El 15 de septiembre de 2011, después de cenar, subí a la terraza para descansar un poco, y cuando salí, me di cuenta que hacía una buena noche para observar. A pesar de la contaminación lumínica del lugar desde donde observo habitualmente y de una Luna que ya estaba asomando la cabeza iluminada en un 89,3% de su superficie, a pesar que al día siguiente tenía que volver a trabajar..., no pude resistirme a sacar mi SC de 127mm para observar unas cuantas estrellas dobles de Pegaso y el cúmulo abierto catalogado como Stock 1 que tenía pendiente desde inicios del verano.
Sus coordenadas son las siguientes:
AR: 19h 35m 48sg
Dec: +25º 13’ 00”
Stock1 lo podemos localizar en la constelación de Vulpecula y se encuentra situado a una distancia de 1.043 años luz (320pc).
Si no disponemos de goto una posibilidad es mirar de localizarlo utilizando el salto de estrellas. Para ello, podemos partir de Albireo (mg. 3,0) en la constelación de Cygnus. Localizamos entonces la constelación de Vulpecula y en ella la Alpha Vulpeculae (mag. 4,43) otra bonita estrella doble, como Albireo. Miramos de encontrar la 10 Vul (mag. 5,50). Estas tres estrellas, forman, más o menos, un triángulo equilátero encontrándose separadas unos 3º entre ellas. Pues bien, a medio camino entre Alpha Vulpeculae y la 10 Vul, encontraremos (sin pérdida) el cúmulo abierto Stock1.
Y este es el dibujo que hice a 40,32x con mi Baader Hyperion Aspheric de 31mm:
Este cúmulo es ideal para pequeños telescopios, ya que debido a su extensión (60’) es preferible utilizar los aumentos más bajos que nos permita nuestro instrumento. Con mis 127mm de abertura, a unos razonables 40x, puedo detectar una quincena de estrellas repartidas por todo el campo del ocular Aspheric de 31mm que brillan con una magnitud entre la 7ª y la 8ª, cosa que le proporciona un equilibrio visual muy atractivo, a parte de permitir que sea asequible su observación con condiciones de contaminación lumínica no muy favorables, como esta noche de Luna y luces de los vecinos.
Lo mejor de todo es que además de estas estrellas más brillantes, se pueden llegar a percibir un buen número de estrellas más débiles, hoy con cierta dificultad, pero desde un lugar con cielos oscuros y sin Luna seguro que ofrecen una vista antológica del conjunto.
La mayoría de las estrellas las percibo blancas y amarillentas y su disposición me ha recordado, en cierta manera, unas tijeras, o unas pinzas... Seguramente, para llegar a “ver” estos objetos se necesita cierta dosis de imaginación, pero lo que sí es cierto es que el cúmulo presenta una forma cruciforme.
Fijándome un poco más, lo primero que me llama la atención es el grupito de estrellas que he dibujado en la parte inferior derecha, las cuatro más brillantes de ellas representan un trapecio.
A su izquierda se encuentra una segunda “conglomeración” estelar del cúmulo, tal vez la zona más densa. En ella no me llaman tanto la atención las estrellas más brillantes, sino más bien unas cuatro estrellitas que brillan alrededor de la 9ª magnitud y que forman un bonito arco.
En definitiva, un cúmulo curioso para ser observado con pequeños telescopios -incluso con un buen trípode, los prismáticos 15x70 serían útiles-, que se comporta bastante dignamente frente a las adversidades de la contaminación lumínica moderada.
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