El pasado 19 de marzo de 2011 la Luna se encontraba en su perigeo, a una distancia de tan sólo 356.578 km de la Tierra y su sola contemplación a simple vista ya era de por sí un espectáculo. Esa noche sólo disponía de mis prismáticos 10x50, y decidí aprovechar el acontecimiento para dibujar el juego de “luces y sombras” que ofrece nuestro satélite cuando se encuentra en la fase de Luna Llena.
Cuando era pequeño la única aproximación que tenía a las maravillas celestes, a parte de mis ojos, eran unos sencillos prismáticos 8x35 que mi padre utilizaba cuando salíamos de excursión. Con ellos apunté por primera vez a la Luna y pude disfrutar de una manera más cómoda de esas zonas, más claras unas, más oscuras otras, que más o menos adivinaba a simple vista. Básicamente, los primeros pasos de un futuro astrónomo aficionado.
El caso es que nunca ha dejado de impresionarme observar la Luna y distinguir estos contrastes. Las zonas más oscuras corresponden a los mares lunares -mare (singular)/maria (plural) en latín-, y las zonas más brillantes a las “Tierras Altas”.
Según la teoría más aceptada, hace unos 4.530 millones de años un cuerpo del tamaño de Marte y con cerca de un décimo de la masa de la Tierra colisionó contra la Tierra poniendo en órbita una gran cantidad de material rocoso. Este material fue el que, una vez consolidado, formó nuestra Luna.
En un principio se generó una superficie lunar de magma, que entre los 4.500 y los 4.350 millones de años cristalizó formando la corteza lunar.
Entre 4.000 y 3.850 millones de años se produjo una época de una intensa lluvia de meteoritos que al chocar contra la Luna formaron grandes cuencas de impacto. Entre 3.800 y 3.200 millones de años, gran parte de estas cuencas se llenaron de magma basáltico procedente del manto lunar, dando origen a los mares.
El hecho que los veamos más oscuros es debido a que el regolito que forma las tierras altas refleja de manera más intensa la luz que recibe del Sol que no los basaltos que forman los mares.
La noche del 19 acabé montando los prismáticos 10x50 sobre un trípode y me dediqué a hacer un boceto de lo que estaba viendo:
Fue sólo un pequeño divertimento, el resultado del cual me recuerda los dibujos que realizaban los primeros observadores lunares…
Más tarde cogí el Virtual Moon Atlas y me dediqué a identificar algunos de los mares que podía diferenciar. Animado con la experiencia, decidí coger la Nikon D70S con el teleobjetivo de 200mm y echarle una fotografía donde poder anotar los nombres de todos ellos. La foto de la Luna no es la mejor que he hecho… pero es la Luna del día captada como buenamente pude:
Pasé un buen rato disfrutando del perigeo lunar con unos sencillos prismáticos 10x50, la cámara de fotografiar, un lápiz y un papel… Quien no ejerce de astrónomo aficionado es porqué no quiere…
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Hola Almah.
ResponderEliminarFelicitarte por esos buenos resultados que obtuviste, tanto con el lápiz como con la cámara.
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Fue interesante noche la del 19. Aquí en Lima habían algunas nubes altas, por lo que al principio pensé que no sería buena noche... pero hubo una sorpresa extraordinaria: se formó un bello halo lunar. Informándome me doy cuenta que son necesarias nubes altas para que se formen... bueno, quise registrar el evento pero, aunque tomé una fotografía, no aparece el halo, de todos modos me queda un pequeño recuerdo:
http://i66.servimg.com/u/f66/15/66/73/90/imagen10.jpg
Nada, solo quería decirte que me gustó mucho tu dibujo y tu fotografía, y que sepas que fue una noche especial para alguien más ;-)
Saludos compañero.
Hola Oscar,
ResponderEliminarEstos halos que comentas son verdaderamente espectaculares. Alguna noche los he visto, pero todavía no he tenido la suerte de inmortalizarlo en una fotografía. Pero seguiremos intentándolo ¿verdad? :)
Me alegra ver de nuevo en marcha tu blog. Tus dibujos de la Luna son geniales. Felicidades.
Saludos