NGC2655 es una galaxia que se encuentra a unos 80 millones de años luz y fue descubierta por William Herschel en 1802. Situada en la constelación de Camelopardalis y brillando con una magnitud de 10,1, esta galaxia representaría por sí misma un atractivo objetivo al que dedicarle un rato de observación.
Sin embargo, el pasado 5 de enero de 2011, Koichi Itagaki, de Yamagata (Japón), descubrió un nuevo aliciente para apuntar nuestro telescopio hacia esta galaxia: una Supernova (SN2011B) que empezaba a vislumbrarse con una magnitud estimada de 17,5.
Normalmente, esta clase de noticias no despiertan en mi nada más que una pequeña curiosidad. Pero el 24 de enero, Lynx, un compañero del foro de la
Asociación Astronómica Hubble, inició un post en el que comentaba su experiencia observacional con esta Supernova.
Por aquellos días su magnitud rondaba la 12,6. Un verdadero reto para mi SC de 127mm y la contaminación lumínica de mi lugar de observación habitual. A pesar de ello pensé: “¿Por qué no?. No puedo perder gran cosa”. Además, en invierno (por suerte), la contaminación lumínica disminuye considerablemente, ya que pocos somos los que nos aventuramos a salir a las terrazas y balcones a altas horas de la noche...
El caso es que el martes,1 de febrero de 2011 decidí intentar observar mi primera Supernova a través del telescopio. La noche se presentaba despejada, sin Luna, con un seeing de 4/5 (Siendo 5=óptimo). Tan sólo cierta humedad reinante provocaba que no fuera una noche perfecta... aunque, en general, las condiciones que se daban invitaban a la observación.
Para intentar aclimatar la vista a la oscuridad opté por hacer una visita a NGC1980. Un fácil y atractivo cúmulo abierto que forma junto M42 y NGC1981 la conocida Espada de Orion... pero esto tendrá su entrada correspondiente más adelante.
Acostumbrados mis ojos a la oscuridad, respiré hondo y dirigí el tubo hacia NGC2655.
A 78,13x, en un primer momento identifico dos estrellas brillantes de referencia entre las cuales debe encontrarse la galaxia. La primera se trata de HIP43431, una variable que brilla con magnitud media de 6,9 y se ve con un bonito color anaranjado gracias a su clase espectral de tipo M5 III (Arriba a la derecha en el dibujo que hice). La segunda es HIP44060, con magnitud 7,3 y presentando un atractivo contraste de color respecto a HIP 43431. Su clase espectral es F0 y se ve de un blanco inmaculado muy atractivo (Abajo a la izquierda).
Miro de reojo, muevo un poco el telescopio y puedo apreciar una manchita blancuzca cerca de HIP44060. Primer objetivo cumplido: captada NGC2655.
Es curioso. Previamente había leído que esta galaxia presentaba una forma redondeada con un destacado núcleo brillante. Sin embargo, yo la aprecio un poco alargada con un núcleo bastante difuminado. Es posible que sea fruto de la contaminación lumínica que sufro, pero bueno, me dejo apuntado volver a observarla desde un lugar oscuro para comprobar si realmente puedo notar esa forma que algunos llegan a comparar a la de algunas nebulosas planetarias.
No quiero empezar con el dibujo todavía, ya que al abrir la linterna roja para hacerlo, resultaría inútil todo el esfuerzo que me ha costado aclimatarme a la oscuridad. Y mucho me temo que necesitaré la máxima adaptación posible para poder detectar la Supernova.
Descanso la vista, vuelvo a la carga. La galaxia ya la veo bastante bien. Empiezan a aparecer por momentos algunas estrellitas muy débiles (que posteriormente comprobaría que brillaban con magnitud alrededor de la 12ª). Buena señal. Pienso que ya estoy preparado para el gran momento. Miro hacia los límites externos de la galaxia, y por un momento, noto un puntito de luz que rápidamente desaparece. Cierro los ojos. Vuelvo a abrirlos y me fijo otra vez en la zona donde me ha parecido ver el destello. Nada. Otra vez... y vuelvo a ver el puntito que... desaparece de nuevo rápidamente.
Vuelvo a respirar hondo. Pongo el Radian de 10mm, que me ofrece 125x, y vuelvo a la carga. Con el mismo resultado que antes: veo bien la galaxia... pero el puntito de luz va y viene.
Decido finalmente, poner el Nagler de 16mm (78,13x) y dibujar lo que veo:

¿He visto la Supernova SN2011B? Es posible. O a lo mejor no... Comparando mi dibujo con observaciones hechas por otros astrónomos aficionados, diría que sí. Pero ha sido algo tan ténue que alguna duda me queda.
El caso es que al día siguiente, todavía dándole vueltas, decidí coger mi Nikon D70S e intentar hacer una foto que me confirmase o no si había tenido éxito en mi empeño por poder observar mi primera supernova en vivo.
Hice una fotografía de la zona a foco primario de mi SC de 127mm y conseguí esto (No hace falta volver a comentar que la fotografía astronómica, de momento, no es lo mío):

Clicar en la imagen para ver mejor la SupernovaDespués de ver el resultado, entonces sí, se dibujó una sonrisa de oreja a oreja en mi cara al ser consciente de haber observado mi primera supernova a través de mi pequeño telescopio. No es nada sencillo tener oportunidad de ello.
A partir de la fotografía, decidí hacer un pequeño ejercicio: estimar la magnitud de la Supernova en comparación con las estrellas del campo que pude captar. Basándome en los datos de magnitudes estelares que me ofrece el Starry Night, el resultado fue que estimé un brillo aproximado a la 13ª magnitud. Impresionante:

Las estrellas tienen un ciclo evolutivo que, según la masa de la estrella en cuestión, puede llegar a concluir con una explosión que aumenta su luminosidad miles de millones de veces, siendo uno de los acontecimientos más violentos y espectaculares que pueden darse en el Universo.
Este ha sido el caso de SN 2011B, que ha sido catalogada como una
supernova del tipo Ia.
En conclusión, con mi pequeño telescopio de 127mm he podido ser testigo de la explosión y final de una estrella de la galaxia NGC2655 situada a unos 80 millones de años luz de donde nos encontramos, cuya luz será visible, en el mejor de los casos, durante unos cuantos meses.
¿Cómo sería un espectáculo de esta magnitud si se diera en nuestra Vía Láctea?. El último milenio tan sólo se han documentado supernovas explosionadas en nuestra galaxia los años 1006, 1054, 1181, 1572 y 1604. Ya iría tocando otra, ¿no?...