En la entrada de observación del cúmulo abierto
NGC225,
Joan Lluís Ferrer me sugirió que apuntara el telescopio hacia dos pequeños cúmulos situados en la constelación de Cassiopeia que le habían resultado especialmente atractivos. Se trataba de NGC7788 y NGC7790.
Después de la experiencia que tuve con NGC225, en la que confundí el pequeño cúmulo con las estrellas más brillantes que me aparecían en el campo del ocular, esta vez quise curarme un poco en salud y previamente miré la extensión de ambos cúmulos viendo que NGC7788 abarca unos 4’ y NGC7790 unos 5’.
Y menos mal que lo hice de esta manera, ya que, en un primer momento, volví a pensar que NGC7788 no era el pequeño cúmulo que en realidad es, sino que era el conjunto algo disperso de estrellas más brillantes que veía a través de mi SC de 235mm.
Pero vayamos por partes.
El 6 de noviembre de 2015 me encontraba disfrutando de una noche despejada, sin Luna, con estabilidad atmosférica, desde los cielos oscuros de mi pueblo, es decir, una noche ideal. Sin embargo, lo más significativo es que en esta noche de noviembre estábamos a unos 18ºC.
No sé si debe tratarse del cambio climático, o si es algún efecto del fenómeno del Niño, pero el caso es que no es muy normal alcanzar esta temperatura a las 20h 20m hora local en mi zona durante una noche de noviembre.
Aunque no voy a quejarme demasiado de ello. Las frías y gélidas noches de invierno pueden llegar a convertirse en un verdadero suplicio para los aficionados a la astronomía.
El caso es que me había preparado una serie de cúmulos abiertos para observar y entre ellos se encontraban NGC7788 y NGC7790, separados por sólo unos 15’.
Con la intención de poderlos ver en el mismo campo del ocular utilicé el Hyperion Aspheric de 31mm, que me proporcionaba una visión de 57’ y un aumento de 75x.
Y este es el dibujo que hice de lo que fui viendo a medida que adaptaba la vista a la oscuridad:
Y aquí rotulado:
Lo primero que me llama la atención es el rico campo estelar que aparece nada más poner el ojo en el ocular, y automáticamente, mi atención se dirige hacia la estrella HIP118090, que con una magnitud de 6,6 y una clase espectral M0 se muestra de un color anaranjado muy potente y sugerente.
En el dibujo es la que queda a la izquierda.
A partir de ella no resulta complicado localizar a NGC7790, que se encuentra unos 15’ al nordeste. Presenta unas cinco estrellas que destacan sobre el resto por su brillo, mientras que en dirección este aparece una pequeña cascada de débiles estrellas más compactadas que las más brillantes. Calculo que rondarán la mag. 13.
Entonces decido ir a la caza de NGC7788 y es cuando me despisto un poco. En principio, me da la sensación de tratarse del conjunto de estrellas brillantes y dispersas que aparecen en la parte superior derecha del dibujo, pero sabiendo que debería tener un tamaño similar a NGC7790, me fijo un poco más hasta darme cuenta de su presencia justo al lado de cuatro estrellas en forma de paralelogramo.
Me recuerda en cierta manera a un pequeño racimo de uvas. Una estrella brillante flanqueada por otras dos más débiles, y debajo de ellas un grupito estelar bastante débil que me resulta algo complicado de percibir con claridad.
Sea como sea, una vez localizados los cúmulos, adaptada la vista a la oscuridad y dominando la disposición estelar de esta rica zona, su visión es realmente sugerente.
En ese momento no se me ocurrió (fallo mío), pero debería haber forzado más los aumentos para intentar cazar el mayor número de componentes de ambos cúmulos. Deberá esperar a una próxima visita.
Lo que sí hice fue una rápida foto testimonial con mi Nikon D5100. Es una toma única y sin demasiada calidad, pero muestra bastante bien la zona.
NGC7790 fue descubierto el 16 de diciembre de 1788 por William Herschel y su estudio ha permitido descubrir que contiene tres variables cefeidas, QX, CEab y CF Cas que han permitido establecer que se encuentra a una distancia de unos 9.600 años luz y que tiene una edad aproximada de 56 millones de años.
Como curiosidad, comentar que CEab Cas es la primera estrella doble conocida que se encuentra compuesta por dos estrellas variables cefeidas. Separadas por unas 8.000 unidades astronómicas, CEa presenta un periodo de 5,14 días, mientras que el de CEb es de 4,47 días.
NGC7788 lo descubrió John Herschel en 1829. Está situado a unos 7.740 millones de años luz y se ha estimado una edad de 39 millones de años. En definitiva, más joven y cercano que NGC7790.
Seguro que volveré a visitar esta interesante zona para exprimir un poco más a NGC7788 y a NGC7790 observándolos a mayores aumentos e intentar cazar alguno de los cúmulos abiertos que se encuentran en las cercanías como pueden ser King 12, Frolov 1 ó Be 58.