Cierto es que existen muchos problemas que nos afectan que suponen una gran presión en nuestro ánimo, y tenemos que intentar lidiar con ellos de la mejor manera posible. Pero también es cierto que a menudo, nos encontramos llenos de preocupaciones que, en realidad, no son tan importantes como nos pensamos. Y es aquí cuando una mirada al cielo nos puede ayudar a relativizarlas.
El 25 de abril de 2020 me asomé al balcón de mi casa en Barcelona para despejar un poco la vista y me encontré con un baile de nubes que por momentos escondían y descubrían a un potente Venus y a una tímida Luna.
No pude evita sacar la cámara para inmortalizar el momento.
La presencia de las nubes, además de añadirle vistosidad a la ya de por sí espectacularidad de Venus y la Luna, reflejaban tristemente la contaminación lumínica que emana de la ciudad.
Pensando en la luz mal gestionada de nuestras poblaciones y los trenes de satélites que se están lanzando a nuestra órbita y los cambios que la pandemia del coronavirus está trayendo a nuestras vidas, tanto a nivel de salud, social y económico, acabé sumiéndome, sin querer, en un estado de ánimo bastante melancólico.
Al final se me ocurrió quitarle los colores a la foto y dejarla en blanco y negro. Un reflejo más acertado del momento que vivo.
Querido amigo, espero que estés muy bien, aún en el momento que vivimos. Te deseo lo mejor, y el cálido consuelo de las frías luces del cielo. Te abraza desde Argentina, tu amigo Sergio.
ResponderEliminarMuchas gracias Sergio. Disculpa que no haya contestado antes pero por motivos familiares y de salud no he podido. Espero que tu y tu familia os encontréis bien, y esperemos que pronto mejore todo.
EliminarSaludos.
Óscar