Por un lado, imaginarme planetas con dos o más soles en sus cercanías, es un buen ejercicio para reflexionar sobre lo diferente que sería nuestra vida en la Tierra si el Sol hubiera tenido una compañera.
Por otro lado, la componente estética que proporcionan los diferentes colores de las estrellas, sus magnitudes, separaciones... difícilmente se aprecian en otros objetos celestes.
Tengo también los retos de poder “desdoblar” componentes extremadamente cercanas o ver puntitos débiles de luz que se ven canibalizados por el fulgor del brillo de la estrella principal...
Y, lamentablemente, por una razón eminentemente práctica: la contaminación lumínica de mi lugar habitual de observación me impide centrarme en objetos difusos de espacio profundo, pero me respeta una gran cantidad de estrellas dobles.
Entiendo que haya gente que no se sienta atraída especialmente por la observación de estrellas dobles, pero todo el mundo tiene que reconocer que hay una serie de estrellas dobles o múltiples que merecen ser observadas, por lo menos, una vez en la vida.
Dos de éstas las podemos encontrar en la constelación de la Lyra. Dos que más que estrellas dobles, las podemos considerar dobles/dobles, ya que podemos encontrar dos bonitas parejas en el mismo campo del ocular. Estoy hablando de la conocida Epsilon Lyrae, y la menos conocida STF2470/STF2474.
La noche del 14 de junio de 2008, con cierta luz crepuscular y la Luna al 71% me puse a observar con detenimiento la Epsilon Lyrae con prismáticos 10x50 y mi Celestron Nexstar 5i de 127mm.
Esta es una doble que tendría que ver todo buen aficionado a la astronomía y a la que vale la pena dedicarle un buen rato. Lo ideal sería comenzar a observarla con unos prismáticos y después coger el telescopio e ir pasando por todos los aumentos posibles hasta llegar a los máximos que nos permita la noche.
Y así lo hice. Empecé a observarla con los prismáticos 10x50. La vi como una preciosa doble y a partir de ella me permití dar una rápida vuelta por el trazado de la constelación de la Lyra.
Cogí el telescopio y empecé a 50x. Curiosamente, perdió un poco su gracia debido a la excesiva separación que ofrecía, aunque el ver dos gemelas tan brillantes en el mismo campo fue un buen aliciente.
A 69x noté las estrellas, más que alargadas, un poco amorfas. Y a 125x, oh sorpresa, las desdoblé y pude disfrutar de esta exigente doble/doble. Las vi todas de color blanco, aunque con diferentes matices.
A 208x aprecié mucho mejor la separación, pero encuentré más agradable su visión a 125x.
En definitiva, una doble/doble espectacular que representa una buena prueba para el telescopio, las condiciones de observación y para nosotros mismos.
Esta fotografía la hice el pasado 23 de junio de 2010 con mi nuevo telescopio Celestron de 9,25” y la cámara DBK a foco primario:
A continuación comento otra doble/doble de Lyra que, curiosamente, no es tan conocida entre los aficionados. Y digo curiosamente, porqué para pequeños telescopios puede resultar mucho más asequible y atractiva que no Epsilon Lyrae.
STF2470/STF2474, también conocida como la “doble espejo”, pude observarla por primera vez el 12 de junio de 2008, y lo primero que anoté cuando la vi fue una sola palabra: SENSACIONAL.
A 50x ya se desdobla claramente y a 69x mantiene una visión espléndida. No es necesario forzar más los aumentos.
La componente principal de STF 2474 (HIP94076, la de abajo del dibujo) la vi amarilla de un bonito color amarillo. Más tarde leería que es, a su vez, una doble espectroscópica, por lo que estamos hablando, en realidad, de un sistema triple. Se encuentra a unos 160 años luz de distancia. La estrella secundaria de STF 2474 (HIP94039) la vi entre amarilla y blanca y se encuentra a unos 152 años luz. Lo más impresionante de todo es que se ha descubierto un planeta orbitando esta estrella.
Lo que comentaba al principio. ¿Nos imaginamos nuestra Tierra con tres soles?
De STF 2470, blanca la principal (HIP94043) a unos 1331 años luz; y entre azul y blanca la secundaria (HIP94039) a 490 años luz.
Para completar el bonito escenario encontramos a la estrella TYC2648-965-1 que brilla con magnitud 8,9 formando un triángulo con ambas dobles.
Me gustó tanto que decidí intentar sacar una foto. Cogí la Nikon D70S y la puse a foco primario del SC Nexstar 5i (127mm):
La constelación de la Lyra está llena de objetos realmente impresionantes, no olvidemos la misma Vega, M57, M56, la variable Beta Lyrae (Sheliak), NGC 6791, NGC 6765... y un buen número de dobles... pero aconsejo siempre que se pueda, echarle un vistazo a las dobles/dobles de la constelación.