NGC6624, un pequeño y discreto cúmulo globular que encontramos en la constelación de Sagittarius, es un buen ejemplo.
La noche del 17 de agosto de 2017 estaba visitando unos cuantos globulares de esta espectacular zona del cielo, y uno de ellos fue NGC6624. Es muy fácil de localizar, ya que se encuentra a menos de 1º al sureste de la bonita Delta Sgr (Kaus Meridianalis), una potente estrella de un color amarillo-anaranjado muy marcado (mag. 2,7).
Carta generada con Cartes du Ciel |
Con la vista mejor adaptada a la oscuridad, puedo apreciar un halo algo irregular, no demasiado definido, alrededor del núcleo.
En definitiva, un cúmulo globular exigente, pero asequible y con cierto atractivo.
Como decía al principio, sin tener más información sobre este cúmulo, la observación podría resultar un poco insulsa, pero viendo lo que esconde esta manchita blanquecina la cosa se torna más emocionante.
Según recientes estudios NGC6624 tiene una edad de 12 mil millones de años (+/- 500). Teniendo en cuenta que el Universo tiene una edad estimada de unos 13,8 mil millones de años, resulta abrumador contemplarlo teniendo en cuenta este dato.
Pero no es lo único interesante de este globular. En él se encuentra una pareja estelar formada por una estrella de neutrones y una enana blanca, separadas por tan sólo 161.000 km (la distancia media entre la Tierra y la Luna es de 384.400 km) y que completan una órbita en tan sólo 11 minutos, lo que la convierte en la estrella binaria más rápida conocida. El sistema es una potente fuente de rayos X y sinceramente, debe ser estremecedor lo que se está produciendo en esta zona del Cosmos.
Y el centro del cúmulo alberga un agujero negro de masa intermedia. Con una masa de 7 500 veces la del Sol, resulta ser un tipo de agujero negro bastante peculiar que se encuentra en una categoría intermedia entre los agujeros negros de masa estelar y los supermasivos.
NGC6624 fue descubierto la noche del 24 de junio de 1784 por William Herschel, se encuentra situado a unos 25.700 años luz de distancia y se extiende a lo largo de 66 años luz en el espacio.
Conociendo estos datos, sin duda la observación de este cúmulo globular se enriquece y provoca una sensación especial en nosotros cuando lo vemos con nuestros propios ojos a través del telescopio en una agradable noche de verano.
Y para poner una excelente guinda a esta observación, que mejor que disfrutar de esta excelente fotografía del protagonista:
Crédito: Gemini Observatory / AURA / Travis Rector (University of Alaska Anchorage) |
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