Si continuamente analizáramos los peligros que pueden cernirse sobre nuestra vida, llegaría un momento en que no nos atreveríamos a salir de nuestras casas. Por temor a sufrir algún accidente acabaríamos evitando realizar cualquier tipo de actividad. Por temor a contagiarnos con alguna enfermedad mortal acabaríamos aislados del mundo… Está claro que no se puede vivir con miedo.
Sin embargo hace algunas semanas leí algo que me iba produciendo escalofríos a medida que iba reflexionando acerca de ello.
El pasado 28 de agosto de 2012 el proyecto Catalina Sky Survey descubrió el asteroide 2012 QG42. Esta noticia no tendría más importancia si no fuera porqué este NEO (Objeto Próximo a la Tierra – Near Earth Object) está considerado como un PHA (Asteroide Potencialmente Peligroso - Potential Hazarous Asteroid) y la pasada noche del 13 al 14 de septiembre se produjo el paso de máxima aproximación a la Tierra. La distancia en la que se encontró en ese momento fue, por suerte, de 2.860.000 km. (unas 7,4 veces la distancia media entre la Tierra y la Luna).
Se estima que el asteroide tiene un diámetro entre 200 y 500 metros, mucho menor que los 10.000 metros que se estima medía el asteroide que, según teorías ampliamente aceptadas, acabó hace 65 millones de años con la existencia de los dinosaurios sobre la Tierra. Pero una cosa está clara, si un cuerpo de las características de 2012 QG42 impactara sobre nuestro planeta, la vida tal como la conocemos, cambiaría radicalmente. Y no es una posibilidad descabellada, como nos demostró en 1994 el impacto del cometa Shoemaker/Levy 9 (D/1993 F2) sobre la superficie de Júpiter.
Hasta que leí la noticia del 2012 QG42, pensaba, supongo que condicionado por el cine hollywoodiense, que con los sistemas de detección de NEO que existen en la actualidad, como mínimo seríamos capaces de detectar la amenaza con el suficiente tiempo como para poder intentar alguna acción que evitara el impacto. Sin embargo, ahora ya no estoy tan seguro de ello: el 2012 QG42 se descubrió el 28 de agosto, 16 días antes de alcanzar su posición más cercana a la Tierra… sí 16 días.
Pero bueno, como comenté al principio, no se puede vivir con miedo.
El caso es que la noche del 13 de septiembre quise intentar cazar este pequeño asteroide, pero lamentablemente me encontraba en mi lugar de observación habitual (=contaminación lumínica) y sólo disponía de mi Nexstar 5i, SC de 127mm (poca abertura y montura altacimutal) y la cámara Nikon D70S, equipo demasiado escaso para un objeto de magnitud 14,37.
A pesar de los imponderables, quise intentar la hazaña. Así que fui a la web Solar System Dynamics y generé las efemérides para calcular el lugar exacto donde apuntar telescopio y cámara:
Y a las 21,00h T.U. hice la siguiente fotografía:
He intentado identificar el asteroide, pero por desgracia, parece ser que la fotografía sólo muestra estrellas que brillan como mucho, con magnitud 13, y siendo optimistas, a lo mejor forzándola un poco, podría llegarse a la magnitud 14, pero entonces el ruido que genera la imagen dificulta un poco más la tarea de buscar el débil y esquivo 2012 QG42. Aquí dejo un recorte de la fotografía un poco más forzada y marcando la zona por la que debería encontrarse el asteroide en la hora señalada:
En el mejor de los casos, que sería haberlo captado, sería como buscar una aguja en un pajar.
No siempre se tiene éxito en lo que nos proponemos observar, sin embargo pasé un rato agradable intentando la gesta y reflexionando sobre la Humanidad, su grandeza y su fragilidad.
Antes de desmontar el equipo y siendo consciente de la dificultad de fotografiar el asteroide, decidí probar algo no tan difícil, pero sí bastante complicado: fotografiar el asterismo de la Percha (Cr399) con mi telescopio SC de 127mm, el reductor de focal f6,3 y la Nikon D70S y pillarlo entero.
Tuve suerte, y pude acabar la noche con esta pequeña recompensa:
Después de todo, si hubiera sido fácil fotografiar el asteroide con mi configuración… no hubiera resultado demasiada buena señal. Cuanto más lejos se encuentren estos cuerpos de nuestra querida Tierra, mucho mejor.
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Hola Oscar
ResponderEliminarSe me ponen los pelos de punta solo de pensar en la posibilidad de un impacto de un asteroide, parece ser que el sistema solar en su viaje por la Galaxia esta atravesando la zona mas densa (Plano galáctico) y por tanto las probabilidades de un impacto de un asteroide o cometa aumentan considerablemente, ademas coinciden en el tiempo con las extinciones masivas que ha habido en la Tierra.
Hay un asteroide de 350mts llamado Apofis que pasara varias veces cerca de la tierra, en 2029 a menos de 22000 millas y otra vez en 2036 con mas posibilidades de colisión, pero el problema no es lo que se conocen, el problema es los que se desconocen como tu dices y que el margen de avistamiento es de días con lo que poco tiempo hay para prepararse o preparar un plan de contingencia.
Si como dices es difícil el seguimiento del asteroide con una montura motorizada, manualmente tiene que ser muy difícil por no decir prácticamente imposible.
Esperemos que quede aun mucho tiempo para el impacto de un asteroide o cometa.
Un saludo
Juan
Hola Juan,
EliminarCuando observamos cúmulos, nebulosas, estrellas dobles... nos puede dar la sensación que en el cosmos todo es prácticamente inmutable, pero al observar Júpiter y el baile de sus satélites, cometas o los asteroides más brillantes te empiezas a dar cuenta de dónde nos encontramos realmente.
Puedes probar a hacer el seguimiento de algún asteroide de los brillantes. En dos noches consecutivas podrás apreciar perfectamente su movimiento. Mira como ejemplo este que hice de Vesta:
http://laorilladelcosmos.blogspot.com.es/2010/05/vesta-el-asteroide-numero-4.html
Saludos
...los desviaremos...
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