Sin ir más lejos, Clavius fue uno de los primeros objetivos sobre los que dirigí mi recién estrenada cámara Neximage de Celestron hacia el 2005:

Lo ideal es observarlo durante la novena noche a partir de Luna Nueva, y es muy curioso hacerlo cuando la luz del terminador va pasando a lo largo del cráter. En ese instante se puede comprobar que Clavius es un cráter muy peculiar: la luz solar se refleja antes en fondo del cráter que no en las zonas próximas a sus murallas. Esto es debido a que presenta una forma convexa.
La noche del 21 de julio de 2010 no se puede decir que fuera una noche ideal de observación. En el cielo había más nubes que claros, soplaba el viento, y en consecuencia, el seeing no pasaba de 2-3/5 (Siendo 5=óptimo). Además, los rayos del Sol ya se habían adueñado de la práctica totalidad de Clavius.
Pero hacía muchos días que por motivos de trabajo, familiares y/o por causas meteorológicas, no podía sacar el telescopio. Así que no me hice mucho de rogar e intenté sacarle partido a la noche.
Este es el dibujo que hice:

Disfruté un buen rato con la observación de Porter, un cráter de 53 km de diámetro que se encuentra sobre la muralla norte de Clavius. Con Rutherfurd (Que no Rutherford), con un diámetro similar a Porter pero que se encuentra enfrente, encima de la muralla sur de Clavius. Una bonita simetría.
Luego me centré en los cráteres de la “media luna”. Partiendo de Rutherfurd, con 55km de diámetro, pasé por Clavius D (28km), Clavius C (21km), Clavius N (13km) y Clavius J (12km.). Curiosa la forma de conjunto y el hecho de ir decreciendo en tamaño.
Para acabar (las nubes y el viento molestaban más de lo razonablemente soportable), intenté distinguir algunos de los cratercillos que dominan la zona suroeste del cráter. Pude ver unos cuantos, pero sin demasiada definición.
Comentar que a pesar de los imponderables, me decidí a observar con mi ocular Takahashi de 7,5mm y la barlow x2, dándome unos escandalosos 332x con una vista aceptable. Lo que viene a demostrar otra vez que los límites teóricos de un telescopio pueden verse fácilmente superados cuando observamos la Luna.
Sabía que no sacaría una buena fotografía. Las condiciones de la noche no invitaban, pero con todo, quise inmortalizar el momento con esta foto (muy mejorable) hecha con el SC de 127mm, la barlow x2 y la DBK:
