sábado, 30 de noviembre de 2013

Cometa C/2012 S1 – ISON - Nevsky-Novichonok en su perihelio

El 21 de septiembre de 2012 los astrónomos Vitali Nevski y Artyom Novichonok del International Scientific Optical Network (ISON) descubrieron un nuevo cometa que fue catalogado como C/2012 S1 (ISON).

Copyright © 2012 by A. Novichonok (ISON-Kislovodsk Observatory, Russia)

En principio, esta noticia no tendría por qué ser más o menos importante que cualquier otro de los descubrimientos cometarios que se producen, pero ya desde un primer momento los astrónomos se dieron cuenta que no se encontraban ante un cometa normal.

El ISON fue descubierto cuando se encontraba entre las órbitas de Júpiter y Saturno a unas 6 UA (Unidades Astronómicas), o lo que es lo mismo, a unos 900 millones de kilómetros de la Tierra y presentaba una magnitud cercana a la 19, un brillo bastante alto en comparación con otros cometas situados a la misma distancia. Calculada su órbita se pudo comprobar que en su perihelio pasaría bastante cerca del Sol, aproximadamente a unos 1.860.000 kilómetros (0.0124 UA), con lo que según la composición del ISON, éste podría convertirse en un cometa extremadamente brillante.

Sin embargo, la historia no es siempre como uno se la imagina y aunque a nivel de brillo el C/2012 S1 no ha resultado tan extremado como se esperaba, su paso cerca del Sol ha representado una experiencia realmente emocionante y espectacular.

El 10 de abril de 2013 el telescopio espacial Hubble fotografió el cometa y se llegó a la conclusión que presentaba un núcleo de unos 5 ó 6 kilómetros, una coma de unos 5.000 km de diámetro y una cola que se extiende con unos 100.000 km de longitud. Pero su magnitud, estimada en 15,5, era bastante más débil de lo que se había previsto.

Credit: NASA, ESA, J.-Y. Li (Planetary Science Institute), and the Hubble Comet ISON Imaging Science Team

Poco a poco el cometa ISON se iba acercando a una velocidad de 684.000 kilómetros por hora y los astrónomos continuaban intrigados por cómo evolucionaría.

El 12-13 de noviembre de 2013 se produjo un estallido (“outburst”) en su núcleo que hizo que aumentara de golpe su brillo hasta llegar a la magnitud 5, pero lo que estaba claro era que no alcanzaría las optimistas expectativas de cuando fue descubierto. De hecho sólo llegó a estimarse un brillo de magnitud 4 hasta que el día 28 de noviembre a las 18h 25m T.U. el cometa alcanzó su perihelio.

Ninguno de estos días fui capaz de observarlo con mi telescopio. Unos días por mal tiempo y otros por qué no me era posible por cuestiones laborales-familiares. El caso es que me tuve que contentar con empezar el seguimiento de este cometa a través de las imágenes proporcionadas por los diferentes instrumentos de la sonda SOHO. Y realmente, valió la pena.

El ISON empezó a verse a través del LASCO C3, y su evolución se pudo apreciar perfectamente. Desde su llegada a las inmediaciones del Sol; su paso por el perihelio, que provocó un descenso brusco de brillo y el alejamiento de lo que queda de él:



También pudo observarse desde con el LASCO C2:



¿Ha sobrevivido el cometa?, ¿Tendré ocasión de observarlo con mi telescopio? De momento me limito a transcribir las palabras del astrofísico del IAC Javier Licandro:

“Aún es pronto para certificar la destrucción del núcleo del cometa ISON, la información que tenemos no es concluyente.

Como era de esperar la cola sigue allí. Hay que recordar que la cola está formada por el polvo y gas que salió del cometa mayoritariamente antes del encuentro y aunque el núcleo estuviera destruido y el cometa por tanto no emitiera más polvo, seguiríamos viendo esta cola durante días hasta que el polvo se disperse en el espacio.

Los cambios que se ven en la forma de la cola se deben principalmente a que la perspectiva desde la que estamos viendo al cometa ha ido cambiando muy rápidamente dado que él se ha movido muy rápidamente en su órbita.

La cola de un cometa suele tener una forma como de abanico con el polvo disperso en el plano de la órbita del cometa, y dependiendo de la perspectiva en la que se observa se puede ver como una larga cola fina o un abanico más o menos alargado. Pero no es de esperar que la cola haya cambiado casi nada en sólo un par de días.

Probablemente, en cuanto el cometa se aleje y vuelva a aparecer en el crepúsculo, podrá verse lo que quede de cola y coma, y veremos entonces si el núcleo ha sobrevivido y sigue emitiendo material.” (http://www.iac.es/cosmoeduca/Cometa_ISON.html)

Por mi parte sólo me queda mantener la ilusión de ver el C/2012 S1, o lo que quede de él y, pase lo que pase, recordar estos días en los que he aprendido un poco más sobre estos vecinos lejanos de nuestro Sistema Solar y deleitarme con las sensacionales fotografías de Damian Peach.


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Actualización, 1 de diciembre de 2013:

He elaborado un vídeo desde la aplicación de la web www.helioviewer.org donde aparece el paso completo del cometa ISON por su perihelio. Espero que lo disfrutéis tanto como yo:


SDO (NASA), SOHO (ESA/NASA), STEREO (NASA), GSFC, LMSAL, SDAC, Stanford University, MSU/SDO-FFT


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jueves, 28 de noviembre de 2013

NGC7814 - Galaxia en Pegasus

NGC7814 es una galaxia ubicada en la constelación de Pegasus, a unos 2º y medio al oeste/noroeste de Gamma Pegasi (Algenib).

Generada con Cartes du Ciel

Situada a unos 49 millones de años luz, fue descubierta en 1784 por William Herschel. Se trata de una galaxia espiral de clase Sa-b que se extiende a lo largo de 79.000 años luz.

Brilla con una magnitud visual de 10,6, lo que podría sugerir que es fácil de observar, sin embargo, al ocupar una superficie de cielo que abarca 5,5’x2,3’, su brillo se diluye en ella, provocando que debamos dedicarle más esfuerzos que los que en un primer momento pudiéramos pensar.

Lo más habitual es que para observar galaxias sean necesarios unos cielos oscuros y buena abertura de telescopio, y con NGC7814 no resulta una excepción. De todas maneras la noche del 31 de octubre de 2013 su observación me supo a gloria.

La explicación es sencilla. Previamente había apuntado hacia la zona donde debería encontrarse el Quinteto de Stephan, el famoso grupo compacto de 5 galaxias en la misma constelación de Pegasus al cual llevo persiguiendo desde hace algunos años.

En esta ocasión, después de estar un buen rato escrutándolo, sólo he sido capaz de ver dos galaxias… y media, de las cinco que forman el conjunto. He quedado tan decepcionado que ni me he animado a hacer un pequeño boceto. Así que cuando he ido a observar NGC7814 y nada más poner el ojo en el ocular ya la he podido percibir con claridad, me ha cambiado el ánimo por completo.

Este es el dibujo que hice a 146,88x que me proporcionaba mi SC de 235mm y el Nagler de 16mm:



Pero bien mirado, no sé de qué me alegré tanto. NGC7814 es una galaxia barrada, y con buenas condiciones de la noche y un telescopio de buena abertura debería ser posible observar esa línea de polvo que la atraviesa de parte a parte. De hecho, también se la conoce como el “Pequeño Sombrero”, al compararla con la espectacular M104. El parecido, sobretodo en fotografía es realmente sorprendente:

http://apod.nasa.gov/apod/ap131025.html

Sin embargo, en visual, por lo menos con mi experiencia durante esta noche, nada que ver.

Adaptando bien la vista a la oscuridad puedo percibir un núcleo brillante, grande y ovalado y cuando utilizo la vista lateral, lo noto rodeado por un pequeño halo, halo que desaparece en cuando miro fijamente la galaxia.

Estoy un buen rato con NGC7814 intentando distinguir su barra central, pero siendo sincero, no he visto ni rastro de ella. De todos modos, cuando he decidido que no sería capaz de exprimirla más, me he limitado a observar con tranquilidad y sosiego y he llegado a la conclusión de que se trata de una galaxia agradecida. Con paciencia, buenas condiciones de observación y un telescopio de abertura generosa puede llegar a ser verdaderamente espectacular.

sábado, 23 de noviembre de 2013

NGC7640 - Galaxia en Andromeda

Cuando visito la zona de la constelación de Andromeda nunca me olvido de apuntar el telescopio hacia M31 y sus vecinas M32 y M110; tampoco olvido deleitarme con la belleza cromática de Almach y con el azul marcado de NGC7662, una de mis planetarias preferidas. Y normalmente, no voy más allá.

Sin embargo la noche del 31 de octubre de 2013 aprovechando unos cielos oscuros y mi SC de 235mm decidí echar un vistazo a una galaxia no muy conocida debido precisamente a su prominente vecindario. Se trata de NGC7640.

Situada a unos 29 millones de años luz de distancia, NGC7640 es una espiral barrada del tipo SB con una magnitud estimada de 10,9 y que se extiende a lo largo y ancho de 10,5’ x 2’ de cielo.

Este es el dibujo que hice a 146x con el ocular Nagler de 16mm:



Por lo que pueda parecer por los datos que he dado y por el dibujo que he hecho, esta galaxia no es nada fácil, al contrario, es complicada de observar. Y es una lástima, por qué si fuera un poco más brillante sería realmente espectacular.

Enmarcada en un bonito campo estelar, la posición donde debería estar la galaxia es fácil de localizar al encontrarse en el interior del triángulo estelar formado por TYC3234-649-1 (mag. 11,3), TYC3234-471-1 (mag. 11,1) y TYC3234-331-1 (mag. 11,0). Sin embargo, en un primer momento, al poner el ojo en el ocular, no veo ni rastro de NGC7640, lo que definitivamente me hace tomar conciencia de que no será tarea fácil la caza de esta galaxia.

De todas maneras, en estos casos lo importante es saber dónde fijarse y gracias a la referencia de las tres estrellas de magnitud 11 que he comentado, este paso lo tenemos fácil.

Apago la linterna después de dibujar las estrellas más brillantes que veo en el campo, respiro hondo, empiezo a adaptar la vista a la oscuridad y voy utilizando la visión lateral. Poco a poco voy notando como aparece una “nebulosidad” muy tenue, que aparece y desaparece conforme miro fijamente o miro de reojo.

Se extiende con una forma alargada, estrecha, con unas zonas más marcadas que otras, pero sin poder concretar una posición definida, que envuelven un núcleo también alargado y un poco más evidente. Noto también dos estrellas que se encuentran superpuestas a la galaxia.

Y esto es todo. Por más que lo intento no consigo ver más detalles de NGC7640. La impresión que me queda es estar viendo una galaxia fantasmagórica, percepción muy adecuada por otro lado en esta noche de Halloween.

En definitiva, una galaxia que exige cielos oscuros para ser observada y mucha paciencia. Si la noche acompaña valdrá la pena es tiempo que le dediquemos.

sábado, 16 de noviembre de 2013

NGC559 - Cúmulo abierto exigente en Cassiopeia

El 9 de noviembre de 1787 William Herschel descubrió un cúmulo abierto en la rica constelación de Cassiopeia que posteriormente sería catalogado como NGC559, conociéndose también como Collinder 13 ó Caldwell 8.

Situado a unos 3.700 años luz de distancia, no puede considerarse un objeto de fácil observación. Stephen James O’Meara es su libro “The Caldwell Objects” comenta que el cúmulo está formado por unas 120 componentes, pero que de todas ellas tan sólo unas cuarenta presentan una magnitud 12 o más brillante. Por mi parte, la estrella más destacada que observé en él fue la TYC 4035-345-1, de magnitud 10,5.

Cuando hablamos de objetos con las características como las de NGC559, resulta muy interesante poder leer experiencias de varios observadores que han utilizado diferentes instrumentos y se han encontrado con variadas condiciones de observación. Estoy seguro que según el observador y sus condicionantes, este cúmulo puede llegar a pasar completamente desapercibido o puede ofrecer una vista realmente atractiva, como fue mi caso la noche del 31 de octubre de 2013 en que pude observarlo desde unos cielos oscuros con mi SC de 235mm.

Este es el dibujo que hice:



Resultó una verdadera lucha de titanes el intentar distinguir el máximo número de componentes y plasmarlas en el dibujo. Seguro que me dejé algunas en el tintero, con lo que me gustaría advertir que visto en directo se aprecia de manera mucho más espectacular de como al final quedó mi dibujo.

Como digo, es un cúmulo abierto realmente complicado al estar formado por un buen número de débiles componentes, pero observado con las condiciones ideales, es muy atractivo. Indispensable para sacarle todo el partido que puede ofrecer, unos cielos bien oscuros, una noche con buena estabilidad atmosférica y un telescopio de abertura generosa.

Hace unos años intenté observarlo con mi SC de 127mm desde unos cielos con cierta contaminación lumínica y fui incapaz de ni tan siquiera intuirlo.

E incluso la noche que lo observé con mi SC de 235mm tuve un momento de confusión cuando estaba utilizando el ocular de gran campo (Hyperion Aspheric de 31mm) para localizarlo. Cuando llegué a la zona donde debía encontrarse y puse el ojo en el ocular, vi un rico campo estelar y pensé, “pues no es tan complicado”. Pero en seguida recordé que NGC559 estaba formado por débiles estrellas y que abarcaba tan sólo unos 6’ de cielo.

Entonces, a medida que iba adaptando la vista a la oscuridad noté que en una zona del amplio campo que tenía ante mí, parecía que iba surgiendo una especie de nebulosidad. Nebulosidad que coincide con las descripciones hechas por otros astrónomos aficionados cuando observan NGC559 con telescopios pequeños o prismáticos.

Habiendo comprendido que esa nebulosidad era mi objetivo, decidí utilizar el ocular Nagler de 16mm (146x) y ver qué ocurría.

Al poner el ojo en el ocular pude comprobar que esa nebulosidad no era tal, sino que en realidad se trataba de un buen número de estrellitas débiles compactadas en una pequeña parte de cielo. En ese momento recordé a Messier y sus “nebulosas” que al final resultaron ser cúmulos globulares o galaxias.

Y fue curioso. Primero fui capaz de contar unas 10 estrellas que formaban NGC559, pero a medida que mi vista se adaptaba a la nueva situación y utilizaba la visión lateral, iban apareciendo un incontable número de chisporroteantes estrellitas que consiguen que la sensación de “nebulosidad” vuelva a estar presente por momentos.

En el dibujo decidí tan sólo plasmar las estrellas que detectaba con mayor o menor seguridad, dejando un poco de lado el aspecto “nebuloso”, por lo que mi consejo es que si se puede, se intente verlo en directo. Si las condiciones son las adecuadas, valdrá la pena. Aparte que la dificultad del dibujo radica también en el hecho de que en el momento en que enciendo la linterna roja, necesito unos cuantos minutos de readaptación a la oscuridad antes de poder volver a ver de nuevo el crepitar estelar.

Las estrellas más brillantes son la tríada formada por TYC4035-913-1 (mag. 10,9); TYC4035-445-1 (mag. 11,6) y TYC4035-967-1 (mag. 11,9), en el centro del dibujo. Y en la parte superior derecha, la más brillante del grupo, TYC4035-345-1 (mag. 10,5).

En cuanto al color de las estrellas, es otro complicado aliciente. A la mayoría de componentes las distingo de un color grisáceo, pero muchas también las noto con un tono rojizo, pero al ser tan débiles es difícil concretar el color.

En definitiva, con las condiciones adecuadas, NGC559 resulta un cúmulo espectacular que bien vale una visita y el tiempo dedicado a intentar sacarle todos sus atractivos, que son muchos. De todas maneras, después de todo, me quedo con las ganas de saber cómo se vería con un telescopio de mayor abertura.

Antes de empezar con la observación de NGC559 tenía la Nikon D5100 acoplada al telescopio y pensé que tratándose de un cúmulo de estrellas tan débiles estaría bien comprobar cómo aparecía en fotografía. Y este fue el resultado, a la vista del cual continúo con las ganas de verlo con un telescopio mayor:



viernes, 8 de noviembre de 2013

M76 - La "Pequeña Dumbbell" en Perseus con el SC de 235mm

Cuando observo a través de mi telescopio muchas veces pienso en todas aquellas personas que a lo largo de la historia han apuntado sus instrumentos al cielo. Me pregunto sobre todo qué debían sentir los astrónomos pioneros escrutando el cielo, descubriendo objetos que nadie antes había podido observar, y ya no sólo eso, sino la dificultad de interpretar lo que estaban viendo.

Este pensamiento recurrente me vino a la cabeza la pasada noche del 31 de octubre de 2013 observando desde un cielo oscuro con mi SC de 235mm la nebulosa planetaria catalogada como M76, la “pequeña Dumbbell”.

Y hablando de esta planetaria y como pequeño homenaje a algunos de estos observadores, comentar que el 5 de septiembre de 1780 Pierre Méchain dejó anotado: “Esta nebulosa no contiene estrellas, es pequeña y débil”. Acababa de descubrir el objeto que más tarde sería catalogado como M76.

Charles Messier, el 21 de octubre de 1780 concretó la posición en la que se encontraba y anotó que “no estaba sino compuesta por pequeñísimas estrellas, aunque contenía nebulosidad”.

William Herschel en 1787 se acercó un poco más a lo que realmente es. Apuntó: “Dos nebulosas juntas cercanas, ambas muy brillantes”.

De hecho, al elaborarse el New General Catalogue (NGC), se le asignó dos números, diferenciando así la nebulosa en dos partes independientes, NGC650 y NGC651.

En 1866 William Huggins confirmó que su espectro era gaseoso, pero no fue hasta 1918 en que Heber Doust Curtis la clasificó definitivamente como una nebulosa planetaria.

Mi historia con M76 empieza el 25 de octubre de 2008 que pude observarla con mi SC de 127mm:

http://laorilladelcosmos.blogspot.com.es/2009/09/m76-nebulosa-planetaria-en-perseus.html



Me dejó realmente impresionado, quedándome unas ganas tremendas de poder disfrutarla con un telescopio de mayor abertura.

Pero volvamos a la noche del 31 de octubre de 2013. Este es el dibujo que hice después de estar observándola un buen rato. Se nota la mayor abertura, los cielos más oscuros y una noche con muy buena estabilidad atmosférica:



 Y éstas son las notas que tomé:

“A esto me refería cuando comentaba hace un tiempo que tenía que dejar un poco de lado los retos observacionales y revisitar con mi SC de 235mm todos los Messier que pude observar con mi SC Nexstar 5i de 127mm.

Si M76 ya me impresionó con el telescopio pequeño, esta noche, aprovechando unos cielos oscuros, unas condiciones ideales y un telescopio de buena abertura, me ha dado la sensación de estar observando un objeto diferente.

La contenida turbulencia atmosférica de la noche (estimo un “seeing” de 4/5, siendo 5=óptimo), me permite utilizar el ocular de 10mm, alcanzando con él unos generosos 235x, con lo que M76 se presenta con un tamaño más que respetable.

De acuerdo, no es M27, nuestra “Dumbbell” de toda la vida, pero como ya comenté en su día, lo mejor en este caso es intentar evitar comparaciones que sólo nos conducirán a no disfrutar plenamente de M76. De no existir M27, a nadie se le ocurriría calificar de “pequeña” a M76.

Escoltada por dos estrellas de una magnitud cercana a la 12, M76 se me presenta con dos partes nebulosas bien diferenciadas y como si estuviera partida por el centro.

Una de las partes de la nebulosa la veo mucho más marcada y compacta que la otra, que aunque más extensa se muestra mucho más difusa.

No me canso de observarla. Es realmente emocionante ir descubriendo tenues detalles cuanto más acostumbrada a la oscuridad tengo la vista.

Al cabo de un rato pruebo a acoplar los filtros UHC y OIII. Como es habitual, las estrellas más débiles desaparecen por completo, viéndose la nebulosa un poco mejor definida.

Con todo, gracias a las excelentes condiciones de la noche prefiero disfrutarla sin filtros.

Una maravilla”.

Para concluir, adjunto la foto de recuerdo que hice acoplando la Nikon D5100 a foco primario del SC de 235mm:


La misma con un nuevo procesado (2016-03-13):




La estrella brillante que aparece en la fotografía es HIP8063, de magnitud 6,7 y un potente y bonito color amarillo-anaranjado. Una excelente compañera de M76 cuando se utiliza un ocular de gran campo y pocos aumentos.

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Astronomy Sketch of the Day (ASOD) - 2013-11-11:
http://www.asod.info/?p=10941


lunes, 4 de noviembre de 2013

Cometa C/2013 R1 (Lovejoy) el 1 de noviembre de 2013

Si cuando observo cúmulos, nebulosas o galaxias una de las cosas que más me llama la atención son las enormes distancias a las que se encuentran, distancias que a veces incluso superan mi capacidad de imaginación, en el caso de los cometas, es todo lo contrario. Ver a través del telescopio estos cuerpos celestes que se desplazan a velocidad de vértigo a través de nuestro Sistema Solar con el consiguiente peligro de colisión que comporta, es algo realmente sugerente y emocionante.

Este año se han puesto muchas esperanzas en que el cometa C/2012 S1 (ISON) resulte especialmente brillante a finales de diciembre de 2013. Pero mientras espero poder disfrutar de él, la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre de 2013 tuve ocasión de observar y fotografiar a través de mi SC de 235mm otro cometa que está resultando ciertamente atractivo a través del telescopio. Se trata del C/2013 R1 (Lovejoy).

En esta página del Minor Planet Center, introduciendo “C/2013 R1” en el recuadro correspondiente e introduciendo las coordenadas del lugar de observación en grados decimales, podremos generar las efemérides de observación de este cometa. También aconsejaría seleccionar en “Ephemeris Units” la opción “Hours”, lo que nos dará una mayor precisión:

http://www.minorplanetcenter.net/iau/MPEph/MPEph.html

Este cometa fue descubierto el 7 de septiembre de 2013 por el aficionado australiano Terry Lovejoy fotográficamente mediante su SC de 8” cuando presentaba una magnitud de 14,4 y lo mejor del C/2013 R1 es que según las últimas estimaciones podría llegar a alcanzar una magnitud cercana a 7,5.

En noviembre llegará a aproximarse a 0,4 UA de la Tierra. Como comentaba al principio, las cortas distancias son lo que más me impresiona de estos vecinos del Sistema Solar.

Con estos antecedentes apunté el telescopio hacia el cometa y lo que pude ver me convenció de estar ante un objeto celeste realmente agradecido. Con una magnitud de 9,6 (Según Ramon Naves en el foro de la AAH) el Lovejoy destacaba ya en un primer momento en el ocular.

Este es el dibujo que hice con los 75,8x que me proporcionaba mi ocular Hyperion Aspheric de 31mm acoplado a mi SC de 235mm:



Eran las 01h02m T.U. (02h02m H.L.) del 1 de noviembre de 2013 y aunque a esta hora el cometa no se elevaba mas que a unos 25º del horizonte, la altura era suficiente como para distinguirlo perfectamente enmarcado en un rico campo estelar de la constelación de Cancer. Sus coordenadas exactas eran AR: 08h 04m / Dec: +11º 06’. Según los datos que aparecen en el Starry Night, se encontraba a 0,63 UA de la Tierra.

Dos estrellas destacan por su brillo en el campo del ocular, la HIP39488, de magnitud 8,1 en la parte inferior de dibujo, y la TYC789-852-1, con magnitud 8,6 en la parte superior derecha. Sin embargo lo que acapara todo el protagonismo es el cometa, que se encuentra situado de tal manera que forma un triángulo isósceles con dos estrellitas que brillan con una magnitud cercana a la 12.

En un primer momento lo percibo con cierta forma redondeada, pero sólo son unos segundos. En seguida me percato que C/2013 R1 presenta un núcleo concentrado y brillante que representa la base de un pequeño abanico. Noto mejor la cola utilizando la visión lateral, de manera que puedo identificar sin ningún problema la dirección hacia la que se extiende.

Lo veo tan brillante que hasta me animo a acoplar la Nikon D5100 al telescopio y sacar una foto de recuerdo:



Es curiosa la tonalidad verde con la que aparece en la imagen, es una lástima que en visual, por lo menos yo, no sea capaz de apreciarla. Al cometa lo veo como una manchita blanquecina que se va difuminando delicadamente.

No sé si volveré a tener ocasión de visitarlo, pero por lo menos me queda el recuerdo de esta noche y el buen rato que he pasado con él. Veremos cómo se comporta el C/2012 S1 (ISON).

viernes, 1 de noviembre de 2013

Unas cuantas estrellas dobles en Auriga

Si decidimos dedicar una sesión de observación centrándonos en la constelación de Auriga vamos a disfrutar de un buen número de cúmulos abiertos realmente espectaculares tales como M36, M37, M38, NGC2281, NGC1778, Stock 10 ó NGC1893, por poner unos ejemplos.

No hay discusión posible, los cúmulos abiertos son lo más destacable de esta atractiva constelación. Sin embargo, entre cúmulo y cúmulo podemos ir visitando algunas estrellas dobles para variar un poco nuestros objetivos de la noche.

Podríamos empezar con el reto que supone STF644. Estas son las notas que tomé en su día:

"Espectacular. Realmente no me lo esperaba. La localizo con 69,44x, y se presenta como una estrella bastante insignificante. Pongo directamente 208,33x y como mucho la noto un poco alargada, pero después de estar un buen rato con el ojo pegado al ocular, me parece verla desdoblada.

Me animo y pongo 250x, adapto la vista e intento enfocar lo más precisamente posible y ¡allí está! veo dos puntitos plateados. Genial. Con una separación de 1,7” no pensaba que lo lograría, pero esto demuestra que aunque nos parezca muy improbable tener éxito con alguna doble de estrecha separación, siempre hay que intentarlo.

No me canso de verla... después de anotar mis impresiones vuelvo a echar un vistazo por si han sido alucinaciones mías, pero no, continúa el espectáculo".



Mi preferida, STF718:

"Genial. La mejor de la constelación.

Con 50x ya se distinguen dos puntitos bien definidos, gemelos, blancos, claramente separados y de gran armonía.

Con 125x la separación es más cómoda y se puede apreciar su belleza desde otro punto de vista. De todas formas, prefiero los 50x, ya que da la sensación, como dirían en Las Vegas, de estar viendo “the snake eyes” (los ojos de la serpiente).

Una doble espectacular que bien se  merece una visita y que es ideal para enseñar a neófitos".



STF845:

"Esta doble de componentes de brillo muy similar presenta con una principal amarilla y una secundaria que diría entre verdosa y azulada.

Aunque con 125x se aprecia mejor la separación, me gusta más con 69,44x. Con estos aumentos veo un par delicado de estrellas en el que la principal parece querer reafirmarse haciendo prevalecer su pequeña diferencia de brillo que tiene respecto B. Tal vez sea debido a un efecto óptico, pero es lo que me ha sugerido en un primer momento.

Muy bonita".



Y una triple para terminar, STT147:

"STT 147 se presenta como triple, pero en realidad estamos ante un sistema de cuatro componentes. La pena es que no podamos separar C y D al encontrarse sólo a 0,5”.

A 50x ya se puede apreciar un triángulo prácticamente equilátero muy atractivo, la lástima es que las componentes secundarias B y CD no sean más brillantes.

Decido utilizar 125x para potenciar un poco las estrellas más débiles. La principal la veo blanca, pero curiosamente no soy capaz de percibir un color bien definido en las otras componentes.

Un bonito sistema para visitar preferiblemente en una noche oscura y con pocas turbulencias atmosféricas".


Hay muchas más dobles que merecería visitar en Auriga, pero con estas cuatro y unos cuantos cúmulos abiertos tenemos más que suficiente para una noche.