancia, se presenta como un cúmulo abierto realmente espectacular.
A pesar de la luz de Luna, conté más de una docena de estrellas, todas de un color azul metálico precioso, que constituían una característica forma de M.
En la parte inferior del dibujo se “colaron” 42 y 45 Orionis, dos estrellas de un marcado color blanco que no pertenecen a este cúmulo, sino a NGC1977, una nebulosa de emisión y reflexión, que en esa ocasión, no pude distinguir.
Estuve un buen rato disfrutando del espectáculo y quedé bastante contento con el dibujo, a pesar de escapárseme un regalo añadido en los límites exteriores de la “M”: la estrella doble STF750, formada por una componente de magnitud 6,4, blancuzca, acompañada a una distancia de 4,2” por otra de magnitud 8,4 de color rojizo... un buen pretexto para volver a visitar NGC1981 en la próxima ocasión que decida volver a echar una mirada al gran cazador de las noches de invierno...
martes, 1 de diciembre de 2009
NGC1491 - Nebulosa de emisión en Perseus
El 8 de diciembre de 2007 pude aprovechar unos cielos bien oscuros, sin nubes y con un seeig 3/5 (Siendo 5 excelente). Algo poco habitual que me permitió montar mi Celestron SC 5i (127mm) e intentar observar objetos que, en mi día a día, no puedo ver ni por asomo.
Empecé a las 22,15 h. T.U. con NGC 1491, una nebulosa de emisión en la constelación de Perseus que abarca una superficie de 3.0 x 3.0' y se encuentra a 12.000 años luz.
Para poder verla utilicé el ocular de 40mm (x31,25) y el filtro UHC. Se apreciaba como una manchita blancuzca de forma redondeada, aunque un poco irregular.
Es terriblemente dificil su observación, primero, porqué con el filtro UHC tenía que poner el ojo en una posición determinada que resultaba muy crítica (a la que me movía un poco pasaba a no ver nada de nada). Y segundo, porqué se encontraba en el zenit y tenía que mantener una postura realmente incómoda. Evidentemente, la adaptación a la oscuridad era indispensable.
Este fue uno de mis primeros dibujos y no me resultó nada facil
En primer lugar, sin utilizar ningún tipo de filtro, localicé la zona donde debería estar la nebulosa. Gracias a los cielos oscuros con los que estaba disfrutando, pude ver un gran número de estrellas, pero en el dibujo decidí tan sólo incluir las más brillantes, ya que mi objetivo principal era la nebulosa.
Posteriormente, puse el filtro UHC y procedí a dibujarla. Complicado. A la que apartaba la vista del ocular y encendía la linterna roja para dibujar, tardaba después un buen rato a recuperar la sensibilidad del ojo para volver a distinguir la nebulosa.
NGC 1491 es de aquéllos objetos complicados de observar con telescopios de poca abertura... y cuando se consigue, no resultan demasiado agradecidos. A pesar de ello, fue una bonita experiencia el intentar exprimir al máximo las posibilidades de mi telescopio.
Empecé a las 22,15 h. T.U. con NGC 1491, una nebulosa de emisión en la constelación de Perseus que abarca una superficie de 3.0 x 3.0' y se encuentra a 12.000 años luz.
Para poder verla utilicé el ocular de 40mm (x31,25) y el filtro UHC. Se apreciaba como una manchita blancuzca de forma redondeada, aunque un poco irregular.
Es terriblemente dificil su observación, primero, porqué con el filtro UHC tenía que poner el ojo en una posición determinada que resultaba muy crítica (a la que me movía un poco pasaba a no ver nada de nada). Y segundo, porqué se encontraba en el zenit y tenía que mantener una postura realmente incómoda. Evidentemente, la adaptación a la oscuridad era indispensable.
Este fue uno de mis primeros dibujos y no me resultó nada facil
En primer lugar, sin utilizar ningún tipo de filtro, localicé la zona donde debería estar la nebulosa. Gracias a los cielos oscuros con los que estaba disfrutando, pude ver un gran número de estrellas, pero en el dibujo decidí tan sólo incluir las más brillantes, ya que mi objetivo principal era la nebulosa.
Posteriormente, puse el filtro UHC y procedí a dibujarla. Complicado. A la que apartaba la vista del ocular y encendía la linterna roja para dibujar, tardaba después un buen rato a recuperar la sensibilidad del ojo para volver a distinguir la nebulosa.
NGC 1491 es de aquéllos objetos complicados de observar con telescopios de poca abertura... y cuando se consigue, no resultan demasiado agradecidos. A pesar de ello, fue una bonita experiencia el intentar exprimir al máximo las posibilidades de mi telescopio.
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