viernes, 6 de marzo de 2015

NGC1788 - Nebulosa en Orion

Situada en la constelación de Orion, NGC1788 es una nebulosa de reflexión no demasiado extensa, pero bastante asequible y atractiva para todo tipo de telescopios.

Además, no resulta demasiado complicado localizarla. Podemos tomar como referencia la Beta Eridani (mag. 2,8). Situada cerca de la frontera entre las constelaciones de Orion y Eridanus, forma un pequeño triángulo isósceles con 66 y 68 Eridani (mag. 5,2 y 5,1).

Partiendo de Beta Eri, si seguimos una línea recta que pase por el punto que se encuentra a medio camino de 66 y 68 Eri, y recorremos 1º 46’, llegaremos a la zona donde se encuentra esperándonos NGC1788.

Carta generada con Cartes du Ciel

William Herschel descubrió NGC1788 el 1 de febrero de 1786. Se encuentra a unos 1.600 años luz de distancia, brilla con una magnitud visual estimada de 3,5 y se extiende unos 5’ x 3’.

Las estrellas que nos permiten ver la nebulosa son muy jóvenes, astronómicamente hablando. Se estima que pueden tener cerca de un millón de años, unos bebés en comparación con el Sol y sus 4.500 millones de años.

La forma que presenta, algunos la comparan con un murciélago, ha sido modelada a partir de los fuertes vientos que recibe de las estrellas más brillantes de Orion y, seguramente, fueron las que provocaron la formación de estrellas en el interior de la nebulosa.

La noche del 24 de diciembre de 2014 me encontraba disfrutando de unos cielos oscuros y decidí apuntar el SC de 235mm hacia NGC1788, y lo que pude ver me dejó una agradable impresión.



A pesar de considerarla asequible, para poder disfrutar de una manera adecuada de esta nebulosa son necesarios unos cielos con poca o nula contaminación lumínica, una noche con buenas condiciones de observación y, cómo no, algo de paciencia por nuestra parte.

Pero vale la pena tanto esfuerzo. No es tan espectacular como otras nebulosas de la zona, pero después de observarla, tengo que reconocer, como comentaba al principio, que resulta muy atractiva.

Utilizo el ocular Hyperion Aspheric de 31mm que me proporciona unos cómodos 75x, confiando que con la magnitud estimada de 3,5 no tendría problemas en percibirla, pero ante mi sorpresa, al poner el ojo en el ocular no soy capaz de verla.

El desconcierto me dura poco. A medida que voy adaptando la vista a la oscuridad, al lado de una de las estrellas más débiles del campo, noto una pequeña zona blanquecina, evanescente, que a la mínima distracción desaparece. Lo mejor es que una vez ya la has localizado, es más fácil percibirla.

Añado el filtro UHC al ocular y consigo que la nebulosa se muestre más marcada y extensa, y no sólo eso, sino que también llego a apreciar cierta nebulosidad rodeando a las estrellas más brillantes y adivino otras zonas, en la parte superior de mi dibujo, donde con visión lateral se aprecia la presencia nebular.

Veo que esta noche no voy a poder sacarle más partido, pero he quedado satisfecho y he añadido a NGC1788 en el listado de objetos a observar cuando decida hacer un paseo por las maravillas que nos ofrece la constelación de Orion.

Para finalizar, adjunto la fotografía que aparece en Aladin Lite de esta bonita nebulosa:

Digitized Sky Survey - STScI/NASA, Healpixed by CDS


2 comentarios:

  1. pues vale la pena el esfuerzo para observar estas maravillas

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    1. Tienes toda la razón Marga. A veces es complicado explicar lo que uno siente cuando se encuentra en medio del campo observando el cielo con un telescopio, y yo siempre digo que por lo menos una vez en la vida, todo el mundo debería tener la oportunidad de hacerlo. Seguro que muchos verían la vida de otra manera :)

      Saludos.

      Oscar

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