Estos días, cuando el Sol ya se despide de nosotros, podemos disfrutar de la presencia de un espectacular Venus, que con su magnitud actual de -3,9, nos ofrece un bonito espectáculo a medida que la oscuridad de la noche se va adueñando del cielo.
El 25 de junio de 2021, con un poco más de tranquilidad a puertas del fin de semana, monté mi cámara Nikon D5100 sobre el trípode y me dispuse a intentar sacar alguna fotografía para el recuerdo.
La cosa empezó bien, ya que algunas nubes se encendieron con los últimos rayos de Sol y me permitieron contemplar un colorido realmente fascinante:
El cielo se encontraba bastante despejado, a excepción de estas nubes, que precisamente, se encontraban justo en el camino de Venus. Pensaba que aquí terminaría mi excursión, pero avanzada un poco más la noche, el planeta apareció en medio de un azulado mar celeste.
Finalmente, a punto de desaparecer Venus detrás de la montaña, pude fotografiarlo dándole mayor protagonismo a modo de despedida.
A veces hasta yo me sorprendo de lo poco que necesito para disfrutar de lo que nos ofrece el cielo.
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