NUNCA DEBE OBSERVARSE DIRECTAMENTE EL SOL A SIMPLE VISTA O CON UNOS PRISMATICOS O TELESCOPIO. PUEDE CAUSAR UN DAÑO PERMANENTE E IRREVERSIBLE A LOS OJOS.
La primera cita astronómica de este 2011 que recién empieza, hacía tiempo que estaba concertada. Para ser un poco más preciso, desde el 3 de octubre de 2005, fecha en la que pude contemplar mi primer eclipse de Sol:
http://laorilladelcosmos.blogspot.com/2009/06/eclipse-parcial-de-sol-3-de-octubre-de.html
Para el 4 de enero de 2011 estaba previsto un nuevo eclipse parcial visible desde Europa, la mitad norte de África, el Oriente Medio y la mitad occidental de Asia. Una cita solar ineludible.
Según las efemérides dadas para Barcelona, amanecía a las 7h 18m T.U. con el Sol ya mordido por la Luna, llegando al máximo de ocultación (53%) hacia las 7h 58m T.U. A las 9h 18m T.U. finalizaría el espectáculo.
El inconveniente es que este día tenía que ir a trabajar y no podría observar el eclipse con toda la tranquilidad y dedicación que me hubiera gustado. La buena noticia es que tendría tiempo de echarle una fotografía con la Nikon D70S antes de empezar la jornada laboral.
Lo ideal para observar un eclipse solar es utilizar un telescopio específico para la observación del Sol o utilizar filtros solares que se colocan en el objetivo de nuestro telescopio (Nunca utilizar los que se acoplan al ocular, no son fiables en absoluto). Otra opción es la proyección (técnica que utilicé en mi observación de 2005)... Sin embargo, esta vez sólo tendría tiempo para intentar inmortalizar fotográficamente el evento.
El día 2 de enero de 2011 vi cómo el Sol se estaba poniendo en el horizonte y decidí hacer una prueba con mi Nikon, y este fue el resultado:
2011-01-02; 16h 24m T.U. con la Nikon D70S , objetivo de 200mm, ISO 200, 1/8000 sg. de exposición y diafragma f/25.
Para enfocar, nada de mirar por el visor de la reflex. Apunté al horizonte, enfoqué y después moví el objetivo hacia la zona donde estaba el Sol. Todo ello sin poner los ojos en la cámara. La velocidad máxima que me permitía la Nikon y el diafragma con la mínima abertura posible.
Quedé bastante contento, ya que conseguí fotografiar el Sol sin quemarlo. Todo estaba preparado para el gran día.
El 4 de enero de 2011 a las 7,00h T.U. ya estaba afeitado, duchado, vestido y con el maletín en la puerta... pero en vez de salir hacia el trabajo, abro un paréntesis en mi jornada rutinaria y salgo a la terraza armado con la Nikon D70S y mirando con mala cara las nubes que tapaban gran parte del cielo. Pero lo más preocupante es que la zona por la que debería aparecer el Sol también se encontraba invadida por nubes bajas.
Para colmo, el termómetro marcaba 5ºC y al cabo de un cuarto de hora mis manos ya empezaban a estar heladas. Sin embargo, el ánimo iba mejorando: se empezaba a vislumbrar algún que otro claro que ofrecía alguna esperanza...
Llega la hora de la salida del Sol y, lamentablemente lo hace escondido detrás de la nubes. Tengo que esperar hasta las 7h 24m T.U. para conseguir la recompensa a tanto esfuerzo:
7h 24m T.U. con la Nikon D70S , objetivo de 200mm, ISO 200, 1/200 sg. de exposición y diafragma f/29.
Y a partir de aquí, un poco más tranquilo después de haber conseguido una instantánea testimonial del evento, empiezo a jugar al ratón y al gato con el Sol y las nubes hasta que finalmente, a las 7h 43m T.U. consigo otra recompensa. Diferente a la primera, ya que el Sol va alzándose sobre el horizonte y ganando en brillo, cosa que provoca que mi cámara ya no sea capaz de sacarlo sin quemarlo... curioso juego de palabras, pero muy adecuado a la situación.
7h 43m T.U. con la Nikon D70S , objetivo de 200mm, ISO 200, 1/8000 sg. de exposición y diafragma f/32.
Y aquí lo tengo que dejar. El trabajo no entiende demasiado de astronomía... y conduciendo hacia la oficina, con la calefacción a pleno rendimiento para intentar entrar en calor, no puedo evitar sonreir al pensar que dentro de mis limitaciones, he podido disfrutar de este evento astronómico que va ofreciéndose en cuentagotas a lo largo de los años. La próxima cita ya la tengo apuntada para el 20 de marzo de 2015, fecha del próximo eclipse parcial... Aunque la que tengo anotada con letras mayúsculas es la del 12 de agosto de 2026, fecha en la que podré disfrutar de un eclipse total... si Dios quiere.
Qué suerte tuviste de poder sacar esas tomas, Almach. Felicidades. Gran forma de comenzar el año.
ResponderEliminarPor varios lados he visto que estuvo nublado casi todo el tiempo que duró el eclipse por allá. Pero bien, ya tienes observados dos eclipses solares parciales, había leído también tu entrada del eclipse pasado.
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Yo no tuve suerte con el eclipse lunar del 21/12/2010, a falta de una hora para que comience (ya había sacado el equipo y estaba observando la Luna) se comenzó a nublar y en menos de 15 minutos todo el cielo estaba cubierto por nubes densas.
Me da mucho gusto que hayas podido sacarle provecho al eclipse.
Saludos.
Muchas gracias Oscar. Realmente tuve mucha suerte. Viendo este tipo de eclipses no me extraña que nuestros antepasados lejanos (que no eran conscientes que se trataba de un fenómeno natural) acabaran aterrorizados ante ellos. ¿Qué pasaría si de un día para otro desapareciera el Sol? :)
ResponderEliminarRespecto al eclipse lunar del 21/12, he estado visitando tu blog para ver qué tal te había ido... pero ya me he imaginado que no demasiado bien. De todas formas, no desesperes, los eclipses de Luna se dan más a menudo que los solares y ya tendrás ocasión de disfrutar de alguno.
Que tengas un feliz 2011.
Oscar