En julio de 2012 un compañero del foro de la AAH, tasalhague, comentando una entrada sobre la planetaria NGC 7027 me recomendó la observación de otra planetaria, NGC6369 en la constelación de Ophiuchus.
Por una cosa u otra, hasta la noche del 11 de agosto de 2013 no pude apuntar el telescopio hacia ella, pero una vez pude cazarla, tengo que reconocer que mereció la pena todos los esfuerzos que tuve que hacer para observarla en condiciones.
Este es el dibujo que hice de NGC6369 con el SC de 235mm a 146x. Las condiciones buenas, con una turbulencia atmosférica de 3/5 (Siendo 5=óptimo), cielos oscuros y sin Luna:
Con el ocular de 25mm (94x), ya se aprecia, pero su naturaleza anular pide que se fuercen un poco más los aumentos. Esta noche considero que los 146x son los ideales para exprimir con una definición aceptable la planetaria.
No es complicada de ver, pero sí que resulta un poco más laborioso percibir su anularidad. Para ello he tenido que adaptar muy bien la vista a la oscuridad y utilizar la visión lateral. Al cabo de unos instantes he podido ver cómo el centro de la nebulosa adopta una tonalidad grisácea más clara, o débil, como se prefiera, que el contorno exterior. Bastante evidente una vez se ha logrado ver por primera vez.
Eso sí, el centro del anillo muy concentrado respecto al anillo en sí, mucho más extenso y marcado.
Llama también especialmente la atención el hecho de encontrarse en un campo bastante pobre de estrellas. De hecho, tan sólo he incluido tres en el dibujo. La más brillante es HIP85561 que con un amarillo intenso y una magnitud de 9,6 intenta darle una nota de color al conjunto. Las otras dos, tímidas, se mueven por la magnitud 12.
En todo caso, esto no deja de ser una ventaja a la hora de centrarse en la planetaria, ya que no tienen ninguna estrella brillante que pueda quitarle protagonismo o eclipsarla con su brillo.
Más tarde leí que esta falta de estrellas tiene su explicación, y no es otra que NGC6369 se encuentra enmarcada en plenos dominios de la nebulosa oscura catalogada como Barnard 77 (B77). De manera que sin ser plenamente consciente, estaba observando dos objetos interesantes: la planetaria y la nebulosa oscura.
Es una planetaria a la que vale dedicarle un poco de tiempo y paciencia. La recompensa bien merece la pena. Pero también es cierto que si no disfrutamos de las condiciones de observación adecuadas, lo mejor es posponer la visita a esta nebulosa para otra noche.
Y digo esto por haberlo sufrido en mis propias carnes. No estaba decidido a comentarlo porque no deja de ser un poco vergonzoso por mi parte, pero al final he pensado que resultaría un buen ejemplo de la importancia de las condiciones de observación.
La noche anterior había apuntado hacia NGC6369 con toda la ilusión del mundo. Pero hacía mucho viento y había estimado un “seeing” de 2/5 (Siendo 5=óptimo). Las estrellas se veían como pelotitas de golf temblorosas, pero a pesar de ello pensé que la planetaria no estaría tan afectada por la turbulencia como las estrellas. Así que ni corto ni perezoso, allá fui. Estas son las notas literales que tomé:
“No suele ser lo habitual, y es por esto que NGC6369 sorprende. Resulta que se encuentra en un campo tan pobre de estrellas y es tan condensada, potente y brillante que destaca sin ningún tipo de competencia nada más poner el ojo en el ocular.
La veo redondeada, blanca… no blanquecina, sino extremadamente blanca. Sin duda, una planetaria con una gran personalidad”.
En fin, bastante alejado de lo que realmente es NGC6369. Como digo, un poco vergonzoso, pero bastante ilustrativo de lo que puede condicionarnos unas malas condiciones de observación.
NGC6369 se encuentra a unos 2º al noreste de Theta Oph (mag. 3,3) y a medio grado de 51 Oph (mg. 4,8). Dos estrellas lo suficientemente brillantes y destacables para permitirnos una rápida localización de la planetaria.
Perteneciente a la constelación de Ophiuchus, se encuentra a una distancia de entre 2.000 y 5.000 años luz. Respecto a su estrella central, podemos olvidarnos de ella, ya que su brillo de magnitud 16 resulta prohibitivo para la inmensa mayoría de telescopios de aficionado.
Confío que William Herschel, la noche de 1784 en la que descubrió esta planetaria, conocida también como la nebulosa del Pequeño Fantasma, tuviera unas buenas condiciones de observación y disfrutara, como lo hice yo, de esta bonita planetaria anular de Ophiuchus.
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