El pasado 31 de diciembre de 2011 el día se presentó nublado y ventoso, una constante de estas últimas navidades, y previendo que tampoco podría aprovechar un ratito de la noche para observar, decidí hacer astronomía “local”: fotografié unos espectaculares altocúmulos lenticulares que se iban adueñando del cielo:
Esta clase de nubes, típicas de zonas ventosas, muchas veces han sido confundidas por gente de buena o mala fe, con platillos volantes. Yo lo que vi ese día fue un espectáculo de la naturaleza… a la espera de poder disfrutar otro día de las maravillas que nos ofrece el cielo estrellado en una noche despejada y serena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario