Clavius es uno de los mayores cráteres que podemos observar en la Luna y, para ser sinceros, representa una de las mejores opciones para los principiantes.
Sin ir más lejos, Clavius fue uno de los primeros objetivos sobre los que dirigí mi recién estrenada cámara Neximage de Celestron hacia el 2005:
Está situado en el sur lunar y puede distinguirse incluso con unos simples prismáticos. Tiene un diámetro de 225 km y se formó durante el período Nectariano, hace unos 3.920 millones de años... que está pronto dicho.
Lo ideal es observarlo durante la novena noche a partir de Luna Nueva, y es muy curioso hacerlo cuando la luz del terminador va pasando a lo largo del cráter. En ese instante se puede comprobar que Clavius es un cráter muy peculiar: la luz solar se refleja antes en fondo del cráter que no en las zonas próximas a sus murallas. Esto es debido a que presenta una forma convexa.
La noche del 21 de julio de 2010 no se puede decir que fuera una noche ideal de observación. En el cielo había más nubes que claros, soplaba el viento, y en consecuencia, el seeing no pasaba de 2-3/5 (Siendo 5=óptimo). Además, los rayos del Sol ya se habían adueñado de la práctica totalidad de Clavius.
Pero hacía muchos días que por motivos de trabajo, familiares y/o por causas meteorológicas, no podía sacar el telescopio. Así que no me hice mucho de rogar e intenté sacarle partido a la noche.
Este es el dibujo que hice:
Lo primero que me llamó la atención fue lo grande que es, y lo segundo, los cinco-seis cráteres de su interior en forma de “media luna”. A menudo, los astrónomos aficionados utilizan Clavius para hacer un test de calidad de sus telescopios, intentando distinguir el mayor número de cratercillos que se encuentran en el fondo de Clavius. Sinceramente, esta noche, debido a las condiciones de observación, me abstuve de realizar ningún tipo de esperimento.
Disfruté un buen rato con la observación de Porter, un cráter de 53 km de diámetro que se encuentra sobre la muralla norte de Clavius. Con Rutherfurd (Que no Rutherford), con un diámetro similar a Porter pero que se encuentra enfrente, encima de la muralla sur de Clavius. Una bonita simetría.
Luego me centré en los cráteres de la “media luna”. Partiendo de Rutherfurd, con 55km de diámetro, pasé por Clavius D (28km), Clavius C (21km), Clavius N (13km) y Clavius J (12km.). Curiosa la forma de conjunto y el hecho de ir decreciendo en tamaño.
Para acabar (las nubes y el viento molestaban más de lo razonablemente soportable), intenté distinguir algunos de los cratercillos que dominan la zona suroeste del cráter. Pude ver unos cuantos, pero sin demasiada definición.
Comentar que a pesar de los imponderables, me decidí a observar con mi ocular Takahashi de 7,5mm y la barlow x2, dándome unos escandalosos 332x con una vista aceptable. Lo que viene a demostrar otra vez que los límites teóricos de un telescopio pueden verse fácilmente superados cuando observamos la Luna.
Sabía que no sacaría una buena fotografía. Las condiciones de la noche no invitaban, pero con todo, quise inmortalizar el momento con esta foto (muy mejorable) hecha con el SC de 127mm, la barlow x2 y la DBK:
domingo, 25 de julio de 2010
domingo, 18 de julio de 2010
STF 2816 y STF 2819 en Cepheus
Esta es la vista general que tuve el pasado 10 de julio de 2010 con mi Celestron SC de 127mm a 69,44x:
En este campo tremendamente rico y espectacular encontramos STF2816, una impresionante estrella múltiple con una separación apta para todos los públicos.
Entre la gran cantidad de estrellas que poblan la zona a 50x, podemos también disfrutar de otra doble del catálogo de Struve, la STF2819, pero ante un panorama tan espectacular, es lo de menos.
De todas formas, intento centrarme en mi principal objetivo, que nos es otro que STF2816. Y sinceramente, no me resulta difícil... a pesar que también a 69x puedo disfrutar de la compañía de STF2819, de multitud de estrellas... y de un satélite artificial que precisamente pasa por el campo hacia las 22h 25m T.U.
Pongo los 125x y continúan viéndose en el mismo campo ambas estrellas, sin embargo ya quedan demasiado en la periferia como para ofrecer una vista atractiva. Así que, ahora sí, me centro en STF2816.
Dejo un rato el lápiz y los papeles, apago la linterna roja, pongo el ojo en el ocular... y, boquiabierto, estoy un buen rato disfrutando de los colores y de la disposición peculiar de esta tríada estelar. Bueno, tríada para mí y para mi telescopio, ya que consultando los datos del catálogo del WDS veo lo siguiente:
21390+5729 MIU 2Aa,Ab - AP: 248º - Sep. 0.1” - Mag. 5.73 / -
21390+5729 BU 1143AB – AP: 317º - Sep. 1.8” – Mag. 5.73 / 13.3
21390+5729 STF2816AC – AP: 120º - Sep. 11.9” – Mag. 5.73 / 7.48
21390+5729 STF2816AD – AP: 339º - Sep. 20.2” – Mag. 5.73 / 7.53
21390+5729 GUI 36CD – AP: 325º - Sep. 29.9” – Mag. 7.48 / 7.53
21390+5729 FLE 3DE - AP: 351º - Sep. 55.3” – Mag. 7.53 / 13.19
... una bonita família con la que, actualmente, sólo tengo relación con tres componentes...
En el centro, la principal brilla con una tonalidad amarillenta muy marcada y se encuentra flanqueada por dos estrellas gemelas (entre ellas) con unos colores azulados, más cerca del azul celeste que otra cosa. Realmente sensacional. Muy, pero que muy bonita, y de visita obligada.
Hago una parada en mi observación para hacerle una foto con la cámara DBK a foco primario de mi SC Celestron Nexstar 5i:
Vuelvo a poner el ojo en el ocular, pero esta vez para centrarme en STF2819.
Es triste, pero esta pareja se tiene que conformar con hacer de comparsa de la magnífica STF2816, pero es el peaje a pagar cuando una se encuentra con compañeros de viaje tan espectaculares.
A 50x ya se desdobla, pero como he comentado antes con STF2819, es necesario poner 125x para no distraernos con otras cosas. Y a estos aumentos descubro la tímida belleza de STF 2819.
La principal la veo de color entre amarillento y blanquecino, mientras que la secundaria ofrece una cierta tonalidad azulada. Lástima que su poco brillo no ayude a resaltar sus atractivos.
En definitiva, una zona que merece la pena una visita para disfrutarla con calma. No defraudará en absoluto.
PD - A posteriori he podido comprobar que STF 2816 y STF 2819 se encuentran enmarcadas en el cúmulo abierto Trumpler 37 con su nebulosidad asociada IC 1396, por lo que deduzco que con instrumentos de mayor abertura y cielos más oscuros, la vista debe ser impagable.
En este campo tremendamente rico y espectacular encontramos STF2816, una impresionante estrella múltiple con una separación apta para todos los públicos.
Entre la gran cantidad de estrellas que poblan la zona a 50x, podemos también disfrutar de otra doble del catálogo de Struve, la STF2819, pero ante un panorama tan espectacular, es lo de menos.
De todas formas, intento centrarme en mi principal objetivo, que nos es otro que STF2816. Y sinceramente, no me resulta difícil... a pesar que también a 69x puedo disfrutar de la compañía de STF2819, de multitud de estrellas... y de un satélite artificial que precisamente pasa por el campo hacia las 22h 25m T.U.
Pongo los 125x y continúan viéndose en el mismo campo ambas estrellas, sin embargo ya quedan demasiado en la periferia como para ofrecer una vista atractiva. Así que, ahora sí, me centro en STF2816.
Dejo un rato el lápiz y los papeles, apago la linterna roja, pongo el ojo en el ocular... y, boquiabierto, estoy un buen rato disfrutando de los colores y de la disposición peculiar de esta tríada estelar. Bueno, tríada para mí y para mi telescopio, ya que consultando los datos del catálogo del WDS veo lo siguiente:
21390+5729 MIU 2Aa,Ab - AP: 248º - Sep. 0.1” - Mag. 5.73 / -
21390+5729 BU 1143AB – AP: 317º - Sep. 1.8” – Mag. 5.73 / 13.3
21390+5729 STF2816AC – AP: 120º - Sep. 11.9” – Mag. 5.73 / 7.48
21390+5729 STF2816AD – AP: 339º - Sep. 20.2” – Mag. 5.73 / 7.53
21390+5729 GUI 36CD – AP: 325º - Sep. 29.9” – Mag. 7.48 / 7.53
21390+5729 FLE 3DE - AP: 351º - Sep. 55.3” – Mag. 7.53 / 13.19
... una bonita família con la que, actualmente, sólo tengo relación con tres componentes...
En el centro, la principal brilla con una tonalidad amarillenta muy marcada y se encuentra flanqueada por dos estrellas gemelas (entre ellas) con unos colores azulados, más cerca del azul celeste que otra cosa. Realmente sensacional. Muy, pero que muy bonita, y de visita obligada.
Hago una parada en mi observación para hacerle una foto con la cámara DBK a foco primario de mi SC Celestron Nexstar 5i:
Vuelvo a poner el ojo en el ocular, pero esta vez para centrarme en STF2819.
Es triste, pero esta pareja se tiene que conformar con hacer de comparsa de la magnífica STF2816, pero es el peaje a pagar cuando una se encuentra con compañeros de viaje tan espectaculares.
A 50x ya se desdobla, pero como he comentado antes con STF2819, es necesario poner 125x para no distraernos con otras cosas. Y a estos aumentos descubro la tímida belleza de STF 2819.
La principal la veo de color entre amarillento y blanquecino, mientras que la secundaria ofrece una cierta tonalidad azulada. Lástima que su poco brillo no ayude a resaltar sus atractivos.
En definitiva, una zona que merece la pena una visita para disfrutarla con calma. No defraudará en absoluto.
PD - A posteriori he podido comprobar que STF 2816 y STF 2819 se encuentran enmarcadas en el cúmulo abierto Trumpler 37 con su nebulosidad asociada IC 1396, por lo que deduzco que con instrumentos de mayor abertura y cielos más oscuros, la vista debe ser impagable.
domingo, 11 de julio de 2010
Mu Cephei - Variable Supergigante en Cepheus
Curiosamente, la constelación de Cepheus no contiene ningún objeto Messier. Sin embargo, al verse atravesada por el camino de la Vía Láctea ofrece un gran atractivo si la observamos con prismáticos.
Anteriormente ya comenté lo asequible y fácil que resulta el seguimiento de la preciosa variable (y doble) que es Delta Cephei:
http://laorilladelcosmos.blogspot.com/2010/07/delta-cephei-variable-y-doble-en.html
Y en sus alrededores podemos deleitarnos con Mu Cephei, una variable semirregular que oscila entre la magnitud 3,4 y la 5,1 en períodos que pueden ser desde 45 días hasta varios años y que se encuentra a unos 2.400 años luz de distancia.
Es muy fácil de localizar si partimos de la Alpha Cephei (Alderamin) en dirección hacia el triángulo que forman Zeta, Epsilon y Delta Cephei. En esta carta que adjunto he incluido entre paréntesis las magnitudes de las estrellas más significativas para facilitar la compativa de brillo en las variables de la zona:
Pero lo que más llama la atención de Mu Cephei no es tanto su variabilidad, sino el color que presenta. Su clase espectral de M2Ia no es muy común.
Según William Herschel, Mu Cephei muestra un marcado color “granate”. Sinceramente, granate, granate... yo no la veo. Pero naranja, muy naranja... sí.
Esta estrella es una supergigante roja, de hecho, una de las seis mayores que se conocen, y lo más impresionante es pensar que si Mu Cephei se encontrase en lugar de nuestro Sol, su diámetro alcanzaría más allá de la órbita de Saturno.
La evolución de las supergigantes puede llegar a convertirlas en una supernova, o incluso, en un agujero negro, dependiendo de su masa.
Ver con los prismáticos esta estrella anaranjada e intentar imaginar sus dimensiones y su futuro produce un vértigo considerable que me hace reflexionar sobre las maravillas que ofrece nuestro Universo.
La noche del 10 de julio de 2010 apunté el telescopio, mi SC Celestron Nexstar 5i de 127mm, hacia ella, y después de disfrutar un buen rato de su marcado color naranja, decidí, primero, hacer un dibujo de lo que veía a 50x:
Y a continuación, monté la cámara DBK y saqué un pequeño recuerdo de la noche:
Después de los recuerdos... cogí mis prismáticos 15x70 y me puse a echar un vistazo, más relajadamente, por la zona.
Primero me llamó la atención una tríada estelar que se encuentra entre Mu Cephei y Alderamin. Está formada por HIP105370 (mg. 6,09), HIP105357 (mg. 6,71) y HIP105342 (mg. 7.34). Su distribución en línea recta y equidistantes entre sí ofrece una vista curiosa.
Y volviendo a Mu Cephei, dirigiéndonos hacia Delta Cephei, nos toparemos con un curioso sistema estelar que casi alcanza la categoría de asterismo. Se trata de STT 461. Formado por cuatro estrellas brillantes de magnitud similar presenta una forma muy atractiva.
Lo más curioso es que después de estar un buen rato observándolas, me vino a la memoria un libro, bueno, más bien una ilustración: La boa digeriendo un elefante que aparece en “Le petit Prince” de Antoine Saint-Exupèry.
Curiosidades del subconsciente.
Eso sí, hay que mantener el pulso firme y disfrutar de buenos cielos para poder apreciarlo correctamente.
Para concluir la observación, después de echar un último vistazo a Delta Cephei y a Mu Cephei, apunté el telescopio con la cámara DBK hacia STT 461 e hice una fotografía de familia de despedida:
Anteriormente ya comenté lo asequible y fácil que resulta el seguimiento de la preciosa variable (y doble) que es Delta Cephei:
http://laorilladelcosmos.blogspot.com/2010/07/delta-cephei-variable-y-doble-en.html
Y en sus alrededores podemos deleitarnos con Mu Cephei, una variable semirregular que oscila entre la magnitud 3,4 y la 5,1 en períodos que pueden ser desde 45 días hasta varios años y que se encuentra a unos 2.400 años luz de distancia.
Es muy fácil de localizar si partimos de la Alpha Cephei (Alderamin) en dirección hacia el triángulo que forman Zeta, Epsilon y Delta Cephei. En esta carta que adjunto he incluido entre paréntesis las magnitudes de las estrellas más significativas para facilitar la compativa de brillo en las variables de la zona:
Pero lo que más llama la atención de Mu Cephei no es tanto su variabilidad, sino el color que presenta. Su clase espectral de M2Ia no es muy común.
Según William Herschel, Mu Cephei muestra un marcado color “granate”. Sinceramente, granate, granate... yo no la veo. Pero naranja, muy naranja... sí.
Esta estrella es una supergigante roja, de hecho, una de las seis mayores que se conocen, y lo más impresionante es pensar que si Mu Cephei se encontrase en lugar de nuestro Sol, su diámetro alcanzaría más allá de la órbita de Saturno.
La evolución de las supergigantes puede llegar a convertirlas en una supernova, o incluso, en un agujero negro, dependiendo de su masa.
Ver con los prismáticos esta estrella anaranjada e intentar imaginar sus dimensiones y su futuro produce un vértigo considerable que me hace reflexionar sobre las maravillas que ofrece nuestro Universo.
La noche del 10 de julio de 2010 apunté el telescopio, mi SC Celestron Nexstar 5i de 127mm, hacia ella, y después de disfrutar un buen rato de su marcado color naranja, decidí, primero, hacer un dibujo de lo que veía a 50x:
Y a continuación, monté la cámara DBK y saqué un pequeño recuerdo de la noche:
Después de los recuerdos... cogí mis prismáticos 15x70 y me puse a echar un vistazo, más relajadamente, por la zona.
Primero me llamó la atención una tríada estelar que se encuentra entre Mu Cephei y Alderamin. Está formada por HIP105370 (mg. 6,09), HIP105357 (mg. 6,71) y HIP105342 (mg. 7.34). Su distribución en línea recta y equidistantes entre sí ofrece una vista curiosa.
Y volviendo a Mu Cephei, dirigiéndonos hacia Delta Cephei, nos toparemos con un curioso sistema estelar que casi alcanza la categoría de asterismo. Se trata de STT 461. Formado por cuatro estrellas brillantes de magnitud similar presenta una forma muy atractiva.
Lo más curioso es que después de estar un buen rato observándolas, me vino a la memoria un libro, bueno, más bien una ilustración: La boa digeriendo un elefante que aparece en “Le petit Prince” de Antoine Saint-Exupèry.
Curiosidades del subconsciente.
Eso sí, hay que mantener el pulso firme y disfrutar de buenos cielos para poder apreciarlo correctamente.
Para concluir la observación, después de echar un último vistazo a Delta Cephei y a Mu Cephei, apunté el telescopio con la cámara DBK hacia STT 461 e hice una fotografía de familia de despedida:
sábado, 10 de julio de 2010
Delta Cephei - Variable y doble en Cepheus
Delta Cephei es el prototipo de las estrellas variables conocidas como Cepheidas. Este tipo de variables se caracterizan por ser estrellas pulsantes que se contraen y expanden de una forma más o menos regular.
Para los que no estamos acostumbrados a hacer el seguimiento de estrellas variables, nos encontramos ante una buena oportunidad para adentrarnos en este mundo. Podemos apreciar el cambio de brillo de esta estrella a lo largo de unos pocos días. Más concretamente, Delta Cephei, tiene un periodo muy asequible de tan sólo 5,366 días.
Pasa de brillar en su máximo con una magnitud de 3,5 hasta su mínimo de 4,4, una diferencia de brillo perfectamente detectable con unos simples prismáticos. El campo de visión que nos proporcionan nos permite tomar como referencia de sus cambios de magnitud las vecinas Zeta Cephei (3,6) que corresponde aproximadamente a su magnitud más brillante, y Epsilon Cephei (4,2), próxima a su magnitud menos brillante.
La constelación de Cepheus, donde encontraremos Delta Cephei, no presenta ninguna dificultad a la hora de localizarla, ya que se encuentra entre dos constelaciones fácilmente reconocibles: Cygnus y Cassiopeia.
Como curiosidad comentar que Delta Cephei alcanza su máximo en un día y medio, mientras que cae al mínimo en un periodo de 4 días. Lo mejor es observarla una vez cada noche (siempre que el tiempo lo permita...)
Para hacer las estimaciones de magnitud se puede utilizar el método de Argelander, que ya comenté en la entrada de Beta Lyrae:
http://laorilladelcosmos.blogspot.com/2010/05/beta-lyrae-sheliak-una-doble-variable.html
Y si no estamos seguros de nuestra capacidad de interpretación del brillo, podemos compararla con la de otros aficionados más experimentados:
http://www.aavso.org/apps/webobs/results/?star=DEL+CEP&num_results=200
Por cierto, después de hacer las estimaciones de magnitud, aconsejo echar un vistazo a Mu Cephei, una estrella variable que presenta un color granate muy atractivo y que merece una entrada futura.
Pero Delta Cephei no sólo es variable, sino que es una preciosa doble. Eso sí, para desdoblarla necesito el telescopio:
La noche del 9 de julio de 2010 en medio de las nubes bajas que se iban adueñando del cielo pude observarla con el Celestron Nexstar 5i de 127mm.
Delta Cephei es más conocida por su condición de variable que por ser doble, sin embargo, como doble es una verdadera maravilla, y lo mejor, apta para todo tipo de aberturas.
La componente principal, de clase espectral F5Iab, presenta un color amarillo muy marcado. Tan marcado como el azul celeste de la secundaria (A0)... y ambas realmente brillantes.
A 50x es como la veo mejor, y sinceramente, no son necesarios más aumentos. Por cierto, la estimación de brillo de la noche para la principal fue de 3,9.
Este es el dibujo que hice con el Photoshop:
En conclusión, una estrella preciosa como doble y una muy interesante y asequible variable.
Para los que no estamos acostumbrados a hacer el seguimiento de estrellas variables, nos encontramos ante una buena oportunidad para adentrarnos en este mundo. Podemos apreciar el cambio de brillo de esta estrella a lo largo de unos pocos días. Más concretamente, Delta Cephei, tiene un periodo muy asequible de tan sólo 5,366 días.
Pasa de brillar en su máximo con una magnitud de 3,5 hasta su mínimo de 4,4, una diferencia de brillo perfectamente detectable con unos simples prismáticos. El campo de visión que nos proporcionan nos permite tomar como referencia de sus cambios de magnitud las vecinas Zeta Cephei (3,6) que corresponde aproximadamente a su magnitud más brillante, y Epsilon Cephei (4,2), próxima a su magnitud menos brillante.
La constelación de Cepheus, donde encontraremos Delta Cephei, no presenta ninguna dificultad a la hora de localizarla, ya que se encuentra entre dos constelaciones fácilmente reconocibles: Cygnus y Cassiopeia.
Como curiosidad comentar que Delta Cephei alcanza su máximo en un día y medio, mientras que cae al mínimo en un periodo de 4 días. Lo mejor es observarla una vez cada noche (siempre que el tiempo lo permita...)
Para hacer las estimaciones de magnitud se puede utilizar el método de Argelander, que ya comenté en la entrada de Beta Lyrae:
http://laorilladelcosmos.blogspot.com/2010/05/beta-lyrae-sheliak-una-doble-variable.html
Y si no estamos seguros de nuestra capacidad de interpretación del brillo, podemos compararla con la de otros aficionados más experimentados:
http://www.aavso.org/apps/webobs/results/?star=DEL+CEP&num_results=200
Por cierto, después de hacer las estimaciones de magnitud, aconsejo echar un vistazo a Mu Cephei, una estrella variable que presenta un color granate muy atractivo y que merece una entrada futura.
Pero Delta Cephei no sólo es variable, sino que es una preciosa doble. Eso sí, para desdoblarla necesito el telescopio:
La noche del 9 de julio de 2010 en medio de las nubes bajas que se iban adueñando del cielo pude observarla con el Celestron Nexstar 5i de 127mm.
Delta Cephei es más conocida por su condición de variable que por ser doble, sin embargo, como doble es una verdadera maravilla, y lo mejor, apta para todo tipo de aberturas.
La componente principal, de clase espectral F5Iab, presenta un color amarillo muy marcado. Tan marcado como el azul celeste de la secundaria (A0)... y ambas realmente brillantes.
A 50x es como la veo mejor, y sinceramente, no son necesarios más aumentos. Por cierto, la estimación de brillo de la noche para la principal fue de 3,9.
Este es el dibujo que hice con el Photoshop:
En conclusión, una estrella preciosa como doble y una muy interesante y asequible variable.
martes, 6 de julio de 2010
STF1964-STF1965 - Dobles en el mismo campo en Corona Borealis
La noche del 2 de julio de 2010 observando unas cuantas dobles en la constelación de Corona Borealis me encontré con una agradable sorpresa. A 50x la doble Zeta Coronae Borealis (STF1965) y STF1964 se encontraban dentro del mismo campo ofreciendo un bonito espectáculo... que sólo había hecho que empezar.
Este es el dibujo que hice:
Después de estar un buen rato disfrutando de la visión de conjunto decido centrarme en cada una de las dobles. Empiezo por Zeta CRB.
A 50x ya se desdobla perfectamente, pero es a 69x como la veo mejor. En un primer momento pueden parecer dos componentes gemelas, pero sólo es necesario fijarse un poco para darse cuenta que la principal, de un color blancuzco, es claramente más brillante. Su compañera, con un brillo un poco menos intenso, la veo con un color azul claro, muy ténue.
Muy bonita y asequible a pequeños telescopios. Finalmente pongo los 125x para comprobar que no pierde ni un ápice de su espectacularidad.
Este es el dibujo que hice con el Photoshop tal como la veía a 69x:
A continuación fui a la caza de STF1964:
Al decir que el espectáculo sólo había hecho que empezar, lo dije pensando en STF1964, ya que estamos ante una estrella quíntuple. La pena es que con mi abertura tan “sólo” puedo ver tres componentes.
El catálogo del Washington Double Star (WDS) presenta los siguientes datos para este sistema:
HU 1167AB AP: 80º / Sep. 1.3" Mag. 8.06 - 9.87
STF1964AC AP: 85º / Sep. 15.1” Mag. 7.85 - 8.06
STF1964AD AP: 84º / Sep. 14.8” Mag. 7.85 - 9.02
STF1964CD AP: 20º / Sep. 1.5” Mag. 8.07 - 9.02
WAK 1CE AP: 82º / Sep. 0.1” Mag. 8.07 - 8.2
A 50x, al igual que Zeta CRB, ya se desdobla perfectamente en dos componentes (AC), prácticamente gemelas apreciando unos tonos blanquecinos.
Viendo los datos pongo directamente los 250x... y me doy en cuenta enseguida que me encuentro ante un verdadero reto. De las componentes AB, nada de nada. En cambio, de CD, en momentos de calma atmosférica, me parece ver de manera bastante clara, las dos componentes perfectamente separadas. Hago la comprobación con el Starry Night... y efectivamente, he podido desdoblar un par de 1,6” de separación. Todo un éxito.
Este es el dibujo que he hecho con el Photoshop a 250x:
Una cosa está clara: sin una noche con buen seeing no vale la pena probarlo. Y otra cosa, este sistema, observado con un telescopio capaz de desdoblar AB puede ser realmente espectacular.
Pero incluso con mi pequeño SC de 127mm, vale mucho la pena hacer una visita a esta bonita parte de cielo.
Este es el dibujo que hice:
Después de estar un buen rato disfrutando de la visión de conjunto decido centrarme en cada una de las dobles. Empiezo por Zeta CRB.
A 50x ya se desdobla perfectamente, pero es a 69x como la veo mejor. En un primer momento pueden parecer dos componentes gemelas, pero sólo es necesario fijarse un poco para darse cuenta que la principal, de un color blancuzco, es claramente más brillante. Su compañera, con un brillo un poco menos intenso, la veo con un color azul claro, muy ténue.
Muy bonita y asequible a pequeños telescopios. Finalmente pongo los 125x para comprobar que no pierde ni un ápice de su espectacularidad.
Este es el dibujo que hice con el Photoshop tal como la veía a 69x:
A continuación fui a la caza de STF1964:
Al decir que el espectáculo sólo había hecho que empezar, lo dije pensando en STF1964, ya que estamos ante una estrella quíntuple. La pena es que con mi abertura tan “sólo” puedo ver tres componentes.
El catálogo del Washington Double Star (WDS) presenta los siguientes datos para este sistema:
HU 1167AB AP: 80º / Sep. 1.3" Mag. 8.06 - 9.87
STF1964AC AP: 85º / Sep. 15.1” Mag. 7.85 - 8.06
STF1964AD AP: 84º / Sep. 14.8” Mag. 7.85 - 9.02
STF1964CD AP: 20º / Sep. 1.5” Mag. 8.07 - 9.02
WAK 1CE AP: 82º / Sep. 0.1” Mag. 8.07 - 8.2
A 50x, al igual que Zeta CRB, ya se desdobla perfectamente en dos componentes (AC), prácticamente gemelas apreciando unos tonos blanquecinos.
Viendo los datos pongo directamente los 250x... y me doy en cuenta enseguida que me encuentro ante un verdadero reto. De las componentes AB, nada de nada. En cambio, de CD, en momentos de calma atmosférica, me parece ver de manera bastante clara, las dos componentes perfectamente separadas. Hago la comprobación con el Starry Night... y efectivamente, he podido desdoblar un par de 1,6” de separación. Todo un éxito.
Este es el dibujo que he hecho con el Photoshop a 250x:
Una cosa está clara: sin una noche con buen seeing no vale la pena probarlo. Y otra cosa, este sistema, observado con un telescopio capaz de desdoblar AB puede ser realmente espectacular.
Pero incluso con mi pequeño SC de 127mm, vale mucho la pena hacer una visita a esta bonita parte de cielo.
domingo, 4 de julio de 2010
La Luna Llena rojiza
El pasado 26 de junio de 2010 tuve la ocasión de observar la salida de la Luna Llena por detrás de las montañas que se encuentran enfrente de mi pueblo (lugar donde todavía se mantienen unos cielos oscuros envidiables).
No pude evitarlo. Cogí la cámara, y me puse a inmortalizar una vista que he tenido la suerte de presenciar muchas veces a lo largo de mi vida.
Mientras estaba haciendo la fotografía pensé: "Momentos como éste son los que han hecho que me guste tanto la astronomía".
Y así es. Presenciar una salida de la Luna Llena en plena Naturaleza es una experiencia que a poca gente deja indiferente.
Una de las razones de la belleza del momento es ese color rojizo que presenta nuestro satélite. La razón de esta tonalidad no es otra que la dispersión de la luz que nos llega de la Luna. Dispersión que se produce cuando la luz va atravesando las partículas de nuestra atmosféra.
Al encontrarse cerca del horizonte, la luz del Sol reflejada por la Luna tiene que atravesar más atmósfera antes de llegar a nuestras retinas. Las ondas de luz de color azul se dispersan con mayor facilidad que las rojizas (anaranjadas), que son las que, predominantemente nos llegan a nosotros ofreciendo ese atractivo color rojizo de la Luna. (Esta también es la razón por la que, durante el día, vemos el cielo azul).
Otro aspecto destacable es que parece que la Luna es más grande cuando sale que cuando se encuentra alta en el cielo. Y digo parece, porqué sólo es una ilusión óptica nuestra. En realidad, el tamaño de la Luna es el mismo a lo largo de todo su recorrido celeste.
Podemos dar una explicación científica a estos fenómenos, prueba de nuestra inteligencia como especie, pero considero que lo que realmente nos hace “humanos” es ser capaces de maravillarnos y disfrutar ante una Luna Llena rojiza que va subiendo por el horizonte hasta adueñarse con su potente brillo de la oscuridad de la noche.
No pude evitarlo. Cogí la cámara, y me puse a inmortalizar una vista que he tenido la suerte de presenciar muchas veces a lo largo de mi vida.
Mientras estaba haciendo la fotografía pensé: "Momentos como éste son los que han hecho que me guste tanto la astronomía".
Y así es. Presenciar una salida de la Luna Llena en plena Naturaleza es una experiencia que a poca gente deja indiferente.
Una de las razones de la belleza del momento es ese color rojizo que presenta nuestro satélite. La razón de esta tonalidad no es otra que la dispersión de la luz que nos llega de la Luna. Dispersión que se produce cuando la luz va atravesando las partículas de nuestra atmosféra.
Al encontrarse cerca del horizonte, la luz del Sol reflejada por la Luna tiene que atravesar más atmósfera antes de llegar a nuestras retinas. Las ondas de luz de color azul se dispersan con mayor facilidad que las rojizas (anaranjadas), que son las que, predominantemente nos llegan a nosotros ofreciendo ese atractivo color rojizo de la Luna. (Esta también es la razón por la que, durante el día, vemos el cielo azul).
Otro aspecto destacable es que parece que la Luna es más grande cuando sale que cuando se encuentra alta en el cielo. Y digo parece, porqué sólo es una ilusión óptica nuestra. En realidad, el tamaño de la Luna es el mismo a lo largo de todo su recorrido celeste.
Podemos dar una explicación científica a estos fenómenos, prueba de nuestra inteligencia como especie, pero considero que lo que realmente nos hace “humanos” es ser capaces de maravillarnos y disfrutar ante una Luna Llena rojiza que va subiendo por el horizonte hasta adueñarse con su potente brillo de la oscuridad de la noche.
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