Pero siguiendo la pauta de programar por lo menos un pequeño reto en cada sesión de observación que nos planificamos, podemos intentar desdoblar la STT261.
Si disponemos de un telescopio de generosa abertura no va a darnos demasiados problemas, pero si nuestro instrumento es pequeño o mediano, es posible que debamos poner en acción todas nuestras habilidades observacionales, no en vano, la separación de 2,5” en la que se encuentra nos va a exigir una buena puesta a punto del telescopio, una atmósfera lo más estable posible y unos cielos lo suficientemente oscuros como para poder percibir sin problemas estrellas de magnitud 7-8.
Carta generada con Cartes du Ciel |
Con mi SC de 127mm pude localizar la estrella en cuestión a 50x, pero lo único que vi fue tan sólo una estrella sospechosa de ser doble.
Cambié el ocular para alcanzar los 69x y empecé a distinguir dos puntitos que luchaban por separarse, pero que no acaban de conseguirlo.
Debía forzar aumentos, así que volví a cambiar el ocular. Esta vez, con el ocular de 10mm y los 125x que me proporcionaba ya conseguí atinar la buscada separación. Reto conseguido, aunque debo constatar que era una separación crítica y delicada. Por ello, decidí insistir con 208x, y a pude apreciar las dos componentes de forma claramente individualizada. Dos puntitos plateados y gemelos separados por un suspiro.
Satisfecho, me deleite con un tipo de estrellas dobles que son de las que más me gusta observar: las que ofrecen magnitudes similares con una estrecha separación. Son preciosas, y en el caso concreto de STT261, una excelente recompensa a nuestros esfuerzos por desdoblarla.
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