By Oliver Stein [GFDL (http://www.gnu.org/copyleft/fdl.html) or CC-BY-SA-3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/)], via Wikimedia Commons |
La Nebulosa Rosetta es un objeto peculiar. Situada en la constelación de Monoceros, a unos 5.000 años luz de distancia, es tan extensa que abarca 1,2º de campo, más del doble que el que ocupa la Luna llena.
Carta generada con Cartes du Ciel |
Y es una pena que no se encuentre más cerca. Para hacernos una idea de cómo podríamos llegar a disfrutarla, tan sólo comentar que se encuentra unas tres veces más lejos que la Nebulosa de Orión (M42); y teniendo en cuenta que la Rosetta se extiende a lo largo de 115 años luz, mientras que M42 lo hace “sólo” unos 40 años luz, podemos imaginarnos el espectáculo que representaría de encontrarse a la misma distancia que M42.
Puede que vaya en contra de mis principios al empezar esta entrada mostrando espectaculares fotografías del objeto que pretendo observar en visual, pero es que en este caso creo que si no lo hacemos así, no seremos capaces de asimilar lo que tenemos ante nuestros ojos.
Sin ir más lejos, la Rosetta no tiene asignada una única entrada en el NGC, sino que debido a que fue descubierta por partes, se le llegó a asignar un número NGC a cada zona.
La historia es un poco curiosa.
En el “Atlas Coelis” (1729) de John Flamsteed aparece sólo referenciada en la zona una simple estrella de magnitud 6, que correspondería a la que actualmente conocemos como 12 Monocerotis, pero no existe ninguna referencia a nebulosidad, ni tan siquiera a la compañía de otras estrellas.
El 24 de enero de 1784, William Herschel identificó ya el cúmulo abierto que después sería conocido tanto como NGC2244 como NGC2239, situado en el centro de la Rosetta. Pero de nebulosa, nada de nada.
Albert Marth fue el primero que notó parte de la nebulosidad (NGC2238) en 1864. En 1883 y 1886 Lewis Swift descubrió otras zonas nebulosas (NGC2237 y NGC2246), mientras que Edward Emerson Barnard descubrió, de manera independiente, la zona de NGC2237 en 1883, y él mismo a principios de la década de 1890, pudo fotografiar la zona y percatarse de la verdadera magnitud de la nebulosa, así como su forma característica.
Y antes de entrar en materia puramente visual, no dejemos de echar un vistazo a esta impresionante fotografía de Rogelio Bernal de esta atractiva zona del cielo:
Rogelio Bernal Andreo (DeepSkyColors.com) |
Después de ver el proceso de descubrimiento de la nebulosa de la Rosetta, podemos deducir que, fácil, fácil, no es observarla en visual.
La noche del 24 de diciembre de 2014 me encontraba disfrutando de unos cielos oscuros y decidí apuntar a la Nebulosa Rosetta. Fue un impulso. Estaba revisando la base de datos del telescopio y vi que estaba a tiro. Por unas cosas u otras todavía no he sido capaz de verla en buenas condiciones y sin pensarlo demasiado dirigí el tubo hacia ella.
Enseguida me di cuenta de mi error. Estaba utilizando mi SC de 235mm con lo que el ocular que más campo me ofrecía era el Hyperion Aspheric de 31mm, unos 56’. Y como he comentado antes, la Rosetta abarca 1,2º.
Estuve dudando un poco en si continuar con la observación o no, pero recordé también que en el centro de la nebulosa se encuentra NGC2244 y que, seguramente, cuando intente observar la Rosetta en su conjunto con mi Refractor ED80, no sería capaz de percibir todos los detalles de este cúmulo.
Así que decidí hacer honor a la historia del descubrimiento de esta nebulosa y empezar, por qué no, con el cúmulo abierto central.
Este es el dibujo que hice de lo que pude ver de él:
Utilizo el ocular de 31mm y veo que el cúmulo encaja perfectamente en el campo que me ofrece.
Es realmente extenso. En un primer vistazo me fijo en una docena de estrellas que brillan con una magnitud cercana a la 7-8. La más brillante de todas es 12 Mon (mag. 5,9), que puedo percibir con un color blanco-amarillento. A pesar de destacar sobre el resto, resulta que no pertenece físicamente al cúmulo, pero a nivel visual, no importa demasiado, su presencia añade un bonito efecto al grupo.
A medida que voy adaptando mejor la vista van surgiendo más y más componentes. Es espectacular. Pero de nebulosa, nada de nada, lo que me recuerda la experiencia de Herschel.
Decido añadir el filtro UHC y poco a poco, voy notando de una manera muy sutil, que alrededor de las estrellas más brillantes se aprecia nebulosidad. Nada demasiado marcado, al contrario, ciertamente evanescente y delicado. Miro con visión lateral y algo mejora.
El uso del filtro permite ver nebulosidad, pero hace desaparecer a las estrellas más débiles. Una lástima.
No ha sido fácil y sin embargo he podido disfrutar del cúmulo y de cierta nebulosidad asociada. Y esto me da esperanzas para cuando tenga la ocasión de intentar ver la Rosetta al completo.
Las estrellas jóvenes que forman NGC2244 irradian partículas calientes que fluyen desde el cúmulo y provocan fuertes vientos en la zona desplazando el polvo y el gas de la nebulosa Rosetta provocando esa forma redondeada menos marcada en su centro y que se aprecia tan bien en fotografía.
Confió en que seré capaz de apreciar mejor las zonas más marcadas de la Rosetta cuando vaya a observarla en su totalidad. Ahora sólo queda esperar la noche adecuada.
Interesante observacion Oscar , me he apuntado el cúmulo para observarlo cuando tenga oportunidad y el tiempo deje con el ETX 70, en la orientacion del balcon lo tengo a la vista sobre la 1 de la madrugada a 30º de altura, el próximo mes sobre el 10 ya seria a las 24h, no se si la CL dejara apreciarlo, veo ademas que tendré que meterle el ocular MA de 4mm o usar el TS-HR de 6mm, en el SC de 8" tendré que usar el Hyperion de 24mm o el TS de 32mm, aunque en este caso sin GoTo no se si lo encontrare.
ResponderEliminarComo lo ves para hacer la observacion desde ciudad, es posible?, porque no se cuando tendré oportunidad de hacer una salida (maldito tiempo).
Un saludo
Juan
Hola Juan,
EliminarAyer pude ver la Rosetta entera con el ED80 (cuando tenga un momento subiré el dibujo y los comentarios), y mucho me temo que desde ciudad, la nebulosa va a ser una tarea casi imposible. Sin embargo, el cúmulo es más asequible.
Saludos.
Óscar
Hola Oscar , tú dices que lastima que la Nebulosa Rosetta esta a 5.000 años luz en vez de los 1.500 años luz de la Nebulosa de Orion ,no se puede comparar 115 años luz con 40 de Orion , obvio que si lo tuviéramos cerca seria espectacular , tenemos tan mala suerte que estamos demasiado lejos de todas las nebulosas .... , saludos :)
ResponderEliminarGracias Hugo por el comentario. A veces me he preguntado cómo sería nuestra vida si nuestro Sol se encontrara en el corazón de algún cúmulo globular al estilo de M13 :)
ResponderEliminarSaludos.
Óscar