Ya en un primer momento, utilizando los mínimos aumentos que me permite el SC de 235mm (94x), he podido percibir su presencia. Y a partir de aquí decido forzar aumentos hasta los 146x.
Adaptando la vista lo mejor posible con la intención de exprimir al máximo la planetaria, empiezo viendo una manchita blanquecina redondeada, pero sin unos límites definidos. Su tamaño es generoso para lo que suelen ser las planetarias, lo que permite una observación cómoda.
Es curioso, ya que por momentos me da la sensación de que buena parte de la zona central de la planetaria presenta un cierto aspecto granulado que va desapareciendo en sus partes externas y lo mejor de todo es que con mi abertura tengo la ocasión de ver la estrella central que brilla con una magnitud 13. Eso sí, con el conocido efecto de la famosa Blinking Planetary (NGC6826), es decir, alternando la visión lateral con la visión directa, la estrella aparece y la nebulosa se debilita y viceversa. Un bonito y curioso efecto.
Añado el filtro OIII, pero a pesar que la nebulosa parece un poco más marcada le resta bastante encanto al provocar la desaparición de la estrella central.
Este es el dibujo que hice de lo que estuve viendo durante todo el rato que duró la observación:
NGC4361 fue descubierta el 7 de febrero de 1785 por William Herschel, está situada a unos 3.900 años luz, brilla con una magnitud visual de 10,9 y se extiende a lo largo de 63”. Como he dicho al principio, si se le dedica tiempo y esfuerzo nos ofrecerá una bonita recompensa.
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