Pero no quería irme sin intentar ampliar mi modesta colección de fotografías de cielo profundo, así que mientras me dedicaba a ir recogiendo los bártulos, dejé la Nikon D5100 acoplada al telescopio apuntando hacia M13.
Este magnífico cúmulo globular lo estuve observando anteriormente y a pesar del condicionante lunar, me dejó tan impresionado que pensé que sería una buena opción para concluir la noche.
Cuando en junio de 2011 compartí en el blog mis primeros pinitos astrofotográficos, lo hice consciente de que su calidad era bastante discreta, pero quise subirlos por dos razones. La primera, por qué me hacía ilusión fotografiar por mí mismo estas maravillas celestes, y la segunda, para poder tener una referencia comparativa de mis inicios y mi futura evolución como fotógrafo.
Sé que no tengo el tiempo libre suficiente como para poder ir mejorando todo lo que me gustaría en este complicado subcampo de la afición que es la astrofotografía, pero por otro lado, veo que las dos razones que me movieron en su día a subir esas fotos, son perfectamente válidas hoy por hoy. Así que aquí dejo mi última versión de M13:
Este tipo de cúmulos globulares, brillantes y resolubles, me resultan especialmente complicados a la hora de fotografiarlos, ya que si quiero evitar que se queme el núcleo, no consigo captar las estrellas más débiles; y si quiero alcanzar estas magnitudes tan esquivas, el núcleo sufre y queda saturado.
En este caso, haciendo muchas exposiciones de tan sólo 5 segundos, creo que he conseguido un resultado bastante equilibrado que me ha dejado bastante satisfecho. Poco a poco, pasito a pasito veo que algo voy mejorando, y si uno disfruta con lo que está haciendo ¿qué más se puede pedir?
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